Las energías renovables van a paso lento en el Perú
Nuestro país va quedando atrás en la carrera de los países por tener cada vez más participación de energías limpias en su matriz energética. Por lo pronto, el IEDEP identificó 97 megaproyectos en el sector electricidad para el periodo 2022-2028, con un compromiso de ejecución por US$ 14.850 millones. Del total, 89 son de fuentes de energías convencionales.
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Por: Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima
Una de las consecuencias más evidentes del enfrentamiento entre Rusia y Ucrania es la nueva mirada a las energías renovables no convencionales como un mecanismo de escape para lograr superar la dependencia energética de Rusia. Planes anunciados como REPower EU en Europa hablan de un mayor ritmo de transición de energía limpia para adicionar 900 gigavatios hasta el 2030.
Como se sabe las energías renovables son una fuente limpia y de bajo costo que permitiría sustituir a la industria de combustibles fósiles. La Unión Europea (UE) importa el 90% del gas que consume, siendo Rusia quien abastece más del 45% de dichas compras. En ese sentido, REPower EU apunta a diversificar el suministro de gas, intensificar el empleo de gases renovables y sustituir el gas en la calefacción y la generación de electricidad.
Esto, sin duda, hace atractivo el mercado europeo para las empresas que dominan el mercado mundial de energías limpias. China es el mayor proveedor de infraestructura solar y, al cierre 2021, el 40% de sus exportaciones solares tuvieron como destino Europa, lo que podría incrementarse a razón del 15% durante el resto de la década.
Perú en carrera lenta por energías limpias
Por su parte, en la región nuestros aliados comerciales Chile y Colombia vienen logrando destacados avances en materia de energía limpia de alta tecnología. En el caso de Chile, en el 2011 las energías renovables contaban con capacidad instalada de 540 megawatts (MW) y hoy dicha cifra ha aumentado más de 10 veces.
A esto se suma que, en el 2020, dicho país alcanzó el 20% de la participación de energía limpia en su matriz energética, cifra que supuso alcanzaría recién en el 2025. Actualmente, la participación de las plantas de energías renovables no convencionales equivalente al 26%. De ellos, más del 7,2% corresponde a la energía eólica.
A la par, Colombia está emprendiendo una revolución de energías renovables, las que ya superan el 16% de la matriz energética. El objetivo al 2023 es que la energía renovable no convencional alcance una participación por encima del 20%. Solo en febrero pasado Colombia inauguró dos centrales y priorizará 6 proyectos en su plan de expansión de la red de poliductos.
En contraste, la participación de las energías renovables no convencionales en el Perú equivale solo al 1,3% en el caso de la energía solar y 2,7% en eólica.
A febrero del 2022, la producción de energía eléctrica en el Perú generó 4.686 GWh, es decir, una tasa de crecimiento de 5,4% respecto a similar periodo del año anterior.
De acuerdo con estadísticas oficiales del Ministerio de Energía y Minas (Minem), la principal fuente de producción es la hidráulica con 65% de participación, seguida de la térmica con 31% y compuesta por gas, diésel y carbón; y en menor medida las energías eólicas y solares con una participación conjunta de 5,1%.
Estos incrementos de la producción, alentados por la reactivación de diversos sectores, han permitido que el PBI de Electricidad y agua crezca 3,1% en enero del presente año y acumule once meses en terreno positivo.
Proyectos de inversión eléctricos
El IEDEP ha identificado 97 megaproyectos en el sector electricidad para el periodo 2022-2028, con un compromiso de ejecución por US$ 14.850 millones. Es importante señalar que 89 de dichos proyectos corresponden a fuentes de energía convencionales. Entre ellos, 56 proyectos se desarrollarán en centrales hidroeléctricas, seguido de 20 proyectos entre enlace y línea de transmisión, cuatro en electrificación rural y dos centrales termoeléctricas.
Destaca la baja inversión en energías renovable no convencionales presentes en cinco centrales solares y tres centrales eólicas que representan US$ 930 millones, vale decir el 6,3% de la inversión total.
Según la modalidad de inversión, 80 proyectos fueron adjudicados e integran la cartera vigente de Osinergmin, en donde 60 de ellos no cuentan con ejecución presupuestal, empezando por la paralización de los dos mayores proyectos en hidroeléctricas, ambos diseñadas en el río Marañón.
Estos son los proyectos Chacín II y Veracruz. Ambas represas están cerca de cumplir 8 años desde la firma del contrato de ejecución y llevan un avance físico de obras del 0%. Se esperaba que en el corto plazo generaran 600 MW y 635 MW, respectivamente, para las regiones de Cajamarca y Amazonas.
Un tercer megaproyecto Huallaga I (US$ 988 millones), aún sin ejecución, se encuentra dentro de los plazos e iniciaría obras en marzo 2023. Toda la cartera de 80 proyectos adjudicados presenta a febrero un nivel de avance acumulado del 7,2%.
En el segundo grupo están las APP, proyectos a la espera de ser adjudicados. Entre los tres principales sobresalen Enlace Huánuco-Tocache-Celendín-Trujillo (US$ 586 millones), Enlace 500 kV Celendín – Piura, ampliaciones y subestaciones asociadas (US$ 282 millones). Ambos enlaces tienen la finalidad de reforzar y mejorar la capacidad de transmisión en la zona norte.
Adicionalmente, en el proyecto de interconexión Perú-Ecuador, se ubica el proyecto Transmisión 500 kV Subestación Piura Nueva-Frontera (US$ 177 millones), que enlazará la Subestación Chorrillos en Ecuador con la Subestación La Niña en Perú.
Finalmente, el tercer grupo lo conforman los proyectos de inversión pública. Entre los más importantes se encuentran el Programa de ampliación de la frontera eléctrica III etapa- PAFE III, en Cajamarca, con una inversión de US$ 114 millones, así como el proyecto Instalación del sistema de electrificación rural de las cuencas de los ríos Cenepa, Comaina, Numpatkay y Santiago, distritos fronterizos del Cenepa, Imaza y río Santiago, región Amazonas por US$ 35,6 millones. En esta categoría el avance representa apenas el 9,6% de la inversión total.
En síntesis, las iniciativas de inversión son muy atractivos y prometedoras en papeles, pero resultan muy endebles en el trayecto y culminación de obras.
Se necesitan mejorar aspectos estructurales como el fortalecimiento de instituciones para gestión, fiscalización y rápidas soluciones para el destrabe de proyectos. Entretanto, se continuarán mellando los beneficios sociales y económicos de una mayor cobertura y capacidad de energía.