El impulso del sector privado para una educación de calidad
En el contexto de los desafíos para reducir las brechas educativas, las empresas privadas, como parte de sus estrategias de responsabilidad social, están apoyando la formación de nuevos talentos en escuelas.
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Por Igor Ybáñez
El desarrollo de una nación depende de contar con más y mejores profesionales; sin embargo, en nuestro país, los adolescentes y jóvenes tienen muchas dificultades para acceder a una educación de calidad. Frente a ese desafío, el papel del sector privado es crucial para impulsar la educación y reducir las grandes brechas que aún existen en el Perú, debido a la falta de los recursos públicos.
En este contexto, Miaohong Huang Li, integrante de la Comisión de Sostenibilidad de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), subrayó que la educación es la base para el desarrollo económico y productivo sostenible de un país, por lo que debería ser prioridad nacional, para el sector público, privado, académico y la sociedad civil.
Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho 2023), en el Perú hay serias limitaciones para que la población acceda a una formación educativa, tanto pública como privada. Los resultados muestran que solo el 57,2 % de los peruanos en edad educativa accede a la secundaria, mientras que solo el 21,4 % llega al nivel universitario.
Para reducir estas brechas, las empresas están siendo muy activas desde el sector privado a través de diversas iniciativas individuales y colectivas, en el primer caso mediante proyectos y programas de responsabilidad social propios, y en el segundo con acciones que impulsan las compañías mediante asociaciones y plataformas.
“Por ejemplo, muchas empresas aliadas financian el Programa de Liderazgo de Enseña Perú, para que jóvenes recién egresados de universidades de diferentes especialidades trabajen dos años como profesores en colegios de escasos recursos en diversas regiones del país”, comentó la especialista de la Comisión de Sostenibilidad de la CCL.
A nivel colectivo, Huang Li explicó que existen asociaciones como Empresarios por la Educación (ExE), formada por empresas y líderes de opinión comprometidos con la educación pública en el Perú, cuyo objetivo es alcanzar la equidad económica, social y política en el país, orientada hacia el desarrollo sostenible.
Por otro lado, hay plataformas como CADE Educación, uno de los principales foros educativos del Perú, que reúne a empresarios, académicos y jóvenes para generar propuestas innovadoras, a fin de mejorar la calidad de la educación del país, así como el Encuentro Anual de Líderes Empresariales, organizado por el Centro de Altos Estudios de Negocios y Economía (Caene), que reúne a empresarios y estudiantes a nivel nacional para potenciar sus talentos, generar oportunidades laborales y promover que ellos aporten al desarrollo del país.
Beneficios
En cuanto a los beneficios de estas acciones y estrategias para promover la educación, Paloma Martínez-Hague, especialista en responsabilidad social y profesora de la Facultad de Gestión y Alta Dirección de la Pontificia Universidad Católica (PUCP), señaló que las empresas contribuyen a que se pueda contar con un capital humano formado y adecuado con perfiles profesionales óptimos.
“Para las empresas, es fundamental tener cada vez más una población educada, ya que hoy necesitan de profesionales innovadores para crecer sostenidamente. Hace unos meses, realizamos una investigación sobre el capital humano y las competencias que necesitan las compañías, y hallamos que estas no encuentran los perfiles que necesitan en el mercado”, comentó la docente.
Asimismo, Martínez-Hague indicó que las empresas también llevan a cabo acciones, como parte de su estrategia reputacional, para impactar positivamente en su imagen y presencia como marca en el mercado, ya que los clientes, trabajadores y proveedores valoran cada vez más estas actividades en beneficio de la comunidad.
Por otro lado, Miaohong Huang Li, representante de la Comisión de Sostenibilidad de la CCL, expresó que el beneficio más importante de las empresas para invertir en programas de educación es contribuir con algo más trascendental que el propio beneficio económico o reputacional de la empresa.
“Es cambiar para siempre las vidas de las familias a las que llegan a beneficiar y, sobre todo, contribuir a la generación de un círculo virtuoso y muchas veces con un efecto contagio para la construcción de un Perú más inclusivo, equitativo y con más oportunidades para todos”, argumentó la especialista.
Aportes de la educación
A lo largo del tiempo, se ha demostrado la importancia de la educación en el desarrollo económico de un país. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la inversión adicional en un año de educación está asociada a un incremento promedio del ingreso por hora trabajada de 6,9 %.
“Este estudio demuestra que la formación del capital humano de una sociedad se refleja finalmente en una mayor productividad, generación de nuevos procesos, productos, tecnología y know-how que permiten la creación de nuevos empleos, mayores ingresos, facilidad en la inserción laboral, reducción de la pobreza y la delincuencia”, sostuvo Martínez-Hague.
No obstante, Huang Li señaló que lo más importante de la educación no solo es su beneficio en la mejora de la calidad de vida del individuo, sino en su efecto colectivo y social para el progreso del país en un mundo globalizado que cada vez avanza y se transforma más rápidamente.
La apuesta del BCP por la educación
Un ejemplo tangible de la apuesta empresarial por la educación es el Banco de Crédito del Perú (BCP), que, desde 2012, cuenta con el programa integral ‘Becas BCP’, que brinda acceso a una educación superior de calidad, universitaria y técnica, a jóvenes talentosos de todo el país que no tienen los recursos necesarios para poder financiarla.
“Llevamos a cabo esta iniciativa en alianza con las mejores instituciones educativas de Lima y provincias. Además del financiamiento del 100 % de los gastos académicos, ofrecemos un programa de acompañamiento y desarrollo de talento, donde los estudiantes reciben apoyo socioemocional, talleres y tutorías para adaptarse favorablemente a la vida universitaria y técnica”, explicó Verónica Roca-Rey, gerenta de Responsabilidad Social del BCP.
De la misma manera, la ejecutiva comentó que potencian las competencias de los estudiantes y los acercan a una red de prestigiosas empresas para que puedan insertarse satisfactoriamente en el mundo laboral.
“En el BCP, estamos convencidos de que la educación superior de calidad es el camino para promover el desarrollo sostenible del país. Tenemos claro que a través de ella es posible romper círculos de pobreza, ya que no solo beneficia a las personas que la reciben, sino también impacta positivamente en sus familias y en el Perú. Gracias a ella, podemos contar con jóvenes capacitados que pueden hacer cambios positivos para seguir impulsando a nuestro país. Nuestro plan es seguir otorgando becas para que más jóvenes transformen sus vidas”, resaltó Roca-Rey.
Como puede verse, la inversión del sector privado en educación no solo es una estrategia empresarial responsable, sino también una contribución esencial para el desarrollo sostenible del país. Al trabajar en colaboración con el sector público, académico y la sociedad civil, las empresas pueden abordar las brechas educativas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Por ello, es crucial que iniciativas como las del BCP y muchas otras empresas continúen y se fortalezcan para construir un Perú más inclusivo, equitativo y próspero para todos.
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