Crecimiento potencial de la economía peruana está por debajo del 3 %
Las proyecciones de avance del PBI son insuficientes para reducir la pobreza. Para lograrlo urge implementar reformas estructurales a largo plazo.
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Por Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima
Durante marzo pasado, la economía peruana experimentó una contracción de 0,28 % con respecto a similar mes de 2023, marcando así un freno al crecimiento observado en los dos primeros meses del año. Un factor clave señalado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para explicar este resultado es la celebración de la Semana Santa, la cual significó dos días hábiles menos para la mayoría de los sectores productivos, lo que inevitablemente se tradujo en una menor producción.
Sin embargo, durante marzo de 2024, sectores fundamentales como Manufactura (-9,6 %), Construcción (-2,5 %), Telecomunicaciones (-0,9 %) y Financiero (-5,2 %) experimentaron un retroceso preocupante, con tasas significativamente elevadas. Este panorama se agrava al compararlo con los datos de marzo de 2023, mes en el cual también se registraron tasas negativas en estos mismos sectores respecto a marzo de 2022.
Por otro lado, algunos sectores se vieron beneficiados por los feriados de Semana Santa, reflejando resultados positivos en el mes de marzo, como es el caso de Alojamiento y Restaurantes (+5,6 %) y Transporte y Almacenamiento (+3 %).
Es evidente que ciertas actividades económicas muestran signos de agotamiento en el dinamismo que habían demostrado durante 2023 y el inicio de 2024. La expansión observada en marzo en Minería e Hidrocarburos (+2,6 %) y Comercio (+1,8 %) es menor en comparación con meses anteriores.
PBI trimestral
En cuanto al análisis trimestral, se registra un saldo positivo de 1,4 % en el primer trimestre de este año. Este crecimiento era previsible después de la caída del Producto Bruto Interno (PBI) a lo largo de los cuatro trimestres de 2023. Sectores como Minería e Hidrocarburos (+7,6 %), Comercio (+2,4 %), Transporte y Almacenamiento (+4,3 %) y Alojamiento y Restaurantes (+3,6 %) mostraron un sólido crecimiento, si bien existe el riesgo de que estas tasas disminuyan en los próximos periodos.
Empleo formal
Un indicador clave del agotamiento económico es la generación de empleo formal en el sector privado, que ha experimentado una reducción del 1,4 % en marzo. Desde agosto del año pasado, el empleo formal ha venido desacelerándose, pasando de tasas de crecimiento superiores al 4 % a tasas inferiores al 1 % desde octubre. Además, en dos de los tres primeros meses del año se han registrado caídas en este indicador, siendo especialmente preocupantes las disminuciones en sectores masivos como Agropecuario (-15,3 %), Manufactura (-3,7 %) y Comercio (-2,4 %). En el sector de mayor empleo formal, Servicios, el crecimiento fue de apenas 1,8 %.
Esta tendencia a la baja en la generación de empleo ha llevado a que la masa salarial, es decir, los ingresos totales de los trabajadores del sector privado, apenas haya crecido un 0,5 % en comparación con marzo de 2023, una tasa por debajo de la inflación, lo que indica una disminución en el poder adquisitivo agregado durante los últimos doce meses.
Es importante advertir que los resultados de pobreza monetaria del 29 % de la población para 2023, presentados por el INEI, muestran la urgencia de un crecimiento económico sostenido y la generación de empleo formal. Estas son las bases fundamentales para garantizar que los hogares no caigan en condiciones de pobreza. Es crucial apuntar hacia tasas de crecimiento del PBI que superen el 4 %, combinadas con programas sociales bien dirigidos, especialmente en las zonas rurales, donde la pobreza suele ser más acuciante.
Las proyecciones de crecimiento de la economía nacional para 2024, por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), de 3,1 % y de 3 %, respectivamente, resultan insuficientes para lograr una reducción significativa de la pobreza. Por ello, es necesario implementar reformas estructurales a largo plazo, tal como lo contempla el Plan Nacional de Competitividad y Productividad, con el fin de recuperar un crecimiento potencial que actualmente se encuentra por debajo del 3 %. Además, el control de la inflación es un mecanismo crucial, ya que protege el poder adquisitivo de la población y asegura un entorno económico estable.
La estabilidad social es otro aspecto vital para prevenir conflictos que puedan impactar de manera negativa en las poblaciones más vulnerables. Regiones como Loreto y Puno, que experimentaron altos niveles de conflictividad en 2023, se suman a Cajamarca y Huancavelica como los departamentos con mayores índices de pobreza. Ante ello, abordar las causas subyacentes de estos conflictos y promover la inclusión social y económica en estas áreas es esencial para combatir la pobreza de manera efectiva y sostenible.
PBI en la región
En el contexto de América del Sur, la mayoría de los países experimentan un crecimiento del PBI para el primer trimestre del año, que oscila entre el 1 % y el 2 %. Chile (1,8 %), Brasil (1,7 %), Perú (1,4%) y Uruguay (1,1 %) muestran cifras positivas, mientras que Colombia (0,1 %) se encuentra rezagada. De otro lado, se proyecta una caída en Ecuador (-0,4 %) y en Argentina (-1,4 %), esta última como consecuencia de las políticas de ajuste implementadas para reducir la inflación.
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Su marco legal favorable, la abundancia de recursos naturales y una cartera de proyectos ambiciosa permiten vislumbrar un futuro prometedor para el país.