Rosa Bueno: Unidos para evitar conflictos sociales
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Hace más de 30 días los empresarios unidos por el Perú, nos reunimos en Gamarra para pedirle al gobierno que tome acciones inmediatas que nos permitan seguir invirtiendo y, por lo tanto, generar empleo. En este espacio, Edward Palacios, presidente de la Cámara de Comercio de Apurímac, advirtió que hablar de su región lamentablemente es hablar de los problemas del Perú.
Y no le falta la razón. El desgobierno que en ese momento se vivía paralizaba una operación minera que contribuye al 1% del PBI nacional, pero que representa el 79% para Apurímac. Así, en marzo, 75.000 familias vieron peligrar sus ingresos. Hoy son dos actividades mineras que no solo están paralizadas sino han sido vandalizadas.
En ese momento Edward, además, propuso que el Gobierno ponga manos a la obra para que incentive la transversalidad de la actividad minera para generar sostenibilidad económica y exigió mayor seguridad para las inversiones en la región. Sin embargo, no fue escuchado.
En Gamarra estuvimos presentes más de 200 gremios, que representamos a más de tres millones de empresas, es decir, el 99,6% del total de compañías en el Perú y el 20% del PBI nacional, así como 12 millones de trabajadores. Sin embargo, no hay respuesta alguna desde Palacio de Gobierno.
Llega junio y las pérdidas económicas superan los US$ 250 millones. Los sindicatos hartos de que el gobierno no haga nada para salvaguardar sus trabajos, salieron a las calles un día después que se registraron más actos vandálicos contra sus centros de trabajo. La conflictividad social sigue creciendo, haciendo imposible seguir con las actividades diarias. Por ello, Edward Palacios exigió acciones inmediatas en una entrevista a RPP.
El presidente de la Cámara de Comercio de Apurímac denunció que el Ejecutivo no cumple su función de garantizar la actividad empresarial en su región, la cual ha traído (en tiempos de paz social) la reducción de la pobreza. Edward señaló que la ausencia del Estado azuza la conflictividad y puede ser interpretada como una acción deliberada para generar caos. En medio de dicha crisis, añadió, se presenta el cambio de Constitución como la gran solución a los problemas.
Decir que un cambio constitucional nos traerá más empleo o mejor acceso a la educación y salud, no es correcto. Los tres puntos pasan por mejorar la gestión del Estado, lo que implica utilizar con eficiencia nuestros recursos. Ello no es posible sin funcionarios públicos capacitados y con experiencia. ¿Quién debe hacer las designaciones gubernamentales más importantes? El presidente Pedro Castillo.
El hostil clima político y social no solo aleja las inversiones, sino que además pone en riesgo los negocios de los empresarios de Apurímac y los empleos de miles de trabajadores. Todo ello sucede en un año en el cual las proyecciones dadas sobre la inversión privada son de cero y los peruanos consumimos nuestros últimos ahorros tras dos años de pandemia. Señor Castillo, el Perú ya no puede esperar más a que se decida gobernar.