Inversión pública con bajo desempeño

La desaceleración de la economía peruana para 2023, con un crecimiento proyectado de apenas 2,4% fuerza al Gobierno a realizar una mayor inversión pública que contribuya a dinamizar la inversión privada y el PBI.

 

Esto debe significar en que, tanto el gobierno nacional como subnacional, sean más eficaces al momento de ejecutar los recursos públicos sobre todo los destinados a inversión.

 

El análisis a continuación compara en cuánto ascendió el gasto público entre enero y julio de 2022, con respecto a similar periodo de 2021, así como el nivel de ejecución respecto al presupuesto anual.

 

Gasto público 2021 vs 2022

El presupuesto público se estructura en gasto corriente, gasto de capital y servicio de deuda. Entre enero y julio de 2022, el gasto público total ascendió a S/ 109.353 millones, cifra 5,2% menor a la registrada en similar periodo de 2021. Lo más lamentable, es que el gasto de capital (inversión pública) en los primeros siete meses de 2022 fue 28,4% menor a lo ejecutado en 2021.

 

Esto significa que, la inversión pública, importante motor de la economía, brindó un menor aporte al crecimiento económico. En ese sentido, en este aspecto es necesario el compromiso del nuevo ministro de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, para acelerar la inversión pública y así dinamizar la inversión privada y el PBI.

 

La proporción entre gasto corriente respecto a gasto de capital es también algo que debe ser corregido. Entre enero y julio pasado, el gasto en personal y obligaciones sociales supera a la inversión pública, llegando a una tasa de 3,2 veces en el caso de gobiernos regionales y de 2 veces para el gobierno nacional.

 

Gasto en bienes y servicios

Se ha asignado un presupuesto de alrededor de S/ 51.589 millones para el gasto en bienes y servicios, de los cuales, al mes de julio, ya se utilizó el 50%. Las distintas partidas que la conforman, al ser parte del gasto corriente, tienen altas tasas de ejecución pues son gastos que no se pueden postergar como es el pago de remuneraciones y pensiones.

 

Sin embargo, dentro del gasto de bienes y servicios, se tiene el rubro de servicio de mantenimiento, acondicionamiento y reparaciones –entiéndase como mantenimiento de infraestructura–, el cual, con un presupuesto anual de S/ 5.502 millones, tiene el menor nivel de ejecución (37,7%).

 

Específicamente, la ejecución en mantenimiento de carreteras, caminos y puentes no concesionados fue del 28,7%; en mantenimiento de carreteras y puentes concesionados (45,2%); y en edificaciones, oficinas y estructuras (34,9%).

 

Es importante advertir que, si no se realiza el mantenimiento de la infraestructura, se acelera su desgaste y los recursos para su recuperación serán aún mayores. Este tipo de gasto, además, tiene un impacto importante en empleo y es un gasto muy eficiente dentro de la estructura del gasto corriente.

 

Programas Sociales

Juntos, Pensión 65 y Qali Warma son los tres programas sociales más importantes de lucha contra la pobreza en el Perú, con presupuestos de S/ 960 millones, S/ 938 millones y S/ 1.939 millones, respectivamente, para 2022. Esto significó incrementos, respecto a 2021, de 2,6%, en caso de Juntos; 5,6% en Pensión 65; y de 9% en Qali Warma. Entre enero y julio del presente año se observó una ejecución conjunta del 50,5% del presupuesto.

 

Gastos de capital

La ejecución del gasto de capital o inversión pública, sobre todo aquella dirigida a infraestructura física o social, es un mecanismo importante para lograr un mayor PBI y la reducción de la pobreza debido a las posibilidades de generación de empleo e ingresos para las familias.

 

El presupuesto de inversión pública figura dentro de la categoría Adquisición de activos no financieros, que alcanza la suma de S/ 64.122 millones. En esta categoría sobresalen los S/ 44.798 millones asignados a la partida “Construcción de edificios y estructuras”, dentro de la cual la subpartida “Otras estructuras” dispone de S/ 31.732 millones que son destinados a la creación y ampliación de la infraestructura física del país.

 

El gasto del presupuesto de “Otras estructuras” se ha incrementado en 1,8% respecto al periodo enero-julio de 2021 por la mayor ejecución realizada por la gestión regional y municipal del periodo 2019-2022. Los Gobiernos Locales, que representan el 56% de la subpartida, incrementaron el gasto en 5%, principalmente en infraestructura vial (3,9%), aunque se redujo en agua y saneamiento (-19,9%).

 

Por su parte, el Gobierno Nacional, que representa el 25% de la subpartida, redujo el gasto en 23,7%, principalmente en infraestructura vial (-8,3%), infraestructura agrícola (-97,5%) así como en agua y saneamiento (-19,0%), lo cual llama la atención, sobre todo considerando que el discurso del Gobierno apunta hacia mejorar la competitividad del sector agrícola.

 

A su vez, los Gobiernos Regionales, que concentran el 19% de la subpartida, aumentaron su gasto en 37,5%, principalmente el destinado a infraestructura vial (30,1%) e infraestructura agrícola (79,6%).

 

 

Brecha de infraestructura

Por otro lado, ante la amplia brecha de infraestructura del país, se requiere del ingreso de nuevos proyectos de inversión que permitan ir cerrándola gradualmente. De acuerdo con el sistema Invierte.pe, antes de ejecutar un proyecto, se requiere formularlo, evaluarlo y elaborar un expediente técnico que permita garantizar su impacto en la sociedad.

 

El gasto destinado a ese fin se incrementó en 21% en comparación al periodo enero-julio de 2021, principalmente debido al mayor desembolso en la elaboración de expedientes técnicos (40,6%) en contraste con la elaboración de estudios de preinversión (-12,1%). Los Gobiernos Locales fueron los únicos que incrementaron los gastos interanuales en ambos conceptos a diferencia del Gobierno Nacional que solo aumentó el gasto en expedientes técnicos y de los Gobiernos Regionales que redujeron en ambos.

 

Finalmente, las seis regiones más pobres del país, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Loreto, Pasco y Puno siguen mostrando una baja ejecución de sus diez proyectos de inversión pública con mayor presupuesto, es decir, aquellos que tienen un elevado impacto en el empleo y la actividad económica de la región.

 

Como ejemplo, el Gobierno Regional de Cajamarca solo ha utilizado el 17,5% del presupuesto en estas diez obras. En el caso del Gobierno Regional de Huancavelica, la ejecución es del 26,5% y; en Pasco, de 29,5%.

 

En promedio, estos seis gobiernos regionales de las zonas más pobres del país han ejecutado solo el 26,2% de su presupuesto en los primeros siete meses del año. Algo mejor, pero no así ideal, es el resultado de parte del gobierno nacional en las regiones más pobres del país, con una ejecución del 40,9%.