AAP: Sector automotriz de Perú creció 4,82% en el 2022
A pesar de una ligera contracción en diciembre, durante todo el 2022 el sector automotriz mejoró su desempeño, informó la Asociación Automotriz del Perú (AAP).
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El sector automotriz de Perú creció 4,82% en el 2022, impulsado por la mayor venta de vehículos como camionetas todoterreno, camionetas Pick Up y furgonetas, así como vehículos pesados como minibús, ómnibus y tractocamiones. Ello a pesar de la alta volatilidad de precios en el mercado y el incremento del combustible, informó la Asociación Automotriz del Perú (APP).
Además, señaló que se expandió el mantenimiento y reparación de vehículos automotores, tanto por demanda de sectores económicos y por mayores servicios de reparación, lavado y desinfección. Sin embargo, disminuyó la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores por menores importaciones, alza de precios y fletes.
“De igual forma, la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios disminuyó por la normalización del uso de transporte público y disminución de servicios de delivery”, manifestó la AAP.
Proyección 2023
Para el 2023, la AAP estima que la economía peruana tendrá un crecimiento menor al observado en el 2022. Cabe indicar que la economía peruana creció 2,68% de enero a diciembre del 2022, por debajo de las expectativas generales que apuntaban a 2,9%. Además, la tasa anual registrada evidencia una desaceleración del crecimiento económico.
Durante el cuarto trimestre del 2022, el incremento porcentual de la economía peruana fue de 1,66%, por debajo del 1,96% del tercer trimestre, y del 3,37% y 3,91% del segundo y primero; respectivamente.
“Lo que claramente muestra el enfriamiento que ha venido atravesando la economía local explicado en parte por la aguda situación que atraviesa el país en el aspecto social, además del alto grado de incertidumbre que se vivió durante todo el 2022”, explicó el gremio.
La AAP advirtió que existe un “serio sesgo a la baja” debido a varios factores que no estaban dentro del radar de expectativas algunos meses atrás.
Entre ellos está el incremento de la conflictividad social en gran parte del país, principalmente en el sur peruano, que viene afectando el normal funcionamiento de diversas actividades económicas, y que en algunos casos ha llevado al cierre momentáneo de principales operaciones mineras.