Ingresos por Impuesto a la Renta crecieron 21,1% en febrero 2023, señaló BCR

Los ingresos por impuesto a la renta en Perú aumentaron en 21,1% interanual en febrero último, principalmente por la mayor recaudación del impuesto a la renta de personas jurídicas y por regularización, informó el Banco Central de Reserva (BCR).

 

La recaudación del impuesto a la renta de personas jurídicas subió 26,3% interanual en febrero. En este grupo, los pagos a cuenta de personas jurídicas domiciliadas aumentaron en 26,8%.

 

El BCR indicó que el ingreso del régimen general creció en 28,2%, registrándose mayores ingresos provenientes de todos los sectores, con excepción de construcción; en tanto que, los pagos a cuenta de las personas jurídicas no domiciliadas registraron un incremento de 22,1%.

 

Regularización

La regularización del impuesto a la renta en febrero aumentó 104,8%, debido al registro de ingresos extraordinarios en febrero de 2023 por acciones de fiscalización tributaria.

 

Asimismo, la recaudación del impuesto a la renta de personas naturales disminuyó en 0,2% interanual, por menores ingresos por rentas de segunda y cuarta categorías. A nivel acumulado, la recaudación del impuesto a la renta creció en los dos primeros meses del año en 13,7% frente al mismo periodo de 2022.




Cepal: Pobreza en América Latina cerrará en 32,1% en el 2022

A fines de 2022 la pobreza en América Latina se situará en 32,1% de la población (porcentaje que equivale a 201 millones de personas) y la pobreza extrema en 13,1% (82 millones) , es decir, una leve disminución del nivel de pobreza y un leve aumento de la pobreza extrema respecto a 2021, debido a efectos combinados del crecimiento económico, la dinámica del mercado de trabajo y la inflación, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

 

«Estas cifras implican que 15 millones de personas adicionales estarán en la pobreza con respecto a la situación previa a la pandemia y que el número de personas en pobreza extrema será 12 millones más alto que el registrado en 2019», aseveró .

 

Los niveles proyectados de pobreza extrema en 2022 representan un retroceso de un cuarto de siglo para la región, subraya el organismo regional.

 

Pese a la leve disminución registrada en 2021, las proyecciones indican que las tasas de pobreza y extrema pobreza se mantienen en 2022 por encima de los niveles prepandemia en América Latina y el Caribe, dijo la Cepal en su informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022 presentado en Santiago de Chile y que aborda como tema central la educación y su rol en el debate de políticas para la recuperación en la región.

 

“Después de un fuerte crecimiento de la pobreza y un leve aumento de la desigualdad de ingresos en 2020, a consecuencia de la pandemia por COVID-19, el 2021 dio cuenta de una reducción de las tasas de pobreza extrema y pobreza y un crecimiento de los estratos de ingresos medios, que no fue suficiente para revertir completamente los efectos negativos de la pandemia”, explica la publicación.

 

De esta forma, en 2021 la tasa de pobreza de América Latina alcanzó el 32,3% de la población total de la región (una disminución de 0,5 puntos porcentuales respecto a 2020), mientras que la tasa de pobreza extrema fue de 12,9% (0,2 puntos porcentuales menos que en 2020).

 

Desigualdad

Al igual que en años anteriores, la Cepal señala que la incidencia de la pobreza es mayor en algunos grupos de la población en la región: más del 45% de la población infantil y adolescente vive en la pobreza y la tasa de pobreza de las mujeres de 20 a 59 años es más alta que la de los hombres en todos los países. De igual forma, la pobreza es considerablemente más alta en la población indígena o afrodescendiente.

 

En 2021, la desigualdad de ingresos (medida por el índice de Gini) disminuyó levemente con respecto al 2020 en América Latina, situándose en 0.458, en niveles similares a los de 2019.

 

Desocupación

En tanto, la desocupación proyectada para 2022 representa un retroceso de 22 años, afectando especialmente a las mujeres, para las que la desocupación sube de 9,5% en 2019 a 11,6% en 2022.

 

“La cascada de choques externos, la desaceleración del crecimiento económico, la débil recuperación del empleo y la inflación al alza profundizan y prolongan la crisis social en América Latina y el Caribe”, planteó José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL, durante la presentación del documento.

 

“No se ha logrado revertir los impactos de la pandemia en materia de pobreza y pobreza extrema y los países enfrentan una crisis silenciosa en educación que afecta el futuro de las nuevas generaciones”, advirtió el alto funcionario, quien llamó a los países a invertir decididamente en educación y a convertir esta crisis en una oportunidad para transformar los sistemas educativos.

 

Apagón educativo

América Latina y el Caribe sufrió el apagón educativo más prolongado a nivel internacional (en promedio 70 semanas de cierre de establecimientos frente a 41 semanas en el resto del mundo), lo que exacerbó las desigualdades preexistentes en materia de acceso, inclusión y calidad.

 

En este período, una de las principales limitaciones para la continuidad educativa fueron las desigualdades en el acceso a conectividad, equipamiento y habilidades digitales. En 2021, en 8 de 12 países de la región más del 60% de la población pobre menor de 18 años no tenía conectividad en el hogar.

 

De no actuar ahora, la Cepal advierte sobre el “riesgo de cicatriz permanente en las trayectorias educativas y laborales de las generaciones más jóvenes” de la región.

 

Asimismo, de acuerdo con el organismo regional de las Naciones Unidas, ya se han medido pérdidas de aprendizaje en el Caribe y, en América Latina, el porcentaje de jóvenes de 18 a 24 años que no estudia ni trabaja de forma remunerada aumentó de 22,3% en 2019 a 28,7% en 2020, afectando especialmente a las mujeres jóvenes (36% de ellas se encontraba en esta situación, comparado con un 22% de los hombres).

 

Brechas de género

Por otra parte, persisten brechas de género importantes en términos de desempeño y áreas de formación. En promedio, las estudiantes mujeres tienen peores desempeños en matemática y ciencias durante la educación básica, disparidades que se profundizan en los cuartiles de ingresos más bajos. Asimismo, en la mayoría de los países de la región la proporción de mujeres graduadas en carreras CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) no supera el 40%.

 

Pese a los avances de las últimas décadas en acceso e inclusión educativa en todos los niveles, desde la primera infancia a la educación superior, los países de la región arrastraban serias deudas en igualdad y calidad previo a la crisis provocada por la pandemia, que ya hacían difícil alcanzar las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 4 para el año 2030. En línea con la Cumbre sobre Transformación de la Educación de las Naciones Unidas celebrada este año, el documento entrega diversas recomendaciones de política para hacer de esta crisis una oportunidad de transformación.

 

La institucionalidad social es un factor crítico para la efectividad de las políticas sociales y un elemento transversal para alcanzar un desarrollo social inclusivo, sostiene la CEPAL en el Panorama Social 2022.

 

Gasto social

 

El gasto social del gobierno central alcanzó un 13% del PBI en 2021 en América Latina, nivel inferior a 2020 pero muy superior al registrado en las últimas dos décadas. En el Caribe el gasto social llegó a 14,1% del PBI en 2021, marcando un nuevo máximo histórico.

 

En 2021, el gasto en educación alcanzó 4,1% del PBI (30,5% del gasto social total) en América Latina y el Caribe. “Si bien el promedio del gasto público en educación de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en 2019 alcanzó el 4,9% del PIB, cifra levemente superior a la de la región (4% del PIB en 2019), el gasto en educación por nivel educativo es 6 veces el monto por estudiante de América Latina y el Caribe en preprimaria, 5,7 veces en primaria, 5,3 veces en secundaria y 6,1 veces en educación terciaria”, especifica la publicación.

 

“Estamos ante una cascada de crisis que ha exacerbado las desigualdades y carencias de la región. No es momento para cambios graduales, sino para políticas transformadoras y ambiciosas”, reiteró José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la Cepal.

 

“Se requieren esfuerzos intersectoriales de política pública que vinculen la oferta educativa con la salud, el trabajo y la protección social, y que permitan asentar mecanismos para garantizar un nivel de bienestar e ingresos en una era de volatilidad e incertidumbre”, apuntó el alto funcionario e instó a los países a construir “nuevos pactos sociales acompañados de contratos fiscales para avanzar en el fortalecimiento de la democracia, la cohesión social y garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas de protección social en la región




BVL: Tips para invertir tus ingresos adicionales de fin de año

La Bolsa de Valores de Lima (BVL) promueve la inversión de los fondos adicionales de fin año, en el mercado de valores. Para lograr una buena inversión, es importante planificarse para empezar capacitándose sobre cómo invertir; orientarse, para entender el riesgo que esto amerita; y, por último, estar bien informado, porque todo lo que pase alrededor, va a tener impacto sobre las decisiones de inversión que se tomen.

 

Es así, que, desde la BVL, se indica los pasos a seguir para realizar tu inversión:

 

1. Conoce en qué valores puedes invertir

Existe una amplia variedad de instrumentos de inversión en la BVL, que pertenecen a diversos sectores económicos, y los puedes aprovechar según tu interés. Entre ellos contamos con instrumentos de Renta Fija (Bonos y Papeles comerciales), Renta Variable (acciones peruanas, acciones extranjeras y ETF), FIBRA y Fondos de Inversión, entre otros.

 

2. Define cuánto puedes invertir y el perfil de inversionista a seguir

Los fondos disponibles del último trimestre del año, suelen ser la CTS, gratificación o bonos de desempeño, los cuales pueden ser invertidos según tus objetivos trazados y el perfil de inversionista a seguir, como ser conservador, moderado o arriesgado.

 

3. Hacerte cliente de una SAB

La BVL no maneja directamente la compra y venta de acciones. Para ello existen las 20 Sociedades Agentes de Bolsa (SAB), reguladas y autorizadas por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV). Ahora puedes acceder a ellas, a través de sus app o web. Enseguida te designarán un representante bursátil para acompañar tu proceso de inversión.

 

Las SAB cobran una comisión por cada transacción de compra o venta; y todo proceso de transferencia de dinero se realiza a la cuenta bancaria de la SAB, nunca a cuentas personales o entregas de dinero en efectivo.

 

4. Define bien tu estrategia de inversión para rentabilizar tu dinero

Es recomendable dividir la cantidad total que queremos invertir en partes iguales, e ir invirtiéndolo en intervalos de tiempo regulares, así logramos reducir el riesgo que nos supondría si el mercado sufre una fuerte caída justo después de haber materializado nuestra inversión.

 

Es importante saber que las ganancias por la inversión en valores, se visibilizan en el mediano y largo plazo, es decir a partir de un año en adelante. Para mayor información de cómo invertir en la BVL, puedes visitar el siguiente enlace: https://www.bvl.com.pe/educacion/invertir-en-la-bvl.




Déficit fiscal anual de Perú fue de 2,4% en febrero de 2022

El déficit fiscal anual de Perú continuó disminuyendo, al pasar de 8,9% del Producto Bruto Interno (PBI) en febrero de 2021 a 2,4% del PBI en febrero de 2022, debido principalmente al crecimiento de los ingresos corrientes del gobierno general, por la coyuntura favorable de los precios de exportación y la recuperación de la actividad económica, a lo que se suman los ingresos extraordinarios por deudas tributarias y fiscalización.

 

En febrero, el sector público no financiero registró un déficit de S/ 2.057 millones, menor en S/ 1.109 millones al del mismo mes de 2021, producto del aumento de los ingresos tributarios del gobierno nacional y de la reducción de los gastos no financieros del gobierno general, tanto corrientes como de capital.

 

Ello fue atenuado parcialmente por el menor superávit en el resultado primario de las empresas estatales y el mayor servicio por intereses de la deuda pública.

 

Ingresos corrientes

 

Los ingresos corrientes del gobierno general aumentaron en 12,4% entre febrero de 2021 y 2022. El aumento de los ingresos tributarios en 11,3% se explica, principalmente, por los mayores pagos del impuesto a la renta de personas jurídicas y personas naturales, la mayor recaudación por el Impuesto General a las Ventas (IGV), en particular del IGV a las importaciones, por los mayores ingresos por Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) e Impuesto Especial a la Minería.

 

Entre los ingresos no tributarios destacaron los mayores ingresos por regalías y canon petrolero y gasífero.

 

Gastos

 

Los gastos no financieros del gobierno general disminuyeron en 6,0% interanual, debido a la contracción del gasto del gobierno nacional en 11,0%.

 

Según rubros, esta disminución se registró en el gasto corriente (-3,7%), por el menor nivel de transferencias, principalmente de transferencias a los hogares en el marco de la estrategia para enfrentar el Covid-19; en el gasto en formación bruta de capital (-16,9%), en los tres niveles de gobierno; y en otros gastos de capital  (-10,8%), debido a un menor nivel de transferencias al Programa de Saneamiento Urbano y al Fondo Mivivienda por el Bono de Buen Pagador, principalmente.

 

Superávit fiscal

 

En el primer bimestre de 2022, se registró un superávit fiscal de S/ 2.631 millones, monto mayor en S/ 1.738 millones al resultado del mismo período de 2021 (S/ 893 millones).

 

El aumento de los ingresos corrientes del gobierno general en 13,9% con relación a similar periodo de 2021, reflejó los mayores ingresos tributarios en 14,5% y no tributarios en 11,8%.

 

Los gastos no financieros del gobierno general disminuyeron en -0,7% versus enero – febrero de 2021, producto del menor gasto en formación bruta de capital (-10,8%) en los tres niveles de gobierno.

 




Brecha de ocupación entre hombres y mujeres bajó pero creció diferencia de ingresos

La brecha de ocupación laboral entre hombres y mujeres disminuyó en 18% lo cual evidencia que la mujer viene recuperando los espacios de trabajo que perdió en los últimos años, informó el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

 

Tras registrarse un incremento atípico de la brecha de ocupación laboral de varones y mujeres en el año 2020, de 19.3%; en el 2021 alcanzó los 18.1% siendo ligeramente inferior a la registrada en el 2004, que fue de 18,9%.

 

Ingresos

 

Sin embargo, esta mejora no se ve reflejada en los ingresos pues la brecha salarial entre hombres y mujeres aumentó en 8,6% en el 2021 con respecto al año 2020 según datos de la Encuesta Nacional de Hogares sobre Condiciones de Vida y de Pobreza (ENAHO) 2004-2021 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

 

Asimismo, en 10,7% se incrementó, en el 2021, el ingreso laboral de los hombres mientras que el de las féminas se redujo en 1,1%.

 

En el sector privado, la brecha salarial entre hombres y mujeres aumentó en 2,2% en el 2021 en comparación al año 2020, indicó el MTPE.

 

De esta manera, el ingreso laboral de los hombres se incrementó en 6,3% en el 2021 mientras que el de las mujeres se incrementó en 3,5%. Estos porcentajes evidencian señales de la recuperación de los ingresos tanto para varones como para mujeres.

 




Creación de empleo formal y aumentos salariales se frenarán sin mayor inversión privada

Las bajas proyecciones de crecimiento económico para el 2022 frenarían las mejoras en los ingresos laborales y el aumento de puestos de trabajo del sector formal privado observadas durante los últimos nueve meses del año 2021.

 

Si bien la fuente de la recuperación del PBI en el 2021 fue la mejor performance del consumo privado, un crecimiento económico sostenido requiere de una mayor inversión privada, mejor infraestructura que mejore la productividad y, por ende, genere mayores puestos de trabajo e ingresos para los trabajadores.

 

Datos globales a noviembre 2021

El empleo y el ingreso laboral del sector formal privado han venido mejorando sostenidamente en los últimos ocho meses. En noviembre pasado, el ingreso promedio se ubicó en S/ 2.560, creciendo en 12,6% respecto a similar mes del año 2020. Si tomamos en cuenta los 3’971.962 trabajadores ocupados en el sector formal privado a dicho mes, la masa salarial supera los S/ 10.000 millones, un 21,5% superior respecto al 2020.

 

Por su parte, el sector público ocupa un total de 1’625.034 trabajadores, lo que representa el 29% del total del empleo formal en la economía. Estos importantes montos permiten en parte explicar el gran impulso del consumo privado que se estima en 11,4% para el 2021.

 

Sin embargo, es importante evaluar si la mejora de los ingresos es la misma para todos los trabajadores o si es que se mantienen algunas brechas como en periodos anteriores. En este caso el análisis se realizará con la información disponible al mes de setiembre del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE).

 

► Empleo formal aumentó en noviembre por cuarto mes consecutivo

► INEI: Empleo en Lima aún está por debajo de niveles prepandemia

 

Por ingresos laborales

Los mayores puestos de trabajo creados en el sector formal privado se identifican en aquellos que ganan entre S/ 2.001 y S/ 3.000 (19,8%) y más de S/ 3.000 (18,1%). Se observó también que a medida que bajó el rango de ingresos, el crecimiento del empleo fue menor, así entre S/ 1.001 y S/ 2.000, creció en 7,2%; y hasta S/ 1.000, en 6,4%.

 

A pesar de estos cambios positivos, se mantiene la forma piramidal en el mercado formal privado, donde un 69,7% viene recibiendo ingresos hasta S/ 2.000 y un 30,3% por encima de dicho monto.

 

Brechas por sector económico

Se ha considerado el número promedio de trabajadores entre enero y setiembre del 2021 y se ha comparado aquellos que ganan menos de S/ 1.000 con aquellos que ganan por encima de los S/ 3.000 como una forma de medir la brecha de ingresos.

 

Como es de esperar, aquellos sectores caracterizados por una menor productividad acumularán un mayor número de trabajadores en el rango de menor ingreso salarial.

 

Los resultados se han comprobado sobre todo en sectores como el Agrícola, donde, por cada trabajador que gana más de S/ 3.000 hay diez que perciben menos de S/ 1.000. Hay que tomar en cuenta que la agricultura es el sector productivo con mayor desigualdad y menor productividad laboral, concentrando alrededor del 12,1% del empleo formal.

 

Asimismo, la proporción entre trabajadores de bajos con altos ingresos disminuye hasta 2,6 en el sector Comercio, en Manufactura es 1,7 y en Servicios y Construcción es 1,4.

 

Sin embargo, esto no se cumple en Minería, pues el número de trabajadores que ganan S/ 3.000 supera en 5,6 veces a aquellos que reciben por debajo de los S/ 1.000, siendo la minería la actividad con menor participación (2,9%) en el empleo formal privado.

 

Estos resultados son lógica consecuencia de las diferencias en productividad. Por ejemplo, con datos del 2020 se estima que la productividad media de un trabajador del sector de Minería es casi 44 veces la de un trabajador del sector Agrícola, 17 veces la de un trabajador del sector Comercio, 9 veces respecto a uno del sector Construcción y alrededor de 7,2 veces respecto a su similar del sector Servicios.

 

Por sexo

Entre setiembre del 2020 y del 2021 el empleo de mujeres creció en 12% y el de hombres en 9,2%. Si consideramos los trabajadores que ganan hasta S/ 1.000, se observa que el número de puestos de trabajo aumentó en el caso de mujeres en 9,4% y en el caso de hombres en 4,7%. Las mismas características se observaron en aquellos trabajadores que perciben entre S/ 1.001 y S/ 2.000, es decir, un mayor incremento en el empleo de mujeres (12,1%) respecto a hombres (4,4%).

 

Este patrón cambia para rangos de mayores ingresos. Para aquellos trabajadores que perciben entre S/ 2.001 y S/ 3.000, el empleo en el caso de hombres se incrementó en 19,4% y en mujeres en 18,3%. Asimismo, para aquellos que ganan más de S/ 3.000 el empleo de hombres creció en 19,1% y en mujeres en 15,0%, una tasa menor.

 

La mayor demanda de trabajadoras mujeres para empleos de bajos ingresos y de hombres para altos ingresos se puede explicar si tomamos en cuenta cuales son los sectores productivos que alcanzaron una mayor recuperación.

 

El mayor crecimiento de empleo formal se ha dado en el sector Construcción (25%), donde la proporción de trabajadores hombres respecto a mujeres es de 6 a 1.

 

Entretanto, un menor dinamismo se observó en Comercio (8,5%) y Servicios (8,7%) en donde la proporción de hombres a mujeres es de 1,4 y 1,6, respectivamente. Como se sabe, las medidas de control de pandemia provocada por la COVID-19 vienen afectando sobre todo al sector terciario de la economía limitando su dinamismo y restringiendo un mayor impulso en su demanda de trabajadores.

 

Por tamaño de empresa

El empleo formal evaluado para empresas con distinto número de trabajadores se expandió en mayor porcentaje en mujeres que en hombres. En el caso de empresas de 1 a 10 trabajadores, el empleo de mujeres creció en 12,3% y de hombres en 8,4%.

 

Similar patrón se observó en el caso de empresas de 11 a 100 trabajadores (13,7% vs 9,2%) y de 100 a más trabajadores (11,4% vs 9,5%).

 

Finalmente, hay que considerar que la mejora de los ingresos de los trabajadores no se logra por decreto, sino que más bien es consecuencia de ganancias en la productividad de los trabajadores, impulsada por una mayor formación o capacitación, de una mayor densidad de capital de las empresas y de un crecimiento económico sostenido.




Pobreza monetaria alcanzó al 30,1% de peruanos el 2020 por covid-19

En el año 2020, la pobreza monetaria afectó al 30,1% de la población del país, incrementándose en 9,9 puntos porcentuales en comparación con el año 2019; así lo informó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). En los últimos cinco años la población en situación de pobreza aumentó en 8,3 puntos porcentuales y en la última década disminuyó en 0,7 puntos porcentuales.

 

Es importante señalar que, el aumento de la pobreza estaría asociado a la paralización de la mayoría de las actividades económicas, ante el Estado de Emergencia Nacional y el aislamiento social obligatorio por la presencia del COVID-19 en el país, establecido mediante el Decreto Supremo N° 044-2020-PCM, publicado el 16 de marzo del año 2020 en el diario oficial El Peruano y que fuera ampliado a través de diversos Decretos Supremos.

 

El INEI precisó que, la Línea de Pobreza es el equivalente monetario al costo de una canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos, que para el año 2020 asciende a S/ 360 mensuales por habitante, la persona cuyo gasto mensual es menor a S/ 360 es considerada pobre; para una familia de cuatro miembros el costo de una canasta básica de consumo es de S/ 1. 440 mensual.

 

Asimismo, la Línea de Pobreza Extrema, considera a la población cuyo gasto por habitante no cubre el costo de la canasta básica de consumo alimentaria, que para el año 2020 se calcula en S/ 191 mensuales por persona, considerándose pobres extremos a las personas cuyo gasto mensual no cubre el valor de la canasta básica de consumo alimentaria; para una familia de cuatro miembros asciende a S/ 764 mensual.

 

La medición de la pobreza en el Perú se efectúa a través del gasto, ya que esta variable se aproxima a una cuantificación de los niveles de vida de lo que las personas y los hogares consumen, compran y adquieren.

 

Pobreza en área rural

 

Según ámbitos geográficos, la pobreza afectó al 45,7% de la población del área rural y al 26,0% del área urbana; incrementándose en 4,9 puntos porcentuales y 11,4 puntos porcentuales, respectivamente; al compararla con el año 2019.

 

Por dominios geográficos, los mayores niveles de pobreza se registraron principalmente en la Sierra rural (50,4%), seguido de la Selva rural (39,2%) y Costa rural (30,4%). Sin embargo, los mayores incrementos se dieron en Lima Metropolitana (de 14,2% a 27,5%), seguido de la Sierra urbana (de 16,1% a 27,0%) y la Costa urbana (de 12,3% a 22,9%).

 

Grupos de departamentos

 

En el año 2020, se conformaron cinco grupos de departamentos con niveles de pobreza estadísticamente semejantes. En el primer grupo con los mayores niveles de pobreza se encuentran Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Huánuco, Pasco, Puno, cuya pobreza monetaria se ubica en el rango entre 41,4% a 45,9%. En el segundo grupo se incluye a Amazonas, Áncash, Apurímac, Cusco, Junín, La Libertad, Loreto, Piura, Provincia Constitucional del Callao y Tumbes en un rango de 31,3% a 34,6%.

 

El tercer grupo está conformado por Lima Metropolitana, Lima Provincias, San Martín, Tacna y Ucayali, cuya pobreza monetaria se ubica en un rango de 23,9% a 28,6%. En el cuarto grupo se encuentran Arequipa, Lambayeque y Moquegua en un rango de 15,1% a 19,5% y en el quinto grupo con menor incidencia de pobreza de 6,6% a 11,3%. se encuentran los departamentos de Ica y Madre de Dios.

 

Pobreza extrema afectó al 5,1% de la población

 

Durante el año 2020, la pobreza extremaafectó al 5,1% de la población del país, aumentando en 2,2 puntos porcentuales en comparación con el año 2019. En los últimos cinco años, la pobreza extrema aumentó en 1,0 puntos porcentuales y en los últimos 10 años se redujo en 2,5 puntos porcentuales.

 

Asimismo, la pobreza extrema afectó mayormente a la población del área rural (13,7%) en comparación con la del área urbana (2,9%). Entre los años 2019 a 2020, la pobreza extrema aumentó en la Sierra en 3,4 puntos porcentuales (de 6,5% a 9,9%), Selva en 2,1 puntos porcentuales (de 3,9% a 6,0%) y en la Costa en 1,7 puntos porcentuales (de 0,6% a 2,3%).

 

Comportamiento del gasto

 

En el año 2020, el gasto real promedio mensual por persona fue S/ 673, disminuyendo en 16,0%, al compararlo con el nivel de gasto del año anterior. El gasto real promedio mensual por habitante descendió en todos los dominios geográficos y quintiles del gasto; al compararlo con el año 2019.

 

Igualmente, el ingreso real promedio mensual por habitante fue de S/ 837, cifra que comparada con el año 2019 bajó en 20,8%.

 

En el año 2020, el 70,2% de los hogares del país cuentan con servicio de agua, saneamiento y electricidad. En el periodo 2010-2020, esta cobertura creció en 10,1 puntos porcentuales y en el quinquenio 2015-2020 en 3,8 puntos porcentuales.