El sol es la moneda más estable de Sudamérica en lo que va de 2024
La divisa nacional ha registrado una depreciación mínima, posicionándose como la más confiable en la región en el primer semestre del año.
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Por Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima
El tipo de cambio nominal o de mercado se define como la tasa de intercambio de la moneda local por el dólar. En la gran mayoría de países del mundo, se determina por la interacción de la oferta y la demanda, con un grado de intervención por parte de la autoridad monetaria. Por tanto, al ser un precio más de la economía, presenta volatilidad debido a distintas variables como la tasa de inflación, el flujo de capitales, el nivel de reservas internacionales, la tasa de interés, el riesgo país y las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (FED), entre otras.
Su evolución impacta en la economía a todos los niveles, determinando cuánto cuesta adquirir bienes y servicios de otros países, direccionando el comercio internacional e influenciando en la balanza comercial. Un tipo de cambio volátil o errático tiene un impacto significativo en la inflación y reflejar una inestabilidad macroeconómica. Por el contrario, un tipo de cambio estable con una moneda fuerte abarata los bienes importados de la canasta de consumo, contribuyendo con una menor inflación.
Para los países con elevados coeficientes de deuda pública denominada en moneda extranjera, la devaluación de su moneda complica el servicio de deuda, encareciéndolo y obligándolos a subir impuestos o reducir el gasto público para poder honrar sus compromisos de pago. La inversión extranjera también está influenciada por el tipo de cambio; un tipo de cambio estable y predecible puede atraer inversión extranjera directa (IED), mientras que la volatilidad cambiaria la desalienta.
Las reservas internacionales son empleadas por la mayoría de los bancos centrales para estabilizar el tipo de cambio y mantener la confianza en la moneda local. Aquellos países que pierden sistemáticamente reservas internacionales tienen un mayor riesgo de generar una crisis cambiaria que afecta la estabilidad macroeconómica. Los países de la región han experimentado este tipo de crisis en distintos momentos, y salir de ellas ha significado un alto costo social, por lo que es importante mantener siempre un manejo responsable de la economía.
Tipos de cambio en la región
En lo que va de 2024, en el periodo comprendido entre el 2 de enero y el 3 de julio, dos monedas en la región han registrado las mayores variaciones en su tipo de cambio: el real brasileño y el peso argentino. El real se ha depreciado un 17,1 % respecto al dólar, después de una apreciación del 14,7 % durante 2023.
A su vez, el peso argentino ha desacelerado sus fuertes depreciaciones previas, con un 13,3 % este año, comparado con el 66,3 % en 2022 y el 196,2 % en 2023. Como se sabe la economía argentina está en un proceso de ajuste económico para reducir drásticamente la inflación y el déficit fiscal, mostrando importantes logros para estabilizar el valor de su moneda.
Un segundo bloque de países con depreciaciones por encima del promedio de la región incluye México, Colombia y Chile, cuyas monedas se han depreciado en 8,0 %, 7,3 % y 7,1 %, respectivamente. Estos países no cuentan con un nivel alto de reservas internacionales, situándose entre el 11% y 15% del PBI.
En el tercer bloque de países con las monedas más estables, destaca Perú, con una depreciación del nuevo sol de 3,1 %, Perú tiene el nivel más alto de reservas internacionales en la región, alcanzando el 28 % del PBI. Incluso, en lo que va del año, ha acumulado RIN por US$ 3 100 millones.
El guaraní paraguayo y el peso uruguayo se depreciaron 3,5 % y 2,8 % respectivamente, ambos con reservas internacionales que superan el 20 % de su PBI. Finalmente, el bolívar venezolano se depreció un 1,7%, después de una depreciación del 312,8 % el año pasado.
Perspectivas de la tasa FED
Actualmente, la expectativa se centra en un probable recorte de la tasa FED. Como se sabe, esta tasa influye no solo en la actividad económica estadounidense, sino que también repercute significativamente en los mercados financieros internacionales, provocando flujos de capitales desde o hacia los mercados emergentes y afectando los tipos de cambio. Se estima que al menos habría una reducción de la tasa FED este año, a diferencia de los tres recortes que se esperaban a comienzos de año. Según el presidente de la Reserva Federal, la FED está preparada para mantener su tasa durante el tiempo que sea necesario, entiéndase mantenerla en su actual rango de 5,25 % a 5,5 %, que es el más elevado desde enero de 2001. Sin embargo, si el mercado laboral se debilita o la inflación cae rápidamente, también estarían listos para reducirla.
Respecto al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se espera que, en la próxima reunión del directorio, el 11 de julio, reduzca su tasa de referencia en 25 puntos y la ubique en 5,5 %. Esto se basa en los resultados de la inflación del primer semestre del año, que se ubica en 1,57 %, con una tasa acumulada para los últimos doce meses de 2,29 % y expectativas inflacionarias dentro del rango meta de inflación. Esta reducción contribuiría a la reactivación del sector real de la economía.
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