Guillermo Rochabrún: «El nivel de análisis político es precario»
El sociólogo Guillermo Rochabrún explica el comportamiento de los candidatos, electores y analistas durante el proceso electoral donde se elegirá al presidente del Perú para el siguiente quinquenio.
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Por Erika López Sevilla
¿Cómo analiza esta primera vuelta electoral?
Veo dos circunstancias fundamentales. Uno es el tema de la pandemia y lo que ello implica, el castigo, sufrimiento, tensión y dolor. La otra está ligada al tema electoral y es el increíble número de candidatos, pues anteriormente el electorado se concentraba en dos a tres. Ahora no ocurrió tal situación.
Además, hemos observado grandes desplazamientos. Por ejemplo, en el sur, en un primer momento la candidata Verónika Mendoza fue desplazada por Yonhy Lescano para luego este ser relegado por Pedro Castillo. Entonces la pregunta es ¿qué lealtad o firmeza del electorado tiene cada uno de estos candidatos? Por otro lado, los supuestos ganadores, pues tampoco tienen esa garantía ya que con los porcentajes obtenidos en cualquier elección serían perdedores.
Yendo al análisis de los resultados, este tipo de sorpresas se tienen cada cincos años porque pasa lo mismo. Las ciudades votan de una manera, la costa, la sierra y selva de otra. Por eso, en términos de tendencia, digamos que no hay grandes sorpresas.
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Lo que ocurre ahora es la presencia de un personaje que es Pedro Castillo, que es la primera vez que interviene en una contienda electoral de tanto alcance disputando la presidencia, y que hizo más o menos lo mismo que hizo Alberto Fujimori en el 90.
Pero, este caso es más extremo que el de Fujimori, pues él tenía estudios en Estados Unidos, rector de una universidad, de ascendencia japonesa y, hasta cierto punto, era medio cosmopolita; mientras que ahora tenemos a un maestro de primaria. Pero su tendencia es bastante radical.
Es una izquierda que no ha intentado correrse hacia el centro, sino todo lo contrario; y esto demostraría que, al menos en un quinto del electorado, no funcionan los fantasmas existentes de izquierda como el socialismo, terrorismo, comunismo y estatismo; como sí actúa para la otra parte.
¿Por qué los analistas no vislumbraron lo de Castillo?
Eso fue advertido muy a las finales. Pero, en general, diría que el nivel de análisis político es muy precario, más aún cuando se juegan las cosas con los grandes trazos – como dice el dicho el diablo está en los detalles– que no se advirtieron y que fueron fundamentales, como, por ejemplo, en el tema de la pandemia. Se pensó que esta elección era una más y lo han pensado así tanto los políticos como los analistas.
¿Qué propuso Castillo, que otros candidatos no hicieron?
No estoy metido íntegramente en el tema de las propuestas de los candidatos en general, pero lo que podría mencionar es que los planteamientos del candidato Castillo son muy claros en contenido y en forma. Su lenguaje es muy directo. Habla con frases cortas al punto que cuando termina uno sabe exactamente qué es lo que dijo.
Además, es una figura en la cual su electorado puede reconocerse de manera inequívoca. Es importante hacer una mención a su símbolo electoral el lápiz, por ejemplo, frente al símbolo de Hernando de Soto que es un tren bala. Al parecer el símbolo de Perú Libre le dice mucho más a la gente sobre escuela, conocimiento, saber, etc.
Entonces más de lo que haya dicho en términos de medidas, o promesas, está el tenor –que en estas circunstancias pesa mucho–, que es el empobrecimiento no solo por la pandemia, sino por todo lo que la economía ha sido castigada y eso implica reclamar redistribución.
De otro lado, Keiko Fujimori volverá a disputar la segunda vuelta. ¿Qué piensa de ello?
Es la tercera vez que pasa a segunda vuelta y creo que con la menor votación de las dos anteriores. Ha tenido en Hernando De Soto y Rafael López Aliaga a dos candidatos que seguramente le han restado mucho electorado. Pero toda esa votación se pulverizó y se convirtieron en candidaturas perdedoras.
Entonces, con Keiko Fijmori uno podría decir que, pese a toda la campaña en su contra, ha quedado una vez más en segunda vuelta, pero es un segundo lugar que en otra ocasión hubiera sido perdedora (por el bajo porcentaje obtenido).
¿Qué perfil tienen los electores ahora?
Es difícil definir eso. Yo recuerdo que cuando Alan García ganó a Ollanta Humala en su primera postulación, después del susto de la segunda vuelta se decía que se tenía que mirar como país las zonas olvidadas y no pasó nada y poco a poco esas ideas de ser más comprensivo con el país abandonado se diluyeron; ahora está pasando lo mismo.
¿Cómo ve la composición del nuevo Congreso?
Sumamente complicada. Hay varias cosas a considerar. Una, es la dispersión. Luego, hay que preguntarse quiénes componen cada bancada, cuál es la vinculación de cada parlamentario electo con respecto a su propia organización y qué tan enraizados pueden estar.