Uno de cada seis jóvenes en el Perú ni estudia ni trabaja
El fenómeno “nini” afecta al 15,6 % de la población entre los 15 y 29 años en el país. Lima alberga casi a medio millón de personas en esta condición, la mayoría mujeres y con bajo acceso a la educación superior.
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Por Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima
El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) desarrolló un análisis detallado sobre los jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como “ninis”. Este grupo representa una preocupación creciente debido a sus implicancias económicas y sociales, tanto a corto como a largo plazo.
Según estimaciones basadas en la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), el 15,6 % de los jóvenes del país entre los 15 y 29 años se encuentra actualmente en esta condición. Esto equivale a 1 millón 327 mil peruanos, dentro de una población juvenil total de 7,5 millones. La situación refleja un problema estructural que requiere atención prioritaria en las políticas públicas.
Avances en conectividad, pero persistencia de barreras
Como se observa en el gráfico, la residencia urbana de esta población se ha mantenido alta y estable, superando el 90% en los últimos dos años.
Y se ha registrado una mejora notable en el acceso digital, en los últimos años, así el porcentaje de jóvenes “ninis” con conexión a internet creció de 42,4 % en el 2019 a 96,7 % en el 2024. Este incremento responde a la expansión del internet móvil y a políticas de digitalización impulsadas durante y después de la pandemia.
Pese a estos avances, la exclusión financiera aún afecta al 53,6 % de estos jóvenes, aunque ha disminuido significativamente desde el 75,9 % registrado en el 2019. Esta carencia restringe su capacidad de ahorro, acceso al crédito y participación en el sistema formal.
En el ámbito de la salud, la proporción de “ninis” con enfermedades crónicas se mantienen en torno al 34 %, lo que resalta la necesidad de fortalecer la cobertura preventiva. Asimismo, la cobertura en educación superior ha mejorado hasta alcanzar al 25 % en el 2024, pero sigue siendo insuficiente para mejorar sustancialmente su empleabilidad.
Perfil y distribución demográfica
Las mujeres continúan representando a la mayoría de los “ninis”, con un 63,2 % en el 2024, frente al 66,4 % del 2019. Esta ligera disminución no oculta las persistentes barreras de género para acceder al mercado laboral.
El 46 % de los “ninis” se concentra en el grupo de 15 a 19 años, lo que indica una alta incidencia entre adolescentes que recién han egresado del sistema educativo o enfrentan dificultades para integrarse al mercado laboral. Las mujeres representan el 52,8 % de los “ninis” en el rango de 15 a 19 años, pero esta proporción se eleva dramáticamente al 79,3% en el grupo de 25 a 29 años, lo que refleja que las barreras de género también impactan en la prolongación de esta condición.
Geográficamente, el 63,8 % de los “ninis” vive en cinco departamentos: Lima (42,7 %), La Libertad (6,9 %), Lambayeque (4,9 %), Piura (4,7 %) y Loreto (4,6 %). Solo en Lima, se concentran más de 499 mil jóvenes en esta condición, convirtiendo a la capital en el epicentro del problema. Tumbes representa la mayor proporción relativa, con un 27,2 % de su población joven clasificada como “nini”. Le siguen otras regiones con tasas superiores al 15 %, confirmando que se trata de un fenómeno con importantes contrastes regionales.
Condición socioeconómica
La pobreza afecta al 32,5 % de los “ninis” en el 2024. Si bien se observa una leve mejora respecto al 2023, esta población sigue enfrentando una alta vulnerabilidad. La baja tasa de educación superior, apenas un 25 %, limita severamente sus oportunidades laborales y refuerza el círculo de exclusión.
Reflexiones y recomendaciones
La elevada proporción de jóvenes fuera del sistema educativo y laboral representa una amenaza para el desarrollo del país. No solo implica una pérdida de capital humano, sino también un riesgo de exclusión social prolongada.
Frente a ello, el IEDEP, propone medidas urgentes y coordinadas, como el fortalecimiento de una educación de calidad y accesible, programas de formación técnica, iniciativas para prevenir la deserción escolar, políticas laborales inclusivas y acciones específicas para fomentar el emprendimiento juvenil. También es clave implementar educación sexual integral y reforzar los programas de salud preventiva y financiera.
El desafío de reducir el número de “ninis” no solo es una responsabilidad del Estado, sino también de la sociedad en su conjunto. Invertir en la juventud es apostar por el futuro del país.
El fenómeno “nini” afecta al 15,6 % de la población entre los 15 y 29 años en el país. Lima alberga casi a medio millón de personas en esta condición, la mayoría mujeres y con bajo acceso a la educación superior.