Más de 1 500 000 de jóvenes en Perú no estudian ni trabajan
Los conocidos como los ninis representan un desafío y una oportunidad para el desarrollo del Perú, con importantes implicaciones sociales, económicas y de políticas públicas que requieren atención y acción continua.
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Por Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima
En los últimos años, el Perú ha experimentado cambios notables en la estructura demográfica y social, especialmente entre la juventud. Con un acceso mejorado a la educación y la tecnología, los jóvenes están más conectados e informados que nunca. Sin embargo, se enfrentan a desafíos significativos, como la inserción laboral en un mercado competitivo y la adaptación a un entorno en constante cambio.
En 2023, el segmento joven en el país alcanzó los 7 500 000 de personas, representando la cuarta parte de la población. Este grupo, comprendido por personas entre los 15 y 29 años, constituye una fuerza laboral emergente en búsqueda de oportunidades. Dentro de este segmento, se destaca el grupo conocido como los ninis (ni estudia ni trabaja), quienes no están matriculados en programas educativos y tienen limitada participación laboral.
El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) realiza un seguimiento regular de los ninis en el Perú, identificando sus principales características y monitoreando su evolución. En 2019, había aproximadamente 1 300 000 de Ninis en el país, cifra que aumentó drásticamente a 2 200 000 en el año 2020 debido a la crisis generada por la pandemia del COVID-19, y que desde entonces ha mostrado una tendencia a la baja.
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), al 2023, el 20,1 % de los jóvenes peruanos son ninis, lo que equivale a más de 1 500 000 de personas a nivel nacional. Este grupo se complementa con jóvenes que trabajan y estudian (15,7 %), solo estudian (45,6 %) y solo trabajan (18,1 %).
Los números de los Ninis
En términos económicos, el ingreso promedio mensual en los hogares de los ninis ha mostrado un aumento progresivo, pasando de S/ 2 555 en 2019 a S/ 2 769 en 2023. Sin embargo, la pobreza sigue siendo un desafío significativo, afectando al 34,7 % de los ninis en 2023, un incremento notable respecto al 21,1 % registrado en 2019. Cabe destacar que este dato es congruente con el aumento de la pobreza de la población total con respecto al 2022.
Entre tanto, la participación femenina entre los ninis ha disminuido ligeramente. En 2019, el 64 % eran mujeres, mientras que, en 2022, esta proporción se redujo al 61,2 %, hasta ubicarse en 2023 en 58,5 %, dato que evidencia aún una brecha de género de 17 puntos porcentuales. El acceso a la educación superior también muestra fluctuaciones, con una proporción del 28,5 % en 2023, frente al 30,9 % de 2019 y al 25,8 % de 2022.
En el ámbito financiero, la exclusión de los ninis de este sistema ha disminuido notablemente, pasando del 72,1 % en 2019 al 57,4 % en 2022 y al 52,4 % en 2023, reflejando una mayor inclusión financiera en este grupo demográfico.
En cuanto a la salud, la incidencia de enfermedades crónicas es preocupante, afectando al 32,2 de los ninis en 2023, aunque mostrando una ligera mejoría respecto a años anteriores (30.6 % en 2019, 33,1 % en 2021 y 34 % en 2022).
Por su parte, el acceso a internet ha mejorado significativamente entre los ninis, alcanzando el 95,6 % en 2023, lo que refleja una mayor conectividad especialmente en áreas urbanas, donde reside la mayoría de este grupo demográfico (91,8 % en 2023). Para dimensionar el avance, es importante mencionar que, en 2019, solo el 45,3 % de los ninis tenía conexión, mientras que, en 2022, esta cifra aumentó al 67,8 %.
Finalmente, la distribución etaria muestra que el 44,4 % de los ninis en 2023 son jóvenes entre 15 y 19 años, seguidos por 29,5 % entre 20 y 24 años, y el 26,1 % entre 25 y 29 años.
En términos de empleo, es importante señalar que se considera como ninis también a aquellos jóvenes que están en búsqueda activa de trabajo, pero no logran conseguirlo. En 2023, estos representaron el 16,2 % de total de este segmento de la población que ni estudia ni trabaja, un leve incremento respecto al 15 % de 2022. Entre tanto, los ninis con desempleo oculto (comprende a las personas que, teniendo deseos de trabajar, no realizan la búsqueda activa de trabajo, porque no creen posible encontrarlo, ya sea por falta de motivación, oportunidades o porque el mercado impone ciertos requisitos que ellos no creen posible cumplir) en los últimos años representan alrededor del 4 %.
De otro lado, la distribución geográfica de los ninis muestra una concentración significativa en Lima, donde hay 657 000 de estos jóvenes, representando el 43,3 % del total nacional. Otras regiones con alta concentración incluyen La Libertad (6,8 %), Arequipa (5,5 %) y Piura (5,3 %), reflejando una cierta correlación con otras variables sociales como los niveles de inseguridad en estas áreas. Por otra parte, si observamos el peso de los ninis en cada departamento, 1 de cada 3 jóvenes de Tumbes son de esta condición, una cifra preocupante para un departamento tan pequeño y de poca población. Del mismo modo, en ocho departamentos del país se observa que entre el 20 % y 25 % de sus jóvenes no están estudiando ni trabajando; entre estos figuran Madre de Dios y Tacna (23,4 % cada uno), Loreto (23,2 %) y Moquegua (20,8 %).
Medidas para reducir el número de NINIS
Como puede verse, los ninis representan un desafío y una oportunidad para el desarrollo inclusivo del Perú, con importantes implicaciones sociales, económicas y de políticas públicas que requieren atención y acción continua. Para reducir su número se deben implementar diversas estrategias y políticas que aborden tanto las causas estructurales como las circunstancias que llevan a los jóvenes a esta condición. Algunas medidas claves son implementar una educación de calidad y accesible, impulsar la formación técnica y combatir la deserción escolar. También se debe, entre otras medidas, fomentar el emprendimiento juvenil, crear políticas laborales inclusivas y desarrollar programas de reinserción juvenil.
Finalmente, es importante señalar que reducir el número de ninis en el Perú no es solo una responsabilidad del Gobierno, sino de toda la sociedad en su conjunto, incluyendo el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y las familias. Es crucial trabajar de manera coordinada y sostenida para ofrecer a los jóvenes oportunidades reales de desarrollo personal y profesional, asegurando un futuro más prometedor y próspero para todos.
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