Amistad en el trabajo: Tres formas en que beneficia a una empresa
La amistad en el trabajo fomenta que los colaboradores se identifiquen con su equipo y alcancen metas en común.
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A pesar de que muchos ejecutivos consideran que las amistades en el trabajo pueden traer baja productividad, LinkedIn ha demostrado lo contrario. Según la red social, a nivel global, el 46% de colaboradores afirma que sentirse apoyado por sus compañeros les brinda motivación y tiene un impacto positivo en su labor diaria.
“Entre amigos, es más probable que se emitan opiniones sinceras sin sentirse amenazados, entablando un clima armonioso y de confianza mutua, en donde se comparten sugerencias e información. Así, se toleran mejor los acuerdos y se animan los unos a otros. Esto, a su vez, causa mayor compromiso por parte de los colaboradores”, señala Giancarlo Ameghino, gerente de Gestión y Desarrollo Humano del Grupo Crosland.
Por eso, el especialista señala tres maneras en que los lazos de amistad benefician a las empresas:
1. Previenen accidentes
Las personas tienden a preocuparse más por sus amigos que por conocidos. “Es más probable que un amigo le recuerde al otro que se ponga bien el casco o coloque el seguro de una escalera; mientras que, si el vínculo es menos estrecho, los niveles de vigilancia por la seguridad de la otra persona disminuyen”, afirma.
2. Aumentan la rentabilidad
La amistad en el trabajo reduce la merma, que se da muchas veces cuando clientes o colaboradores hurtan algunos artículos de la empresa. “Los amigos salvaguardan el trabajo del otro. Por eso, diversos análisis de tiendas han demostrado que donde hay mayores amistades se mantiene un mejor registro de inventario y hay una más coordinación entre equipos, por lo que existe mayor cuidado de los artículos”, sostiene Ameghino.
3. Atraen más clientes
Cuando hay un ambiente laboral amistoso, la atención al público es de calidad, causando que los clientes tengan un servicio óptimo. “Las personas con amigos en el trabajo se sienten más felices y disfrutan de entornos que no son hostiles. Este es un factor puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa”, indica el especialista del Grupo Crosland.
Cabe recordar que, si no hay un adecuado liderazgo empresarial, el trabajo podría ser deficiente, incluso a pesar de los vínculos de amistad. Por ello, además de un equipo cohesionado, deben existir normas que orienten al alto rendimiento e incentiven el compromiso de los colaboradores.