Hugo Perea: “Gasto en entretenimiento y restaurantes impulsan el consumo privado”

¿Cómo se ha comportado el consumo privado en el primer trimestre?

Tenemos un indicador de alta frecuencia para tratar de anticipar el dato, en base a información del gasto con tarjetas de crédito, débito, retiros de efectivo de las familias (Big Data de Consumo para Perú de BBVA Research), pero siempre sale con un rezago. Por ello, las cuentas del primer trimestre recién las tendremos a mediados de mayo.

 

Pero, lo que estamos viendo es una tendencia decreciente del comportamiento del consumo privado en lo que va del año. Así, en los tres primeros meses de 2023 el consumo se ralentiza, en un contexto en el que pierde dinamismo la generación de empleo y en el que hubo una erosión de la capacidad adquisitiva de la gente por la inflación y por enfrentar altas tasas de interés. A esto se suma que se han dado eventos puntuales que también han introducido alguna desaceleración adicional que estuvieron vinculados a la convulsión social en las zonas afectadas, así como el ciclón Yaku.

 

¿Se puede hacer una proyección del desempeño trimestral y anual del consumo privado?

Estamos anticipando que tendrá un crecimiento de alrededor del 2% en el primer trimestre de este año (con respecto a similar período 2022), en línea con lo anticipado en la última proyección macro que hicimos a fines de marzo. Estamos incorporando varios elementos y tendencias que estamos viendo y, para 2023, proyectamos un crecimiento del 2,3%. Antes de todos los acontecimientos que han pasado e incluso antes del golpe de Estado realizado por Pedro Castillo el 7 de diciembre pasado, se tenía una visión más constructiva del consumo privado, y se esperaba un incremento del 2,5% para este año.

 

¿Cuáles son los rubros que vienen teniendo un comportamiento más dinámico en consumo privado?

En gasto por rubro, lo que ha estado más dinámico en el primer trimestre de este año con respecto a enero-marzo de 2022 es entretenimiento, lo que incluye bares discotecas, casinos, loterías, cines, clubes, que creció a un ritmo de 29%. Asimismo, el gasto de turismo se incrementó en 17% y de restaurantes en 12% (ver cuadro).  Ya todos los rubros de gasto que medimos están por encima del nivel prepandemia (2019). En el caso de algunos rubros ya se está normalizando el consumo, como en los supermercados, donde el gasto ya se moderó, teniendo en cuenta que en pandemia se compraba para almacenar, pero aun así está por encima del nivel prepandemia.

 

Acciones de mejora

¿Cómo se puede lograr mejorar la proyección anual de crecimiento anual del consumo privado?

La capacidad de consumo está directamente relacionada con el crecimiento de la economía del país y estamos anticipando que esta solo crecerá 1,9%.  En ese contexto de bajo dinamismo económico, la generación del empleo va a ir lenta. Por tanto, si los puestos de trabajo no crecen a la velocidad adecuada, el incremento del consumo se mantendrá en niveles relativamente acotados.  Entonces, las medidas puntuales para apuntalar el consumo tienen que ver más con generar mayor dinamismo en la economía

 

¿Cómo se lograría dinamizar la economía del país y, por ende, fomentar el consumo?

Lamentablemente nos hemos visto afectados por una serie de choques que tienen que ver con temas políticos, anomalías climáticas, entre otros que afectan la economía y, por tanto, el empleo. Lo que sí podría ayudar, es mejorar el clima de negocios, porque esto mejora la intención de inversión de las empresas y esto genera más empleo y jala más consumo. Pero, para lograr esto, se necesita una mayor distensión política y que haya menor ruido político.

 

 

 

BBVA

 

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Sector agro perdería hasta S/ 50,8 millones diarios por intensas lluvias e inundaciones

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) estimó que el sector agro registraría una pérdida diaria de hasta S/ 50,8 millones debido a las intensas lluvias e inundaciones registradas en regiones declaradas en emergencia como Tumbes, Piura, Cajamarca, Lambayeque, La Libertad, Áncash y Lima.

 

“Estos eventos climatológicos vienen perjudicando a la producción agraria que, a la fecha, han afectado a más de 8.000 hectáreas que pertenecen a cultivos de mango, maíz, banano, limón, legumbres y guisantes; así también a más de 5.000 agricultores, donde la mayoría forma parte de la agricultura familiar y que depende del ingreso diario”, resaltó el presidente del Gremio para la Protección de Cultivos (Protec) de la CCL, Rubén Carrasco.

 

Precisó que el mayor número de agricultores afectados está en Lambayeque y Tumbes, siendo esta última región la que necesita con urgencia infraestructura de riego adecuada como represas, canales principales y drenaje, obras de ingeniería necesarias para seguir impulsando la actividad agrícola y enfrentar eventos climatológicos como el ciclón Yaku.

 

En relación al cultivo de arroz, sostuvo que este cereal podría resistir a las intensas lluvias dado que es una planta acuática que no es tan sensible como otros cultivos y requiere volúmenes considerables de agua para su crecimiento. Este cereal se cultiva mayormente en las regiones de La Libertad, Lambayeque, Cajamarca, Tumbes y Piura.

 

Alza de precios

Respecto a los precios, Rubén Carrasco sostuvo que el limón, mayormente proveniente de Sullana y Tambogrande (Piura), viene registrando un alza de 19%. Otros productos como frutas (banano y mangos) y algunas hortalizas también registran un incremento que oscila entre 10% a 15%. “Ello, debido al bloqueo de vías y carreteras, que perjudican a los pequeños agricultores que deben asumir mayores costos en transporte”, comentó.

 

Ante estas circunstancias, precisó que la recuperación del sector agrario y de los propios agricultores dependerá en gran medida del apoyo del Gobierno y la planificación adecuada con gobiernos regionales y locales, ya sea con la reconstrucción de infraestructura de carreteras y canales de riego, además del apoyo financiero, considerando además un eventual fenómeno de “El Niño Costero”.

 

En ese sentido, Rubén Carrasco estimó que la recuperación de los agricultores frente a los desastres naturales generadas por el ciclón Yaku podría darse entre seis meses a un año. “Lo que urge es celeridad en la rehabilitación de canales principales y carreteras en la zona norte del país, considerando que impulsan la actividad agroexportadora y el consumo interno”, anotó.




Rosa Bueno: El verdadero desastre somos nosotros

Los efectos del llamado ciclón Yaku, similares a los de un Niño Costero no son el verdadero desastre que sufre el país, sino la mala gestión de las autoridades, la falta de una adecuada supervisión territorial y la indiferencia general para prevenir los embates de la naturaleza que ya anuncia un nuevo Niño Costero, cuya magnitud no se puede predecir aún. Esperemos que sea leve como señalan nuestras autoridades.

 

Si bien la zona norte del país, no fue el centro de las protestas y los daños económicos causadas por estas no la golpearon como a la zona sur, hoy está seriamente afectada por las lluvias incesantes que amenazan con seguir. En Piura, Lambayeque, La Libertad y Ancash, alrededor de 521 000 empresas, que representan el 13,8 por ciento del universo empresarial –en su gran mayoría, mypes– están siendo impactadas negativamente, especialmente en la actividad agropecuaria, manufacturera, de comercio y de transporte.

 

Según las estimaciones del Instituto de Economía de la Cámara de Comercio de Lima IEDEP, las regiones afectadas generan en conjunto ventas diarias en el sector agropecuario de 848 millones de soles, en turismo y hotelería 216 millones y en comercio 6800 millones, las que evidentemente están en peligro.

 

Otro efecto negativo en la economía es la menor capacidad de pago de los créditos, tanto de personas naturales como de empresas, que en las regiones norteñas mencionadas representan el 7,4 por ciento de las colocaciones totales del país. Estos créditos se otorgan en su mayoría a través de microfinancieras, por lo que se debe hacer un seguimiento a su tasa de morosidad. Ya en enero, dicho indicador en las cajas rurales superó el 14 por ciento en lo que se refiere a micro y pequeñas empresas.

 

No se salvan las finanzas públicas, que también quedarán golpeadas por la menor recaudación de impuestos tan importantes como el de la renta y el IGV. Los ingresos tributarios que aportan las regiones afectadas alcanzan el 4,5 por ciento de la recaudación nacional.

 

Cientos de economías familiares han sido arrasadas. Las condiciones de vida de la población, de la cual alrededor de 1.5 millones se encuentra en condición de pobreza, han desmejorado aún más, por la destrucción de importante infraestructura física, la  caída de la actividad económica y el empleo (que en la zona afectada es formal en casi 20%).

 

Perú en un país expuesto constantemente a fenómenos naturales que desembocan en la caída de huaicos e inundaciones. Después del último Fenómeno del Niño de 2017, se llegó a la conclusión de que se necesitaba una reconstrucción, pero con cambios. Seis años después enfrentamos dichos fenómenos, con los mismos resultados de desastre y desolación.

 

El presupuesto del Plan Integral para la Reconstrucción con Cambios asciende a 50 833 millones de soles, equivalente a un 5 por ciento del producto del país. Sin embargo, a la fecha se ha ejecutado 21 817 millones, dirigidos a la reconstrucción de la infraestructura física y social, con un avance del 69 por ciento; pero en lo que respecta a la gestión de ríos y quebradas, el avance fue de apenas 25 por ciento.

 

Es importante recordar que el riesgo de un Fenómeno del Niño sigue latente. Según la Comisión Multisectorial Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), existe una mayor probabilidad de que continúe el calentamiento anómalo observado, por ello, modificó el sistema de alerta de “No activo” a “Vigilancia de El Niño costero”. Los riesgos que trae este fenómeno se mantienen, con una posible desaceleración del PBI como la del 2017 o, peor aún, cercana a las caídas de 10,4 y 0,4 por ciento de 1993 y 1998.

 

Los empresarios estamos comprometidos en acciones de ayuda social, estamos, apoyando el Programa “Con Punche Perú Solidario”, entre otros, pero no es suficiente, debemos asumir una responsabilidad mayor. Debemos fiscalizar a las autoridades encargadas de las obras de prevención o hacernos cargo directamente de estas obras en nuestras zonas de influencia a través de herramientas como APPs u Obras por Impuestos. La solución no pasa por cambiar los nombres de las Autoridades, lo que hay que cambiar es la forma de gestionar y hacerlo con eficacia y eficiencia.

 

Basta de diagnósticos, debemos pasar a la acción inmediata. Se viene un nuevo Niño Costero, advertidos estamos.