Importación de autos y camionetas cayó en 2024

El sector automotor ha enfrentado desafíos en los últimos años debido a las interrupciones en la cadena de suministros, a la alta inflación y a la crisis de semiconductores. Aunque algunos factores han comenzado a moderarse, el mercado sigue mostrando un comportamiento variable.

Según datos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat), la importación de automóviles y camionetas (Station Wagon y SUV) hacia el Perú registró una caída considerable en 2024 en comparación con 2023.

AUTOMÓVILES

En el caso de la importación de automóviles, en 2024 alcanzó US$ 1 224 894 710 por 88 188 unidades, lo que representó una caída de 19,15 % en valor y 19,90 % en cantidad frente a 2023 (US$ 1 515 000 935 por 110 096 unidades). Los principales países de origen fueron China, con 46,07 % de participación en cantidad; India (13,34 %), Brasil (7,64 %), Corea del Sur (5,87 %) y Estados Unidos (2,57 %).

Asimismo, las marcas más importadas de automóviles fueron: Hyundai, con un 14,28 % de participación en cantidad, lo que representó en 2024 un aumento de 1,24 % en valor y 0,35 % en unidades versus 2023; Kia, la segunda marca más importada el año pasado, tuvo un 11,92 % de cuota, lo que significó una caída de 34,39 % en valor y 36 % en cantidad en comparación con 2023; Toyota, con 7,92 % de participación, registró una disminución en las importaciones de 35,43 % en valor y 37,11 % en unidades; y Chevrolet, con un 7,55 % de cuota, tuvo una caída en sus importaciones de 36,18 % en valor y 30,54 % en cantidad.

Por su parte, la importación de camionetas en 2024 sumó US$ 315 225 235 por 16 869 unidades, una caída del 2 % en valor, pero un leve incremento del 1,67 % en cantidad frente a 2023 (US$ 321 644 221 por 16 592 unidades). Los principales países de origen fueron Indonesia, con 46,69 % de participación de mercado en cantidad, seguido por Japón (15,48 %), México (9,85 %) y Brasil (8,35 %).

Asimismo, las marcas más importadas de automóviles fueron: Toyota, que ocupó el primer lugar en 2024 con un 73,29 % de participación en cantidad (un aumento de 5,38 % en valor y 4,74 % en unidades respecto al año anterior); seguido de Nissan, con un 16,17 % de participación (una disminución de 16,73 % en valor y 11,69 % en cantidad en comparación con 2023); mientras que Suzuki, con 3,97 % de cuota, tuvo un notable crecimiento en las importaciones de 241,78 % en valor y 349,66 % en unidades.

IMPORTACIÓN DE VEHÍCULOS PESADOS Y COMERCIALES

A su vez, el crecimiento en las importaciones de vehículos pesados se ha desacelerado en los últimos años. En 2024, la demanda de vehículos de carga, tractores y remolques cayó en cantidad, aunque el valor por unidad aumentó. Veamos su desempeño:

  • Vehículos para transporte de mercancías: la importación de vehículos de carga sumó US$1 489 945 347 por 42 351 unidades, evidenciando un crecimiento del 4,38 % en valor y una caída del 11,23 % en cantidad con respecto a Los principales países de origen fueron China, con un 33,98 % de participación de mercado en cantidad, Argentina (29,48 %), Brasil (9,20 %) y Japón (8,95 %).
  • Tractores,  remolques y semirremolques: las importaciones de estos vehículos totalizaron US$ 388 796 880 por 7 251 unidades, con un incremento de 4,84 % en valor y una caída del 3,46 % en Los principales países de origen fueron China (48,50 % de participación de mercado en cantidad), Brasil (20,56 %), México (10,32 %) e Italia (4,47 %).
  • Vehículos para pasajeros: el segmento de transporte de pasajeros mostró un crecimiento en valor y cantidad. En 2024, se importaron 10 368 unidades por US$ 306 468 467, con un aumento de 22 % en valor y 1,34 % en cantidad. Los principales países proveedores fueron China (con un 68,39 % de participación de mercado en cantidad), Japón (15,33 %), Brasil (9,41 %) y Corea del Sur (3,62 %).

MERCADO NACIONAL DE VEHÍCULOS

De acuerdo con la Asociación Automotriz del Perú (AAP), en 2024, la venta de vehículos mostró resultados mixtos. Cayeron las colocaciones de automóviles (-21,5 %), camionetas (-11,2 %) y todoterrenos (-1,1 %), mientras que las de los camiones y tractores crecieron ligeramente (+1,4 %). En el caso de los minibuses y ómnibus aumentaron significativamente (+31,7 %).

Para 2025, se espera la recuperación del sector, especialmente en los primeros trimestres, impulsada por las mejores condiciones de financiamiento y mayor consumo. No obstante, factores como la incertidumbre política (elecciones de 2026) y el aumento de la inseguridad podrían frenar este crecimiento. En el caso de  la  compraventa de vehículos usados, se espera un comportamiento positivo tal y como se ha venido dando en los últimos años. Ello se debe a factores como precios más accesibles, la digitalización del mercado y una mayor oferta por la renovación de flotas.

Finalmente, en lo que se refiere a los autos eléctricos, aunque su adopción crece, existen limitantes como la escasez de estaciones de recarga. Según información difundida por la propia AAP, solo existen 31 estaciones de este tipo distribuidas en 15 departamentos, y Lima es la ciudad con más puntos de carga (10).

En definitiva, el sector automotor peruano ha atravesado un 2024 marcado por la caída en la importación de automóviles y camionetas, mientras que los segmentos de vehículos de carga y pasajeros han mostrado cierta resiliencia en términos de valor. Para 2025, se proyecta una recuperación gradual, impulsada por las mejores condiciones de financiamiento y un mayor consumo.

No obstante, factores como la incertidumbre política, el aumento de la inseguridad y las condiciones del comercio internacional seguirán influyendo en el desempeño del mercado. La digitalización del sector, el auge de los autos usados y el desafío de la infraestructura para vehículos eléctricos serán aspectos claves que defi irán el futuro de la industria automotriz en el país.

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Sector automotor avanza 2.61% en julio de 2023 según el INEI

La economía local registró nuevamente un desempeño desfavorable en julio, marcando así la tercera caída consecutiva y la quinta en lo que va del año, según informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

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Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), indican que el índice de actividad económica retrocedió un 1.29% en julio en comparación con el mismo mes del año anterior. Este retroceso es más pronunciado que el -0.56% observado en junio y representa el segundo mayor descenso en lo que va del 2023.

“Dicho resultado respondió a la menor producción de los sectores Manufactura, Financiero, Construcción, Pesca, Telecomunicaciones y Agropecuario. Sin embargo, mostraron incremento los sectores Minería e Hidrocarburos, Comercio, Servicios Prestados a Empresas, Transporte, Electricidad, Gas y Agua, Alojamiento y Restaurantes y Otros servicios”, afirmó la AAP.

Según lo explicado por la Asociación Automotriz del Perú (AAP), el organismo estadístico señaló que las condiciones del fenómeno de El Niño Costero afectaron la actividad económica del país, interrumpiendo el desarrollo normal de sectores primarios como agropecuario y pesca, y de transformación como manufactura y construcción.

En cuanto a los principales componentes de la demanda interna, la AAP detalló que la inversión en construcción experimentó una reducción del 8.80%, mientras que el consumo de los hogares, reflejado en las ventas minoristas, aumentó un 3.58%.

Además, durante los primeros siete meses de este año, la producción nacional disminuyó un 0.58% en comparación con el mismo período del año anterior, y en los últimos doce meses, de agosto de 2022 a julio de 2023, presentó un aumento del 0.48%. También es importante destacar que el índice desestacionalizado en el mes de análisis mostró una variación negativa del -1.08% en comparación con el mes anterior.

 

En lo que respecta al rendimiento por sector económico, la Asociación Automotriz del Perú (AAP) explicó las cifras del INEI indicando que el sector Comercio experimentó un aumento del 3.01% a tasa anual en julio pasado. Este incremento se debe al aumento en las ventas, tanto al por menor (3.58%) como al por mayor (2.83%), así como la actividad automotriz (2.61%).

“El resultado del comercio automotriz fue influenciado por la mayor venta de vehículos livianos (camionetas, pick up, furgonetas, vehículos deportivos y todoterreno) y pesados (minibús, ómnibus y tractocamiones), con apoyo de ferias como Expomotor y otras estrategias de ventas. De igual manera, creció la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores por mayor requerimiento de repuestos y rodajes y el mantenimiento y reparación de vehículos automotores. En cambio, se contrajo el servicio de mantenimiento y reparación de motocicletas, así como la venta de sus partes, piezas y accesorios. Cabe precisar que en lo que va del año, dicho subsector viene registrando un crecimiento de 1.86%”, informó el gremio.

El desempeño económico en julio confirma la difícil situación que atraviesa el país, marcada por una notable disminución de la inversión privada y una desaceleración en el consumo privado.

A pesar de que la inflación en general ha mostrado una tendencia a la baja en los últimos meses, es importante destacar que la inflación en alimentos se mantiene en niveles superiores al 10% en lo que va del año. Esto tiene un impacto especialmente negativo en el poder de compra de las familias pertenecientes a los estratos socioeconómicos más bajos del país.

En este contexto, la Asociación Automotriz del Perú (AAP) no anticipa una mejora significativa en la economía peruana para los próximos meses, por lo que la tasa de crecimiento proyectada para el cierre del año podría situarse por debajo del 1%, siendo este el nivel más bajo desde 2001, excluyendo el período excepcional de la pandemia en 2020.

“Por tal motivo, urgen respuestas y medidas de las autoridades, que de una vez por todas ayuden a recuperar la confianza de los agentes económicos. El reciente recorte de la tasa referencial por parte del Banco Central es un buen inicio, ya que ayudará a abaratar el costo del crédito y a incentivar el financiamiento; sin embargo, el impacto en la economía real se dará de forma paulatina. La política fiscal también debería acompañar dichos esfuerzos, a través de la ejecución eficiente de una mayor inversión pública que genere puestos de trabajo, lo que debe ir de la mano del destrabe de proyectos inversión que se encuentran en cartera y que aún no pueden ser ejecutados”, finalizó la AAP.

 

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Venta de vehículos sigue mostrando resultados dispares a julio de 2023

Al cierre de los primeros siete meses del 2023, las ventas de vehículos nuevos registraron desempeños dispares. Según la Asociación Automotriz del Perú (AAP), este resultado se debe a que la comercialización de vehículos livianos se mantuvo al alza, mientras que la de pesados y menores disminuyeron.

 

De acuerdo al gremio automotor, en julio último, se vendieron 13,316 vehículos nuevos livianos, aumentando en 10.3% a tasa anual; en tanto, entre enero y julio del 2023 se comercializaron un total de 100,079 unidades, cifra superior en 8.6% respecto a similar periodo del año pasado.

 

Al desagregar las cifras oficiales proporcionadas por la Sunarp, la AAP indicó que durante los primeros siete meses de este año se vendieron 45,072 SUV, alcanzando una expansión de 12.2% a nivel interanual. En tanto, entre pick up y furgonetas se vendieron 19,295 unidades (+1.5%), mientras la venta de camionetas sumó 14,490 unidades (+35%) y en el caso de los automóviles llegaron a 21,222 (-4.7%).

 

“El desempeño observado durante el periodo analizado responde a la recuperación de la oferta global de vehículos, consecuencia de la mejoría de la cadena global de suministros, sumado a las campañas comerciales efectuadas por las empresas concesionarias, así como el descenso del tipo de cambio, lo cual abarata la adquisición de dichas unidades”, señaló Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos y Estadísticas de la AAP.

 

 

VEHÍCULOS PESADOS

En cuanto, a la comercialización de vehículos pesados, la venta de camiones y tractocamiones se situó a 1,214 unidades en julio pasado (avanzó 1.3% a tasa anual), mientras que entre enero a julio descendió a 8,409 unidades, retrocediendo -7.9% respecto a igual periodo de un año atrás.

 

“Esta caída habría sido influenciada por el deterioro de las condiciones económicas en nuestro país, lo que ha provocado que la inversión privada registre una tendencia negativa en los últimos trimestres, afectando diversos sectores económicos que demandan dichos vehículos, como construcción, agricultura, industria manufacturera, entre otros, aunque parcialmente impulsado por la demanda del sector minero”, apuntó el especialista.

 

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En tanto, en el mes de análisis se vendieron 299 unidades de minibús y ómnibus (aumentó 30% a tasa anual). Este resultado llevó a que el consolidado total de los primeros siete meses del año sume 1,324 vehículos vendidos, marcando un descenso de -14.1% en comparación con igual periodo del 2022.

 

“El comportamiento observado este año, responde a las restricciones en la circulación vehicular, causadas por el incremento de la conflictividad social durante los primeros meses del 2023;, el impacto del ciclón Yaku y el aumento de precipitaciones causadas por el Niño Costero, sumado a problemas financieros que atraviesan algunas empresas de transporte”, indicó Morisaki al tiempo de sostener que, si bien en julio se anotó el nivel más alto en ventas, este habría sido impulsado por adquisiciones corporativas puntuales.

 

 

VEHÍCULOS MENORES

Respecto a la comercialización de vehículos menores, esta se situó en 26,992 unidades en julio pasado (-4.3% a tasa anual), mientras que entre enero y julio del 2023 las ventas llegaron a 198,937 unidades, cifra menor en -8.4% respecto a los primeros siete meses del año pasado.

 

Del mismo modo, al desagregar dicho segmento, se aprecia que la venta de motos en el periodo de análisis llegó a 138,489 unidades (-8.4%) y la de trimotos fue de 60,448 unidades (-8.4%).

 

“Este comportamiento responde al proceso de normalización de la demanda por dichos vehículos, luego del significativo crecimiento del 2021, la mayor presencialidad en las actividades de la población, que ha llevado a una menor demanda de servicios de delivery y entregas a domicilio, luego del levantamiento de las restricciones de circulación, así como por la disminución de la capacidad adquisitiva de la población ante el aumento generalizado de precios”, apuntó el representante de la AAP.

 

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Asimismo, el experto comentó que ya con 7 meses concluidos del año, se observa que la venta de vehículos nuevos continua con una marcada diferencia entre los vehículos livianos en comparación con pesados y menores.

 

“El primero (livianos) viene anotando un desempeño al alza, aunque se espera que modere su crecimiento en los siguientes meses, debido a que el efecto positivo de una mayor oferta se atenuaría por las condiciones complicadas por las que atravesaría la demanda, en donde la confianza del consumidor continua en terreno pesimista y el mercado laboral ha mostrado señales de aletargamiento en los últimos meses”, dijo Morisaki.

 

Por su parte, la comercialización de vehículos pesados y menores continúa disminuyendo, y nada parece indicar que esta tendencia cambie al cierre del 2023.

 

En el caso de vehículos pesados, el pobre desempeño de la inversión privada viene golpeando de manera importante estas compras, en línea con la debilidad de algunos sectores económicos, como transporte terrestre, construcción, industria, entre otros. En tanto, la venta de vehículos menores continuaría enfrentando un proceso de normalización de la demanda, la cual aún supera los promedios históricos, aunque la caída sería menor en los próximos meses”, finalizó el especialista.




Sector automotriz se contrajo 2,16% en enero, su segundo descenso consecutivo

El sector automotriz del Perú registró una caída de -2,16% en enero del 2023, lo que significa su segundo descenso consecutivo. Esto se debe a la disminución de la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores, por menor demanda de repuestos y alza de precios de los neumáticos, señaló la Asociación Automotriz del Perú (AAP).

 

Similar tendencia a la baja registró la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios.

 

Sin embargo, se incrementó la comercialización de vehículos livianos (camionetas todoterreno, Pick Up, furgonetas) por la normalidad de las actividades presenciales (laboral, educativa y de entretenimiento); situación similar experimentó la venta de vehículos pesados (camiones y tracto – camiones, minibús, ómnibus) por la demanda de sectores como construcción, comercio mayorista, manufactura y transporte de personas, refirió la AAP.

 

De igual manera, el mantenimiento y reparación de vehículos automotores aumentó por demanda de reparaciones mecánicas (de motor y suspensión) ante mayor circulación.

 

Economía peruana

 

La AAP pudo constatar, luego de revisar cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que la economía peruana inició el 2023 con una contracción de -1,12%, menor a lo esperado por el mercado (-0,9%), y su primera caída luego de 22 meses de crecimiento anual consecutivo.

 

Según el INEI, dijo el gremio, la actividad económica del Perú país se deterioró debido a la contracción de los sectores: Construcción, Telecomunicaciones y otros servicios de información, Minería e hidrocarburos, Financiero y seguros y Transporte, almacenamiento, correo y mensajería. Sin embargo, otros sectores productivos mostraron aumento como Alojamiento y restaurantes, Pesca, Comercio, Manufactura, Administración pública, Agropecuario, Electricidad, Servicios Prestados a Empresas y Otros servicios.

 

Asimismo, la AAP resaltó que la producción nacional en enero último se vio afectada por los conflictos sociales, que derivaron en paralización de labores, bloqueo de carreteras, cierre obligado de mercados, impedimento de libre tránsito de personas y mercaderías, entre otras afectaciones, ocurridas en algunas zonas del país.

 

El gremio automotor al analizar los principales componentes de la demanda interna, observó que la inversión en construcción registró disminución de 11.70% y el consumo de los hogares, evidenciado en los resultados de las ventas al por menor, reportó una variación de 2.02%.

 

Por otro lado, se contrajo la demanda externa, reflejada en las menores exportaciones (-27.97%) por la disminución de los envíos de productos tradicionales (-42.08%). Asimismo, agregó, la producción nacional durante los últimos doce meses, febrero 2022-enero 2023, presentó un incremento de 2.35%. En tanto, el índice desestacionalizado de la producción nacional de enero de 2023 registró una variación de -1.36%, respecto al mes inmediato anterior.

 

“Al desagregar la información por sector económico, se observa que, el Comercio avanzó 1.24% durante el primer mes del 2023 a tasa anual, como consecuencia del incremento en las ventas al por menor (2.02%) y al por mayor (1.35%). Sin embargo, este resultado inicial fue atenuado parcialmente por el descenso que mostró la actividad automotriz (-2.16%)”, enfatizó la AAP.

 

Proyecciones primer trimestre

Para el gremio automotriz, el resultado registrado en enero de este año responde, en gran medida, al aumento de la conflictividad social en varios puntos del país, el mismo que se ha mantenido en febrero, aunque focalizado a solo algunas regiones, por lo que se esperaría que en el segundo mes también se reporte un débil desempeño.

 

“A ello se ha sumado las alteraciones climatológicas en gran parte de la costa peruana, que ha provocado el aumento de lluvias y desborde de ríos, inundando vías importantes y dificultando el paso del transporte terrestre. Esto traería consecuencias importantes a las diferentes actividades económicas, además de un eventual encarecimiento de productos, principalmente alimentos», sentenció.

 

En ese sentido, el primer trimestre del presente año viene siendo bastante desafiante, por lo que resulta de vital importancia que las autoridades atiendan con urgencia y eficiencia los principales problemas que aquejan el país, puntualizó.




El sector automotriz en Perú se recuperó en 2021

La industria automotriz en el país se vio golpeada abruptamente debido a la pandemia. Según cifras oficiales de la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (Sunat), durante el 2020, las importaciones de automóviles y camionetas disminuyeron en 40% y 27%, respectivamente. No obstante, la recuperación económica que se dio en el 2021 afectó de manera positiva a la industria generando un incremento en las importaciones de automóviles en un rango del 26% y de camionetas en 66%.

 

 

El incremento de la demanda de autos, experimentada en el 2021, se vio reflejado en el aumento de las ventas nacionales. Así, durante el año pasado hubo un significativo rebote frente al año anterior en casi todos los tipos de vehículos, en línea con la recuperación de la economía local.

 

Según cifras de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp), en el 2021, la venta de vehículos livianos nuevos (conformado por automóviles, camionetas, pick ups y furgonetas, station wagons, SUV y todoterrenos) ascendió a 157.100 unidades. La cifra es 40% mayor respecto al 2020 y 3,4% mayor en comparación al 2019, año prepandemia.

 

El desempeño observado por dichos tipos de vehículos en el 2021 fue impulsado por el dinamismo de la demanda interna, la recuperación de los índices de empleo e ingresos, el acceso a ingresos extraordinarios (disponibilidad de la CTS y fondos de AFP), el uso de ahorro privado embalsado por parte de las familias y las políticas comerciales implementadas por las concesionarias, que facilitaron la oferta y el acceso a los referidos vehículos.

 

Otros factores que también podemos mencionar fueron las facilidades de financiamiento y la adquisición de dichos vehículos –principalmente, automóviles y furgonetas– para ser empleados en servicios de taxi y delivery.

 

Escasez de semiconductores

Lastimosamente, no todas las noticias son positivas para el sector, ya que en este año 2022 empezaron nuevamente a rondar los fantasmas del 2020, y es que desde la disrupción de la pandemia por el COVID-19, la industria automotriz ha visto interrumpido el abastecimiento de chips semiconductores.

 

Esta situación ha llevado a varias empresas automovilísticas a frenar sus líneas de producción en muchas de sus fábricas. Por ejemplo, según Bloomberg, la producción de las plantas de Mercedes-Benz Group AG ubicadas en Sao Paulo y Minas Gerais se paralizará desde el 18 de abril hasta el 3 de mayo.

 

Por la misma razón, General Motors paralizó, durante las semanas del 4 y 11 de abril, la fabricación de su Chevrolet Silverado 1500 y de GMC Sierra 1500 en la planta de ensamblaje de Fort Wayne, en Indiana, Estados Unidos.

 

Por otra parte, según declaraciones de la portavoz de Ford, Kelli Felker, la escasez de semiconductores continúa afectando a las plantas norteamericanas de dicho fabricante, pues durante marzo, 8 de sus plantas ubicadas en Estados Unidos, México y Canadá tuvieron que suspender operaciones.

 

Situación en México

En México, se ha proyectado que será hasta finales de este año o incluso hasta el 2023 cuando la industria automotriz podrá tener un panorama alentador respecto a la crisis de semiconductores que ha desatado paros parciales en diversas armadoras en todo el mundo.

 

La mayoría de las empresas, tanto ensambladoras como proveedoras de las mismas, no están cumpliendo con sus metas de producción a causa del desabasto no solo en semiconductores, sino en otro tipo de componentes y metales, por lo que los números planteados de producción por las clusters automotrices de México para este año difícilmente se lograrán.

 

Se estima que será hasta el próximo año cuando se pueda retomar el ritmo de las líneas de producción de la industria automotriz.

 

Ante la parálisis en la cadena de suministro, en México se siguen desencadenando paros en los complejos industriales con un impacto algo menor a lo que ocurrió durante el primer año de escasez de chips (2020). Los complejos que se han visto más afectados son los que ocupan las fábricas de las marcas de Chevrolet, Equinox, Trax y GMC Terrain.

 

Situación en Japón

 Debido a diversos factores exteriores y hechos ocurridos recientemente en Japón, Toyota ha tomado la decisión de reducir la producción local en un tiempo estimado de tres meses. Eso significará el cese de actividades temporales en algunas fábricas.

 

Los ajustes en la producción de Toyota en Japón se verán reflejados de la siguiente manera: un 20% menos en abril, un 10% en mayo y un 5% en junio, porcentajes con respecto a los planes iniciales de la marca. Acciones que también se verán reflejadas a nivel internacional.

 

Estando así las cosas, se estima que su producción mundial alcanzará las 750.000 unidades mensuales, 250.000 originadas en Japón y 500.000 en el extranjero. Eso supone 150.000 vehículos menos frente a la meta trazada de 900.000 por mes.

 

Conflicto Rusia y Ucrania

A raíz de la invasión Rusia en Ucrania, en marzo pasado, S&P Global Mobility anticipó que el conflicto podría reducir la producción de nuevos vehículos ligeros en 2,6 millones de unidades durante los próximos dos años, ya que la guerra ha obligado a empresas ucranianas proveedoras de arneses de cableado a cerrar, agravando de esta manera las tensiones en las cadenas de suministro.

 

Esta situación ha obligado a fabricantes como BMW y Volkswagen a suspender la producción en fábricas alrededor de Europa.

 

De otro lado, Ucrania es uno de los proveedores más importantes del gas neón, por lo que podría haber un impacto en la producción europea de semiconductores. Y es que en la producción de semiconductores se utilizan láseres de alto rendimiento que, entre otras cosas, requieren neón.

 

Asimismo, el paladio se usa para los catalizadores de motores de gasolina, siendo Rusia el segundo proveedor más importante después de Sudáfrica de esta materia. La carencia de este elemento químico, por las sanciones contra Rusia, se compensó con las reservas que tenían algunos países europeos, pero estas tienen un límite además que la producción en Sudáfrica no se puede aumentar a corto plazo.

 

De otro lado, el precio del níquel ha bajado, pero los analistas de materias primas calculan un alza a mediados de 2022; ya que, a escala mundial, Rusia es el tercer mayor productor de este mineral.

 

Este insumo es importante para las aleaciones, pero también para la producción de baterías de iones de litio, y estas, a su vez, son de crucial importancia para el cambio a la electromovilidad, por lo que, básicamente, se espera un aumento en la demanda de níquel; ocasionando que los precios de los vehículos eléctricos aumenten.

 

Ante todas estas situaciones que se vienen dando a nivel mundial, se estima que el precio de los automóviles se incremente si es que no se llegan a normalizar todas estas adversidades, por lo que es casi probable que la demanda disminuya, al igual que las importaciones al cierre de año.




Radiografía del sector automotriz peruano

Empezar a renovar el parque automotor peruano era uno de los objetivos del sector automotriz para el año 2020. Ello teniendo en cuenta que, en el año 2019, el Poder Ejecutivo emitió un decreto que fomentaba el Bono del Chatarreo para renovar el parque automotor del país, a través del retiro de unidades vehiculares muy antiguas.

 

Así, mediante el Decreto de Urgencia Nº 029-2019, se establecieron medidas para promover el chatarreo como mecanismo dirigido a la renovación o retiro definitivo de vehículos del parque automotor, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

 

Asimismo, se buscaba rebajar los contaminantes locales que afecten a la salud pública, así como contribuir a reducir la siniestralidad en las vías públicas y al resguardo de la seguridad vial. Como parte de los programas de chatarreo, se estableció el otorgamiento de beneficios a las personas propietarias de los vehículos a manera de incentivos, pudiendo ser estos económicos y no económicos, los cuales están detallados en el reglamento del decreto de urgencia líneas arriba.

 

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La norma señala que únicamente pueden acceder a los incentivos previstos en los programas de chatarreo las personas solicitantes que acrediten, como mínimo, las siguientes condiciones respecto del vehículo:

  1. Que el vehículo se encuentre inscrito a su nombre en el registro de propiedad vehicular de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).
  2. Que el vehículo cuente con Tarjeta de Identificación Vehicular.
  3. En el caso de vehículos que presten el servicio de transporte público de personas y mercancías, el número de chasis y de motor deben coincidir con los números consignados en la Tarjeta de Identificación Vehicular.
  4. El vehículo debe estar en funcionamiento y en capacidad de llegar a la planta de chatarreo por su propia propulsión.
  5. El vehículo tiene que contar con los componentes mecánicos y estructurales completos, los cuales son establecidos en el Reglamento.

 

Con esta norma se pretendía también aumentar las importaciones de nuevos automóviles por lo que se esperaba un crecimiento para el año 2020. Lamentablemente, el sector automotriz fue muy afectado por la pandemia de la COVID-19 y, en los primeros seis meses del año 2020, las importaciones totales de vehículos disminuyeron en 22% respecto al año 2019, una dura caída que parecía muy difícil de revertir.

 

A partir del mes de julio las importaciones de vehículos comenzaron a recuperarse llegando en algunos meses casi al nivel mostrado en el 2019. Lastimosamente, solo en los vehículos menores (motos y trimotos) hubo un aumento en las importaciones totales en el año 2020, llegando a crecer 14%, mientras que los vehículos livianos (automóviles y camionetas) decrecieron en 32% y los vehículos pesados (camiones, buses y tracto) en 28% (ver gráfico Nº1).

 

Si bien el sector automotriz se ha venido recuperando en estos últimos meses, es muy difícil proyectar si esta tendencia de recuperación se mantendrá para el año 2021, debido a la incertidumbre generada no solo por la segunda ola y el nuevo confinamiento (cuarentena), sino también por las elecciones y el nuevo presidente que dirigirá nuestro país. En un escenario así es muy difícil dar una proyección para lo que resta del año 2021.

 

 

Autos eléctricos e híbridos

 

Los carros eléctricos e híbridos ofrecen la solución a uno de los grandes anhelos de las personas: movilizarse de manera sostenible. Por ejemplo, sin ir muy lejos, en Colombia han empezado a incorporarse como una alternativa de movilidad y cada vez son más las opciones que aparecen en el mercado.

 

Los vehículos eléctricos se componen de dos motores eléctricos alimentados por la energía almacenada en un paquete de baterías, en su gran mayoría de iones de litio. Estos vehículos requieren de conexión a la red eléctrica para recargarse.

 

Mientras que los vehículos híbridos son aquellos que combinan un motor de combustión interno alimentado por gasolina, diesel, gas o hidrógeno, con un motor o varios eléctricos. Estos últimos, recargan su batería, bien por medio del movimiento del mismo carro o conectándolos a la red eléctrica.

 

De acuerdo a la Gerencia de Estudios Económicos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), solo en diciembre del 2020, la venta de dichos vehículos llegó a 93 unidades superando en 57,6% a lo reportado en similar mes del 2019, convirtiéndose en un récord histórico mensual.

 

Al desagregar las cifras disponibles de vehículos ecoamigables vendidos, de acuerdo al tipo de tecnología, los híbridos convencionales o HEV (Hybrid Electric Vehicle, por sus siglas en inglés) fueron los más vendidos en el 2020 con 542 unidades, seguido por los eléctricos puros o BEV (Battery Electric Vehicle) con 26 unidades, y luego los híbridos enchufables o PHEV (Plug in Hybrid Electric Vehicle) con 10 unidades.

 

Al comparar el nivel de ventas de vehículos ecoamigables en el Perú con otros países de la región, como Colombia, se puede observar una gran diferencia ya que durante el 2020 se vendieron 6.011 unidades, es decir, más de 800% que en nuestro país, mientras que dicho mercado representa el 3% del total de vehículos livianos comercializados el año pasado.

 

En ese contexto, la AAP viene trabajando el Plan Nacional de Electromovilidad, el cual propone distintas medidas, con el propósito de alcanzar una mayor penetración de estos vehículos en el parque automotor peruano.

 

En dicho plan se plantea la exoneración temporal del IGV a la venta de vehículos electrificados (híbridos y eléctricos), así como la ampliación del marco legal para deducir gastos para efectos del impuesto a la renta. Se sugiere también exonerar o reducir el impuesto al patrimonio vehicular, corrigiendo distorsiones como la de gravar con más impuestos a los vehículos nuevos, en lugar de hacerlo con los modelos que más contaminan.

 

Además, se propone incentivar a nivel nacional el desarrollo de redes de carga rápida (electrolineras) y promover la instalación de infraestructura semejante en los hogares peruanos, para que las familias puedan cargar sus vehículos en horarios de baja carga y costo menor.

 

Esperemos que la venta de vehículos eléctricos continúe en aumento en el Perú y que el parque automotor se renueve para así reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En ello tendrá mucho que ver el Estado y los incentivos que otorgue para que este tipo de vehículos ganen espacio en el mercado. Cabe señalar que estos beneficios ya se han dado en otros países con óptimos resultados.

 




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¿Cómo le fue al sector automotor durante el 2020 a raíz de la crisis sanitaria?

El sector automotor enfrentó un duro desafío durante el 2020 debido a la crisis provocada por la pandemia de la COVID-19. Las ventas de vehículos se redujeron hasta en 100% en la mitad de marzo y todo abril y mayo.

 

Sin embargo, tras unos primeros meses post-cuarentena muy complicados, la recuperación del sector –tras la reapertura paulatina de las diversas actividades económicas– empezó a materializarse en los diversos sub-grupos vehiculares (livianos, pesados y menores).

 

Perú es uno de los países que más disminuyó sus ventas en la región. ¿A qué se debió?

En países vecinos, como Chile, Colombia y México, las restricciones impuestas por sus gobiernos no fueron tan estrictas y prolongadas como en el Perú. Otro factor que ayudó a esos países fue que ellos contaban con un mayor desarrollo de sus canales de ventas no tradicionales como el online; factores que permitieron que en dichos países se materialicen las ventas.

 

Sin embargo, con el pasar de los meses, si bien las cifras aún muestran caídas, la recuperación ha sido más veloz y dinámica en nuestro país que en otros.

 

Por ejemplo, de acuerdo a información disponible a octubre de 2020, las ventas de vehículos livianos y pesados en el Perú durante los primeros 10 meses del año se redujeron en 27,2% en comparación con similar periodo del 2019, mientras que en Chile la caída ha sido de 32,8%, en Colombia el descenso fue de 33,3%, y en México cayó 29,9%, entre otros.

 

¿En cuánto cerrarán sus ventas el 2020 con respecto al 2019?

Nuestras proyecciones apuntan a que la venta de vehículos livianos en el 2020 alcance alrededor de las 114.000 unidades (-25% respecto al 2019), en tanto la oferta de vehículos pesados llegaría a cerca de 13.250 unidades (-20%), mientras que los vehículos menores cerrarían el año en 290.000 vehículos (+1%).

 

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¿Cuáles son los rubros de autos o vehículos más demandados el año pasado?

Entre los vehículos livianos, el mejor desempeño ha sido el de las pick up y furgonetas. Solo en noviembre, el crecimiento de este tipo de vehículo fue de 55,7%, mientras que entre enero y noviembre registra un descenso de 12,8%, la menor caída entre el rubro de vehículos livianos.

 

Su performance se ha visto impulsada por el contexto en el que vivimos, en el cual los servicios de delivery por parte de las tiendas comerciales se ha incrementado significativamente debido a que muchas personas han migrado de realizar sus compras de manera presencial a en línea, y también por la reactivación de actividades económicas intensivas en el uso de pick up como son la minería, agricultura, construcción, entre otras.

 

En el segmento de vehículos pesados, el rubro de mejor desempeño ha sido el de camiones. Dicho tipo de vehículo registró en noviembre un crecimiento de 32,2%; mientras que en los primeros 11 meses del 2020 muestra un descenso de 11,2. La demanda de este rubro ha sido influenciada porque el sector transporte de bienes y mercancías siguió operando (aunque de manera parcial) durante la cuarentena.

 

¿Este año se terminará de recuperar el sector?

Para este 2021 esperamos que el sector automotor registre un importante rebote en sus rubros de vehículos livianos y pesados, y una expansión en vehículos menores. En el caso de livianos y pesados el número de vehículos vendidos no llegarían a los niveles observados en el 2019.

 

Proyectamos que en el 2021 se vendan alrededor de 142.000 vehículos livianos, lo cual significaría un crecimiento de 25% respecto al 2020.

 

En el caso de vehículos pesados, la venta se situaría en cerca de 16.200 unidades y reportaría un aumento del 20% en el 2021. Por último, la excepción serán los vehículos menores que anotarían 348.000 unidades vendidas, superior a las cerca de 290.000 unidades que alcanzaría al cierre del 2020, es decir un avance de 20%.

 

El 2020 la AAP cumplió 94 años. ¿Qué balance puede hacer?

El sector automotor ha sido y es una pieza fundamental en la estructura de la economía nacional, no sólo por su aporte a la actividad productiva, sino por ser una importante fuente generadora de empleo formal y contribuir a los ingresos del país vía impuestos, entre otros.

 

Asimismo, se debe destacar que los vehículos que se comercializan en el país satisfacen las necesidades de movilidad de más de 33 millones de peruanos y, en especial, los vehículos destinados al transporte de mercancías soportan el funcionamiento de una economía de más de S/ 760.000 millones al año.