Los riesgos de la depreciación del conocimiento en el Perú

La competitividad de los profesionales peruanos, independientemente de su edad, se encuentra en riesgo ante un desfase cada vez más rápido de los conocimientos adquiridos en las instituciones educativas. Incluso, la experiencia laboral puede que tampoco sea suficiente. ¿Cómo evitamos que nuestro conocimiento se deprecie?

 

Partamos por identificar las formas en las que el conocimiento se devalúa. Esto puede darse por el grado de obsolescencia tecnológica, impulsada por la innovación; por la rotación de quienes lo poseen (cambios de empleo, de puestos, proyectos o funciones) o; por el surgimiento de nueva información o metodologías de trabajo, etc.

 

Según el estudio Árbol de la Productividad-competitividad Sostenible, elaborado por la Cámara de Comercio de Lima (CCL), con el cual se evaluaba los índices de competitividad en el mundo; en el campo de la educación, el Perú se ubicó en el puesto 79 de un total de 125 países. Esta es una situación que puede empeorar con la depreciación del conocimiento.

 

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Ante ello, es fundamental que los profesionales se actualicen de manera anual e incluso semestral siguiendo un plan de carrera que guíe sus capacitaciones, las mismas que deben estar en función a sus objetivos, tanto profesionales como personales.

 

La permanente innovación en todos los campos del conocimiento lleva también a prever ramas y especialidades que tendrán una mayor preponderancia en el futuro o que quizás inclusive se encuentren, en este momento, apenas en ciernes.

 

Es importante señalar que las actualizaciones en el conocimiento van más allá de llevar un programa o curso de posgrado, ya sea presencial o en línea. Se requiere estar al tanto de las noticias y tendencias que involucran al sector en el cual uno se desempeña o tiene interés en desarrollarse. La lectura y el análisis crítico son dos herramientas que nos permiten tener un panorama más claro de cómo evoluciona el mundo.

 

Por tanto, estudiar una maestría o un programa de posgrado ya no alcanza para que un profesional sea competitivo en el mercado en un periodo largo de tiempo. Estos estudios y grados académicos son importantes y se deben llevar para alcanzar posiciones más gerenciales pero deben ir acompañadas de actualizaciones semestrales o anuales. Opciones para aprender hay, tomando en cuenta las diversas ofertas académicas, tanto pagadas como gratuitas.

 

Por ejemplo, los cursos online masivos abiertos (MOOC) o los seminarios o workshops que realizan las diversas escuelas de negocios o asociaciones empresariales, son alternativas al alcance de todos. Por eso, no hay excusas y depende de cada uno tener interés en seguir aprendiendo para cuidar que su conocimiento, evitar que quede relegado en el tiempo y ser disruptivo uno mismo.