La clase media y el duro golpe de la pandemia

Distintos organismos internacionales coinciden en la retroalimentación que existe entre crecimiento y clase media.

 

En ese sentido, se afirma que los países con un mayor porcentaje de hogares de clase media impulsan un mayor crecimiento económico debido a la mayor formación de capital humano y acumulación de infraestructura, promueven mayores emprendimientos, apoyan mejores políticas económicas nacionales, más democracia y una menor inestabilidad política.

 

Otras instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirma que es el mayor crecimiento económico el que expande y consolida la clase media, en un proceso donde los grupos sociales van mejorando su calidad de vida, pasando de clase pobre a vulnerable, y de vulnerable a clase media.

 

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En el caso de América Latina y el Caribe (LATAMC) se observa un avance significativo en los planos económicos y sociales debido al crecimiento económico sostenido experimentado en el periodo 2000-2019. Sin embargo, la crisis de la COVID-19 ha puesto en riesgo a la clase media que podría perder tal condición.

 

Estándares de la clase media

 

Para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en un estudio publicado en 2011 la composición de la clase media en LATAMC está dada por un grupo heterogéneo que, para fines comparativos, no corresponde con los estereotipos y características de la verdadera clase media de la mayoría de los países de la OCDE y los países desarrollados.

 

En la región, dicho grupo social dista mucho en cuanto al poder adquisitivo, nivel de educación y nivel de seguridad del empleo en comparación con aquella de las economías avanzadas.

 

En esa dirección, un análisis del BID resaltaba la caída de la pobreza monetaria de la región entre 2002 y 2018, la cual pasó de 42,3% a 23,1%, siendo Perú uno de los casos exitosos.

 

Pero, en 2019 solo el 4% de la población de ingresos medios se encontraba suficientemente lejos de la línea de pobreza.

 

El resto carecía de mecanismos que los ayuden a enfrentar una recesión profunda y no retrocedieran a una situación de pobreza. Para el organismo dicha vulnerabilidad estaba asociada a la calidad del empleo.

 

LATAMC tiene un acceso limitado a la seguridad social, solo a través de un empleo formal, lo que expone a los trabajadores a riesgos de pérdida de ingresos por enfermedad, desempleo y sin acceso a una pensión de jubilación. Esta realidad en los países de la región transparentaba la debilidad de la clase media.

 

En el 2018, por ejemplo, menos de un tercio de los trabajadores de ingresos medios en Bolivia y Colombia tenían contratos permanentes y más del 40% eran trabajadores por cuenta propia. En Chile, en el 2017, el 30% de los trabajadores de ingresos medios no cotizaba a la seguridad social; y en Argentina la cifra era de 46%.

 

Metodología

 

El IEDEP se propone describir a la clase media peruana para identificar qué aspectos deben ser fortalecidos para su consolidación.

 

Para ello, se considera que una persona es de clase media si sus ingresos diarios oscilan entre US$ 10 y US$ 50 expresados en paridad de poder adquisitivo (PPA) o, en otras palabras, si en el año 2020 los ingresos diarios de esa persona iban desde S/ 17,9 hasta S/ 89,6 que, expresados para un hogar de cuatro personas, serían ingresos mensuales desde S/ 2.149 hasta S/ 10.746.

 

Para los cálculos se usó la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), que contiene la información de los ingresos monetarios nominales netos de los hogares sobre los cuales se aplican las tasas de conversión de PPA obtenidas del Fondo Monetario Internacional (FMI), permitiendo hallar los ingresos diarios en PPA para cada persona, que definen si es o no de clase media.

 

Clase media 2020

 

En el 2004, solo el 17% de la población peruana pertenecía a la clase media, mientras que en el 2019 esta alcanzó el 43,6%. Entre dichos años, el PBI creció en 122,4% y el consumo privado en 126,9%, lo que permitió que más de 9,5 millones de personas se sumaran a este grupo poblacional.

 

El crecimiento económico, acompañado de mayores y mejores condiciones de empleo e ingresos, así como una expansión del crédito privado del 580% en términos nominales para el mismo periodo, cooperaron a la expansión de la clase media no solo en la costa del país, sino que se expandiera en todo el territorio nacional.

 

No obstante, en el 2020, la profunda crisis provocada por la COVID-19 afectó a dicho grupo social reduciéndolo hasta el 24% de la población (nivel similar al de 2007), es decir, cerca de 6,3 millones de personas menos que en 2019.

 

Esta reducción fue dispar entre regiones, pues en especial fueron más golpeadas aquellas dependientes de los sectores comercio y servicios, las que han sido afectados en un mayor tiempo por las medidas focalizadas para enfrentar la pandemia por la COVID19.

 

Los departamentos con mayor caída en puntos porcentuales fueron Áncash (-20,2), Arequipa (-31,0), Ica (-25,0), La Libertad (-21,4), Lima (-28,9), Madre de Dios (-22,7) y Tacna (-23,0).

 

En tanto, las regiones con caída intermedia fueron Cusco (-16,9), Huánuco (-10,0), Junín (-12,9), Lambayeque (-14,1), Moquegua (-16,1), Pasco (-14,4), Piura (-14,6), San Martín (-10,1), Tumbes (-18,8).

 

Finalmente, aquellas con caída baja fueron Amazonas (-6,7), Apurímac (-7,7), Ayacucho (-7,4), Cajamarca (-6,2), Huancavelica (-5,1), Loreto (-6,8), Puno (-8,4) y Ucayali (-7,5).

 

 

Características de la clase media

 

En cuanto a su educación, el 25,3% de las personas de clase media mayores de 15 años alcanzaron nivel educativo superior universitario, el 18,2% nivel superior no universitario, el 39,4% nivel secundario y el 14,6% nivel primario.

 

Se aprecia que una alta proporción, 54,4%, aun no alcanza una mayor formación que mejore su capital humano y que le permita consolidarse en la clase media.

 

El 68,2% de las viviendas que ocupan los hogares de clase media son propias, totalmente pagados; mientras que el 12,2% son alquiladas y el 13,6% fueron cedidas por otro hogar o institución. Llama la atención que de aquellos hogares con vivienda propia, el 33,5% no tiene título de propiedad.

 

En ese sentido, se identifica que aún hay espacio por parte del sector público y privado para financiar el acceso a vivienda propia, y para continuar con el proceso de formalización de la vivienda (titulación).

 

 

 

Por otro lado, el 69,2% de las personas de clase media mayores a 14 años se encuentran ocupadas, el 26,5% forma parte de la población inactiva y el 4,3% restante es desempleada. De los ocupados, el 59,8% tenía un empleo informal, de los cuales alrededor del 45% son trabajadores independientes.

 

Estas características, como parte de la realidad de la región, permiten identificar una de las mayores fuentes de vulnerabilidad de la clase media peruana, pues al no operar en la formalidad no dispone de protección social y se dificulta su acceso al financiamiento.

 

 

Impacto en el mundo

 

En el informe de Pew Research Center (2021) se muestra también la caída en el crecimiento de la clase media y el aumento desproporcional de la pobreza en el mundo, debido a la recesión económica.

 

El informe detalla el mayor impacto en siete regiones. En las Economías avanzadas se registró incrementos de 16 millones de personas de clase media debido a la caída en el nivel de ingresos altos en esos países. Por su parte, en Europa y Asia Central se registraron un millón de personas más.

 

En tanto, la caída de la clase media mundial se centró en el sur de Asia (32 millones) específicamente en la India, revirtiendo años de progreso en este frente seguidos por el este de Asia y el Pacífico (19 millones).

 

Mientras que en América Latina y el Caribe y África central y del Norte las caídas fueron de ocho millones en cada uno, finalmente África Sub-sahariana presento caída de cuatro millones.