“Menos del 50 % de empresas medianas y pequeñas del país cuenta con un seguro catastrófico”

El MEF indicó que el fenómeno de El Niño podría representar pérdidas económicas que afectarían el valor anual del PBI entre el 1 % y 2 % en condición moderada y en una severa hasta el 5 %. En ese marco, ¿las empresas del país cuentan con seguros que las protejan ante este tipo de eventos climáticos?

Hay que separar a las grandes empresas de las medianas y pequeñas y al gran volumen de las informales que hay en el país, porque son distintas las percepciones y formas de administración de los riesgos. Así, en el caso del sector corporativo donde están las grandes empresas de los principales sectores de la economía, tales como Energía, Petróleo, Agricultura, Logística, Transporte, Infraestructura, entre otros, yo diría que todas o la mayoría cuentan con un seguro para riesgos catastróficos o riesgos de la naturaleza de carácter catastrófico, como es el caso de eventos como el fenómeno de El Niño que trae daños ocasionados por aluviones, huaicos, lluvias, entre otros. Pero si vemos a las empresas medianas y pequeñas, hay mucho por hacer, ya que la penetración de las que cuentan con un seguro catastrófico sería de menos de 50 % y es que muchas de estas aún están refinanciando sus deudas tras la pandemia. Y en el caso de las empresas del sector informal, menos del 5 % contaría con algún tipo de seguro que los proteja de las catástrofes.

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¿Ha crecido en el país la demanda de las empresas por los seguros catastróficos en los últimos años?

La demanda de seguros catastróficos por parte de las empresas en el Perú ha venido creciendo en los últimos años, teniendo en cuenta que el nivel de pobreza en el país se ha ido reduciendo, pasando del 50 % al 20 %. Sin embargo, hay un indicador que es muy importante a considerar, que es el volumen de primas del mercado versus el Producto Bruto Interno (PBI) del país, que muestra el grado de penetración que tienen los seguros en una economía y en Perú estamos en alrededor del 2 %, mientras en el caso de Chile están en 4 % y los países desarrollados están en un mayor nivel, entre 6 %, 7 % u 8 %. Entonces, hay una gran brecha que aún falta cerrar en el mercado local, dándoles a las empresas medianas y pequeñas del país oportunidades de tener seguros catastróficos.

¿Cómo viene atendiendo el sector asegurador a las empresas locales que buscan protegerse de eventos como el fenómeno de El Niño, entre otros?

En el sector asegurador, tanto las aseguradoras como los corredores de seguros estamos enfocados en la prevención. Así las aseguradoras y los brokers en el último año nos hemos dedicado a llevar a las empresas de todo tamaño propuestas preventivas para mejorar la calidad de sus riesgos, como limpieza de cunetas, de techos, en caso de lluvias e inundación; trabajos de descolmatación de quebradas, de ordenamiento de almacenes, entre otras acciones. Es que, si bien nuestros clientes tienen cobertura de seguros, lo ideal es que el impacto del siniestro sea lo menor posible y existen medidas preventivas que permiten mitigar el riesgo y generar oportunidades de protección ante un evento. Se debe saber que los seguros como el catastrófico toman en cuenta todos los eventos a los cuales estamos expuestos, incluyendo la erupción volcánica, el maretazo, el oleaje anómalo, un tsunami, el terremoto, la lluvia, la inundación, la granizada, entre otros. Y la cobertura del referido seguro es por el valor de reposición o comercial de los bienes asegurados incluyendo también el lucro cesante, es decir, el daño por la paralización o interrupción de las operaciones o del negocio y el impacto en las utilidades brutas de la empresa por el menoscabo producido.

¿Cómo se viene comportando el precio de los seguros? ¿Habrá variación este año?

A nivel mundial, el sector asegurador en los últimos dos o tres años viene viviendo una etapa de mercado duro en lo que se refiere a seguros en general. Esto se deriva de los eventos catastróficos que se producen continuamente, tales como los huracanes, los terremotos, entre otros; entonces, el mercado de seguros catastróficos se ve afectado y es por ahí donde hay pequeños ajustes a nivel internacional, que se trasladan finalmente en el costo. Sin embargo, gracias a la dispersión de los riesgos tan grande que existe, estos ajustes no son tan exagerados, sino que son trasladados adecuadamente a las empresas, las variaciones son razonables en general. Es por eso que las empresas tienen que hacer mucho por cuidar sus riesgos operativos propios, por ejemplo, incendios o explosiones, para así lograr descuentos de los aseguradores por la calidad del riesgo a asegurar.

¿Qué hace falta para incentivar que más empresas en el país cuenten con seguros catastróficos? ¿Qué pediría a las autoridades?

Se tiene que pensar en una solución catastrófica nacional, y ya hay países que han comenzado. Primero le preguntaría al Gobierno: ¿tenemos asegurada toda la infraestructura nacional o vamos a esperar simplemente que venga el fenómeno de El Niño o un terremoto para tener que volver a trazar carreteras? ¿Están asegurados todos los túneles, puentes e infraestructura que tiene a su cargo, a través de los ministerios correspondientes? Y lo segundo es: ¿Qué está haciendo para dar una propuesta de seguros competitiva para riesgos catastróficos, principalmente a la población?

Es que solo en Lima, de los casi 11 millones de personas que hay, ¿cuántas casas se encuentran aseguradas? La penetración del seguro domiciliario catastrófico es muy pobre. Entonces, qué va a pasar el día que se dé el gran terremoto del que tanto se habla. Asimismo, hay que ver si las municipalidades están haciendo la supervisión adecuada y responsable o simplemente están dejando construir. Yo creo que respecto a eso hay una labor muy importante que hacer y, por otro lado, está enseñar una cultura aseguradora en colegios y universidades. Se debe dar a conocer que el mejor mecanismo de defensa contra el riesgo es la transferencia y esto se hace con los seguros.

 

 

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“Debemos trabajar en el marco normativo para proteger la agroexportación”

¿Cómo le fue al sector agroexportador en 2023?

En 2022, las agroexportaciones peruanas ocuparon el puesto 11 a nivel mundial y veníamos del puesto 40 en 2010. Sin embargo, 2023 se despidió dejándonos la pérdida de 140 000 empleos formales en la agroindustria. Tampoco vamos a llegar a los US$ 10 000 millones en agroexportaciones, como consecuencia de la reducción de la agricultura moderna, los cultivos que no dan los márgenes y el marco normativo agrario que ha ido en retroceso al haberse cancelado la Ley Agraria.

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¿Qué dificultades enfrenta la industria agroexportadora?

Las normativas están maltratando al sector agrario y haciéndolo menos productivo. Los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ya han señalado que el sector agrario debe tener un tratamiento distinto porque está sometido a riesgos diferentes de los que enfrentan otros sectores económicos. En ese sentido, los poderes Ejecutivo y Legislativo, junto con el sector privado, debemos trabajar en el marco normativo, protegiendo los derechos laborales y, a la vez, darle el dinamismo que se requiere. También, nos debe preocupar la competitividad de nuestro país, que está en el puesto 65 de 140. Esto quiere decir que está por debajo de la mitad de la clasificación.

 

¿Cómo le irá al sector agroexportador en 2024 considerando que se tendría un fenómeno de El Niño moderado?

Que sea un Niño moderado o no, eso no lo podemos controlar. Lo que sí podemos hacer es estudiar los pronósticos elaborados por los científicos y estar preparados como país para esas contingencias. Y, por lo que veo, no lo estamos haciendo con la velocidad necesaria que las circunstancias demandan.

En la actualidad, nuestro sector está compitiendo en un entorno global, tanto en los mercados de las frutas y verduras, así como también en el de inversiones; y, como país, tenemos que volver a ser atractivos en cuanto al marco legal agrario.

 

¿Cuál es el impacto que vienen teniendo los fenómenos climatológicos en la producción agraria?

Las empresas viven de la diferencia de sus precios y sus costos. Si vemos solamente los precios, en 2023, los factores climáticos afectaron la productividad. Entonces, en general, hubo menor oferta de volumen, lo que naturalmente llevó a una elevación de los precios. Pero, al mismo tiempo, los costos se elevaron de tal manera que, en muchas ocasiones, no hallaron compensación con los precios. Esta situación se evidencia con la aparición de muchos fundos en venta a lo largo del país.

 

¿Qué productos peruanos de agroexportación podrían convertirse en las “estrellas” en 2024?

Perú tiene enormes posibilidades. Somos un país muy rico en climas y, por la iniciativa de las empresas, actualmente se están haciendo pruebas de cierta escala en cerezas, pitahaya y, sobre todo, en nuevas variedades dentro del portafolio de productos ya existente para no solamente encontrar las de mayor productividad, sino los que puedan adaptarse a las variaciones climáticas.

 

El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) informó que el Plan Estratégico Nacional Exportador 2015-2025 tiene un avance de implementación de 82 %, ¿qué tan importante es este plan para el crecimiento del sector agroexportador y cuándo debería estar implementado?

El contenido del plan está basado en cuatro pilares: diversificación de mercados e internacionalización de las empresas; desarrollo de la oferta exportable diversificada, competitiva y sostenible; facilitación del comercio y eficiencia de la cadena logística internacional; y generación de capacidades para la internacionalización y consolidación de una cultura exportadora.

El Plan regional de exportación con el cual cuenta cada una de las regiones, según muestra el Mincetur, a mi juicio es la gran bisagra que se debe potenciar con capacidad profesional de gestión para hacerlo realidad. Mientras más pronta sea su implementación, mucho mejor para el país. De acuerdo con el avance que indica el Mincetur, debería estar implementado a finales del año 2025.

 

Los especialistas estiman que el megapuerto de Chancay iniciará operaciones en 2024, ¿qué impacto tendrá en el sector agro?, y ¿en qué otro proyecto de infraestructura debería poner énfasis el Gobierno para dinamizar las agroexportaciones?

La concesión de la obra y operación del puerto a una empresa china que ofrece servicio directo de Chancay a Shanghái, indudablemente crea una ventaja para transportar carga y especialmente con 10 días menos que lo usual. Esto es casi un 30 % menos de tiempo, lo cual beneficia directamente a la carga de frutas frescas y hará que la condición de los productos al arribar al destino sea aún mejor y esto facultará la obtención de una mejor valoración de la fruta peruana que debe repercutir en su precio.

En cuanto a otros proyectos en los que el Gobierno debería poner énfasis para dinamizar las agroexportaciones, considero que los de irrigación son los más importantes. Como el caso de Chavimochic III, donde se habla de su destrabe por obra pública. Esta tendría que ser por concesión para que haya mantenimiento y operación; es decir, especialistas para la Presa Palo Redondo y Canal Madre.  Asimismo, Majes Siguas II, que ya perdió la concesión, pero aún el proceso está en arbitraje, por lo cual no se sabe cuándo se podrá en marcha. También el proyecto de irrigación Olmos, que es importante en el norte, pues trasladará agua para el Valle Viejo.

El sector moderno agrario es el más social que existe en cualquier parte del mundo, por ello la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió a los gobiernos de los países que ayuden a este sector. ¿Qué se ha hecho en el Perú al respecto?, pues nada.

 

 

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“Pronósticos sobre un fenómeno de El Niño más moderado son auspiciosos para la pesca”

El año 2023 fue negativo para la pesca peruana. ¿Existe un estimado sobre cuánto cayó este sector?  

En efecto, fue un año negativo. Si bien aún no tenemos las cifras oficiales, calculamos una caída de alrededor del 26 % a 27 %. La principal causa de este resultado fue la disminución de la captura de anchoveta, que es nuestro principal insumo pesquero, que fue generada por las condiciones de temperatura del mar. Hay que recordar que no hubo primera temporada de pesca industrial de anchoveta; y, para la segunda temporada, en la que se dio una cuota reducida de 1 682 000 toneladas, solo se pescó aproximadamente un 70 %.  

Hay que remarcar que la industria de harina y aceite de pescado representa entre el 50 % y 60 % de nuestras exportaciones, por lo que la caída de la pesca de anchoveta tuvo un fuerte impacto en el sector. 

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Para 2024, algunos especialistas estiman un fenómeno de El Niño más moderado. En ese contexto, ¿en cuánto podría crecer el PBI pesquero este año? ¿Qué elementos o eventos podrían dinamizar el sector?  

Según el último reporte oficial de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), emitido el pasado 29 de diciembre, la probabilidad de que se dé un Niño Costero moderado para la región 1 + 2, que está frente a nuestras costas, es de 37 %, mientras que la posibilidad de un Niño débil es de 33 %. Con ello, se aprecia una disminución de las posibilidades de un Niño fuerte, lo que es una noticia positiva y alentadora, aunque es algo que debe monitorearse constantemente.  

Según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la CCL (IEDEP), el PBI pesquero de este año crecería aproximadamente en 15,7 %. No obstante, debemos ver cómo se desarrolla el tema climatológico y de temperatura del mar y cómo esto puede influir en una mayor o menor disponibilidad de los recursos pesqueros.  

En lo que respecta a la pesca de Consumo Humano Directo, que es lo que impulsamos desde el sector pesca del Gremio X.COM, hay buenas perspectivas para la pesca de jurel y caballa. En particular de esta última, donde se ha pronosticado un aumento de su actividad reproductiva; así también se espera una buena disponibilidad de perico y de calamar gigante o pota, pues esta última sustenta principalmente el sector de congelados. 

Usted mencionó que la pesca industrial de anchoveta solo llegó al 70 % de la cuota permitida en la segunda temporada de 2023. ¿Cuándo podrían mejorar las condiciones para la pesca de esta especie?  

Por ahora toca esperar los resultados de la investigación y crucero del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) que determinarán la situación de la anchoveta para 2024 y la cuota que se va a establecer para la primera temporada. No obstante ello, los pronósticos y probabilidades que ha referido el ENFEN son auspiciosos.  

Debemos recordar que la situación general de la biomasa de la anchoveta es saludable debido al manejo responsable que se hace de esta pesquería desde hace muchos años. Lo que ocurre a veces, como en 2023, es que, por la situación climatológica y de temperatura, el recurso no está disponible; o que, por una alta presencia de juveniles, se decida el cierre de la pesca en determinadas áreas. Al respecto, el Ministerio de la Producción (Produce) debe tomar decisiones en forma más oportuna y, por supuesto, siguiendo las recomendaciones del Imarpe respecto a las aperturas de las temporadas de pesca para evitar que luego falte tiempo para completar las cuotas. 

¿En cuánto podrían crecer las exportaciones pesqueras en 2024? ¿Qué productos tendrán mayor dinamismo en la canasta exportadora de este año? 

Si en 2024 hay buenas temporadas de pesca industrial de anchoveta, veremos un crecimiento importante del PBI pesquero y de las exportaciones. Quizá en este último rubro podamos crecer entre 30 % y 40 % respecto a 2023. No obstante, ello dependerá de las condiciones climatológicas y disponibilidad de los recursos.  

Recordemos que, en un año normal, el sector pesquero representa aproximadamente el 7 % de las exportaciones totales, por lo que la recuperación del sector representa un gran impacto. Ya hemos mencionado que esperamos que recursos importantes para consumo directo, como el jurel, la caballa y el calamar gigante o pota, sustenten este 2024 el crecimiento esperado; así como los langostinos y las conchas de abanico, a través de la acuicultura.  

Por otro lado, hay anuncios como el relanzamiento de un acuerdo comercial con India que son positivos de cara a un inmenso mercado potencial que se abre para nuestros productos pesqueros.  

Un punto a destacar, también, es el puerto de Chancay, que será un gran motor de desarrollo para nuestras exportaciones nacionales y un polo de desarrollo estratégico en la región que nos va a traer muchos beneficios. 

¿Qué temas debería atender con prioridad el Produce este año? 

Es fundamental que este ministerio culmine con el proceso de formalización de la flota pesquera artesanal, pues genera muchos perjuicios. Por ejemplo, perjudica a los propios pescadores artesanales, pues al no tener una embarcación con permiso de pesca formal, no pueden descargar su pesca con normalidad o no tienen un activo que les permita –por ejemplo– acceder a créditos.  

Asimismo, sin formalización se genera el incentivo para construir más embarcaciones informales, perjudicando al sector de manera directa por la competencia desleal e ilegal, además que pone en riesgo la sostenibilidad de los recursos a los cuales se orientan sus operaciones.  

Para el sector industrial esta falta de culminación también es un detrimento, pues recordemos que las embarcaciones artesanales son las principales proveedoras de los recursos pesqueros que se procesan en las plantas industriales de consumo directo y si no tienen permiso de pesca, no pueden descargar o se genera problemas para la trazabilidad de los productos pesqueros, lo que es fundamental para la certificación que requieren los mercados.  

También, para elevar el desarrollo de la actividad pesquera, es importante que se acelere el proceso de mejora y modernización de los desembarcaderos pesqueros artesanales (DPA), cuyas inversiones pueden darse también a través de mecanismos con participación del sector privado; por ejemplo, obras por impuestos, sumado a una alianza estratégica con las organizaciones sociales de pescadores artesanales (OSPA), de manera que se logre una eficiente gestión en beneficio de la sanidad y la inocuidad de los recursos pesqueros y de la economía de las propias OSPA. 

¿Qué temas viene trabajando el sector X.COM para este 2024?  

Nuestra labor seguirá enfocada en la promoción y desarrollo de la pesca de consumo humano y, para ello, debemos intermediar con las autoridades pesqueras y sanitarias para que nuestras empresas desarrollen su trabajo en un adecuado marco regulatorio, sin trabas ni trámites burocráticos innecesarios y bajo un clima de predictibilidad.  

Así también, estaremos en contacto permanente con los consejeros de las oficinas comerciales del Perú en el exterior (OCEX) para promover y ayudar a nuestras empresas y a su oferta exportable con información, reuniones, misiones comerciales, participación en ferias. Por ejemplo, estamos evaluando nuestra participación en la “International Seafood &Technology Expo” en Japón.  

Por otro lado, contamos con algunas iniciativas de mejora de la regulación para la industria pesquera del atún y anchoveta para el consumo directo. En este punto, queremos trabajar con la autoridad, pero para ello es fundamental que se reactive la Mesa Ejecutiva del Sector Pesca que promovió el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y que es un espacio de diálogo fundamental. Sin embargo, a pesar de ello, hace tiempo no se convoca. 

 

 

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Marcas en el 2024: ¿a qué tipo de consumidor se enfrentan?

El año 2023 dejó una huella negativa en la economía peruana, con un cierre proyectado del Producto Bruto Interno (PBI) de -0.5 %, según el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Sectores claves como Construcción (-8,7 %) y Manufactura (-5,8 %) lideraron esta caída; y, desde 2013, excluyendo el año 2021 de rebote pospandemia, Perú no ha logrado superar el 4 % de crecimiento. 

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Para el presente año, el IEDEP proyecta un crecimiento modesto del 2,6 %, con la mayoría de los sectores experimentando un crecimiento moderado, en gran parte impulsado por un efecto de rebote. Sin embargo, la incertidumbre económica se ve amplificada por el potencial impacto del fenómeno de El Niño durante el primer trimestre de 2024, según advierte el Departamento de Estudios Económicos del BCP. 

Perfil del consumidor en tiempos de cautela

Ante este escenario, solo el 48 % de los peruanos vislumbra algo de mejora económica en el país para 2024 y esta percepción cautelosa se reflejará en las decisiones de consumo, ya que los consumidores serán más precavidos, indica la CEO de GRM, Giuliana Reyna. 

El director de la consultora Impronta Research, José Oropeza, coincide, señalando que a pesar de las expectativas positivas de algunos sobre el comportamiento de la economía, muchos peruanos enfrentan dificultades financieras, lo que los hace más cautelosos al adquirir productos.

“La realidad es que a cuatro de cada 10 peruanos aún les cuesta llegar a fin de mes con sus ingresos y esto hace que sean más cautos y racionales a la hora de decidir por adquirir un producto, sobre todo aquellos de ticket elevado”. 

Añade que este primer trimestre será un buen termómetro de lo que podría pasar a nivel consumo, por la llegada del fenómeno de El Niño, la campaña escolar y la dinámica de gasto que se da en temporada de verano, especialmente en Lima.

“La ecuación calidad-precio será la matemática que mueva la decisión de compra en categorías que antes se consumían por impulso”, refiere.  

Desafíos y oportunidades para las marcas 

En este contexto, las marcas se enfrentan al desafío de estimular el consumo. Giuliana Reyna destaca la importancia de crear experiencias que satisfagan las necesidades de los consumidores, centrándose en la vida cotidiana de las personas.  

“Los consumidores locales buscarán nuevos valores que influyan definitivamente en su vínculo con las marcas, priorizando a aquellas que se adapten a su estilo de vida y las que les transmitan que, de alguna manera, los conoce. Los consumidores ahora más que nunca esperan que las marcas puedan ofrecerles experiencias basadas en sus gustos y preferencias”, destaca. 

Asimismo, señala que las marcas también deben aprovechar la tecnología bien desarrollada para crear y acercar sus productos, servicios y experiencias a los consumidores, haciéndolos más personalizados y de esta manera lograr un acercamiento mayor al público.  

La estrategia también debe aprovechar la diversidad de canales de compra que los consumidores buscan, combinando puntos de contacto físicos y virtuales, para así satisfacer la demanda y ofrecer un buen servicio de venta (pre y posventa).  

Perspectivas para el consumo y estrategias de marca

Para José Oropeza, con un consumidor más racional, buscando mayor eficiencia en el uso de su presupuesto y más abierto a la experiencia e-commerce como segundo canal de compra de productos, se pone a prueba el posicionamiento y el nivel de satisfacción con las marcas. 

Ante esto, el director de la consultora Impronta Research indica que se hace necesario que las marcas mejoren su nivel de conversión (de ventas), teniendo en cuenta cuatro métricas: los niveles de recordación de la marca en el mercado y su consideración en el mapa competitivo de la categoría en la que participan; su nivel de prueba y el uso de la marca en un determinado periodo, así como el porcentaje de consumidores habituales o que eligen a la marca como su preferida. 

“Este funnel (embudo), que deberían hacer a nivel categoría, les permitirá saber si deben accionar en el corto plazo promociones para incrementar la prueba del producto o si aún están en etapa de construcción de marca en donde debe primar la comunicación, no solo en redes sociales o medios convencionales, sino también en el punto de venta, que termina siendo un canal de comunicación efectivo que aporta en la construcción de marca”, explica. 

En resumen, el 2024 presenta un escenario desafiante para las marcas, exigiendo adaptabilidad, enfoque en el consumidor y estrategias innovadoras para navegar las aguas turbulentas del consumo en tiempos inciertos. 

 

 

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Incertidumbre política y social, el mayor peligro para empresarios

Como cada año, la Cámara de Comercio de Lima (CCL) realizó la ‘Encuesta Anual de Ejecutivos 2023’ (EAE-2023), la cual busca recoger la percepción de los principales ejecutivos de Lima con respecto al desempeño del gobierno actual, el entorno económico y político, y los problemas que afectan el accionar empresarial.

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El estudio, encargado por la CCL a la Consultoría Interdisciplinaria en Desarrollo (CID), se aplicó a un total de 416 empresas asociadas a la CCL de los sectores de servicios (40 %), comercio (27 %), industria (19 %) y otros (14 %).

Del universo total, el 30 % son microempresas; 39 %, pequeñas; 16 %, medianas; y 15 %, grandes empresas.

Otro aspecto a destacar es que en la EAE-2023 se consideraron empresas con diversos años de existencia en el mercado. Así, de las 416 empresas encuestadas, el 11 % tiene menos de tres años en el mercado, 17 %, de tres a cinco años; 18 %, de seis a diez años; 26 %, de 11 a 20 años; y 29 %, más de 20 años. Además, el 41 % de las encuestadas exporta o importa.

Panorama empresarial

La EAE-2023 se desarrolló en un contexto de recesión económica, reducción de la inflación, alta inseguridad ciudadana e inestabilidad política. Hay que recordar el ambiente empresarial pesimista que data de abril de 2021, según la ‘Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas’ del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Al consultarse sobre la situación económica en comparación con el año anterior, el 31 % de los encuestados opina que un crecimiento económico del 1,4 % no tendrá impacto en los ingresos de las empresas, y un 46 % señaló que más bien estos se reducirían.

Por otro lado, un 27 % de las empresas manifiestan que su planilla se ha reducido con respecto al año anterior. Cabe destacar que dicho porcentaje ha disminuido en 15 puntos porcentuales respecto a la medición del año anterior.

 

Entre tanto, al evaluar la transición de las empresas hacia la normalidad, se destaca que un 22 % de las empresas tienen menos del 10 % de su personal trabajando total o parcialmente desde casa, mientras que un 16 % de las empresas tienen más del 60 % de su personal adoptando esta modalidad. Debe señalarse que esta tendencia es especialmente pronunciada en empresas con menos de tres años de antigüedad.

Respecto a los factores que ponen en riesgo los resultados favorables de sus negocios, el 89 % de los encuestados coincidió en identificar la incertidumbre política y los disturbios sociales como el mayor peligro para la buena salud de sus negocios, seguido de un 86 % que lo atribuye a las medidas populistas e inconsistentes del Congreso, y un 81 %, al costo generado por la inseguridad en los negocios.

Otro tema que también preocupa mucho a los ejecutivos peruanos es el fenómeno de El Niño anunciado para el verano de 2024. En ese sentido, a la pregunta de su efecto en relación con el fenómeno de El Niño Costero de 2017, el 47 % de la muestra cree que en esta ocasión tendrá un impacto mayor, mientras que el 42 % considera que el impacto será similar al ocurrido en 2017.

Acerca de las inversiones realizadas durante 2023, el 40 % de las empresas indicaron que estas fueron destinadas al mantenimiento y mejoras para garantizar el normal funcionamiento de la empresa. Entretanto, un 33 % indicó que fueron dirigidas al crecimiento del negocio.

En lo que respecta a los planes de inversión para 2024, el 70 % de las medianas y grandes empresas y el 72 % de las micro y pequeñas empresas (mypes) encuestadas señalaron que serán conservadoras.

En lo que se refiere a las perspectivas de crecimiento de su negocio en comparación con hace cuatro meses, solo el 22 % de la muestra consideró que son mayores, mientras que el 39 % las mantiene igual y el 38 % opinó que son menores.

Finalmente, consultado el empresariado si considera requerir un apoyo financiero para 2024, el 60 % de los encuestados anticipan que necesitarán algún programa de apoyo financiero del Estado.

Gobierno y entorno político

La incertidumbre política y las medidas populistas, junto con el aumento en el costo de la inseguridad en los negocios, han afectado la credibilidad de las instituciones públicas y acentuado la caída en la evaluación de su gestión. Así, de las 17 instituciones evaluadas a lo largo de los tres poderes del Estado, solo el Banco Central de Reserva del Perú (BCR) obtuvo una calificación aprobatoria, con un 76 % de ejecutivos que consideraron su gestión como buena. Esto es atribuido a su trayectoria, autonomía y la calidad en su plana profesional para guiar la política monetaria del país.

Le siguen Indecopi, Sunarp y Sunat, con apenas el 28 %, 27 % y 23 %, respectivamente.

Instituciones peor calificadas

Dentro de las instituciones con peor calificación se encuentra el Congreso de la República, con 85 % de los encuestados considerando que cuenta con una deficiente gestión. Le siguen ministerios claves para el capital humano, como son Salud y Educación, que obtuvieron, respectivamente, 78 % y 77 % de calificación como deficiente.

De otro lado, el 67 % de la muestra desaprueba la gestión del Ministerio de Transportes y Comunicaciones por los casos de corrupción en dicha cartera.

Un hecho que resalta respecto a años anteriores es la caída en la calificación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Y es que solo el 20 % de la muestra calificó su gestión como buena, en tanto para el 44 % fue regular y para el 35 % fue deficiente. Sin duda, el costo de la recesión e inflación afectó la imagen de dicho ministerio.

Las prioridades en agenda de gobierno

Con respecto a la consulta sobre qué debería priorizar el Gobierno en su agenda para 2024, el 29 % consideró que, en primer lugar, se deberían reformar los poderes del Estado. En tanto, el 17 % estima que debe darse preferencia a la lucha contra la corrupción, mientras que un 15 % opinó que se debería fortalecer la seguridad ciudadana.

Finalmente, para alentar al crecimiento económico y una mayor inversión privada, el 45 % de los encuestados mencionó garantizar la estabilidad política y económica; el 33 %, el mayor acceso a financiamiento; y el 25 %, una mayor seguridad.

 

 

 

 

 

 

 

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Querido Niño Jesús

A pocos días del 25 de diciembre, con fe y optimismo, casi de niños, desde la CCL queremos expresarte nuestros deseos y peticiones para el Perú en esta Navidad.

Como bien sabes, nuestro país atraviesa una profunda crisis, tanto política como económica. Aunque siempre nos alientas a confiar, hay momentos en los que hacerlo resulta sumamente complicado. En especial, cuando el deterioro institucional es tan evidente y las autoridades están inmersas en conflictos subalternos, donde lo que brilla por su ausencia es el interés nacional.

En estos momentos necesitamos, sobre todo, esperanza. Que esta nos ayude a recuperar la confianza y la fe en que es posible salir de esta situación. Para ello, ciudadanos y autoridades debemos trabajar en sintonía, dejando de lado reproches y polarizaciones. Es un considerable desafío, pero, para ti, no existen imposibles.

Para avanzar como sociedad, necesitamos una dosis extra de respeto, tolerancia y empatía. Concédenos la capacidad de escuchar y respetar las opiniones diferentes, así como de exigir respeto por aquellos que no tienen voz. Únicamente mediante el mutuo respeto, la tolerancia activa y la capacidad de comprender el sufrimiento ajeno, lograremos un país más justo y equitativo.

Sin duda, también requerimos una mayor dosis de solidaridad. Cada peruano debe abandonar la perspectiva centrada exclusivamente en sus intereses individuales y tender la mano al prójimo. La solidaridad es justa y necesaria, más aún ahora que el índice de hambre es el más alto en 10 años y hay un retroceso en el empleo formal. Los peruanos somos resilientes, pero, a veces, estas pruebas parecen exceder nuestra capacidad de sobreponernos, aunque con tu ayuda siempre lo hacemos.

Pedir integridad para nuestras autoridades, empresarios y ciudadanos, en general, esperamos no sea un ruego en demasía. Los peruanos necesitamos recuperar la honestidad y la ética. Ser coherentes entre lo que predicamos y hacemos, desterrar la corrupción de nuestras vidas. Todas las encuestas señalan que la falta de seguridad y la corrupción son los mayores problemas que afrontamos. No en vano van de la mano.

Qué difícil querer usar en esta carta un tono más cercano a los villancicos de estas fiestas ante tantos asuntos apremiantes. Los problemas económicos son acuciantes. Necesitamos hacer frente a la crisis económica que nos aqueja, atrayendo inversiones que nos permitan recuperar trabajos formales y de calidad para nuestros ciudadanos. Para ello, necesitamos señales claras de nuestros gobernantes. Ellos, qué duda cabe, necesitan dosis extraordinarias de sabiduría, decisión y, sobre todo, capacidad de ejecución.

Cuando el Ejecutivo logre destrabar dos o tres grandes proyectos de inversión durante el primer trimestre de 2024, inicie y ponga en marcha un auténtico plan de combate contra la delincuencia, fortalezca las capacidades de los funcionarios públicos, desmantele la tediosa tramitología existente y nos libre de leer titulares cotidianos en la prensa sobre corrupción, entenderemos que nuestras súplicas han sido atendidas.

Por otro lado, necesitamos tu ayuda para que en el Congreso ‘Los Niños’ no hagan de las suyas, que todos muestren su mayoría de edad y que empiecen a trabajar por el país. Necesitamos que los congresistas concentren sus esfuerzos en proyectos de ley orientados a fomentar la inversión, formalizar la economía y, especialmente, liderar una reforma que restaure la confianza en la política, para que podamos elegir entre menos y mejores opciones que nos permitan votar por ciudadanos idóneos e íntegros.

Niño Jesús, ya un poco avergonzados, debemos pedirte que hagas entrar en razón a las instituciones que garantizan el Estado de derecho en el país, que se dediquen a ello y dejen sus actitudes recientes, las que vienen politizando la justicia y judicializando la política, según se mire. Estas rencillas nos están hundiendo en una profunda crisis institucional que no nos ayuda en la reactivación del país, tan necesaria para hacer retroceder a la pobreza que nos amenaza con truncar un futuro para nuestra infancia.

Terminando esta larga lista de deseos, te pedimos que el fenómeno de El Niño, que honra tu nombre, sea leve y que las placas tectónicas se calmen, pues, como ves, la Magdalena no está para tafetanes.

Amén.

 

 

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¿Cuál es su análisis con respecto al desempeño económico del Perú?

El país no está creciendo adecuadamente desde 2016 (4 %) y mucho tiene que ver con los problemas institucionales y políticos que estamos viviendo.

Ahora, si uno se centra solo en 2023, a la reducción de la confianza y los problemas políticos hay que agregarle dos temas más: los efectos de las protestas a inicios de año y el impacto climático (lluvias y temperaturas altas en el norte, y heladas y sequías en el sur del país), los que explican una caída fuerte en sectores como pesca y agro.

Ante ello, para el cierre de 2023 estimamos una caída del PBI de 0,3 %, resultado que está en línea con la proyección de otros especialistas y economistas.

Entonces, se espera un 2023 con un PBI ligeramente en rojo y un 2024 con un crecimiento económico de entre 2 % y 2,5 %.

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El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) había adelantado que el tercer trimestre de este año la economía cerraría a tasa negativa. ¿El cuarto trimestre se ubicaría también en rojo?

Para el último trimestre del año esperamos un resultado positivo, pero leve. Para este periodo estaríamos creciendo entre 0 % y 0,5 %, lo cual responde al resultado del cuarto trimestre del 2022, que fue bastante malo. Es un efecto estadístico pendiente. Por tanto, este último trimestre sería el primero que estaría en campo positivo, pero con un resultado magro.

Esperamos que la primera mitad de 2023 haya sido la más complicada, y contingente a lo que suceda con el fenómeno de El Niño, tengamos una economía más dinámica en la primera mitad del próximo año.

¿Cuándo podríamos salir de esta recesión económica?

Eso depende de cómo definamos la palabra “recesión”. Si tiene que ver con la caída consecutiva de la producción (por trimestres) podría ser para fines de 2024. Pero, si nos referimos a una mejoría en nuestra economía, eso va a demorar un buen tiempo. Más que hablar de la caída del PBI o de recesión, el problema central es que hay un debilitamiento crónico de la economía que va a la par con el debilitamiento progresivo de las instituciones.

Además, nuestra tasa de crecimiento base fluctúa entre 2 % y 3 % y eso es increíblemente insuficiente para el Perú. El problema de fondo es que no estaremos creciendo más del 3% a largo plazo.

¿Y cómo revertimos esta situación?

Lo más importante es que el Gobierno logre trasmitir una imagen de su trabajo con un equipo cuajado y efectivo a favor de la reactivación económica, con el gancho de impulsar la inversión privada.

Existen buenas intenciones y buenas ideas (de trabajo) en varios ministerios, pero todavía no se ha demostrado esa capacidad de ejecución e implementación real que, ojalá, pueda aparecer en la primera mitad de 2024. Más allá de lo que informa el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sobre acciones o políticas, es vital que se sepa el trabajo que está realizando el gabinete ministerial.

Por otro lado, referente a acciones de largo plazo, se debe tener una agenda de trabajo con políticas y reformas sectoriales. Hay espacios (en sectores) muy obvios para mejorar en producción y productividad, tales como Agro, Minería y Turismo. En el caso de Minería hay proyectos que podrían salir relativamente rápidos si hay voluntad.

También debe haber una agenda transversal que apunte a una mejora en materia laboral. En este punto, Perú ha perdido muchas posiciones en este aspecto en los últimos 20 años, específicamente por temas de contratación formal, cada vez más caro, complejo y rígido; un tema donde hoy nadie quiere “poner el cascabel al gato”.

También es importante trabajar la optimización en el sistema tributario. Aquí hay dos temas. Primero, dar predictibilidad a las empresas para saber cómo se van a tratar y resolver las controversias. Lo segundo es sobre los incentivos a las empresas para que puedan seguir creciendo y no sientan que el crecimiento es una penalidad. Es un tema grueso que se debe tratar, ya que es un punto transversal.

Con respecto a la inversión privada, varios especialistas han proyectado una caída para el cierre del año, ¿cuál es la proyección del IPE y qué proyectos podrían dinamizar la inversión?

El IPE proyecta para la inversión privada una caída de 7 % para este año y para 2024 lo más probable es que tengamos un crecimiento de entre 1 % y 2 %.

En minería, hay varios proyectos. Por ejemplo, en el espacio de reposiciones tenemos Antamina, en Áncash, valorizado en US$ 2 000 millones. También hay nuevos proyectos, como San Gabriel, de la compañía Buenaventura; y Zafranal, en Arequipa, para 2025. Estos proyectos pueden mover la aguja hacia arriba.

Lo relevante de esto es que la minería pueda aportar significativamente a la inversión privada, pues es el único sector que puede atraer capitales del exterior, en un plazo relativamente corto y descentralizado.

¿El consumo privado también tendría un débil crecimiento en 2024?

El consumo privado debería registrar algo de normalidad en 2024 en la medida que la inflación baje. Por ello, esperamos que la inflación regrese al rango meta en el primer trimestre o en el segundo trimestre del próximo año, siendo un tema importante para el consumo.

Lo otro es que la confianza y las expectativas (del consumidor) puedan seguir recuperándose, lo que es un supuesto importante; y, con eso, se tenga quizá una reactivación progresiva del mercado laboral y de los ingresos. Con todo ello tendríamos un consumo privado con una tasa cercana al 3 % para 2024.

 

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“Esperamos que la economía mejore en el segundo semestre de 2024”

En el marco del “VIII Foro Internacional Retail”, organizado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), La Cámara conversó con el economista Carlos Parodi, docente principal del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico (UP), sobre el desempeño y perspectivas de la economía y el consumo para este y el próximo año.

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¿Cuál ha sido el desempeño del consumo privado en lo que va de 2023 y cómo podría cerrar el año este importante indicador económico?

Este año (con respecto al 2022), el consumo privado crecerá en torno al 0,3 %, (una cifra baja) si tomamos en cuenta que entre 2010 y 2019 creció un 5,1 % como promedio anual. Este resultado se entiende porque las empresas no venden como esperaban y el consumidor peruano tiene menos dinero para gastar. Cabe anotar que el consumo privado representa el 65 % de la demanda interna.

¿Hay expectativas de que el consumo privado pueda recuperarse durante 2024?

Depende de cuánto crezca la inversión privada. Me explico, para que el consumo privado aumente, los ciudadanos requieren tener más dinero para comprar. Ese dinero proviene del empleo, el que, a su vez, depende de alguien que contrate personas. Ese “alguien” se llama empresario, emprendedor o inversionista. Por eso, sin crecimiento no hay aumento del consumo.

¿Cómo influyen la baja confianza del consumidor y el deterioro de las expectativas empresariales en este indicador económico (consumo privado)?

Cuando las expectativas, que son creencias respecto del comportamiento futuro de la economía y la política, se encuentran en un terreno negativo o pesimista, los agentes económicos (consumidores y productores) postergan decisiones y, con ello, generan, primero, una desaceleración y, luego, una recesión. Se requiere, como consecuencia, un shock de expectativas.

¿Qué medidas se podrían impulsar para mejorar el desempeño del consumo privado y la inversión privada?

Falta mejorar el contexto dentro del cual los agentes económicos toman decisiones. Reglas simples, claras, así como objetivos del Gobierno que sean transparentes y fáciles de monitorear son las claves. La incertidumbre es veneno para la economía. Las medidas deben ser concretas y de rápida aplicación porque la primera tarea es salir de la recesión.

¿Por dónde tiene que moverse la inversión privada para revertir este escenario de recesión?

Del total de lo que se invierte en Perú, el 80 % es inversión privada y un 20 % es pública. Entonces, lo que hay que hacer es crear el entorno de confianza y estabilidad para que se comience a mover la aguja de la economía. En concreto, hay un paquete fuerte de obras que están paralizadas y estas tienen que reactivarse. En ese sentido, se debe seguir promoviendo la inversión minera, la inversión en construcción e infraestructura, y el desarrollo de las micro y pequeñas empresas (mypes).

¿Cómo afecta la inseguridad ciudadana a las inversiones?

La inseguridad ahora es la principal razón por la cual poca gente está invirtiendo. Esperamos que el Gobierno pueda cambiar esta situación con mejores decisiones. Sabemos que el peruano es muy resiliente, muy emprendedor, pero tiene que tener seguridad para poder realizar sus actividades económicas. El emprendedor no puede invertir los ahorros de su vida y que se los roben en 10 minutos.

¿Cómo considera que cerrará la economía peruana este año ante un escenario de recesión y el riesgo de un fenómeno de El Niño fuerte?

El crecimiento girará en torno de 0 %. Necesitamos crecer un 4 % para crear empleo y bajar pobreza. En el caso de un fenómeno de El Niño fuerte se compromete el crecimiento de 2024, que, asumiendo un Niño moderado, se ubicaría entre 1 % y 2 %.

¿Desde cuándo la economía peruana podría experimentar una recuperación y revertir las cifras negativas?

Es difícil decirlo, pues depende de qué tan rápido cambien las expectativas. Una alternativa que puede desencadenar el proceso puede ser la puesta en marcha de un megaproyecto de similar magnitud al puerto de Chancay. La razón es que los capitales tienden a moverse en manada siguiendo al grande.

¿Cuándo consideraría que el Perú podría salir de la recesión?

Una vez que pasemos el problema del fenómeno de El Niño, que nos va a tomar todo el primer semestre de 2024, esperamos que en el segundo semestre la economía mejore, salvo que en el camino pase algo inesperado, que aún no lo sabemos. No obstante, es muy importante que los gobiernos nacionales, los municipios y todos estén unidos para llegar a acuerdos y hacer trabajos de prevención a fin de contrarrestar un eventual desastre natural.

¿Hay argumentos para que la economía pueda levantarse?

Hoy en día, la inflación en el país está bajando y es la menor de América Latina y el tipo de cambio se mantiene estable. El sistema financiero es muy sólido. Además, el Perú tiene una de las mayores reservas internacionales netas de la región. Al igual, tiene el menor déficit fiscal; pero, desgraciadamente, la economía se mide por resultados y el país está adoleciendo de eso en estos últimos años. Pero, hay que ser optimistas con el futuro del Perú.

 

 

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Retail en números: empleo, proyectos e inversiones en el Perú

El sector Comercio en el Perú ha mantenido un crecimiento destacable durante los últimos 31 meses, desafiando eventos climatológicos y sociales. Aunque se proyecta un crecimiento del 2,3 % para este año versus el 2022, se observa una desaceleración en agosto (2,8 %) y septiembre (1,9 %) con respecto a los mismos meses del año pasado, después de mantener un promedio del 3 % entre marzo y julio.

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En el periodo enero-septiembre de 2023, el crecimiento del sector fue del 2,6 %.  Lideran este ascenso el comercio minorista, que se expandió 3,06 %, seguido por el comercio al por mayor (2,58 %) y el comercio automotor (1,72 %).

Empleo formal y comercio en el Perú

El empleo formal privado al mes de julio en el sector Comercio ascendió a 667 200 trabajadores, creándose 27 314 puestos de trabajo adicionales respecto a similar periodo del 2022. En Lima Metropolitana, el empleo formal en el sector es de 407 503 trabajadores (61,1 % del total). Le siguen Arequipa, con 36 141 trabajadores; y La Libertad, con 30 988 trabajadores. Según el tamaño de empresa, el 38,6 % de los trabajadores está ocupado en compañías con más de 100 colaboradores; mientras que el 36,7 % y el 24.7 %  labora en negocios con hasta 10 trabajadores y de entre 11 a 100 trabajadores, respectivamente. Además, el 53,4 % de los trabajadores son hombres y el 40,2 % se encuentra entre los 30 y 45 años.

¿Qué es el retail moderno?

El retail moderno es una forma contemporánea de comercio al por menor que se caracteriza por la integración de tecnologías avanzadas, la creación de experiencias de compra personalizadas, la omnicanalidad y un enfoque sostenible. Se centra en satisfacer las demandas cambiantes de los consumidores, ofreciendo no solo productos, sino también experiencias y conveniencia a lo largo de diferentes canales de venta.

El retail abarca una amplia variedad de categorías que cubren diferentes tipos de productos y servicios. Las principales incluyen Alimentación y Bebidas (supermercados, tiendas de comestibles, mercados de alimentos frescos y tiendas especializadas en alimentos y bebidas), Moda y Ropa (tiendas de ropa, calzado, accesorios y todo lo relacionado con la moda), Electrónica y Tecnología (productos electrónicos de consumo, como teléfonos, computadoras, dispositivos electrónicos y electrodomésticos), Artículos para el Hogar (tiendas que ofrecen muebles, artículos de decoración, electrodomésticos y otros productos para el hogar) y Salud y Belleza (farmacias, tiendas de productos de belleza, cuidado personal y salud, así como ópticas y tiendas de suplementos nutricionales).

También incluye categorías como Juguetes y Artículos recreativos (tiendas que venden juguetes, juegos, artículos deportivos y productos relacionados con el ocio y el entretenimiento), Libros y Entretenimiento (librerías, tiendas de música, películas y videojuegos), Mejoras para el Hogar (tiendas de materiales de construcción, herramientas, artículos de jardinería y mejoras para el hogar), Automotriz (tiendas de repuestos, accesorios, concesionarios de automóviles y servicios relacionados); y Deportes y Aire libre (tiendas especializadas en artículos deportivos, equipos de camping, ropa deportiva y actividades al aire libre).

Ventas del retail en el Perú

Según datos del Ministerio de la Producción (Produce), en el primer semestre de 2023, las ventas del sector retail moderno o comercio minorista moderno apenas crecieron 0,88 %, llegando a alrededor de S/ 23 655 millones.

Las categorías que lideraron el crecimiento fueron las de: supermercados (6,4 %), libros, periódicos y otros (24,4 %) y productos farmacéuticos, medicinales y cosméticos (0,5 %), impulsando así la expansión del sector.

Es importante precisar que las ventas de supermercados, que representan el 45 % de las ventas totales se expandieron por la elevada inflación de alimentos. Por otro lado, se observaron caídas pronunciadas en rubros como aparatos, muebles y equipamiento del hogar (-6,2 %), ferretería (-9,3 %) y en tiendas por departamentos (-4,6 %) debido a la inflación que restó poder adquisitivo a la población y por la fuerte caída en el sector de construcción a lo largo de todo el año.

Inversiones dirigidas a remodelaciones y conversiones

En cuanto a inversiones, la tendencia se inclina hacia remodelaciones y expansiones en lugar de nuevos centros comerciales.

De esta manera, el ritmo de expansión de los próximos dos años, tiene como objetivo consolidar los servicios y experiencias de sus visitantes en sus recintos ya operativos, mediante la ampliación de áreas recreativas, comerciales, de servicios y gastronómicas. De este modo, se busca consolidar un mecanismo seguro en el mediano plazo para mejorar los niveles de ventas, así como la reducción de costos, dado los actuales escenarios de bajo crecimiento y alta inflación.

Intercorp y Parque Arauco lideran este enfoque. Así, el Grupo Intercorp y su marca Real Plaza esperan en los próximos dos años remodelar cinco de sus 21 centros comerciales (CC) a nivel nacional, periodo en el que ha señalado no abrirá ningún nuevo mall. Si bien, no ha anunciado cuáles serían los centros comerciales a remodelar, se conoce que los cambios sumarán de 5 000 a 15 000 metros cuadrados (m2) al área arrendable por cada complejo comercial.

Por su parte, Parque Arauco, desde octubre del presente año, transformó sus CC de la marca El Quinde de Cajamarca e Ica en la marca MegaPlaza. En el caso de Cajamarca, las mejoras traen la modernización de 29 500 m2 de superficie e incluyen áreas de juegos y recreación. A esto se suma el mayor proyecto de reconversión y ampliación en su principal complejo Mega Plaza Independencia con una inversión de US$ 33 millones.

A su vez, Jockey Plaza Shopping Center S.A. viene trabajando en la remodelación del Boulevard de Asia, que consta de tres etapas y se inició a finales de septiembre de 2022. Se estima que culminará en el presente año buscando transformar el Boulevard en el hub de comercio, servicios, entretenimiento y gastronomía del sur de Lima.

Por su parte, Real Plaza planea incorporar un mayor número de cargadores para vehículos eléctricos en el CC Real Plaza Salaverry, además de incorporar nuevos formatos gastronómicos al resto de sus establecimientos.

Otra de las variantes en la reconversión de centros comerciales en el Perú, es generar espacios de utilidad. Así, gracias a alianzas con la Superintendencia Nacional de Migraciones (SNM), Intercorp, Cedro y el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno de Canadá, Real Plaza Villa María del Triunfo inauguró el segundo Migracentro en Lima que ha atendido a más de 8 mil personas, entre ciudadanos peruanos y extranjeros.

Nuevos centros comerciales

El presente año cerrará con cinco centros comerciales nuevos, tres de los cuales ya se encuentran culminados. El Mall Aventura Iquitos, con una inversión de US$ 65 millones, fue inaugurado en agosto pasado; mientras que el Mall Aventura San Juan de Lurigancho (US$ 85 millones) abrirá sus puertas al público el próximo 30 de noviembre. Por su parte, el proyecto Portal La Molina, si bien se encuentra culminado, aún no tiene fecha de apertura debido a barreras burocráticas y, a la fecha, se encuentra a la espera de la revisión de permisos. Con estos tres complejos, el Perú tiene ya un total de 102 centros comerciales.

A ellos se sumarán dos malls más cuya apertura fue anunciada para este 2023. Se trata de Eco Plaza Ate y el CC Gastronómico Plaza de los Reyes (Centro de Lima). No obstante, no hay ninguna confirmación a la fecha.

Para el periodo 2024-2025, se prevé la apertura de siete nuevos centros comerciales, con mayor concentración en la capital y uno en el interior del país, entre estos el Eco Plaza Piura. Inversiones destacadas incluyen Real Plaza Higuereta (Santiago de Surco) y Real Plaza San Juan de Lurigancho, ambos del grupo Intercorp, con inversiones de US$ 120 y US$ 110 millones respectivamente.

 

 

 

En conclusión, podemos destacar que, en medio de grandes desafíos, como la actual recesión, el cambio climático y conflictos sociales, el sector Comercio en el Perú demuestra resiliencia y adaptabilidad. Estrategias de crecimiento, renovación y la constante búsqueda de eficiencia definen el panorama comercial, delineando un futuro dinámico e innovador.

 

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Fenómeno de El Niño en Perú: ¿cuál sería su impacto en el sector manufacturero?

Ante la proximidad de un fenómeno de El Niño de intensidad fuerte en nuestro país, según el reporte de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), hoy los negocios de diferentes sectores económicos del país están en estado de alerta frente a los efectos negativos que este podría producir.

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De cara a este escenario, el economista principal del área de Estudios Económicos de Scotiabank Perú, Mario Guerrero, señaló que las actividades como el agro y la pesca se verían fuertemente afectadas, impactando sobre todo a la manufactura en lo relacionado con la industria de alimentos (agroindustria) y a la fabricación de harina de pescado (posible cancelación o reducción de la primera temporada de pesca).

Adicionalmente, el economista indicó que otra actividad sensible al impacto negativo de El Niño es el sector de prendas de vestir; mientras que la fabricación de calaminas podría resultar favorecida.

«Este evento climático, por su naturaleza, es un choque temporal, por lo que no debería extenderse más allá de marzo o abril. A partir de ahí sería previsible una recuperación económica impulsada por la reconstrucción, lo que favorecería al sector manufacturero», agregó.

En tanto, el economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), Teodoro Crisólogo, explica que el sector manufacturero estuvo afectado por el bajo dinamismo de la demanda interna a lo largo del año, producto de la continua contracción de los sectores productivos del país.

«La incertidumbre y la alta inflación durante el año redujeron la capacidad adquisitiva de buena parte del sector privado y limitaron las intenciones de compra. También, los altos costos del financiamiento redujeron la demanda, afectando a las industrias del sector manufacturero», detalló el analista del IPE.

En cuanto al desempeño del sector manufactura durante este año, Guerrero dijo que ha registrado una contracción de -7.1 % entre enero y octubre y de -5.8 % durante los últimos 12 meses.

«No se registraba una caída tan significativa desde mayo de 2019», acotó.

Además, el economista de Scotiabank Perú argumentó que la contracción de la producción manufacturera es generalizada, tanto en los sectores fabril primario (-1.3 %) como en el fabril no primario (-9.1 %). En ese sentido, argumentó que la reducción del sector fabril no primario fue principalmente por las ramas vinculadas a bienes de consumo (-8.6 %), como productos agroindustriales y prendas de vestir, afectadas por las condiciones climáticas adversas.

También, los bienes intermedios (-10.1 %), como madera y vidrio, fueron afectados por la contracción del sector construcción y de la demanda interna, contrarrestada por la mayor producción de insumos para la agricultura, como plaguicidas.

Respecto a los pronósticos sobre el desempeño del sector manufacturero para este año, Scotiabank espera una caída de alrededor del -6,3 %, mientras que el IPE estima un desplome del 6,6 %. No obstante, para 2024, Scotiabank proyecta una recuperación del sector de 3,2 %, mientras que IPE estima que crecerá 1,9 %, con un mayor impulso en el segundo semestre.

Medidas de reactivación

Frente a los pronósticos de un fenómeno El Niño de intensidad fuerte que comenzaría en diciembre, el economista de Scotiabank dijo que todo intento por reactivar la economía deberá concentrarse post-evento climático, siendo el sector construcción el de mayor efecto multiplicador sobre la economía.

«Las medidas por parte del Gobierno deberían estar enfocadas en impulsar la construcción, tanto a través de obras de reconstrucción de daños como por la nueva Autoridad de Infraestructura, a fin de impulsar las grandes obras que necesita el país», comentó Guerrero.

Por su parte, el economista del IPE precisó que a las micro y pequeñas empresas del sector manufacturero se les debería otorgar créditos del sistema financiero a fin de que accedan a capital de trabajo y eviten así la ruptura de la cadena de pagos.

«La aplicación de incentivos tributarios y beneficios fiscales también podría ayudar a las empresas de este sector a generar más inversiones y permitirá reactivarse rápidamente ante un posible embate del fenómeno de El Niño», señaló Crisólogo.

Sector pyme

En relación con las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector manufacturero ante un posible embate del fenómeno de El Niño fuerte, Rodolfo Ojeda, presidente del Gremio de la Pequeña Empresa (COPE) de la Cámara de Comercio Lima (CCL), comentó que la situación de estos negocios sería muy complicada, especialmente en el norte de país, donde ocurren severas inundaciones y desbordes de ríos.

“La mercadería de los negocios de este sector se podría perder y, frente a una situación de emergencia, el consumidor prioriza su gasto, y, ante las campañas de ventas de los comercios, ya no se compraría lo mismo. Esta situación sería insostenible, debido a que los compradores priorizarían su gasto en proteger sus hogares”, comentó el representante del gremio empresarial.

Respecto al sur y el centro del Perú, Ojeda dijo que en las regiones del sur se manifestarían sequías que podrían cambiar las prioridades del gasto en alimentos; mientras que, en el centro del país, específicamente en Lima, el embate del fenómeno de El Niño sería moderado. Sin embargo, advirtió que podría haber problemas en la logística y en el abastecimiento de mercadería como alimentos.

“En el sector manufactura, el negocio más afectado por su gama de productos sería el textil, afectado principalmente por el clima que no se puede predecir. De esta manera, el empresario no podría saber cuál es la demanda de productos manufacturados de textiles, tampoco tiene la garantía de si el consumidor le va a comprar por las fuertes condiciones de frío, calor o lluvia”, precisó el experto en pymes.

Empresarios cautelosos

En cuanto a los empresarios textiles, la presidenta de la asociación empresarial Gamarra Perú, Susana Saldaña, expresó que un evento climático fuerte podría impactar en la venta de vestuario y textiles que producen para otras regiones del país, debido a que podrían presentarse problemas en el sector logístico por el bloqueo de carreteras que provoca la caída de huaicos.

«Lo que nos preocupa del fenómeno El Niño es que daña y paraliza el comercio y la producción. Por ejemplo, el evento climático que tuvimos a inicios de año afectó el 30 % de la campaña de otoño-invierno. Además, varios negocios en el norte perdieron sus talleres y máquinas en sus centros de producción. Si bien este año produjimos ropa de invierno que estaba destinada para el norte, la tuvimos que rematar, perdiendo así nuestras ganancias», comentó la empresaria.

Ante este riesgo climático, Saldaña dijo que los empresarios de Gamarra están yendo con calma y bastante previsión para no producir mucho, ya que, hasta el momento, no saben lo que realmente puede ocurrir.

«Sin embargo, tenemos la ventaja de tener una industria con la capacidad de cambiar nuestros productos de una semana para otra», resaltó.

En resumen, el sector manufacturero peruano se enfrenta a desafíos significativos con la combinación de factores económicos y el fenómeno de El Niño. Los empresarios y ejecutivos deben estar preparados para implementar estrategias efectivas de recuperación, aprovechando las oportunidades que surgirán en la etapa post fenómeno para impulsar la reactivación económica.

 

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«Las constructoras están tomando medidas más proactivas para controlar sus riesgos ante desastres naturales»

El Perú es vulnerable a terremotos y al fenómeno de El Niño, ¿qué tan importante es que las empresas protejan su patrimonio ante estos riesgos?

Estos eventos de alto impacto pueden causar daños significativos a las obras de construcción y generar pérdidas económicas considerables. Contar con seguros adecuados es una medida preventiva clave para garantizar la estabilidad financiera de las empresas constructoras y/o promotoras, así como para garantizar la continuidad de los proyectos en fase de construcción.

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¿Por qué es relevante que las obras de construcción cuenten con seguros de daños ante la amenaza de riesgos de la naturaleza?

Durante los trabajos de construcción, frente a los riesgos inherentes a las propias labores, así como a riesgos de la naturaleza, es fundamental contar con seguros de daños tipo TRC (Todo Riesgo Construcción). En un país como el Perú, con una alta exposición a terremotos y el fenómeno de El Niño, que provoca grandes lluvias, inundaciones y desbordes de los cauces, los tomadores de estas pólizas (habitualmente las empresas constructoras y/o promotoras) deben considerar la protección de sus activos durante la fase de construcción como una prioridad. Estos seguros brindan una red de seguridad que garantiza la continuidad de los proyectos y la protección del patrimonio en caso de que se puedan materializar estos desastres naturales, o cualquier otro tipo de riesgo asegurado.

 

Ante los riesgos de desastres naturales, ¿las empresas están concienciadas acerca de la importancia de contratar seguros de construcción (TRC) para proteger sus obras durante esa fase?

Sí, estamos observando un crecimiento significativo y formación de los gerentes de riesgos de las empresas constructoras, así como en las coberturas particulares de seguros para proteger obras de construcción frente a los riesgos. La conciencia sobre la vulnerabilidad de las construcciones y proyectos ha aumentado, y las empresas constructoras están tomando medidas proactivas para controlar sus riesgos y transferir los mismos a través de pólizas apropiadas. Esto es una clara señal positiva de la madurez del mercado asegurador en Perú.

 

¿Qué tipos de seguros y coberturas existen para las obras de construcción? ¿Cuáles son los más demandados?

Existen diversas pólizas de seguros para obras de construcción, incluyendo seguro de daños materiales, tales como las pólizas todo riesgo de construcción (TRC), seguro decenal, así como pólizas de obra civil terminada. También existen pólizas de responsabilidad civil y pólizas para prevenir las pérdidas consecuenciales (en inglés ALOP “Advance Loss of Profit” o DSU “Delay in start-up”).

En la actualidad, las coberturas más demandadas suelen ser las que incluyen protección ante riesgos naturales, como terremotos e inundaciones, así como pólizas para cubrir las consecuencias de errores de diseño, de material o de mano de obra, conocidas como cláusulas de error de diseño. La elección de las coberturas depende de las características específicas de cada proyecto, la exposición de los trabajos a las inclemencias naturales, y el periodo de construcción (y mantenimiento).

 

¿Qué experiencia tiene el Grupo Addvalora en el ajuste de reclamos bajo pólizas de construcción y, en particular, por siniestros o riesgos catastróficos de la naturaleza?

El Grupo Addvalora cuenta con una amplia experiencia y posee técnicos cualificados para la tramitación de reclamos bajo pólizas de construcción y, en particular, con cobertura para riesgos de la naturaleza (terremotos, huracanes, inundaciones, etc.).

Durante nuestros 60 años en el mercado peruano, hemos desarrollado una sólida expertise en la gestión y liquidación de siniestros relacionados con obras y, en particular, con desastres naturales. Nuestro compromiso es agilizar y simplificar el proceso de reclamación, garantizando una respuesta rápida y eficaz en momentos críticos, como se dan tras la ocurrencia de un siniestro.

 

Se inicia la Conferencia Internacional de Seguros 2023, que organiza Addvalora W. Moller. ¿Qué prácticas expondrá usted?

En el marco de los 60 años de Addvalora W. Moller en el Perú, he sido invitado como responsable del Departamento de Construcción del Grupo Addvalora, para dar una visión global sobre nuestra experiencia en la tramitación y ajuste de las pérdidas derivadas de los daños ocasionados en las obras, a consecuencia de los riesgos garantizados en las pólizas de construcción a nivel internacional. Y, en particular, sobre los daños generados por la acción de la naturaleza.

En esta exposición, daré unas ideas clave relacionadas con los riesgos a los que está sometida una obra y, en particular, ante los desastres naturales. Será una ocasión valiosa para compartir los conocimientos y mejores prácticas con el mercado asegurador peruano que está en constante evolución. Les invitamos a participar y aprender más sobre cómo proteger sus obras frente a los riesgos de más impacto, como son los asociados a los riesgos de la naturaleza.

 

Conferencia internacional de seguros 2023

Este jueves 19 de octubre, en la Cámara de Comercio de Lima (CCL), ubicada en la avenida Giuseppe Garibaldi 396, Jesús María (Lima), se realizará la Conferencia Internacional de Seguros 2023, en el marco de los 60 años de la firma Addvalora W. Moller en el Perú.

Durante este evento, que se desarrollará desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la noche, se explorará temas claves que están moldeando el panorama de los seguros, presentados por expertos líderes en cada campo: seguro de lucro cesante, conmoción social y actos vandálicos, ciberriesgos y siniestros de desastres naturales en telecomunicaciones, derrames de petróleo y más.

Será un día de aprendizaje e innovación mediante charlas magistrales de expertos en la industria, paneles de discusión y debates, sesiones de preguntas y repuestas. Además, habrá un espacio para networking y conexiones profesionales.

Si tiene preguntas o necesita más detalles, puede contactarse a (511) 6127100, seminario@addvalora-wmoller.com, www.addvalora-wmoller.com.

 

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“Urge mejorar el PBI potencial para crecer”

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) había adelantado que en los meses de agosto y septiembre se registrarían crecimientos del PBI de 1,3 % y 1, 9%, respectivamente. ¿Qué opina al respecto?

Es muy probable que se logren estos estimados tomando en cuenta la recuperación de las actividades mineras, como es el caso de Anglo American Quellaveco. No obstante, si bien tomó fuerza (sus operaciones) a mediados de 2022, su impacto va a empezar a diluirse en lo que resta del año y serán otras mineras, como Las Bambas, las que tendrán un mejor desempeño en lo que resta del 2023. Con ello, la minería estaría ayudando de manera importante a que la economía se recupere, considerando que este sector representa el 14 % del PBI.

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Aparte de la minería, ¿qué otro sector va a empujar dicha recuperación?

Con un aporte del 3 % al PBI, el Turismo es otro sector que podría dinamizar nuestra economía. Se observa un cierto crecimiento en el sector Alojamiento y Restaurantes, pues entre enero y julio se reporta un avance de 4,6 %. Si estas actividades siguen creciendo, pueden hacer que el tercer trimestre tenga un favorable desempeño; lo que va a ayudar, a que el estimado del BCRP para 2023 se cumpla (0,9%).

Con este contexto, ¿cuáles son sus expectativas para el último trimestre del año?  

El cuarto trimestre es más complicado. La Comisión Multisectorial del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) informó la presencia de un Niño fuerte con una probabilidad de 35 % (antes 25%), que, de golpearnos, tendrá un efecto nocivo para fines de noviembre y diciembre, lo que puede generar un efecto negativo hacia la expectativa empresarial y confianza del consumidor que, si no mejoran, harían que el cuarto trimestre cierre cercano a 0%.

No obstante, estimo que este cuarto trimestre se situaría en 1 %, en el sentido de que El Niño no va a golpear fuerte. No obstante, la probabilidad del 35 % hace cambiar ese escenario, lo que implica un impacto mayor a lo habitual.

En resumen, el crecimiento del tercer trimestre será cercano a 0%, ya que julio cerró en negativo y el último trimestre podríamos crecer 1% y terminar con un incremento ligeramente positivo en el presente año (0,5 %). Este último respondería, en parte, al aporte de las operaciones de la minera Quellaveco, recalcando que, en julio, la minería fue el único sector que registró un crecimiento a dos dígitos (11,38 %) y entre enero y julio su expansión fue de 10,1 %. Sin la contribución de la minería estaríamos decreciendo en alrededor de 2%.

¿Y para el 2024, cómo se proyecta que se comporte el PBI?

Para el próximo año, me inclino por un crecimiento económico de 2 %, si es que la presencia de un Niño (Global y Costero) no es tan fuerte.

¿Y qué podría funcionar para impulsar la economía del país?  

Lo que podría funcionar, y que es fundamental, es trabajar de manera adecuada las expectativas empresariales y la confianza del consumidor, porque no siento que estén yendo a buen nivel. Estos dos indicadores se han visto afectados por el clima político, social y económico del país.

En lo que se refiere al clima político, todas las encuestas muestran que no hay una real aceptación del Congreso ni del Poder Ejecutivo. Eso hace que la gente consuma menos. Aquí se debe decir que, en la medida que la gente tenga más confianza, en el futuro la economía irá mucho mejor.

En lo que respecta al segundo tema (clima social), si bien estamos mejor que a principios de año en cuanto a inestabilidad social, hay ciertos indicadores, como la pobreza, que no van a mejorar en el presente ejercicio.

En cuanto al tercer aspecto, lo real es que la economía y la demanda interna aún no despegan y tampoco abunda el empleo, lo que golpea las expectativas.  Todo esto va alimentando un clima no muy positivo.

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Ante este panorama, ¿qué debe hacer el Gobierno?  

Es una labor de todos, sobre todo del Estado. Insistimos, hay que mejorar las expectativas para seguir creciendo. Se debe aclarar el panorama. No hay forma de recuperarnos si no atendemos la inversión privada.

Y otro punto que también se debe hacer es analizar el PBI potencial, indicador que nos permite ver qué tanto podemos crecer con los recursos ya existentes.

Hace unos años, este indicador fluctuaba entre 4 % y 5 %, hoy en día el rango se ubica entre 2 % y 3 %. Por eso, si no mejoramos en infraestructura, capital humano, expectativas, financiamiento al exterior, entre otros temas, no vamos a mejorar el PBI potencial y si no lo hacemos no vamos a optimizar el PBI nacional.

En ese sentido, por ejemplo, la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión) debe seguir promoviendo importantes inversiones en el exterior mediante Asociaciones Público Privadas (APP), Obras por Impuestos, entre otras modalidades, cuyo efecto se podrá sentir el próximo año permitiendo también mejorar las expectativas.

Respecto a la inflación, ¿seguirá con un desempeño a la baja?

Primero hay que destacar el manejo adecuado del BCRP sobre la inflación que ha buscado acercarse al rango meta (entre 1 % y 3 %). No obstante, con la presencia de El Niño es muy probable que cerremos a una tasa de 4 %.

No olvidemos que este fenómeno climatológico afecta a todo el circuito productivo, especialmente en el norte del país, pues no solo perjudica la infraestructura de transporte e hidráulica, sino el normal abastamiento de alimentos y demás suministros, generando un efecto en la inflación.

Por ello, coincido con muchos analistas, en que el Gobierno debe trabajar 24×7, dando todas las normas de emergencia necesarias para combatir los efectos finales de un Niño fuerte.

 

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Envíos agroindustriales al exterior cayeron 5 % a julio

El sector agropecuario en el Perú se rige como el pilar fundamental del macrosector no tradicional, al desempeñar un papel crucial en la economía nacional. En un contexto marcado por los desafíos económicos globales, el sector agropecuario logró mantenerse en terreno positivo durante 2020, y destacó como el único rubro con cifras exportadoras en alza. Además, este sector es un motor esencial de empleo en el país, ya que genera aproximadamente el 24 % del total, lo que equivale a 2 de cada 10 trabajadores en el Perú.

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En los últimos 15 años, el sector agroindustrial ha experimentado una transformación significativa, tras ampliar su cartera de productos de exportación de manera notable. Este crecimiento incluye la venta al exterior de productos tradicionales y la incorporación de los previamente inexistentes en la producción peruana, como arándanos frescos, jaleas de aguaymanto, kion en polvo envasado, jugo de maracuyá, pasta de cacao y muchos otros.

Para un análisis más detallado, es conveniente desglosar este sector en sus diferentes subsectores y centrarnos en particular en los productos agroindustriales o procesados. Según datos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat), la exportación de productos agroindustriales hasta julio del presente año experimentó una ligera disminución del 5 %, tanto en valor como en volumen, en comparación con similar periodo de 2022.

Los principales subsectores que contribuyeron a esta disminución son:

a) Bebidas, líquidos alcohólicos y vinagres: este subsector experimentó una caída del 29 % tanto en valor como en volumen de exportación de productos agroindustriales. Esto se debió principalmente a una reducción en el envío de productos como la cerveza de malta (-68 %), el ron (-28 %) y los aguardientes de vino (-46 %).

b) Cacao y derivados: este subsector vio una disminución del 14 % en el valor de exportación y del 16 % en el volumen de sus productos agroindustriales. La disminución se atribuye principalmente a una menor exportación de productos como el chocolate (-49 %), la manteca de cacao (-75 %) y la pasta de cacao desgrasada (-68 %).

c) Frutas: el subsector de frutas experimentó una disminución del 16 % en el valor de exportación y del 10 % en el volumen de sus productos Esto se debió a una menor exportación de productos como mangos cocidos en agua o vapor (-21 %), otros frutos cocidos en agua o vapor (-26 %), jugo de maracuyá (-2 %), conservas de mango (-18 %), conservas de cítricos (-21 %), cortezas de limón sutil (-4 %) y jugo de limón (-32 %).

d) Hortalizas: este subsector tuvo una disminución temporal en sus exportaciones del 6 % en valor y del 15 % en volumen. Esto se debió a una menor exportación de productos como espárragos conservados, demás hortalizas preparadas o conservadas en vinagre o ácido acético, aceitunas preparadas o conservadas, tomates preparados o conservados, demás hortalizas y mezclas de hortalizas preparadas o conservadas (excepto en vinagre o ácido acético), y palmitos preparados o conservados.

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De otro lado, algunas líneas de productos agroindustriales destacaron en los primeros siete meses del año:

a) Preparaciones para la alimentación de animales (comida para camarones): esta línea de productos experimentó un crecimiento del 16 % en valor y del 6 % en volumen, con Ecuador como principal destino, con una participación total del 99 %.

b) Galletas dulces (con adición de edulcorante): esta línea de productos registró un crecimiento del 15 % en valor y del 38 % en volumen, con Colombia como principal destino en cuanto a  participación, con 21 %; seguido de Chile (20 %) y Ecuador (16 %).

c) Preparaciones alimenticias de harina, grañones, sémola, almidón, fécula o extracto de malta (sin cacao): esta línea de productos experimentó un aumento del 33 % en valor y del 17 % en volumen, con Haití como principal destino, con una participación del 86 %.

d) Galletas saladas o aromatizadas: esta línea de productos creció un 9 % en valor y un 3 % en volumen, con Colombia como el principal destino en cuanto a participación (24 %). Le siguieron en importancia Chile (19 %) y República Dominicana (18 %).

d) Fresas cocidas en agua o vapor, congeladas: esta línea de productos registró un crecimiento del 15 % en valor y del 38 % en volumen, con Estados Unidos como el principal destino, con una participación del 34 %; seguido de Canadá (25 %) y Guatemala (22 %).

Es importante destacar que este pequeño tropiezo en la industria agroindustrial del país plantea preocupaciones, especialmente ante la llegada prevista del fenómeno del El Niño en 2024, que podría afectar los recursos disponibles para la producción de alimentos.

Una menor producción resultaría en un aumento de los precios finales en los mercados de destino. Por lo tanto, se requiere una gestión cuidadosa de los recursos y una planificación estratégica para abordar estos desafíos.

 

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“Excesos de lluvias y costos de fertilizantes afectaron producción de limón”

Los expertos han manifestado que el precio del limón seguirá al alza en los siguientes meses, ¿cuándo podría regresar a su costo normal?

De acuerdo con un sondeo a los especialistas, el precio del limón es coyuntural y podría mantenerse hasta octubre próximo. Luego, su precio caería de forma gradual. No obstante, si es que se presentaran nuevamente fuertes lluvias, por efecto de El Niño Global, este panorama de menor producción y precios altos podría presentarse nuevamente en el 2024.

De acuerdo con la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), las magnitudes más probables de ocurrencia para este verano son moderadas (58 %) y fuertes (25 %).

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¿A qué se debe exactamente la menor producción del limón?

Por un lado, a las lluvias de extrema intensidad que se presentaron a inicios del 2023, especialmente en el norte del Perú, donde se da la mayor producción de limón de la variedad Sutil (Citrus Aurantifolia), que es el que más se consume en el mercado interno.

Este exceso de lluvias originó una fuerte infestación de la enfermedad Antracnosis, causada por el patógeno Colletotrichum acutatum, que aparece cuando hay exceso de lluvias. Dicha enfermedad causa serios daños a los órganos florales, reflejándose al final en una menor producción de frutos.

Por otro lado, otro factor que influenció en esta crisis del limón, fue el alto costo de los fertilizantes y combustibles. Ante ello, muchos agricultores redujeron la fertilización, dejando las plantaciones débiles ante cualquier etapa crítica como esta.

Lamentablemente, frente a las altas temperaturas por encima de lo normal y a las predicciones de posibles lluvias por El Niño Global anunciado por los especialistas, es difícil decir que esta crisis no se repetirá en el 2024, salvo que nos preparemos con anticipación, reforzando los programas de prevención y control contra esta enfermedad que aparece en épocas lluviosas.

 

¿Qué regiones son las principales abastecedoras de limón?  

Piura es la principal región productora de limón de nuestro país con 16 904 hectáreas cultivadas. Las provincias de mayor producción de este cítrico en dicha región son el Valle de San Lorenzo (9 738 hectáreas), Sullana (4 108 hectáreas) y Chulucanas (1 445 hectáreas). Otras regiones productoras importantes son Lambayeque, Tumbes, Loreto y Ucayali, en ese orden.

Estas regiones ya vienen siendo afectadas por las altas temperaturas y las excesivas lluvias por efecto de El Niño. En el país hay más de 10 000 productores limoneros, de los cuales el 90 % son medianos y pequeños agricultores.

 

¿Ante una menor producción y precio alto del limón; las mandarinas, naranjas y otros cítricos podrían registrar crecimiento en su demanda?

Son casos distintos, puesto que estas frutas no se producen en el norte del país, donde las lluvias fueron muy intensas. Por ejemplo, las naranjas y toronjas se producen entre el norte chico (Huaura, Barranca) y el sur chico de Lima (Cañete, Pisco Chincha), pues estas regiones son menos vulnerables a las lluvias intensas.

Es muy probable que el consumidor y los negocios, como cevicherías, acepten reemplazar al limón con algunos de estos cítricos, pero ello no tendría un efecto significativo en el crecimiento de la demanda de estas frutas.

Sin duda, hoy la seguridad alimentaria se encuentra amenazada y el poder superar la crisis climática requiere de la cooperación de todos los eslabones de la cadena, incluyendo al propio gobierno de turno.

 

Ante esta situación, ¿cómo han sido afectadas las exportaciones de limón?

El limón peruano es una fruta que se exporta todo el año, dándose su despegue en el 2017, cuando los envíos alcanzaron las 6 520 toneladas por US$ 6 600 000, lo que significó un crecimiento del 146 % en volumen y 141 % en valor en comparación al 2015.

A partir de esa fecha, las exportaciones del cítrico no dejaron de crecer, impulsadas principalmente por el ingreso de la variedad Tahití, cuya producción en adelante tuvo un incremento de 10 % en promedio por año.

El limón Tahití, por ser de exportación, tiene un manejo muy exigente en cuanto a fertilización, incluyendo los programas de control de plagas y enfermedades, razón por la cual las afectaciones son menores en comparación a las registradas por nuestro limón Sutil para mercado nacional.

No obstante, si revisamos el desempeño de las exportaciones de limón en general, conforme a las estadísticas de nuestro Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (Idexcam), que incluye la variedad Tahití, Sutil y otros, se observa que, entre mayo y julio, las exportaciones de limón acumulan tres meses de caídas consecutivas. Solo en julio, el valor de los envíos de estos cítricos retrocedió 27 %, con respecto a similar mes del 2022, mientras en volumen la caída fue de 23 %.

Es importante señalar, que las exportaciones peruanas de limón llegan a más de 20 países, siendo tres de ellos los que concentran más del 70 % total de envíos. Estados Unidos es nuestro principal mercado que, si bien a julio registra tasas positivas, viene acumulando también tres meses de caídas consecutivas (mayo-julio).

Le sigue Chile, que entre enero y julio, registra una caída de 13 % en valor y de 5% en volumen, con respecto a similar periodo del año pasado. Un tercer destino importante es Países Bajos, donde, en el mismo periodo, los envíos de limones peruanos cayeron 48 % en cuanto a valor y 36 % en volumen.

Ante esta situación, no se descarta la posibilidad de que al cierre del año las exportaciones de limón cierren a tasas negativas.

 

¿Qué otros productos agrícolas podrían correr la misma suerte que el limón?

 La Cámara de Comercio de Piura informó recientemente que el panorama agrícola sufrirá más consecuencias en las próximas semanas, y ya se estiman caídas en la producción de mango (90%), banano (40 %), palta (50 %), uva (30 %) y arándanos (30 %).

Y es que el mango, al igual que otras frutas, también ha sufrido el impacto de las fuertes lluvias durante la última campaña, siendo muy probable que la situación vuelva a repetirse en la que se avecina. Ello, porque, al igual que el limón, necesitan horas de frío para poder florecer. No obstante, a diferencia de este cítrico, las producciones de las demás frutas no se dan todo el año.

Las cosechas son bien marcadas y empiezan recién entre noviembre y se prolongan dependiendo de las variedades hasta el mes de febrero- marzo. Por lo tanto, se prevé que las producciones no sean buenas.

 

¿Cómo contrarrestar esta problemática?

El impacto de la escasez es global. En algunos países o existen sequías o hay inundaciones. Sin embargo, creemos que la recuperación se podría dar hacia el mes de diciembre. La seguridad alimentaria es esencial, especialmente para insumos clave como limón, cebolla y pescado.

Por otro lado, si se diera el caso de lluvias extremas por El Niño Global, se debería fortalecer la agricultura familiar y renovar los programas de control de esta enfermedad y la forma en que se comercializan los alimentos agrarios es esencial. Así también, para mitigar los efectos climatológicos y la falta del uso de fertilizantes, sería importante apostar por el empleo de variedades más resistentes y contar con asesoría técnica para buscar alternativas de sembrío que no sean en zonas bajas.

Además, impulsar una capacitación empresarial y de gestión, mientras que la cadena de suministro debe ser más transparente y eficiente. En consecuencia, tenemos que estar mejor preparados, y resalto la frase de Confucio: “El éxito depende de la preparación previa; y, sin dicha preparación, seguramente habrá fracaso”.

 

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BBVA Research: Inflación interanual seguirá descendiendo en próximos meses

El BBVA Research estimó que la inflación en Perú continuará disminuyendo en los próximos meses del 2023 debido a la alta base de comparación interanual (la inflación total del mes de agosto 2022 fue de 0,67% y la inflación mensual promedio en el periodo que va de setiembre a diciembre de 2022 fue de 0,55%).

 

Además, la entidad bancaria previó que se mantendrá el descenso interanual de los precios de las materias primas. Sin embargo, la velocidad de ese descenso podría verse comprometida por el impacto que el Fenómeno de El Niño (FEN) tenga sobre el agro, la pesca, y el transporte para abastecer a los mercados.

 

Asimismo, detalló que en el caso de la inflación que excluye alimentos y energía, el efecto base será menos potente (ya que la inflación mensual promedio registrada en el periodo agosto-diciembre 2022 para este indicador fue de solo 0,38%).

 

TASA DE INTERÉS

 

«Prevemos que a fines de año la inflación total se ubicará en torno a 4%. En este contexto, consideramos que el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) mantendrá la pausa monetaria por dos meses más antes de iniciar un ciclo de normalización de la tasa de interés en octubre a pesar del débil avance de la actividad y de lo restrictivo de la posición monetaria», señaló Hugo Vega, economista senior del BBVA Research.

 

También, el especialista dijo que para ese entonces se prevé que la Fed habría culminado su ciclo de ajuste monetario, considerando que este ciclo culminó con la subida de tasa de los fondos federales del pasado 26 de julio. «La inflación total estaría más cerca del rango meta, en franco descenso, y las expectativas inflacionarias se ubicarían no muy alejadas del 3% (junio: 3,8%)», añadió.

 

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Del mismo modo, el experto de BBVA Research consideró que frente a la incertidumbre sobre la intensidad que registrará El Niño en los próximos meses, el BCRP adoptará un “enfoque de administración de riesgos” por lo que el proceso de normalización de la política monetaria será gradual en la última parte de este año (recortes acotados de la tasa de referencia).

 

INFLACIÓN DE JULIO

 

El Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana (IPC) aumentó 0,39% m/m en julio de 2023, en línea con lo anticipado por el consenso de analistas (Bloomberg). El aumento del IPC se explicó, principalmente, por el alza en alimentos y bebidas (debido a los mayores precios de cebolla y carne de pollo).

 

También se registraron incrementos importantes en restaurantes y hoteles y recreación y cultura (por mayor demanda turística asociada a las celebraciones de Fiestas Patrias). En sentido opuesto, alojamiento, agua, electricidad y gas registró una contracción, explicada por el reajuste a la baja en los precios del gas.

 

Con el resultado del mes, la tasa de inflación interanual se redujo de 6,46% en junio a 5,88% en julio, continuando con la tendencia decreciente que se inició en febrero de este año y que se acentuó en las dos últimas lecturas (junio y julio). El nivel de 5,88% registrado el mes pasado es el más bajo desde enero de 2022.

 

Cabe señalar que, al igual que en junio, el descenso del mes anterior se explicó por una alta base de comparación (la inflación de julio de 2022 fue 0,94% m/m mientras que la inflación registrada en julio de este año es similar al promedio observado en dicho mes de años previos a la crisis sanitaria), así como por la contracción que vienen registrando los precios de Energía (8,9% interanual en julio). Sin embargo, los precios de alimentos y bebidas aún mantienen una tasa de variación interanual superior al 10%.

 

La inflación que excluye los precios de alimentos y energía, una medida más tendencial del ritmo al que avanzan los precios, se ubicó en julio en 0,29% (junio: 0,14%). En términos interanuales, este indicador de inflación cayó a 3,89% (junio: 4,35%), descenso que también fue favorecido por una alta base de comparación (en julio de 2022 se reportó un avance de 0,74% m/m).




Fuertes lluvias pasarán factura a las agroexportaciones

Las intensas lluvias, originadas por el ciclón Yaku en el país y el posible inicio de un Fenómeno de El Niño (FEN), le pasarían factura al resultado esperado para las agroexportaciones este año.

 

Así lo advierte el catedrático de la Universidad de Piura (UDEP), Manuel López, quien detalla que las fuertes precipitaciones vienen afectando a los diferentes productos de agroexportación como las paltas, mangos, uvas de mesa, banano orgánico, entre otros.

 

Cabe señalar que, si las actuales condiciones cálidas del sistema se mantienen, en marzo, abril y mayo, podría ocurrir un FEN, según el Instituto del Mar del Perú (Imarpe).

 

Paltas

En el caso de la palta, el también especialista en temas de negocios y agroexportación, explica que el impacto se vería en el corto plazo, en zonas del norte del país, como Lambayeque, Olmos, Motupe (Lambayeque), donde se cuenta con plantaciones de grandes empresas. Esto, teniendo en cuenta que la cosecha en estas zonas se inicia este mes y, debido a la humedad generada por las “fuertes lluvias”, esta fruta es vulnerable al ataque de agentes patógenos o hongos, que afectan su calidad al ser recogida o transportada a las zonas de empaque.

 

Para el presidente de la Asociación de Productores de Palta Hass del Perú (Prohass), Juan Carlos Paredes, la afectación también se debe a que las vías de acceso al campo se interrumpen, ya que no se puede cosechar la fruta y llevar a las empacadoras y al puerto. “La palta se puede mantener por un período prolongado de tres a cuatro semanas en la planta, pero si pasa un mes sin que se recoja se sobremadura”, indica.

 

En esa línea, informó que ya se están produciendo retrasos en la campaña como es el caso de la zona de Lambayeque donde se dejaron de enviar alrededor de 300 contenedores de esta fruta.

 

Paredes advierte que, si las circunstancias se agravan, con la presencia fuerte de un FEN no se podría llegar a crecer un 17% en la exportación en palta hass como se tenía proyectado este año versus 2022, sino que se registraría un menor incremento. Cabe señalar que, en 2022, el país exportó alrededor de 540.000 toneladas de esta variedad de fruta, y se consolido como el segundo exportador de palta has en el mundo, después de México.

 

Mangos

Por su parte, el presidente de la Asociación Peruana de Productores de Mangos (Promango), Ángel Gamarra, señala que las intensas lluvias vienen impactando la producción de zonas como Motupe (Lambayaque), donde la afectación ha sido de entre el 15% al 20%; y, en el caso de Casma (Áncash), no se puede cosechar ni exportar mangos actualmente, y aún falta que se evalúe la afectación.

 

“Esta problemática viene a sumarse a lo que ya venían sufriendo los productores de mangos, ya que debido a la sobreproducción de la cosecha en noviembre (2022) en zonas como San Lorenzo (Piura), se originó el pago de precios muy bajos por parte de la industria de jugos congelados”, añade.

 

Asimismo, hay temor, indica, de que se desarrolle la “antracnosis” (enfermedad de las plantas), lo que hace que se envíe un producto que se considera bueno, pero que al final llega al destino con manchas negras.

 

“Además por las fuertes lluvias, no sabemos cuánto durará la próxima campaña de mango. Es que, debido a la humedad, la floración de las plantas se puede retrasar entre 15 a 20 días o más. Todo esto trae que se pueda retrasar la cosecha un mes más, es decir hasta noviembre. Hay que tener en cuenta que se ha anunciado un invierno cálido, y esto haría que se usen productos químicos para lograr que la variedad kent, que es la que se exporta, floree”, menciona el también director de la Agencia Agraria San Lorenzo.

 

Por todo esto, señala que este año se podría llegar a exportar 5% menos de cantidad de mango en relación con 2022, es decir alrededor de 225.000 toneladas.

 

“Perú exporta a casi todo el mundo, principalmente a Estados Unidos y Europa, Nuestro mango kent es el mejor del mundo. Muchos países dejan de comprar otras variedades en espera de nuestro mango”, destaca.

 

Uvas de mesa

Para la uva de mesa, indica Manuel López, la afectación en volumen se daría   para las empresas que realizan su primera cosecha entre los meses de mayo, junio y julio, y es que las lluvias impactan principalmente en la infraestructura de las zonas de cultivos y genera preocupación por el brote de hongos. Sin embargo, señaló que la cosecha principal de la uva de mesa se da entre setiembre a enero.

 

Banano Orgánico

En el caso del banano orgánico, este viene es uno de los productos más golpeados, teniendo en cuenta que es producido por pequeños agricultores y su cultivo y cosecha se da durante todo el año.

 

“Los medios de comunicación ya han reportado que unas 500 hectáreas de esta fruta fueron inundadas, por lo que será difícil que los pequeños productores puedan recuperar su capacidad de venta a las principales exportadoras”, agrega.

 

Por su parte, el Centro de Comercio Exterior  (CCEX) de la CCL, señala que  a enero del 2023, la región de Piura ha producido 18.474 toneladas de limón, lo cual representa el 72% de lo registrado en el mismo periodo del año anterior;   y en el caso de Cajamarca la variación más resaltante se puede apreciar en la producción de cacao, la cual  en el primer mes de este  año es   el 88% de lo producido en   enero  del 2022, según datos del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri).

 

CCEX  resalta,  que  si las lluvias persisten, existe el riesgo de perder un gran porcentaje de los cultivos destinados a la exportación, los cuales se verían  impactados por la   pérdida de nutrientes y/o atracción de plagas y enfermedades .

 

Impacto en agroexportaciones

Debido a las afectaciones por las intensas lluvias en los diferentes productos de agroexportación, el catedrático de la UDEP, Manuel López, estima que el monto anual de agroexportaciones (productos agrícolas), esperado para este año, de US$ 10.000 millones, podría llegar a ser hasta 5% menor (es decir, se moverían alrededor de US$ 9.500 millones).

 

El impacto sobre la agroexportaciones, refiere, no se espera que sea mayor, debido a que las empresas vienen tomando medidas sanitarias, mirando también la no posible afectación de las próximas campañas.

 

No obstante, el presidente de Prohass, Juan Carlos Paredes, refiere, que “las compañías pueden estar preparadas ya que han hecho inversiones ante un posible FEN, pero no lo está la infraestructura del país que está en manos del Estado”.

 

¿Qué acciones se podrían tomar para evitar el impacto de las fuertes lluvias?  Manuel López, indica que, en primer lugar, medidas fitosanitarias, así como trabajar en el manejo integral de las cuencas de los ríos de la costa del país, como es el caso de Chira, Piura y La Leche, entre otros, para evitar estragos.

 

El dato

Impacto en el precio. Entre los productos que podrían subir su precio en el mercado local en el corto plazo, debido al impacto de las lluvias en áreas importantes de cultivos, figura el arroz, ya que alrededor de 2.000 hectáreas se han visto afectadas. Asimismo, ya se está viendo el incremento del costo de los limones, señala Manuel López, catedrático de UDEP.

 

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