«Nos comprometemos a ejercer la defensa gremial y a facilitar el entorno empresarial»
Roberto De La Tore se convirtió en el nuevo presidente de la Cámara de Comercio de Lima. A dos años de las próximas elecciones presidenciales, en medio de una recesión y una sociedad altamente polarizada, el líder gremial apuesta por un empresariado que defienda sus legítimos intereses, poniendo al Perú primero.
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Por Claudia Izaguirre
Señor De La Tore, usted asume el liderazgo de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), que ha cumplido 136 años, en un difícil contexto económico y político para el país. En este escenario, ¿cuál será el enfoque de su nueva gestión?
En efecto, este es un momento complicado para el país y para mí es un honor asumir esta responsabilidad. Durante mi gestión, nos enfocaremos en fortalecer los gremios, que constituyen la columna vertebral de la institución, así como las comisiones de trabajo. Esta semana hemos iniciado reuniones con el propósito de acercarnos y escuchar sus necesidades. Asimismo, buscaremos mejorar los servicios destinados a nuestros asociados, con el fin de que se sientan genuinamente representados por la Cámara.
Además, nos comprometemos a ejercer la defensa gremial y a facilitar el entorno empresarial. Trabajaremos de manera coordinada con los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como con todos los actores de la sociedad, con el fin de alcanzar metas concretas. Nuestro objetivo es establecer políticas de Estado que trasciendan los gobiernos y que promuevan la construcción de una sociedad fundamentada en valores, el respeto a la ley y una convivencia saludable, a pesar de las diferencias que podamos tener.
En su discurso inaugural, usted expresó que los dirigentes empresariales deben identificar una agenda mínima de consenso. ¿Cómo planteará la Cámara llevar este proceso?
El nuevo rol del empresario implica ser un partícipe activo en la toma de decisiones que trascienden las actividades comerciales. En un contexto donde la sociedad tiende a polarizarse ideológica y políticamente, es fundamental promover soluciones que impulsen el crecimiento y la competitividad del país. Ante la marcada crispación y polarización, es imperativo buscar una agenda mínima de consenso. ¿Cómo lograremos alcanzarla? A través de cuatro acciones clave: escuchar, articular, conectar y consensuar, con el fin de fomentar la revolución de las conexiones. Solo de esta manera podremos llegar a esa agenda que nos conducirá a establecer políticas de Estado para el desarrollo del país. Esto es lo que todos aspiramos para nuestro querido Perú.
A propósito de ello, usted habló de la necesidad de impulsar la revolución de las conexiones. ¿De qué se trata?
En una sociedad en la que existe una creciente desconfianza, es revolucionario plantearnos no solo escucharnos, sino también conectarnos para sumar a otros. Estamos muy acostumbrados a exigir que las personas o instituciones se sumen siempre a nuestras causas, dejando de lado sus objetivos. Lo que propongo es enfocarnos en el otro, renunciar al ego y ser más humildes. Esta revolución va a comenzar por casa, ya que buscaré acercarme y acercarnos más a las necesidades de nuestros asociados. Estamos bien en la CCL, pero queremos estar mejor. Para eso, tenemos que escuchar, dialogar y cocrear. Por eso, lo primero que haré es acercarme para escuchar y, con ello, articular una mejor propuesta de servicios que atienda sus necesidades. Conectar no solo es revolucionario, sino también pragmático, pues solo así podremos multiplicar y hacer sostenibles nuestros logros.
¿Cuál sería el primer gran tema que usted va a plantear para llamar a este consenso, a esta conexión?
La CCL ha presentado a la opinión pública las primeras dos propuestas de políticas públicas, referidas al fortalecimiento de la democracia y del libre mercado. Quedaban dos sobre la mesa, la disminución de la informalidad y la seguridad ciudadana. El fenómeno de la informalidad es sumamente complejo y no abarca solo aspectos tributarios o laborales, sino también culturales, sociológicos. Precisamente ahí tenemos que hacer intervenir a todos los actores.
Mencionó que la CCL seguirá trabajando en propuestas de políticas públicas, agregando esta vez los temas de educación, salud y justicia. ¿Cuál es su visión respecto a estos puntos?
Lo primero que haremos es desarrollar nuestras propuestas de políticas públicas. Ellas van a ser elaboradas con rigor académico, basadas en ciencia y evidencia. Luego nos sentaremos a la mesa para debatir y dialogar con distintos actores de distintas tendencias. Nuestro objetivo es escuchar todas las voces sin discriminar a nadie.
¿Cuál es su preocupación respecto a la educación y la salud de la mayoría de los peruanos?
La salud y la educación son componentes fundamentales del desarrollo humano, dado que permiten mejorar la calidad de vida a las personas. Respecto a la educación, me preocupa la calidad del servicio que reciben nuestros niños, adolescentes y jóvenes. No podemos permitir en las aulas malos maestros e infiltrados. En cuanto a la salud, no podemos descuidar los tres primeros años de vida. Si no priorizamos, limitamos el desarrollo del cerebro y, por lo tanto, el potencial de aprendizaje de los niños.
¿Cuál será el objetivo de este trabajo de políticas públicas? ¿Las investigaciones y las propuestas serán entregadas al Gobierno o a las instancias pertinentes para que las hagan suyas y las aprueben?
Creo que el fin principal es lograr incidencia, es decir, nuestro trabajo no concluirá con entregar las propuestas, sino cuando se logren cambios reales. Para lograrlo, las propuestas de políticas públicas tienen que ser presentadas a diversas audiencias. Este es un trabajo de evangelización que haremos de puerta en puerta.
Y aquí quiero referirme al poder de las ideas; ellas tienen el potencial para cambiar el rumbo del futuro de todos nosotros, marcan el camino a seguir y evitan que nos desviemos de la ruta de crecimiento. Entonces, la Cámara debe cumplir con el rol de promover el debate de todos los grandes temas nacionales, participando activamente en la construcción de una cultura democrática. Tenemos que trabajar para implementar políticas de Estado de largo plazo, y no que respondan al gobierno de turno. Esto último es muy importante, ya que, por ejemplo, cambiar la educación toma veinte años. Por ello debemos comenzar ya.
Cuando usted asumió la presidencia de la CCL, estaban la presidenta de la república, Dina Boluarte, varios ministros y diversas autoridades. ¿Qué espera que haga el Gobierno prontamente?
Esperamos que convoque al sector privado con un genuino interés de trabajar juntos. El objetivo es llegar a acuerdos. Somos los que podemos dar ideas de cómo mejorar, cómo facilitar los negocios, avanzar en el crecimiento y generar mayor productividad. Como empresarios, además, vivimos a diario las trabas burocráticas o los mecanismos que alientan la corrupción.
¿Podría mencionar algunas medidas urgentes?
El Gobierno tiene dos tareas urgentes: seguridad ciudadana y reactivación económica. La inseguridad afecta a todos, al ciudadano y a las empresas. Por ello, debemos trabajar de manera conjunta para mitigar este flagelo. Para lograr la reactivación económica, la inversión requiere señales claras que den confianza y predictibilidad para creer y para crecer. Lamentablemente, recibimos muchas señales que van en sentido contrario. Un ejemplo de ello es lo sucedido recientemente con el Consejo Fiscal y la falta de voluntad para lograr destrabar los grandes proyectos que hay en cartera.
Mencionó hace un momento que los empresarios sufren trabas, pero también la corrupción. ¿Qué hará por la integridad?
Uno de los ejes transversales de la CCL es la integridad. Con dicho norte impulsamos permanentemente una cruzada de lucha contra la corrupción. La iniciamos por casa, capacitando a los asociados en compliance y, además, realizamos un foro anual de integridad. Pero, desde el año pasado, damos un paso más. Nos estamos involucrando en la capacitación de jóvenes universitarios de los últimos años que están interesados en ejercer la función pública con el ‘Semillero para futuros servidores públicos’. Todas estas iniciativas son lideradas por nuestra Comisión de Integridad, la cual congrega a personas de primer nivel. La importancia de este grupo de trabajo ha llamado la atención del ecosistema empresarial; por ello, hoy no solo participamos en Alliance for Integrity en el Perú, sino que fuimos elegidos para presidir el consejo consultivo de esta plataforma, encargo que ha recibido nuestro primer vicepresidente, Hernán Lanzara.
Al comenzar la entrevista, señaló que uno de sus ejes de trabajo será el fortalecimiento gremial. ¿Qué espera de los gremios?
Esperamos una participación activa tanto de los gremios como de sus asociados, lo cual ha sido prioritario desde el principio. En estos primeros días, se han llevado a cabo reuniones fructíferas con este propósito. El Consejo Directivo y el equipo de la Cámara brindarán respaldo a sus actividades, y se realizará un seguimiento de las agendas de trabajo de cada gremio con las diversas instituciones estatales, para abordar los desafíos específicos de cada sector. El objetivo no es defender los intereses particulares de las empresas, sino buscar lo que beneficie al país, ya sea aumentando la productividad o mejorando la competitividad. Se pretende recoger las propuestas de cada sector y asegurar que las instituciones estatales las consideren y adopten.
Pasando a un plano personal, señor De La Tore, ¿qué figura lo inspira en esta tarea que ha asumido en este gremio histórico?
Para mí es un gran honor que me hayan elegido en este gremio tan importante, de gran trayectoria y representatividad, y con más de 10 000 asociados. Mi inspiración proviene de nuestro distinguido líder y mentor, el ingeniero Samuel Gleiser Katz, un visionario empresario que logró posicionar a la Cámara como un referente en el ámbito empresarial. El crecimiento y éxito de la CCL se deben en gran medida a su dedicación y sacrificio a lo largo de los años. Samuel Gleiser Katz nos inculcó a muchos la vocación de servicio y el amor por la institución y por nuestro país. No puedo dejar de mencionar a Juan Antonio Morales, con quien compartí el camino gremial durante 22 años, tanto en la Cámara como en el gremio de comercio exterior. Recuerdo mucho nuestras conversaciones sobre el crecimiento de la Cámara y cómo los empresarios podíamos contribuir al desarrollo nacional. Ambas figuras permanecerán siempre presentes en mi recuerdo y en mi trabajo futuro.
A nivel personal, me sentiría enormemente satisfecho si logramos convertir a nuestro gremio en un espacio de diálogo y consenso, capaz de articular y conectar con todos los sectores de la sociedad en los temas que nos proponemos abordar. Sin embargo, para lograr este objetivo, es imperativo que todos los miembros de la Cámara trabajemos diligentemente. La colaboración y el compromiso de cada uno de nosotros son esenciales para alcanzar nuestros objetivos.
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