¿Cómo le fue al comercio exterior peruano en 2023?

Al cierre de 2022, el intercambio comercial mundial registró un incremento del 12 %, pero en el primer semestre de 2023 experimentó una caída del 8 %, según cifras de Trademap. La desaceleración del comercio parece ser generalizada, afectando a un gran número de países y a una amplia gama de bienes, específicamente en ciertas categorías de manufacturas como hierro y acero, equipos de oficina y telecomunicaciones, textiles y prendas de vestir. Las causas exactas de esta ralentización no están claras, pero factores como la inflación, los altos tipos de interés, la apreciación del dólar y las tensiones geopolíticas podrían haber causado esto.

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Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), el volumen del comercio de mercancías bajó un 0,5 % interanual en el primer semestre de 2023, pero se espera un modesto repunte en la segunda mitad del año. Y es que el comercio internacional aún se mantiene dentro del intervalo de confianza estimado en la anterior previsión de la OMC de abril de 2023, en la que ya se preveían riesgos firmemente inclinados a la baja. Entre esos riesgos se encuentra la desaceleración económica más brusca de lo previsto en China y un rebrote de la inflación en las economías avanzadas, lo que exigiría mantener los tipos de interés más altos durante más tiempo.

Por otra parte, el comercio mundial podría crecer si las expectativas de la inflación bajan rápidamente, lo que permitiría una pronta salida de las políticas monetarias contractivas.

En general, los riesgos para las perspectivas actuales se consideran equilibrados al alza y a la baja. Los economistas de la OMC ven en los datos algunas señales de fragmentación del comercio vinculada a tensiones geopolíticas, pero hasta ahora no hay indicios de una tendencia más amplia a la desglobalización que pudiera pesar sobre el comercio.

Cabe recordar que los precios de las materias primas se dispararon tras el inicio de la guerra en Ucrania, ya que la posibilidad de interrupciones del suministro desencadenó una carrera por asegurar el acceso a los productos energéticos.

A su turno, el precio del crudo alcanzó su máximo en junio de 2022, mientras que los precios del gas natural alcanzaron un máximo histórico en agosto de ese año. Desde entonces, los precios han descendido, pero siguen siendo elevados en términos históricos. Cabe señalar que existe el riesgo de un repunte de los precios durante los meses de invierno en el hemisferio norte, lo que podría socavar la incipiente recuperación económica y reducir aún más los volúmenes comerciales.

Situación del Comercio Exterior en Perú

Entre enero y septiembre del presente año, las exportaciones peruanas cayeron en 1 % en valor, pero crecieron en 8 % en volumen. Este comportamiento se atribuye principalmente a la caída de precios en productos claves:

  1. Gas natural: entre enero y septiembre su precio de exportación cayó un 56 %, con respecto a similar periodo de 2022. A pesar de que el volumen de exportación de este producto creció en un 10 % durante ese lapso, la caída del precio hizo que el valor de exportación disminuya en 51 %.
  2. Zinc: el precio de este mineral cayó en 31 % ocasionando que el valor de exportación a septiembre disminuya en 19 %, a pesar de que su volumen exportado creció en 16 %.
  3. Café: su precio disminuyó un 15 %, y el volumen exportado descendió en un 40 %, afectando el valor en un 50 %.

Sector agropecuario

Otra consecuencia de este eventual mal momento de las exportaciones peruanas es la mala situación que atraviesa el sector agropecuario. En los primeros meses de 2023, las exportaciones de este rubro han caído en 1 %. Si bien se trata de una pequeña variación, es importante advertir que este sector económico abarca el 45 % de las exportaciones totales del Macro Sector No Tradicional. Es decir, si al sector agropecuario le va mal, lo más probable es que las exportaciones no tradicionales cierren con números rojos.

La principal causa de esta caída es la disminución de envíos de frutas y hortalizas, los cuales desde mayo del presente año tuvieron una caída continua de aproximadamente 4 % por mes.

Los problemas climáticos que se produjeron a finales del año pasado causaron que muchos cultivos de frutas y hortalizas maduraran antes de tiempo, impactando de manera negativa en la oferta que anualmente el Perú ofrece a sus principales compradores, disminuyendo en algunos casos su precio y en otros, obteniendo pérdidas de sus cultivos por la rápida maduración de sus frutos.

Cabe también resaltar que muchos de nuestros principales mercados de destino han disminuido su demanda global de diferentes productos agropecuarios, afectando también nuestras exportaciones.

Entre los productos que más cayeron figuran:

Mandarinas: las exportaciones de este producto cayeron 6 % en valor y 13 % en cuanto a volumen. El mercado de destino más afectado fue Estados Unidos, que tiene un nivel de participación del 19 % de las exportaciones de este producto, al cual se dejó de exportar un 33 %.

Esta caída se debe principalmente a la menor demanda estadounidense, cuyas importaciones de este producto cayeron en aproximadamente 20 % en los primeros 9 meses de 2023.

Bananas: los envíos peruanos de este producto cayeron 11 % en valor y 18 % en volumen en los primeros nueve meses de 2023. Los mercados de destino más afectados fueron Países Bajos (-14 %) y Estados Unidos (-27 %).

Esta caída se debe, principalmente, a una menor demanda de cada uno de estos países frente a este producto en general. Así, Países Bajos disminuyó sus importaciones de banana en 5 %, mientras que Estados Unidos hizo lo propio en 4 %.

Arándanos: a septiembre, las exportaciones de este producto cayeron 15 % en valor y 34 % en volumen. Los mercados de destino más afectados fueron Estados Unidos, con una caída del 14 %; Países Bajos (-27 %) y China (-17%). Los tres destinos suman un nivel de participación del 82 %.

Sector Químico

El sector químico, con el 12 % de participación en el macro sector no tradicional, ha disminuido en un 17 % en valor exportable, pero ha aumentado en un 4 % en volumen. La caída se atribuye a la disminución de las exportaciones en el subsector de manufacturas de plástico y caucho, afectando mercados claves como Estados Unidos, Ecuador, México, Bolivia, Colombia y Brasil. Cabe señalar que otros productos de este sector que disminuyeron sus exportaciones fueron:

  1. Placas o láminas de polímeros de propileno: disminuyó sus exportaciones en 36 %, reduciendo así sus envíos a Estados Unidos (su principal destino) en 52 % y a Colombia en 61 %.
  2. Placas o láminas de polímeros de etileno: este producto redujo sus exportaciones en 18 %, descendiendo así sus envíos a Bolivia (su principal destino) en 7 %. También cayeron sus envíos a Ecuador (-32 %) y Colombia (-27 %).
  3. Neumáticos nuevos de caucho: a septiembre del presente año, sus exportaciones cayeron en 30 %, reduciendo sus envíos principalmente a México (su principal destino) en 48 % y a Colombia en 55 %.
  4. Placas o láminas de poli (tereftalato) de etileno: disminuyó sus exportaciones en 60 %, descendiendo así sus envíos a Estados Unidos, su principal destino, en 76 % y a Brasil en 86 %.
  5. Tapones, tapas, cápsulas y demás dispositivos de cierre, de plástico: los envíos al exterior de este producto cayeron en 12 %, reduciendo así sus exportaciones a Colombia (su principal destino) en 26 % y a Bolivia en 31%.

Sector Textil

Otro sector importante para la economía peruana que ha descendido sus exportaciones en los meses estudiados es el sector textil, el cual tiene el 9 % de participación de las exportaciones totales del macro sector no tradicional.

De enero a septiembre, los envíos al exterior de dicho sector disminuyeron en 16 % en valor y 13 % en volumen respecto a similar periodo de 2022.

Esto se debe específicamente a la disminución de las exportaciones de sus principales productos, tales como:

  1. T-shirt: sus exportaciones cayeron 27 % en valor y 24 % en volumen; afectando sus envíos específicamente a Estados Unidos.
  2. Camisas: los envíos de este producto cayeron 1 % en valor y 11 % en volumen, afectando sus exportaciones a Estados Unidos.
  3. Pantalones: este producto cayó 25 % en valor y 38 % en volumen; afectando sus envíos específicamente a Estados Unidos.

 

En resumen, el panorama del comercio exterior peruano refleja desafíos significativos, desde la desaceleración del comercio internacional hasta la disminución en los precios de productos claves, impactando varios sectores económicos del país.

 

 

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¿Cuál es el peso de EE.UU. y China en la economía peruana?

Estados Unidos y China desempeñan un papel fundamental en la dinámica económica global, pues ambos países tienen una participación conjunta del 34,2 % en el PBI mundial, según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, en un contexto de volatilidad económica global, las proyecciones del referido organismo internacional para 2024 muestran una desaceleración de ambas economías. En el caso de Estados Unidos, que es la economía más grande del mundo, el crecimiento se reduciría de 2,1 % (2023) a 1,5 % (2024); mientras que en el caso de China se pasaría del 5 % (2023) a 4,2 % (2024). Sin duda, esto tendrá un impacto en el resto de países del mundo.

 

Estados Unidos aporta el 15,4 % del PBI mundial medido en términos de paridad de poder de compra. Su influencia se extiende a nivel global, no solo por los niveles de producción y consumo interno, sino también a través de su participación en los mercados financieros y comerciales. Las políticas económicas implementadas por Estados Unidos tienen repercusiones directas en la estabilidad financiera y comercial de numerosas naciones, lo que subraya su papel como líder económico.

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Por otro lado, China ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes en las últimas décadas, con un aporte al PBI mundial que pasó de alrededor del 7 % a comienzos de siglo hasta 18,8 % en 2023, medido también en términos de paridad de poder de compra. Su ascenso ha transformado el panorama económico mundial, contribuyendo de manera significativa al comercio internacional y desempeñando un papel crucial en la cadena de valor global. La expansión económica de China ha generado nuevas oportunidades y desafíos para otras economías, redefiniendo las relaciones económicas a nivel global.

 

Además, la capacidad de Estados Unidos y China para liderar en innovación y tecnología también contribuye a su importancia en el PBI mundial. Ambos países son líderes en sectores claves como la tecnología de la información, la inteligencia artificial y la biotecnología, lo que influye en la competitividad global y en la dirección futura de la economía mundial.

La trascendencia de las economías de Estados Unidos y China para el Perú constituye un elemento crítico en la configuración de la estabilidad económica y financiera, así como el crecimiento económico del país.

EE.UU. y el Perú

En el caso de Estados Unidos, este país es uno de los principales socios comerciales del Perú. La robusta relación bilateral ha propiciado un flujo constante de exportaciones peruanas, consolidando a EE.UU. como un destino clave para productos agropecuarios, minerales, y de textil y confecciones.

Según cifras de Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en el primer semestre de 2023, las exportaciones agropecuarias hacia Estados Unidos ascendieron a US$ 1 127 millones, siendo el primer mercado de destino de estos productos peruanos en el mundo. Destacan las frutas y hortalizas, que representan el 62,5 % y 23,4 %, respectivamente, de dichas exportaciones. Cabe señalar que se observó una caída del total exportado respecto al primer semestre de 2022 debido a menores envíos de palta (-57,9 %) y café sin tostar (-63,1 %).

A su vez, las exportaciones mineras hacia Estados Unidos alcanzaron los US$ 1 700 millones entre enero y junio pasado, una expansión de 26,5 % respecto a similar periodo de 2022, impulsadas por los envíos de oro (US$ 598 millones), cobre (US$ 399 millones) y molibdeno (US$ 315 millones)

Un rubro importante dentro de la cartera de exportaciones peruanas hacia EE.UU. es el de textil y confecciones, que alcanzó envíos valorizados en US$ 425 millones durante el primer semestre, a pesar de una contracción en 14,8 % con respecto a similar periodo de 2022. Las exportaciones de prendas de vestir sumaron US$ 395 millones, de las cuales el 71,3% fueron productos de algodón.

Otros productos peruanos exportados a Estados Unidos, durante los primeros seis meses de 2023, fueron combustibles (US$ 293 millones), productos metalúrgicos (US$ 193 millones) y pesqueros (US$ 133 millones).

Por el lado de las importaciones hacia Estados Unidos, estas ascendieron a US$ 4 780 millones en el primer semestre del año, cifra 28,9 % menor a la registrada en similar periodo de 2022 debido principalmente al menor crecimiento del PBI. Entre los principales productos que el Perú importa desde Estados Unidos figuran mayormente insumos (US$ 3 770 millones) y, en menor monto, bienes de capital (US$ 647 millones) y de consumo (US$ 362 millones). En términos de productos, destacan los combustibles (US$ 2 455 millones), maquinaria y equipo (US$ 410 millones) y productos agroindustriales (US$ 329 millones).

Como se observa, la estabilidad económica de Estados Unidos influye directamente en la demanda de bienes peruanos, y cualquier variación en la economía estadounidense tiene repercusiones inmediatas en las exportaciones peruanas y, por ende, en el crecimiento económico del país.

La relación entre China y Perú

China se ha erigido como un actor determinante en la economía peruana. Su demanda de materias primas, especialmente metales, ha impulsado el sector extractivo peruano. Asimismo, la participación activa de China en proyectos de inversión y cooperación en infraestructura ha generado oportunidades para el crecimiento y desarrollo en el Perú. La construcción del puerto de Chancay, el terminal portuario de Marcona y la construcción de las Escuelas Bicentenario son claros ejemplos.

Las exportaciones peruanas a China durante el primer semestre del año ascendieron a US$ 11 337 millones, incrementándose en 10,7 % respecto al primer semestre 2022. Los envíos mineros representan el 88 % de dicho total, seguidos de exportaciones pesqueras (US$ 984 millones), de hidrocarburos (US$ 186 millones) y agropecuarias (US$ 142 millones).

Es importante resaltar que China sigue siendo el primer mercado de destino de nuestras exportaciones minero metálicas, captando el 53 % del total, muy superior a EE.UU. (7 %) y la Unión Europea (6 %), sin embargo, la dependencia de la economía peruana de la demanda china también conlleva ciertos riesgos ante posibles fluctuaciones en la economía del país asiático o por cambios en sus políticas comerciales.

Por el lado de las importaciones desde China, durante el primer semestre de 2023, al igual que con Estados Unidos, también se observó una reducción respecto a similar periodo de 2022, debido a la recesión económica. Así estas ascendieron a US$ 5 905 millones (-12,2 %). La composición de las compras a China es algo homogénea: en insumos ascendieron a US$ 1 785 millones (30,2 %), bienes de capital a US$ 2 428 millones (41,1 %) y bienes de consumo a US$ 1 693 millones (28,7 %). Los principales productos importados desde China entre enero y junio pasado fueron vehículos (US$ 410 millones), celulares (US$ 384 millones), prendas de vestir (US$ 335 millones) y computadoras (US$ 237 millones).

Como puede verse, por la interconexión entre las economías de Estados Unidos, China y el Perú es importante mantener relaciones equilibradas y diversificar las fuentes de ingresos. La variabilidad en los mercados internacionales y las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China pueden generar impactos significativos en la economía peruana. Por ello, la adopción de políticas que fomenten la diversificación de exportaciones y la búsqueda de nuevos mercados emergen como una estrategia crucial para mitigar riesgos y promover la resiliencia económica.

Además, la relación triangular entre estas economías subraya la necesidad de que el Perú mantenga un enfoque estratégico en términos de acuerdos comerciales y alianzas internacionales. En ese sentido, la participación activa en foros multilaterales y la promoción de un entorno favorable para la inversión extranjera pueden contribuir a fortalecer la posición del Perú en el escenario económico global.

 

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“Las pymes son la base de la economía de los países iberoamericanos”

En un escenario de desaceleración económica mundial, ¿cuál es la importancia de que se lleve a cabo la 50ª Asamblea General de AICO en Lima?

La celebración de esta asamblea en la capital peruana es una prueba evidente del apoyo del entorno cameral iberoamericano, tanto a la Cámara de Comercio de Lima como al Perú. Ello en un escenario de desaceleración mundial con importantes conflictos de imprevisibles consecuencias que, en la economía global en la que estamos inmersos, nos afectan a todos.

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En el caso de Perú, a estas circunstancias se han unido fenómenos climatológicos y protestas sociales que también han incidido en el comportamiento de su economía. Pero, si lo observamos en un contexto temporal más amplio, el país ha conseguido pasar de una renta per cápita ligeramente superior a los US$ 2 mil en 2002 a una de más de US$ 7 mil en 2022 y esto, sin duda, se debió al periodo de estabilidad y apertura comercial que tuvo lugar durante estos años y, sin duda, este debe ser el ejemplo a seguir.

Por otra parte, como en todos los países de nuestro ámbito, en el Perú la inflación y el desarrollo de actuaciones para combatir su crecimiento es otra de las prioridades básicas, y parece que las medidas tomadas por el Gobierno están dando sus frutos, aportando estabilidad a su economía y la mejora del poder adquisitivo de los consumidores.

Teniendo en cuenta el tema de la Asamblea General de AICO, “Sostenibilidad y Digitalización: la base para la rentabilidad de las empresas del futuro”, ¿qué tan viable y rentable es para las empresas iberoamericanas, principalmente para las pequeñas y medianas (pymes) apostar por estos temas?

Las pequeñas y medianas empresas son la base de la economía de los países iberoamericanos. Más del 97 % de las empresas son pymes y con total seguridad podemos decir que son las que en mayor medida promueven el emprendimiento y la generación de empleo. Las pymes iberoamericanas afrontan numerosos retos y deben enfocarse hacia la productividad, abordando procesos de digitalización e internacionalización para consolidarse en sus mercados. La sostenibilidad, el respeto por el medio ambiente, la eficiencia energética, la superación de los retos del cambio climático y la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son tanto una necesidad como una oportunidad empresarial que las pymes iberoamericanas deben abordar.

Por una parte, dirigirse hacia la sostenibilidad, la digitalización y la internacionalización las hace cada vez más competitivas y, por otra, son muy diversos los campos de trabajo que surgen en los que las pymes pueden centrarse, como, por ejemplo, la prestación de servicios relacionados con la eficiencia energética, la huella de carbono, la implantación de sistemas de gestión ambiental, el diseño y desarrollo de envases sostenibles, y una larga lista de nuevas oportunidades que pueden y deben aprovechar, no solo pensando en el futuro, sino en el presente.

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¿Cómo buscará impulsarse la sostenibilidad y la digitalización en las empresas en la Asamblea a realizarse? 

El programa de la Asamblea que ha diseñado la Cámara de Comercio de Lima cuenta con excelentes ponentes de 10 países iberoamericanos, lo que nos permitirá tener una visión internacional de temas relacionados con la sostenibilidad, y posibilitará que analicemos las experiencias y el papel que los gobiernos y las cámaras de comercio debemos desempeñar para ayudar a las empresas a que implanten procesos sostenibles, con un enfoque especial en la digitalización, en su relación con la rentabilidad empresarial, abordándose también las fuentes de financiamiento para acometer estas transformaciones, así como las oportunidades de negocio que surgen para las pymes en el ámbito de la sostenibilidad.

En resumen, es un completo programa de primer nivel que nos aportará ideas claras de la situación actual y de los retos que debemos abordar para que las empresas sean cada vez más sostenibles y digitalizadas.

¿Qué acciones se desarrollarán en la referida Asamblea para mejorar las relaciones comerciales e institucionales entre las empresas?

A nivel de la Asamblea seremos más de 270 personas las que participaremos, lo que deja claro el éxito de la convocatoria y las relaciones institucionales que generará. Con muy buen criterio, la Cámara de Comercio de Lima la ha complementado con la celebración de la denominada “Macrorrueda de Negocios Lima 2023”, en la que empresas nacionales e internacionales tendrán la posibilidad de entrar en contacto con el objetivo de desarrollar relaciones comerciales en los sectores agroindustrial, manufactura, textil y confecciones y servicios. Sin duda, un complemento perfecto que estoy seguro será muy exitoso.

¿Cómo ven el papel que viene desempeñando la Cámara de Comercio de Lima -CCL- en el país y en la región?

La Cámara de Comercio de Lima, con su pujanza y profesionalidad, está desempeñando un papel de gran relevancia a nivel local y en la región. A nivel local viene impulsando una agenda de desarrollo para el país en busca de que el Perú sea más justo y equitativo. La referida agenda está basada en pilares fundamentales como son: fortalecimiento de la democracia, libre mercado con inclusión, seguridad ciudadana y aumento de la formalidad. Asimismo, la Cámara cuenta con una completa cartera de servicios que incluye, entre otros, el brindar información económica, sectorial, regional y nacional, además de la realización de eventos de capacitación sobre distintos sectores y gestión empresarial, asesoramiento tributario, laboral y comercial. También la Cámara de Comercio de Lima da apoyo a las empresas en la gestión de redes sociales, grabación de videos para la promoción de empresas, y la difusión de productos y servicios a más de 60.000 ejecutivos, y está muy enfocada hacia la internacionalización y el desarrollo de eventos networking en su centro de convenciones, que también ofrece a las empresas.

En definitiva, servicios globales prestados por profesionales cualificados que le permiten estar en permanente contacto con las empresas y atender todas sus necesidades.

 

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Economía china: El problema no es su desaceleración, somos nosotros

La economía de China viene creciendo a menor ritmo de lo esperado y ante esto el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha mostrado preocupación, pues ello tendría impacto en el PBI del Perú.

 

En esa línea, el ministro de Economía, Alex Contreras señaló, en su presentación en la Comisión de Presupuesto y Cuenta General de la República, “que el contexto internacional es complejo aún y hay algunas presiones a la baja, sobre todo en China, donde preocupa qué pasará en el segundo semestre. Se está desacelerando (…) lo que impactaría indirectamente en el crecimiento de la economía local”.

 

En ese contexto, para Eduardo Jiménez, jefe del Sistema de Información de Macroconsult, la preocupación o riesgo principal para el Perú, estaría en el comportamiento del precio del cobre; ya que una economía china debilitada, llevaría a que nos paguen menos por la exportación de este metal (US$ 3 85 la libra actualmente); y, por ende, esto impactaría en la revisión a la baja de las cifras económicas de este año y de 2024.

 

“Una vez que el país asiático abandonó su política “Zero-Covid”, hubo una mayor demanda de productos y particularmente de cobre, lo que dinamizó su economía. Pero hay que tener en cuenta que, entre enero y marzo de este año, China creció 4,5%, pero este incremento esconde el componente de la caída del primer trimestre del año pasado, y esto ha preocupado a todo el mundo. Por tanto, el comportamiento de la economía china es uno de los principales riesgos que se ven en el escenario económico”, advirtió.

 

En contraparte, resaltó que un precio de cobre alto, implica la entrada neta de recursos al Perú y eso dinamizaría la inversión y el consumo.

 

A su vez, el economista especializado en economía internacional y Asia-Pacífico, Carlos Alberto Aquino Rodríguez, refirió que el comportamiento de la economía china aún no debería preocuparnos, teniendo en cuenta que, pese a su menor crecimiento en el primer trimestre del año, entre enero a mayo el país asiático nos ha comprado más.

 

Según las cifras, las exportaciones peruanas al gigante asiático en los primeros cinco meses de 2023 ascendieron a US$ 9 346 millones (valor FOB), cifra mayor a la registrada en similar periodo de 2022 (US$8 359 millones). “Entonces, ¿por qué preocuparse de China? El país asiático nos sigue comprando, la cuestión sería si le vendemos menos”, señala. No obstante, advierte que lo que sí viene bajando es el precio de cobre, lo que se ha compensado por el aumento del volumen vendido.

 

De otro lado, Aquino destaca que, si bien el crecimiento económico anual que se estima para China, de alrededor de 5 % –porcentaje menor que el de hace 10 años (10%)–, este es mucho más que al promedio  estimado de la economía mundial (2,8 %) o al de otros mercados importantes como Estados Unidos (1,6 %), Europa o Japón. “China crece menos ahora, pero ese porcentaje de crecimiento es de una economía mucho más grande que la de años anteriores”, resalta.

 

Además, destaca que la demanda de cobre  por parte de China va a seguir en ascenso por su nivel de producción de autos eléctricos, baterías eléctricas, energía eólica, entre otros; y, por ende, ello nos va a favorecer, ya que la oferta mundial de este metal no está creciendo.

 

“También las demás economías están transformándose y migrando a tener una industria más ecológica que necesitará más cobre. Por tanto, si actualmente el precio del cobre está entre 10 % a 15 % menos que en el comienzo del año, es probable que tienda a incrementarse”, estima el economista.

 

¿Qué tiene que pasar con la performance económica china  para que afecte al Perú? Según Aquino, para que ello suceda, el PBI chino debería crecer solo alrededor de 2%. “Ello significaría que su producción manufacturera ha caído y que su demanda por materias primas del mundo ha  descendido, lo que nos afectaría por la menor compra de cobre”, indica.

 

¿Qué acciones pueden tomar las autoridades para que no dependamos de los vaivenes del comportamiento de la economía china? El economista Eduardo Jiménez indicó que se puede apostar por diversificar las exportaciones a este país, aunque advierte que ello será difícil de lograr en un corto plazo.

 

“Estamos amarrados a lo que pasa en la economía mundial particularmente en China.  La única forma de prepararnos es ahorrar en los momentos buenos y desahorrar en los momentos malos como ya lo hicimos en la pandemia. Lamentablemente para volver ahorrar se debe generar superávit y eso no está en nuestro escenario todavía”, anota.

 

En esa misma línea, Jiménez señala que las empresas locales también deben prepararse para enfrentar situaciones complicadas y no se vean obligadas a frenar sus inversiones.

 

En ese sentido, para Aquino Rodríguez, si bien tenemos en proyecto el puerto de Chancay, cuya primera etapa se inaugurará este año, no vamos a aprovechar plenamente su capacidad sino tenemos qué vender.

 

“Yo no me preocuparía tanto de que China crece o no crece mucho, sino de nuestra oferta. Solo tenemos cobre para vender a China y después nos quejamos de que este metal puede subir o bajar. ¿Por qué no aumentamos la oferta exportable? El Perú tiene muchos lazos con este país, pero no estamos aprovechando plenamente este gran mercado”, manifestó.

 

Agregó que el  problema es la oferta: no tenemos la suficiente. “Por ejemplo, en el caso de Chile, que antes de su TLC con China solo exportaba cobre y algo de harina de pescado, después del tratado multiplicó sus ventas con productos distintos, como salmón, productos agroindustriales y madera, entre otros”, apunta.

 

No obstante, en el caso de Perú, detalla que el 97 % de lo que se vende a China es cobre, hierro, harina de pescado, algo de petróleo y gas. Es más,  solo el 70 % de todo lo exportado es cobre. “No explotamos el enorme mercado chino. Por ello, creo que ahí habría que concentrar los esfuerzos”, puntualizó.




Flujo de vehículos pesados se desacelera en abril

El Índice de Nacional de Flujo vehicular, indicador que reporta el movimiento de vehículos ligeros y pesados por las garitas de peaje, volvió a desacelerarse en abril del presente año, así lo sostuvo la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

 

La APP explicó, que esta desaceleración del flujo de vehículos pesados se dio por la baja demanda del servicio para el traslado de productos asociados a los sectores agropecuario, manufactura y construcción al norte del país, como consecuencia de los fenómenos climatológicos.

 

Asimismo, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la APP, señaló que el mencionado índice anotó un crecimiento anual de 2,1% en el cuarto mes del 2023, cifra menor al 2,4% registrado el mes anterior.

 

Precisó que dicho avance se explicó por el incremento en la circulación de vehículos ligeros, el cual aumentó 6,5%; en cambio, el tránsito de vehículos pesados cayó 3,2%. En tanto, al analizar el desempeño durante el periodo mayo 2022 – abril 2023, observaron una expansión de 4,4% respecto a similar periodo de un año atrás.

 

Comentó que si bien la circulación de vehículos livianos viene aumentando durante los últimos meses, el tránsito de carro pesados ha presentado un comportamiento opuesto, acorde con la desaceleración que viene experimentando la economía peruana.

 

En ese sentido, la APP espera que el índice de flujo vehicular registre una tendencia similar a la del PBI en los siguientes meses.




Desaceleración de Estados Unidos y China afecta al Perú

Estados Unidos y China explican alrededor del 42% del PBI mundial y el desempeño de ambas economías es determinante para la performance de los demás países del mundo. El gigante asiático es el principal socio comercial de 144 países, entre ellos Perú.

 

En un informe reciente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo las proyecciones de crecimiento de ambas economías para el 2022 respecto a las anunciadas en octubre del año pasado. En el caso de EE.UU., las estimaciones pasaron de 5,2% a 4%; mientras que, para China, el pronóstico de crecimiento pasó de 5,6% a 4,8%.

 

Ambas economías líderes contribuyen al mundo a través de su participación en el comercio internacional y los flujos de capitales. Por ello, una mayor desaceleración de dichas economías podría afectar las proyecciones de crecimiento, que en el caso del PBI peruano es de 3,1% para el presente año.

 

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Las estimaciones del IEDEP señalan que, de dicha tasa de crecimiento, 0,8 puntos porcentuales corresponden al aporte de las exportaciones, que en su mayoría son destinadas a ambos mercados.

 

Hay que recordar que China es el principal mercado de destino de las exportaciones tradicionales peruanas, mientras que EE.UU. lo es de nuestras exportaciones no tradicionales.

 

Asimismo, se han dado varios años durante el súper ciclo de precios de commodities en donde la inversión privada crecía a tasas de dos dígitos y que coincidían con un crecimiento de China cercano al 10%.

 

Por eso es importante hacer un seguimiento de la evolución y las decisiones de política que tomen dichos países, pues repercutirán en el desempeño macroeconómico de nuestra economía.

 

Estados Unidos

Por el lado del sector real, Estados Unidos alcanzó un aumento del PBI de 5,7% y del consumo privado de 7,9% durante el 2021. Respecto al producto, se indica que es la mayor tasa registrada desde 1984 y, respecto al consumo de los hogares, este vino acompañado de un mayor empleo y un exceso de demanda en el mercado laboral que aún se mantiene.

 

Sin embargo, su principal problema es la inflación, que en 2021 llegó al 7%, la tasa más elevada desde 1982. Para este resultado se han conjugado los estímulos monetarios, los mayores precios de las materias primas y de los costos de transporte.

 

Esto ha llevado a que la Reserva Federal (FED) anuncie que en marzo subiría su tasa de referencia, la cual se encuentra entre 0% y 0,25% y que, según la autoridad monetaria, no tendría por qué perjudicar la dinámica del empleo.

 

Pero lo que aquí nos interesa es saber cómo afectará esta decisión al Perú. Un aumento en la tasa de interés de la FED puede provocar un incremento en la tasa de referencia peruana, sobre todo si los ciclos económicos y la inflación vienen evolucionando de manera similar.

 

Y, en la actual coyuntura, estos parecen coincidir, por lo que se esperaría en los próximos meses nuevos incrementos en la tasa de referencia y el consiguiente aumento de tasas de interés y el encarecimiento del costo del crédito a empresas.

 

 

China

La economía china logró un crecimiento de 8,1% en 2021 impulsado por su comercio exterior y producción industrial. Sin embargo, hay factores que juegan en contra del desempeño de la economía asiática.

 

Su política de “Cero Covid” obliga a un arduo aislamiento, controles masivos y confinamientos generalizados que incluye un cierre de fronteras.

 

Si bien estas medidas le permiten mantener al mínimo la tasa de contagios de la COVID-19, implican un alto costo económico y social, perjudica las cadenas de suministro mundiales y el crecimiento económico, tal como lo ha señalado el FMI.

 

El otro factor que va en contra de su crecimiento es la crisis aparentemente controlada en el sector inmobiliario, que se inició con la caída y rescate de la inmobiliaria Evergrande y que ha obligado a establecer restricciones crediticias a dicho sector.

 

El Gobierno chino necesita que las tasas de interés en el mundo se mantengan bajas. No obstante, no solo la Reserva Federal de EE.UU. anunció una eventual alza. También el Banco Central Europeo, mientras que el Banco de Inglaterra ya subió su tasa de interés.

 

Ante este panorama, China pide que estos cambios no sean demasiado rápidos, manteniendo el estímulo que no frene el gasto en EE.UU., el principal mercado de destino de sus exportaciones.

 

En un escenario negativo, las mayores tasas de interés reducirían el dinamismo de las exportaciones y el PBI de China, lo que como un efecto dominó afectaría a economías emergentes como la peruana.

 

Riesgos políticos

Hay dos conflictos en el mundo que podrían ahondar los problemas que se han venido describiendo. El primero y más cercano es el conflicto entre Rusia y Ucrania que coloca dos bandos frente a frente, Rusia y China, por un lado; y EE.UU. y la OTAN por el otro.

 

Las consecuencias de un desenlace bélico se reflejarían en un incremento en el precio de la energía que podría conducir a la economía mundial en el peor de los escenarios a una estanflación. Rusia abastece a la tercera parte de la demanda de gas de la Unión Europea y Ucrania es una de las vías de salida del gas ruso.

 

Sin duda, el panorama internacional ha cambiado bastante de octubre del año pasado a la fecha. Los ajustes a la baja en las proyecciones del FMI también han afectado a América Latina, quien en octubre proyectaba un crecimiento de apenas 3% y ahora se ha reducido a 2,4%.

 

Perú tiene la urgencia de crecer para generar más oportunidades de empleo y de emprendimientos, mejorar los ingresos de los hogares, recuperar la clase media, reducir de una manera más ambiciosa la pobreza en el país, alcanzar una mayor recaudación tributaria y poner fin a las propuestas de retiros de CTS, AFP y de transferencias monetarias generalizadas.

 

La diversificación productiva fomentando con beneficios tributarios al sector forestal, acuícola y de pesca y procesamiento de atún será importante en un futuro. Sin embargo, lo que necesitamos son motores que impulsen el crecimiento que nos permita acercarnos a un 5% en el corto plazo.

 

Para ello, se necesita una mayor inversión en infraestructura que mueva sectores productivos y regiones del país. Es por esta vía que se creará el empleo formal que impulse el consumo privado sin castigar el ahorro como ha sucedido el año pasado y se pretende continuar el presente 2022.




Jaime Reusche: «Desaceleración de EE.UU. y China dañaría a economías emergentes el 2022»

¿Cómo avizora la economía mundial?

En este momento vemos algo de incertidumbre porque dos economías se están desacelerando, la estadounidense, que en el tercer trimestre es probable que haya visto un freno importante; y la economía china.

 

Muchos analistas están revisando sus proyecciones a la baja, lo cual nos dice dos cosas. La primera, que en lo que resta del año vamos a ver una desaceleración de la demanda externa que podría afectar los precios de las materias primas y; la segunda, que no hay un entorno tan favorable como el que veíamos a principios de año.

 

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Si bien se redujo la inflación en Estados Unidos, aún es alta, ¿Qué lectura tiene al respecto?

Creemos que la inflación en Estados Unidos se va mantener como un fenómeno transitorio, pero que va durar hasta el 2022, y mucho de esto tiene que ver con la escasez de algunos productos y los problemas logísticos que hay en muchos de los puertos a nivel mundial.

 

Es, por supuesto, el estímulo de la demanda que hay a raíz de las medidas fiscales que está tomando Estados Unidos, que vemos que está generando esta inflación, y dicha situación está sustrayendo o restando el poder adquisitivo de los consumidores. Por eso, consideramos que muy probablemente vamos a tener una desaceleración del consumo.

 

¿En cuánto se podría desacelerar este consumo?

Creemos que en el trimestral anualizado va estar en torno al 3% lo cual nos dice que para el tercer trimestre el consumo muy posiblemente se debe haber desacelerado casi en 50 puntos base o medio punto porcentual.

 

¿El alza del precio de las materias primas, también llamadas commodities, tendrá algún efecto en los mercados emergentes?

Lo sorprendente es que, a pesar de que hay un entorno menos favorable para la demanda externa, todavía vemos materias primas bastante resilientes. Y es que aún existe mucha demanda por estos materiales.

 

Estamos viendo que más allá de Estados Unidos y China, hay un efecto tardío sobre las economías emergentes que todavía siguen en un boom relativamente favorable a raíz de la recuperación del crecimiento luego de la pandemia.

 

Entonces, probablemente esta desaceleración del crecimiento de Estados Unidos y China empezaría a golpear o dañaría más a las economías emergentes hacia finales de este año o en el 2022. Por ello, vemos precios de materias primas favorables en lo que resta del año.

 

¿Qué otros riesgos avizora en el contexto internacional que podrían afectar a Perú?

En general esta desaceleración de las dos economías más importantes del mundo puede que empiece a afectar la demanda externa en el 2022. Ya de por sí nosotros veíamos una disminución en el crecimiento del caso peruano en el 2022, y, si antes proyectábamos una expansión del 4%, ahora vemos un aumento en torno al 3%.

 

Como tenemos un efecto base negativo del crecimiento del 2020, se proyecta una expansión bastante favorable y todos están revisando sus proyecciones al alza para este año.

 

Sin embargo, para el próximo año será más difícil encontrar ese crecimiento, sobre todo si es que la inversión privada no se dispara a tasas favorables.

 

Nosotros tenemos una proyección de que la inversión privada en Perú se va contraer ligeramente en términos reales el 2022.

 

A cinco bancos peruanos le bajaron la calificación. ¿De qué manera influye esto en la economía peruana?

No creemos que esto tenga una repercusión muy grande sobre las tasas en la que se financian estos bancos, pero sí nos dice que hay una cierta presión por el hecho de que se redujo la calificación del soberano.

 

Cuando reducimos las calificaciones de algunos bancos eso estuvo ligado a lo que pasó con los soberanos y es que eran bancos que tenían más conexión o que estaban más ligados a ello.

 

En realidad, no creemos que esto afecte sobre manera el ambiente operativo de los bancos, pero si hay un riesgo importante de que los créditos morosos comiencen a aumentar conforme se vaya desacelerando la actividad de la economía peruana. Ese es otro riesgo a monitorear.

 

Para moderar estos riesgos que menciona, ¿qué debe hacer el Gobierno?

Creo que en general es un tema de ser prudentes, mantener los estándares crediticios que se tienen en el círculo bancario peruano y monitorear los créditos que empiecen a tener algunas señales de problemas.

 

Pero, más allá de eso, honestamente, es cuestión de tratar de acelerar la actividad económica que viene más que nada por un tema del Gobierno.

 

Actualmente, hay una incertidumbre que se genera a raíz de la poca claridad que tiene el Gobierno con sus prioridades de políticas públicas.