Rosa Bueno: Poder y responsabilidad
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Hay una frase que día a día gana más adeptos: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, y ella se aplica más que nunca sobre los políticos que tienen la obligación de gobernar con prudencia, proactividad y voluntad de servir a sus naciones.
Lamentablemente, esto no sucede en el Perú. Los ciudadanos nos remangamos las mangas para trabajar duro con el fin de recuperar el tiempo perdido durante los encierros de la pandemia, corremos contra el reloj para adecuarnos a los retos que la crisis alimentaria mundial nos presentará y soltamos cada lastre que nos impide avanzar, pero no tenemos la misma fuerza de voluntad en nuestros líderes.
La semana pasada hemos visto espantados una noticia tras otra, mientras que escuchamos más excusas que indignación sobre hechos de corrupción que deben ser investigados sin tardanza y evitando la politiquería barata que nos llevaría a perder la ya escasa confianza ciudadana en sus instituciones.
Inesperadamente, al terminar la semana se anuncia la posibilidad de convertir en feriado el lunes 13 de junio, fecha en la cual nuestra selección nacional de fútbol enfrenta a su par de Australia. El ministro de Cultura, Alejandro Salas, sostiene que la economía nacional no se vería afectada, sino beneficiada. Sin embargo, los centros de investigación y los gremios asociados a la Cámara de Comercio de Lima opinan lo contrario.
El impacto más fuerte lo tendría el PBI, dado que podría significar la pérdida de hasta S/ 1.500 millones. Necesitamos un gobierno promotor de la actividad económica, no uno que busque paralizar el país dando un feriado que no se necesita y que es inesperado.
En los sectores manufacturero, intermediación financiera, educación y administración pública las pérdidas de ventas por dejar de trabajar una sola fecha serían S/ 880 millones.
¿Justifica la medida? El horario del partido coincide con el almuerzo, motivo por el cual restaurantes y bares esperan ventas por S/ 52 millones solo el día del repechaje. Estos establecimientos ahora deberán enfrentar los sobrecostos que significa trabajar un feriado no previsto. Así, las expectativas de que sea un buen día se diluyen.
Ante dicha realidad, genera sospechas la intención de dar un feriado el día del partido, pero que también está marcado como la fecha en la cual el presidente Pedro Castillo debe comparecer frente a la Fiscalía de la Nación.
Ciertamente, no ha sido el presidente Castillo quien ha promovido esta iniciativa, dado que participa en la IX Cumbre de las Américas en Estados Unidos, sin embargo, es claro que su gabinete no se atrevería a hacerlo sin su visto bueno.
Señores del gobierno y del Congreso, ejerzan ese poder, que con ansias buscaron en las elecciones que se presentaron hace un año. Es momento de que lo hagan con la responsabilidad que el Perú les demanda.