Peter Anders: Unidos superaremos la crisis
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Sirvan estas primeras líneas para agradecer una vez más la confianza con que me han distinguido los asociados de la Cámara de Comercio de Lima, al otorgarme el honor de presidir una vez más esta centenaria institución.
Lo hago en una coyuntura particularmente difícil, pues a raíz de la pandemia del coronavirus enfrentamos una emergencia sanitaria sin precedentes, que sigue costando la vida y la salud a millones de personas en todo el mundo, y que a la vez ha desencadenado una crisis económica global.
Esta situación representa para el sector empresarial peruano un enorme desafío, el cual debemos enfrentar con responsabilidad y compromiso.
Responsabilidad y compromiso primero con el bienestar de nuestros trabajadores, proveedores, clientes y sociedad en su conjunto, pero también para trabajar sin desmayo a fin que nuestra economía se recupere en el más breve plazo, sin descuidarnos, pues la amenaza de una segunda ola de contagios es un peligro latente.
Es difícil encontrar un término capaz de abarcar la necesidad de proteger la salud y a la vez generar recursos y empleo.
Pero no es una tarea imposible, siempre que lo hagamos respetando las normas de protección para evitar la propagación de la enfermedad y si reactivamos nuestra economía bajo el esquema de una nueva normalidad, pues esta pandemia parece haber llegado para quedarse un buen tiempo entre nosotros.
Esta nueva normalidad implica reanudar nuestras actividades adoptando mecanismos de producción, transporte, comercialización, distribución y consumo completamente distintas a las que estábamos acostumbrados. Ello implicará mayores inversiones, optar por el uso de tecnologías, digitalización de procesos y, como no, del trabajo remoto.
No todas las empresas están en condiciones de enfrentar este panorama por ahora. Por ello, es importante que todos los esfuerzos que se hagan desde el sector privado para recuperar el crecimiento económico de nuestro país se encuentren acompañados del Estado, cuya responsabilidad es crear las condiciones adecuadas que se ajusten a nuestra realidad, especialmente para que aquellos sectores como las pequeñas y microempresas -tan importantes para la generación de empleo- que ha sido severamente golpeados.
Nuestro país ha iniciado la reanudación de sus actividades económicas, las cuales parecen haber detenido una mayor caída de nuestro aparato productivo, tal como lo muestran las cifras de agosto en que se frenó la caída del Producto Bruto Interno (PBI) que registró un 9,82% después de haber alcanzado los dos dígitos en meses anteriores. No perdamos este impulso inicial.
Sepan los empresarios y trabajadores del Perú, y también nuestras autoridades de todo nivel, que tienen en la Cámara de Comercio de Lima una voz y un aliado estratégico en la que debe ser una tarea común y motivo de unidad nacional: el progreso y desarrollo del país, pero sobre todo para asegurar una mejor calidad de vida par a todos los peruanos.