Fenómenos climatológicos: ¿Qué estrategias aplican los sectores afectados?

La ola de calor tiene un impacto significativo en la disponibilidad de los alimentos y en la calidad del agua para el consumo humano y agrícola. “Estas vulnerabilidades se ponen de manifiesto en sectores como la agricultura, industria textil, comercio, entre otros”, señala la directora de la carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental de la Universidad ESAN, Mayra Arauco.

 

En el caso de la agricultura, indica la disminución de las precipitaciones y la variabilidad en los patrones de lluvia tiene un impacto significativo en la producción agrícola, porque se ve afectada la disponibilidad de agua para el riego, lo que puede reducir la productividad de los cultivos y afectar la seguridad alimentaria.

 

Asimismo, en la industria textil, el impacto se ve reflejado en cambios en la demanda del consumidor, en la disminución de la disponibilidad de agua para utilizarla en sus procesos de manufactura, riesgos en la cadena de suministro, entre otros, agrega.

 

En tanto que, en la industria del calzado, se puede observar una disminución de la demanda, interrupciones en la cadena de suministro, cambios en las preferencias del consumidor y el impacto en la producción y transporte de productos.

 

Mayra Arauco recuerda que las pérdidas económicas por el fenómeno del Niño Costero en el 2017 ascendieron a más de US$ 7.000 millones, lo que equivale al 3,5% del Producto Bruto Interno (PBI) del país, y estima que estas en 2023, serían similares. “Estas pérdidas se deben a los daños causados en infraestructura, viviendas, cultivos, carreteras, puentes y otros bienes públicos y privados”, advierte.

 

“Es importante destacar que los sectores más afectados por los cambios climáticos pueden variar dependiendo de la región y las características locales en el Perú”, remarca.

 

Estrategias

¿Qué estrategias pueden aplicar los sectores afectados por el incremento de la temperatura? La docente de ESAN, Mayra Arauco, explica que frente a las olas de calor, que son representaciones del cambio climático, se deben realizar dos acciones en conjunto: adaptación y mitigación.

 

Con respecto a la adaptación, todos los sectores, en general, deben prever cambios en las preferencias del consumidor y tener un stock pertinente para ello. “Adelantarnos a los problemas de transporte que pueden acontecer y gestionar de manera anticipada para no tener dificultades durante los eventos climáticos”, expresa.

 

En el caso del agro, indica, se pueden aplicar técnicas de riego eficiente y utilizar variedades de cultivos más resistentes al calor, como cultivos de secano. También pueden establecer sistemas de sombreado y realizar prácticas de conservación de agua.

 

Además, las autoridades pueden establecer medidas para reducir la emisión de estos gases y mejorar la calidad del aire, como promover el uso del transporte público, fomentar la movilidad en bicicleta y peatonal, así como establecer zonas de bajas emisiones.

 

Textiles

El sector textil y confecciones es uno de los más afectados por el Fenómeno del Niño. El impacto es de tal magnitud que sus ventas se reducirían en S/ 200 millones en la campaña de invierno si el problema climático se extiendo hasta junio, lo que representa una disminución del 30% respecto al año 2022, sostiene el presidente del Gremio de Indumentaria de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Luis Antonio Aspillaga.

 

El empresario explica que, debido a las altas temperaturas en la costa, se está postergando la temporada otoño – invierno, lo cual está afectando a toda la cadena de abastecimiento local.

 

“No se están vendiendo las prendas de franela, manga larga, chompas, pantalones y otras prendas que empiezan a comercializarse a mediados de marzo tanto en los grandes almacenes, como en los diversos establecimientos y tiendas del Emporio comercial de Gamarra”, indica.

 

Además, los productores de algodón están afrontando una situación muy compleja ya que muchos campos del norte del Perú se han echado a perder afectando la cosecha 2023. Hasta ahora se ha perdido entre un 20% a 30% de la producción de algodón.

 

“Vamos a tener que suplir la falta de algodón con producción importada. Un 70% del algodón que usamos ya es importado y viene principalmente de Estados Unidos”, manifiesta.

 

Competencia desleal

Del mismo modo, Aspillaga refiere que el sector enfrenta una competencia desleal de las telas y prendas subvaluadas que ingresan desde Asia al mercado local por lo que han pedido al Gobierno aplique medidas de salvaguardia, la misma que fue rechazada. “Además del problema climatológico, tenemos una menor demanda interna debido al aumento de precios de productos básicos, y una competencia desleal de prendas y telas que vienen de Asia a precios muy bajos”, expresa.

 

La buena noticia, refiere, es que el sector exportador peruano no ha sido muy sacudido por el cambio climatológico porque el 70% de la producción local va a Estados Unidos, que no ha sufrido los estragos del Niño, mientras que, a los países de la región, como Ecuador –también afectado por el fenómeno climatológico– solo se destina el 10% a 15%.

 

Ante esta situación de emergencia, Aspillaga precisa que el Gobierno ha tomado algunas medidas. Así en marzo, el Ministerio de la Producción (Produce) anunció apoyo al sector textil y confecciones, básicamente a las mypes, a través del Programa Con Punche Productivo al cual se destinó más de S/ 170 millones en Compras a MyPerú para que se puedan adquirir de las mypes productos como uniformes para la Policía Nacional del Perú (PNP) y otras instituciones públicas.

 

“Estas compras son claves. Necesitamos que estas mypes sigan produciendo y puedan sobrevivir hasta la próxima temporada”, acota.

 

Stocks mínimos

Aspillaga señala que, para enfrentar esta problemática, es necesario mantener stocks mínimos y estar listos para reaccionar ante los cambios de demanda porque no se puede estimar cuánto tiempo sigan las altas temperaturas. “Creemos que habrán pedidos expost, pero hay que ver cómo reaccionan el clima y la demanda”.

 

Asimismo, resalta que sería ideal si el Gobierno apoya con una línea de crédito o aval para extender los plazos de pagos de préstamos. “Para una mype es imposible pagar sin producir si tiene que cumplir con bancos, financieras y proveedores. Las microempresas son más del 90% del sector”, comenta.

 

Proyecciones

El empresario considera que este año será muy difícil para el sector textil y confecciones, y proyecta que registrará una contracción de entre 20% a 30% comparado con el 2022, tanto por factores locales, como el climatológico y aumento de costos, como externos con una potencial recesión en EE.UU. y la guerra en Ucrania.

 

“2022 fue un buen año con sobredemanda internacional, pero 2023 será un año bajo. No veo una recuperación sino hasta el último trimestre de este año. Hay sobrestock en el mundo y estos llegan a Perú a precios muy bajos”, precisa.

 

Actividad turística

El turismo es uno de los principales motores económicos del país. Sin embargo, desde hace unos años ha sido muy golpeado por la pandemia, las protestas sociales y los cambios climatológicos. Al respecto, Pablo García, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y afines del Perú (Ahora Perú) considera que, si bien el fenómeno climatológico está afectando al sector, lo que más impacta es la situación de alarma que se ha creado, especialmente, para el norte del Perú.

 

Asegura que las playas ubicadas en Piura y Tumbes como Máncora, Las Pocitas y Vichayito se pueden visitar perfectamente y cuentan con una infraestructura adecuada. “Hay muchos turistas que no van al norte porque piensan que está inundado cuando no es así. Las playas y ciudades costeras con perfectamente visitables. Hay una información alarmista. Toda la infraestructura turística del norte está funcionando. Si bien hay un fenómeno del Niño, este no es tan fuerte como se piensa”, expresa.

 

Para afrontar esta situación, una de las principales estrategias del sector es realizar campañas de publicidad y comunicación para difundir que los lugares turísticos del norte son destinos visitables. Además, los restaurantes y hoteles están realizando ofertas para promover la demanda.

 

Finalmente, García reconoce que el 2023 no comenzó nada bien para el sector turismo con protestas, cierre de aeropuertos y bloqueo de carreteras, aunque poco a poco está mejorando.

 

“Hemos tenido destinos con cero de actividad turística. Al parecer, ahora las cosas se han calmado. La recuperación del sector dependerá de las campañas de publicidad y comunicación que se realicen y de mantener el clima de estabilidad y tranquilidad que el turista requiere para poder viajar a todos los destinos del Perú”, concluye.

 

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