¿Cómo puede afectar la caída de la producción agrícola argentina al Perú y cómo podemos aminorar su impacto?

Argentina es uno de los grandes productores mundiales de granos a nivel mundial, pero casi tres años consecutivos de sequías han provocado pérdidas extraordinarias que causan preocupación por el impacto que tendrán a nivel regional y mundial.

El año 2022 se ubicó dentro del grupo de los 14 años más secos en Argentina desde 1961 y, en los primeros meses de 2023 esta situación se prolongó, generando graves consecuencias en sus cultivos y, por ende, en su economía.

Debido al Fenómeno de La Niña, durante tres años consecutivos (periodo 2020-2022) el impacto climatológico fue desastroso para los cultivos argentinos, especialmente en la zona núcleo y región central, según el Servicio Meteorológico de dicho país.

En el caso de la soja, la Bolsa de Comercio de Rosario sostiene que la producción para la campaña 2022/23 fue de 21,5 millones de toneladas, cifra 51% inferior a la campaña previa (43,8 millones, según datos oficiales), siendo la peor performance desde 1999.

En el caso del trigo, se estima una cosecha de 11,5 millones de toneladas para la campaña 2022/23, lo que representa un 48% menos que la campaña previa. Estos niveles tan bajos de producción no se registraban desde 2015.

Finalmente, se estima para el maíz una producción de 32 millones de toneladas (un 46% menos que la campaña anterior), algo que no ocurría desde la campaña 2012/13.

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De cara a la próxima campaña, en tanto, los reportes meteorológicos muestran que la normalización de las precipitaciones dejó un balance positivo para el otoño, aunque en algunas regiones esto “no alcanzó para revertir la condición de sequía y escasez hídrica”.

Con este panorama, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires pronosticó una caída del área sembrada para el caso del trigo y una merma en el rendimiento del maíz.

¿Cómo afecta la caída de la producción agrícola argentina al Perú?

Perú, al no tener la capacidad de autosatisfacer su demanda interna, sobre todo del trigo y maíz amarillo duro, importa estos productos desde diferentes mercados. Debido a ello, nuestro país importa anualmente alrededor de 1,9 millones de toneladas de trigo y unos 3,7 millones de toneladas de maíz amarillo duro.

Trigo

El trigo es de vital importancia para la alimentación de animales, así como para la producción de productos en base de harina de trigo, como lo es el pan, las galletas, los postres, las pastas, etc. Recordemos que en el Perú hay una muy fuerte demanda de pan, siendo uno de los principales alimentos consumidos en el desayuno.

Dicho esto, el 48% de las importaciones totales peruanas de trigo vienen desde Canadá; mientras que el 38% provienen desde Argentina. De allí la importancia que tiene para el Perú la producción de trigo argentino, ya que dependemos de un porcentaje elevado para satisfacer nuestra demanda interna.

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Cabe destacar que el Perú es el séptimo destino de las exportaciones argentinas de trigo con un nivel de participación de 5%. No obstante, el principal destino de las exportaciones argentinas de este producto es Brasil, que compra seis veces más de trigo argentino que nuestro país, por lo que, en caso de una caída en la producción de trigo, lo más probable es que Argentina le dé prioridad a sus principales compradores, que son, Brasil, Indonesia, Argelia y Nigeria. Ante esta situación, los importadores peruanos deberían manejar varios escenarios ante la contingencia, para evitar la carencia de este insumo necesario para la industria alimenticia de nuestro país.

En ese sentido, una opción es negociar un aumento en las cantidades adquiridas desde Canadá y desde otros países que ya nos proveen como es el caso de Estados Unidos y otros. Tanto Canadá como Estados Unidos y Rusia mantienen casi el mismo precio que oferta Argentina, por lo que el tema del precio no sería mayor problema. El inconveniente más bien va por el lado de si es que tienen el volumen de sobra para vendernos y también el tiempo en que se demoraría en transportar el producto.

Maíz

El maíz amarillo duro es de vital importancia para la alimentación de animales, sobre todo para el sector avícola ya que es el principal alimento que consumen los pollos; debemos recordar que el peruano es de consumir mucha carne avícola específicamente el pollo.

En el caso del maíz amarillo duro, el 93% del total importado por el Perú proviene de Argentina. Le sigue Estados Unidos, con una participación del 2%. Por ello, en este caso es aún más palpable la importancia de la producción de maíz argentino ya que dependemos mayoritariamente de su producción para satisfacer nuestra demanda interna.

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Hay que tomar en cuenta que el Perú es el tercer destino de las exportaciones argentinas de maíz amarillo duro, con un nivel de participación de 9%. No obstante, el principal destino de las exportaciones argentinas de este producto es Vietnam, que compra 38% más que el Perú, seguido de Corea del Sur. Ante esta situación, en el caso de una caída en la producción de maíz amarillo duro, los productores argentinos podrían priorizar venderles su cosecha a Vietnam, Corea del Sur y también a Perú. No obstante, existe una posibilidad alta de que disminuya el volumen ofertado. Otra cosa muy probable será que el precio sea más elevado para que los productores puedan de esta manera recuperar sus pérdidas. En esa situación, los importadores peruanos tendrán dos opciones. La primera, que es la más sencilla, pero más perjudicial, es aceptar el incremento del precio del producto y trasladar así los precios de los productos elaborados; mientras que la segunda opción, que es la más difícil y la menos perjudicial, será buscar otro país proveedor que nos venda el volumen que se necesita al precio correcto. En ese caso tendríamos como opciones a Brasil y Estados Unidos, que son los principales productores mundiales de maíz y a los que hemos comprado con anterioridad.

Ante toda esta información esperamos que el sector privado y las autoridades estén atentos a esta situación y manejen de manera correcta un problema que afectaría ampliamente el bolsillo de la mayoría de peruanos. Soluciones existen, solo falta que se apliquen de manera idónea.