Consumo privado crecería 4,4% en 2022 y solo 2,8% en 2023
Para el segundo semestre, se estima que el consumo privado continuaría desacelerándose hasta alcanzar una tasa de 3%, señaló el IEDEP.
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Por: Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la CCL
El consumo privado es el componente del gasto agregado más importante y, en el caso de la economía peruana, es equivalente al 65% del producto bruto interno (PBI). Dado su tamaño, es considerado determinante en la evolución del PBI y vulnerable a escenarios de alta inflación y elevado costo de crédito.
En el primer semestre del año, el consumo privado avanzó 5,8%. Sin embargo, se observó una desaceleración entre el primer trimestre (6,9%) y el segundo trimestre (4,9%).
Las medidas extraordinarias como el retiro de los fondos de las AFP y la disponibilidad de las CTS, sumado a los bonos entregados a la población en situación de pobreza y vulnerabilidad explican dicho desempeño. A esto se suma el dinamismo del crédito a los hogares, así como la recuperación del empleo formal.
Para el segundo semestre de 2022, se estima que el consumo privado continuaría desacelerándose hasta alcanzar una tasa de 3% para el periodo, con lo cual al cierre de año el avance sería de 4,4%.
Es importante advertir que las políticas que impulsan el consumo privado y que permitirán que el PBI en 2022 crezca en 3,1%, han ido deteriorando el ahorro privado, el cual pasó de un 24,8% del PBI en el primer trimestre de 2021 a 13,8% del PBI en el segundo trimestre de 2022.
Lo que estamos viendo es un desahorro del sector privado que reduce el consumo futuro de los hogares y los recursos necesarios para financiar inversiones futuras.
Crédito de consumo
El crédito de consumo dirigido a los hogares cerró julio de 2022 con un crecimiento de 22,7% según cifras del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Esta tendencia de crecimiento positivo y sostenido se observó en lo que va del año, con tasas de dos dígitos a partir de febrero, como respuesta a la reanudación plena de actividades económicas ligadas al gasto de los hogares y a la recuperación del empleo e ingresos en los hogares.
Así, la ampliación de horarios de atención y la flexibilización de los aforos en diversos establecimientos favoreció a los sectores comercio retail, restaurantes, hoteles y otros servicios que han logrado operar con aforos al 100%, incrementado las posibilidades de consumo de la población.
Importaciones
Las importaciones de bienes de consumo crecieron 4,8% en el primer semestre del año respecto a similar periodo de 2021. En lo que respecta a bienes duraderos, se observó una contracción de 1,2% registrando solo expansiones en enero y junio.
Entretanto, los bienes de consumo no duradero como alimentos, medicamentos, prendas de vestir, calzado y juguetes se expandieron en 9,4% con un crecimiento sostenido mes a mes, con la excepción de febrero (-2,3%).
La menor importación de bienes duraderos, que incluye electrodomésticos de línea blanca y marrón, motos y bicicletas, además de afectar el consumo privado, también lo hizo en el PBI del sector Comercio que registró bajas tasas de crecimiento en abril (2,6%), mayo (2,8%) y junio (2,5%).
Otros sectores altamente correlacionados con el consumo privado son el Transporte y almacenamiento, Alojamiento y restaurantes y Telecomunicaciones. Los dos primeros mostraran avances significativos durante 2022 con crecimientos acumulados de 12,9% y 44,2%, respectivamente. Por su parte, Telecomunicaciones crecerá 2,4%
Empleo formal privado con menor poder adquisitivo
Durante el primer semestre, el empleo formal privado creció a una tasa promedio de 9,3%, teniendo en total 3,8 millones de trabajadores formales. Si bien el ingreso promedio creció a una tasa promedio de 6,7%, en términos reales, es decir, de poder adquisitivo, este se redujo en 3%.
La inflación, que hasta agosto llegó al 6,1%, afectó la capacidad de gasto de los trabajadores formales. Es importante remarcar esto porque si el consumo privado está creciendo es sobre todo por el desahorro de los hogares y por el elevado crecimiento del crédito de consumo.
Otro indicador importante es la masa salarial que resulta del producto del número de trabajadores del sector formal por su ingreso promedio laboral. Este indicador también mostró un rebote estadístico durante 2021 creciendo a tasas de dos dígitos entre abril y noviembre.
Durante 2022 ha sostenido su crecimiento, pero observándose menores tasas en mayo (8,9%) y junio (9,1%), lo que podría significar un freno en el crecimiento del empleo formal en el sector privado.
En lo que resta del año, se espera ciertos picos en la evolución de la masa salarial: julio y diciembre, por gratificaciones de fiestas patrias y fin de año, respectivamente; y noviembre por los depósitos y disponibilidad de la CTS que influirán en el consumo privado.
Perspectivas 2023
No obstante, la expansión de 4,4% para 2022, para 2023 los factores transitorios que han venido impulsando el consumo privado irán disminuyendo, con lo cual su tasa de crecimiento sería de 2,8%.
Si bien el gobierno ha anunciado que mantendrá los subsidios temporales para la población vulnerable se espera que estos mejoren su focalización y no se convierta en una medida generalizada.
Además, las alzas en las tasas de interés frenarán el crecimiento del crédito de consumo. Esta misma tendencia se observa en otras economías de la región como México, Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Colombia y Ecuador, donde según Focuseconomics también se evidenciaría una desaceleración de este agregado macroeconómico, e incluso previendo una leve caída para el caso de Chile.