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Rosa Bueno: “Necesitamos consensuar una agenda de acuerdos mínimos para impulsar reactivación económica”

Estamos en un panorama complicado por la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania. ¿Cómo asume la conducción de la CCL en este contexto?

Los tiempos complicados no han terminado. Atravesamos una pandemia cuyo virus, dos años después, aún confina en sus hogares a millones de personas en el mundo. Mientras convivimos con los tambores de la guerra en Ucrania, la economía mundial y nacional se encuentran seriamente afectadas con incrementos de precios y del costo del dinero.

 

Asimismo, vivimos una crisis logística que golpea a todos los países y estamos inmersos en una crisis política que comienza a afectar los servicios ciudadanos básicos y los conflictos sociales van en aumento. Los momentos que nos tocarán vivir serán aún más difíciles, si no hacemos algo para evitarlo. En estas circunstancias asumo la presidencia de la CCL, con el ánimo de unir a los empresarios y políticos para la recuperación del país.

 

Ello, porque, pese a las crisis que nos ha tocado vivir, los empresarios nunca hemos perdido la esperanza. La innovación, el emprendimiento y el orgullo del trabajo duro han sido parte del ADN de los peruanos, quienes mostrábamos a los inversionistas y visitantes lo que teníamos que ofrecer en materia de inversiones y turismo.

 

Los empresarios nos convertimos en los embajadores del boom peruano, que muchos titulaban como el milagro latinoamericano. Sin embargo, eso no quiere decir que todo estaba bien, pues se quedaron en el tintero las reformas necesarias para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los peruanos. Tal vez si hubiéramos avanzado en la reforma de salud, no hubiéramos tenido que lamentar los más de 200.000 muertos producto de la pandemia. ¡Hoy, nuevamente, la patria nos llama y aquí estamos los empresarios!

 

Entonces, ¿cuál debería ser el rol del empresariado ante esta coyuntura política y económica?

Sin duda, debemos unir esfuerzos y lograr consensos para salir adelante. La historia así lo señala. Por eso, aquí estamos los empresarios nuevamente cansados de estériles agitaciones políticas y ansiosos de aplicar nuestras fuerzas para procurar mejoras en nuestro camino al desarrollo.

 

Desde la CCL hemos planteado a los otros gremios empresariales del país consensuar una agenda de acuerdos mínimos que permitan impulsar la reactivación económica, así como exigir al Gobierno que implemente las políticas públicas urgentes para atender a los sectores más vulnerables de la población, lo cual no pasa por la convocatoria de una Asamblea Constituyente.

 

Luego de que nuestro país creciera en promedio 5% entre los años 2000 y 2018, logrando reducir la pobreza monetaria en casi 60% de la población, hoy se requiere alcanzar la inclusión de la mayor cantidad de peruanos, para lo cual son necesarias una serie de reformas.

 

Hay que trabajar aún en esa ansiada inclusión y esta se debe lograr manteniendo la economía de mercado, a través de una saludable macroeconomía, con un nivel de endeudamiento bajo y reservas suficientes para solventar crisis externas. Esto debe ser complementado con mayor dinamismo de la inversión pública y privada.

 

¿Cuáles son las propuestas que tiene la CCL al respecto?

No solo tenemos propuestas en los temas de coyuntura económica, sino una mirada de largo plazo. Queremos incidir en los cambios estructurales que nos proyecten a un país más justo e igualitario, fortaleciendo nuestra democracia, el Estado de derecho, que protege nuestras libertades individuales y los derechos humanos de todos los peruanos.

 

Nuestras propuestas están alineadas al objetivo de acceder a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), para conectarnos al mundo y lograr que las empresas peruanas se ubiquen en las escalas más altas de las cadenas globales de valor, aprovechando las nuevas tecnologías; con mejores reglas y prácticas, cuidando nuestro ambiente y a nuestras comunidades para que sean parte de todo este proceso.

 

No obstante, necesitamos y exigimos un Estado eficiente y eficaz, transparente e íntegro. Y, por nuestra parte, debemos colaborar con esas mismas prácticas en el logro de las metas de desarrollo de nuestro país. En una economía social de mercado, todos debemos comprometernos en el bien común.

 

Por ello, desde la CCL haremos política presentando propuestas de políticas públicas, para alcanzar nuestro objetivo común: el bienestar del Perú.

 

¿Qué es lo más urgente que se necesita hacer en el Perú?

Necesitamos generar mercados más competitivos, abiertos, transparentes, sostenibles y con más competencia, donde las micro, pequeñas y medianas empresas puedan crecer y generar empleo digno y formal; disminuyendo las diferencias entre trabajadores, empresas y regiones.

 

Hace un par de años, la CCL preparó un estudio que hacía propuestas para lograr la inclusión en la formalidad de más empresas y trabajadores, con algunos cambios de política tributaria, laboral y de seguridad social, en pro del trabajador y de las pymes.

 

Dicho documento fue presentado de manera desinteresada a las autoridades. Lamentablemente, la turbulencia política desvió el interés en temas tan relevantes como este y no se avanzó en dichas reformas tan importantes para el desarrollo del país.

 

Somos testigos de que la turbulencia política se mantiene, y es, sin duda, una de las razones que alimentan la crisis por la que estamos atravesando.

 

Pero no es la primera vez que pasa. Tras la Guerra del Pacífico y durante la lucha contra el terrorismo nos encontramos en escenarios muy similares.

 

¿Qué enseñanzas nos dejan estos 134 años de existencia que tiene la CCL como gremio empresarial?

La CCL fue el primer gremio empresarial del Perú y nació de las cenizas de la Guerra del Pacífico. Es importante señalar que en esos momentos el Perú estaba quebrado, enlutado y dividido. La reconstrucción nacional era un reclamo general.

 

Los ciudadanos entendieron que debían dejar de lado sus diferencias para reconstruir el Perú. Por ello, empresarios con vocación patriótica decidieron fundar en abril de 1888 la CCL. Este gremio nació con la misión de participar activamente en la reconstrucción y ayudar a resanar el dañado tejido social de la postguerra.

 

Sin embargo, en su historia la CCL hizo mucho más que eso. Ha sido precursora de la Justicia Arbitral en el Perú, de la Ley de Bancos, de la creación de la Caja de Depósitos y Consignaciones, que luego dio origen al Banco de la Nación, del registro de protesto, del Código de Comercio y de la Ley General de Sociedades. Un largo camino colaborando con el fortalecimiento de la institucionalidad en el Perú.

 

¿Cuál es su objetivo como nueva presidente de la CCL?

Nuestra meta es avanzar en la formación de un Centro de Pensamiento, con la autoridad que nos otorgan nuestros miles de asociados, micros, pequeños medianos y grandes empresarios. La diversidad de intereses de los mismos nos obliga a fijar posiciones técnicas, transversales, claras y transparentes.

 

No agotaremos nuestros esfuerzos en la elaboración de propuestas sustentadas, sostenibles y técnicas, sino que las socializaremos entre las autoridades que deben ejecutarlas y, lo más importante, las difundiremos entre los ciudadanos a lo largo y ancho del país para explicarles los beneficios que una economía de mercado tiene para ellos.

 

Para lograr estos objetivos trabajaremos con Perucámaras, esfuerzo de descentralización gremial que impulsó nuestra institución gremial.

 

Llegó la hora de unirnos en torno a la defensa de la economía social de mercado, la que ha demostrado ser eficiente en la lucha contra la pobreza y el desarrollo del país. Las cifras así lo demuestran.