Concluye dos periodos en la presidencia de la Cámara de Comercio de Lima (CCL). ¿Cómo apoyó la CCL a las empresas peruanas en el difícil contexto económico y social del país?

Es satisfactorio decir que hemos innovado en liderazgo empresarial. Además de desarrollar una agenda de desarrollo gremial para impulsar nuestros negocios, aportamos al debate con temas fundamentales para el país, como el fortalecimiento de la democracia, del libre mercado, de la seguridad ciudadana y de la formalidad. Todo ello basado en dos ejes transversales: integridad e innovación, poniendo énfasis en la transformación digital y la inteligencia artificial.

¿Cuáles fueron los principales retos que tuvo desde la presidencia de la CCL y cuáles son sus principales logros?

Iniciamos la gestión en 2022, en pleno gobierno del expresidente Pedro Castillo, quien no era amable con la inversión privada ni con el empresariado. Existía el riesgo de una Asamblea Constituyente, se criticaba mucho al empresariado y se sostenía que el crecimiento económico del Perú no había traído desarrollo sino atraso. En ese contexto asumí la presidencia de la CCL. Guardar silencio o evitar proponer políticas públicas no era una opción.

Con esa perspectiva decidimos abrir nuestro círculo de interacción. Ampliamos las audiencias a las cuales nos dirigíamos y, sobre todo, decidimos escuchar lo que tenían que decir otros ciudadanos. Si queríamos ser tomados en cuenta en la escena política nacional, debíamos escuchar activamente. Pienso que así es como hemos logrado que tres de cinco propuestas de reforma política que presentamos en 2022 se hayan hecho realidad.

¿Qué acciones en favor de los asociados de la CCL destacaría?

A través de acciones estratégicas, nuestro gremio ha demostrado su compromiso con la creación de un entorno más justo, competitivo y propicio para el desarrollo empresarial y económico. Nuestros esfuerzos están orientados a mantener un clima de negocios estable y predecible.

Entre las gestiones más significativas puedo señalar la promoción de una regulación atractiva para las inversiones en zonas francas. Además, la CCL ha sido una fuerza motriz del impulso a la legislación sobre el cabotaje, con el objetivo de facilitar el comercio a lo largo de la costa peruana. Reducir los costos logísticos y mejorar la eficiencia del comercio interno son pilares fundamentales para la estrategia de la Cámara.

Otro punto importante ha sido el impulso al Régimen de elaboración, manufactura o maquila y almacenamiento (REMA), para promover el desarrollo industrial y la exportación de servicios.

En la CCL también pusimos énfasis en apoyar a las micro y pequeñas empresas (mypes), las más afectadas por la desaceleración económica, a través de la gestión para la implementación del programa ‘Reactiva 3’, vital para la sobrevivencia y crecimiento de este segmento empresarial crítico para la economía nacional.

Asimismo, tomamos firmes acciones para acelerar el pago de las deudas que mantiene EsSalud con sus proveedores. Aunque se han realizado pagos a muchos de estos, la CCL continúa trabajando incansablemente para asegurar una solución definitiva para todas las empresas afectadas. En la Cámara también luchamos por sacar una ley que contrarreste el abuso de poder por parte de las municipalidades en la fiscalización de locales comerciales, para evitar los cierres arbitrarios de establecimientos, a fin de proteger el sustento de numerosos comerciantes y emprendedores.

Estas acciones de la CCL demuestran su papel activo y decisivo en la promoción de un entorno empresarial más favorable, la protección de los intereses de sus asociados y un desarrollo económico sostenible del Perú.

La CCL ya llega a su 136 aniversario. Sería imposible atravesar todo ese tiempo sin la mirada puesta en el futuro. ¿Cómo ha sido en su gestión?

La CCL ha acompañado siempre el desarrollo de la institucionalidad en el país. Por ejemplo, fue impulsora del Banco de la Nación y lo que llegó a ser hoy la Sunat. Ahora, nuestra nueva Comisión de Transformación Digital e Inteligencia Artificial nos permitirá explorar vías que fomenten el uso ético de la tecnología, lo que será un impacto positivo en la sociedad, se trata de moldear un futuro digital más equitativo y sostenible.

Además, nos preocupamos por poner a disposición de nuestros asociados las herramientas para enfrentar los retos del futuro inmediato. Por ello, tenemos el programa ‘Peruanas a la Nube’ con AWS, con el cual capacitaremos de forma gratuita hasta 20 000 mujeres con contenidos digitales relacionados con la nube, la innovación y la transformación digital. En el segundo semestre, haremos algo similar con otra gran empresa tecnológica para capacitar en inteligencia artificial.

Pero todo esto serían acciones de corto plazo si no abordamos un tema fundamental: la renovación del liderazgo gremial. Con ‘Generación F’ buscamos crear a los líderes del mañana. Este programa de formación busca jóvenes con vocación de participar activamente en la construcción de una sociedad más democrática, participativa, libre y sostenible. A lo largo de cuatro meses, tendrán una inmersión virtual en áreas clave para el desarrollo nacional, tales como política ciudadana gremial, economía, realidad nacional, gestión pública y sostenibilidad. La capacitación culminará en un bootcamp presencial de dos días con los 50 jóvenes seleccionados. La Cámara seleccionará a los participantes más sobresalientes, quienes formarán parte del ‘Programa de Liderazgo CCL’, que ofrece oportunidades para el desarrollo profesional y personal.

En abril de 2022, cuando asumió el cargo, la CCL anunció que trabajaría en propuestas de políticas públicas. ¿Cuáles son los logros en este sentido?

En la CCL pensamos que el fortalecimiento de la democracia es esencial. Sin una democracia fortalecida no seremos un país viable. En ese momento, muchos pensaban que el capítulo político de la Constitución requería mejoras. Por ello, participamos en mesas de diálogo y presentamos propuestas para una reforma política. Decidimos dar un paso más y publicamos el libro ‘Cómo salir de la crisis. Propuestas para una reforma política’, escrito por la politóloga Milagros Campos.

Además, se hizo una investigación sobre el capítulo económico de la Constitución. Así, para fortalecer el libre mercado, reconocimos las virtudes de la Carta Magna y publicamos ‘Mitos y verdades de la Constitución Económica Peruana de 1993’, un libro ameno y de fácil lectura, escrito por el profesor Andrés Calderón, sin perder el rigor académico.

La seguridad ciudadana también fue un tema central para nosotros. Trabajamos con la Comisión de Seguridad Ciudadana y Empresarial y, además, desarrollamos propuestas respaldadas por el criminólogo Nicolás Zevallos, que buscan mejorar y ampliar las unidades de flagrancia, entre otras acciones. Respecto al fortalecimiento del acceso a la formalidad, tengamos presente que el Perú tiene un 80 % de informalidad. Por ello, volvimos a presentar al Ejecutivo la propuesta de reforma tributaria y laboral que, por encargo de la CCL, elaboraron en 2019 Elmer Cuba y Claudia Cooper, de Macroconsult. Esta propuesta busca la simplificación tributaria y generar incentivos para la formalización laboral. Finalmente, trabajamos un planteamiento de una política pública sobre formalización, basada en una reinterpretación del concepto de informalidad. Fue un trabajo liderado por el sociólogo Carlos Meléndez, en 2023.

¿Cómo toma que el Congreso haya aprobado tres de las cinco propuestas priorizadas por la CCL, como son la bicameralidad, la reelección y la eliminación de la cuestión de confianza obligatoria?

Es una señal positiva que el Congreso haya avanzado en los aspectos más relevantes de la reforma política. La idea que está detrás de estas políticas es un progreso en la calidad de la representación parlamentaria a través de mejores controles en la expedición de normas, y el establecimiento de una carrera política que nos brinde predictibilidad y confianza.

Quedan pendientes dos reformas: mejorar la idoneidad de los candidatos y alcanzar una fórmula que reduzca las organizaciones políticas.

Estas reformas apuntan a mejorar la oferta de candidatos que los partidos políticos brindan a la ciudadanía. Lo mínimo que podemos esperar de nuestras autoridades es que no tengan sentencias judiciales y que, pese a ello, pretendan llegar al poder a través de un proceso electoral. En cuanto a la reducción de los partidos que se presentan en las elecciones, es un imperativo que la oferta se reduzca para que el elector pueda elegir a conciencia y bien informado.

Tener más de 30 candidatos a la presidencia y miles al Congreso dificulta una evaluación razonada por parte de la ciudadanía. Al final nos quedamos con la foto del candidato para ir a votar. Seguiremos impulsando la aprobación de las reformas que faltan en el marco de un compromiso responsable con el país. No solo somos empresarios, también somos ciudadanos.

En su gestión, la CCL asumió la presidencia pro tempore del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico (CEAP) y del Capítulo Perú. ¿Cuáles son los logros alcanzados?

Los diversos capítulos del Consejo Empresarial han desarrollado en esta gestión muchas actividades en beneficio de los empresarios y ciudadanos de nuestros países. Desde actividades para identificar los principales obstáculos que enfrentan las pequeñas y medianas empresas (pymes), en especial las dirigidas por mujeres, a las que brindamos soluciones de gestión y un mejor financiamiento, y les mostramos la importancia de contar con herramientas digitales; hasta brindarles información normativa y requisitos, por ejemplo, para exportar y competir en mercados internacionales, entre muchas otras iniciativas que también beneficiaron a los jóvenes, a través de capacitación y prácticas profesionales.

¿Cómo ve el Perú y qué acciones deberíamos tomar, tanto autoridades como privados?

Es muy importante seguir apostando por una cruzada a favor de la integridad, y en este aspecto la CCL siempre está un pie adelante. Somos una de las pocas instituciones que tienen la integridad y la lucha contra la corrupción como su piedra angular. Es uno de los ejes transversales que marca todas nuestras actividades. Contamos con una Comisión de Integridad, que no solo es liderada por el segundo vicepresidente de la CCL, Hernán Lanzara, sino que, además, es una de las más activas y reconocidas a nivel nacional. Es por ello que ahora lideramos Alliance of Integrity.

Pero, además, pasamos de los dichos a los hechos. No solo hablamos de integridad (tenemos uno de los foros de difusión y análisis más importantes del país), ni nos contentamos con realizar capacitaciones para nuestros asociados y cumplir las normativas de compliance. En 2023, nos involucramos activamente e impulsamos el proyecto ‘Semillero para futuros funcionarios y servidores públicos’. Para ello, convocamos a los jóvenes que cursaban los últimos años de carreras profesionales y que tenían interés en la administración pública, y los capacitamos al respecto.

¿Qué ha significado la presidencia de la CCL en su vida personal y profesional?

Ha sido un reto en todo aspecto; sobre todo me ha permitido volver a conectarme con muchos sectores de mi país, escuchar a los que piensan distinto… Me hizo recordar cuando con la CCL, hace más de veinte años, alrededor del año 2000, fuimos a provincias a difundir las ventajas que los tratados de libre comercio traerían al Perú.

Es desafiante innovar, pero da una profunda satisfacción hacerlo. Cuando decidimos involucrarnos en políticas públicas, pocas personas nos entendían. Hoy estamos de acuerdo en que, para que el Perú mejore, todos nos debemos involucrar, porque antes que empresarios somos patriotas y ciudadanos.

Hace más de un siglo, Manuel Candamo, expresidente de la República y de la CCL, dijo que “el desarrollo y el aumento de la riqueza es lo que interesa a la nación, cansada de estériles agitaciones políticas y ansiosa a aplicar sus fuerzas a empresas útiles para prosperar, porque cuando la patria nos llama, allí estamos los empresarios”. Yo decidí responder a ese llamado.

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