Exportaciones pesqueras camino a recuperar el ritmo prepandemia
Entre enero y julio de este año, los envíos al exterior del sector pesca no tradicional registran una buena performance en cuanto a volumen y valor.
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Carlos Posada Ugaz, director ejecutivo del Idexcam - CCL
Tras dos años de pandemia, la inflación es una de las principales preocupaciones para la economía mundial. La guerra en Ucrania y los cierres de ciudades en China, por su política Cero Covid, han impulsado los precios de los combustibles y otros commodities a máximos históricos. Para paliar el aumento de la inflación en América Latina y otras regiones, desde el pasado año, los bancos centrales están actuando con rapidez y contundencia, aumentando los tipos de interés.
Es justo en épocas de crisis económicas, cuando los consumidores a nivel mundial tienen que tomar decisiones importantes en cuanto a sus gastos, entendiéndose como algo natural que se concentren en cubrir las necesidades básicas –como la alimentación y el vestido– y, según sus posibilidades económicas individuales, restrinjan sus gastos en bienes de consumo duradero.
En artículos anteriores, tratamos sobre la evolución de las exportaciones del sector agro exportación, el cual es uno de los rubros que se ha mantenido en crecimiento constante, pese a las crisis. En esta oportunidad nos enfocaremos en los envíos al exterior del sector pesca no tradicional.
En primer lugar, debemos señalar que el consumo de productos hidrobiológicos, como pescados y mariscos, aporta proteínas y vitaminas de complejo B (ayudan al funcionamiento del sistema nervioso), además de minerales esenciales como el potasio hierro, fósforo cobre yodo magnesio cobalto y selenio.
En segundo lugar, se debe tener en cuenta que el mar peruano presenta dos ecorregiones bien definidas: el mar frío de la Corriente Peruana, desde los 5º L.S. hasta Chile; y el mar tropical, al norte de los 5º L.S., con condiciones diferentes.
Asimismo, en el Perú se pueden distinguir tres cuencas pesqueras claramente diferenciadas: la del Océano Pacífico, la del lago Titicaca y la del río Amazonas. La más importante es la del Pacífico, que tiene una extensión de 626.249 km2. La diversidad de especies aprovechables, mediante su explotación responsable, nos permite ofrecer al mundo especies como los langostinos, conchas de abanico, calamares y potas, además de pescados como el perico, jurel, anchoas, truchas, etc.
Analizando las exportaciones peruanas del sector pesca no tradicional, en 2019 se exportaron 533.171 toneladas de productos por un valor de US$ 1.592,11 millones, cifras que se vieron afectadas en el primer año de la pandemia, registrándose en 2020 caídas del 11% y 18%, respectivamente. En 2021, los envíos al exterior de este rubro se recuperaron hasta alcanzar un valor FOB de US$ 1.476,83 millones y 533.250 toneladas, es decir, 7% por debajo de 2019 en cuanto al valor, pero con un incremento del 0,01% en cuanto a volumen (ver gráfico 1).
Ingresando al detalle de los subsectores, las exportaciones de pescado (perico, trucha, jureles y anchovetas) aumentaron con respecto a los montos alcanzados en el año prepandemia. Así, en 2019 se registraron exportaciones de pescado por US$ 351,59 millones con un peso de 118.811 toneladas, mientras que en 2021 estas alcanzaron US$ 409,73 millones en cuanto a valor (+17) y 125.074 toneladas (+5%).
En cuanto al subsector de moluscos (calamares, potas y conchas de abanico), el comportamiento fue diferente. En 2019 se registraron exportaciones por US$ 935,16 millones con un peso de 360.506 toneladas, cayendo fuertemente en 2020 y apenas recuperándose en 2021, hasta alcanzar los US$ 692,36 millones, con 350.113 toneladas, cifras que significaron una caída del 26% en cuanto al valor y de un 3% en peso.
Por otro lado, en el subsector de crustáceos, la situación ha cambiado para mejor. Así, vemos que en 2019 se exportaron 33.605 toneladas por US$ 231,14 millones, mientras que en 2021 se registraron 34.773 toneladas (+8) por US$ 248,95 millones (+3).
Finalmente, las exportaciones de las demás especies y productos marinos registran un crecimiento importante en cuanto al valor. Así, en 2019 se exportaron 20.248 toneladas por US$ 74,23 millones, mientras que en 2021 se alcanzaron 23.291 toneladas (+15) por US$ 125,80 millones (+69%). En este subsector sí se puede apreciar un incremento del valor mayor que el del peso, lo que resulta positivo para las empresas dedicadas a este subsector.
¿Cómo viene el 2022?
Haciendo una comparación de las exportaciones entre los periodos de enero a julio de 2021 y 2022, en las principales subpartidas del subsector moluscos los envíos de calamares y pota congelados disminuyeron en 16,71% en cuanto al valor y 36,26% en cuanto al volumen. Sin embargo, sí se observa un crecimiento en el precio por kilogramo de US$ 0,46.
En el caso de los calamares y potas preparados o conservados, también se registra una marcada disminución en cuanto al valor (-33,41%) y volumen (-50,62%), pero, al igual que en el caso anterior, se registró un aumento en el precio unitario de US$ 0,96.
Por su parte, las conchas de abanico registraron un aumento significativo en cuanto al valor (+395,17%) y al volumen exportado (223,76%). En este producto el valor unitario se incrementó en US$ 4,86.
En el caso del subsector pescados, los envíos de filetes congelados de perico aumentaron 66,96% en valor y 33,92% en volumen. El precio de este producto aumentó en US$ 2,20 por kg.
A su vez, las exportaciones de jureles congelados casi no incrementaron su valor (+0,51%) de un periodo al otro. Sin embargo, el volumen exportado aumentó en 2,38%, lo que impactó en el precio de venta promedio, con una disminución de US$ 0,02 por kilogramo exportado.
Para los envíos de filetes y demás carne de pescados congelados (incluso picada), el incremento en el valor fue marcado. Comparando los periodos de estudio, pasamos de exportar US$ 18,17 millones en 2021 a US$ 29,66 millones en 2022; mientras que, en cuanto a volumen; pasamos de 3.013 a 3.231 toneladas. El precio de este producto subió a US$ 3,15.
En cuanto a las exportaciones de las preparaciones y conservas de anchoas (anchovetas), estas cayeron 10,64% en valor y 7,30% en cuanto a volumen exportado. Esto también muestra consecuencias en el precio unitario, que disminuyó US$ 0,28 por kg.
Con respecto a los envíos de filetes de truchas congeladas, estos pasaron de US$ 18,06 millones en 2021 a US$ 20,20 millones en 2022 y de 2.064 a 2.308 toneladas en cuanto a volumen. El precio de este producto se mantuvo inalterable.
En el subsector de los crustáceos, los langostinos enteros congelados, pasaron de US$ 52,98 millones a US$ 91,66 millones en 2022 (+72,98%), mientras que el volumen creció en 52,64%. El precio promedio de venta por kg. subió US$ 0,71.
Por su parte, las colas de langostinos con caparazón, sin cocer en agua o vapor, pasaron de US$ 49,06 millones a US$ 54,10 millones en cuanto a valor, y de 6.287 a 6.632 toneladas en volumen. Nuevamente se observa un incremento del valor por kilogramo de US$ 0,36.
A su vez, las colas de langostino sin caparazón, congeladas pasaron de US$ 36,66 millones a US$ 41,66 millones (+13,62%). En cuanto a volumen, pasó de 3.975 a 4.156 toneladas (+4,56%). El precio subió en US$ 0,80.
Cabe señalar que los principales países de destino de estos productos son Corea del Sur, Estados unidos, España, Ecuador y Japón.
Finalmente, es importante destacar que el sector de pesca no tradicional peruano está en camino a recuperar los niveles alcanzados en 2019, resultando atractivo por los precios de exportación que se vienen logrando en la mayor parte de sus productos. Este sector también genera una cantidad apreciable de mano de obra y ayuda a salir a muchas personas de la pobreza.