Rosa Bueno: Los juegos del hambre
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Todos hemos visto la película Juegos del Hambre como una ficción lejana, sin embargo, la realidad nos podría llevar a una situación en la que efectivamente las naciones se disputen la comida a nivel mundial. Por ello, el mundo se alista para enfrentar este reto, mientras nosotros seguimos eligiendo funcionarios poco preparados, tal como es el caso del nuevo Ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Fernando Arce, quien recientemente, pese a nuestras sugerencias de elegir a los mejores, fue nombrado para reemplazar a Óscar Zea.
Así, el Presidente Castillo deja pasar otra vez la oportunidad de mejorar el gabinete, pues de acuerdo a su hoja de vida, Arce no tiene conocimiento, ni experiencia en agro, en temas alimentarios o en adquisiciones internacionales. Al paso que vamos, no pasaremos ni la primera eliminatoria.
Para ganar estos juegos necesitamos el mejor equipo posible, de ahí que se necesite recomponer el gabinete, para nombrar un capitán (Premier) que sea capaz de liderar y articular, dado que el actual no tiene el talante conciliador que se necesita y solo busca agudizar los conflictos y desunir a los peruanos. Sin duda, la posición más importante es la del Midagri, por ello, no podemos menos que “indignarnos” por el reciente nombramiento del señor Arce, quien difícilmente dará la talla en esa posición.
Tal como sucede en los Juegos del Hambre nadie desea participar en “celebraciones“, en donde la desigualdad se halla presente y perder es sinónimo de muerte. Sin embargo es la realidad. El mundo se ha visto arrastrado a la pandemia, guerra y hambre. Muchos países sin perder tiempo compran fertilizantes y granos. A diferencia de la emergencia sanitaria, en la cual debíamos esperar la aprobación de las vacunas, en este caso los mercados tienen mucho tiempo de formados y diversos gobiernos ya se encuentran jugando agresivamente para lograr su seguridad alimentaria. Nosotros no podemos seguir esperando o seremos eliminados.
Otro jugador clave, será el próximo Ministro de Trabajo, quien deberá impulsar el empleo y atraer a la formalidad a los miles de puestos de trabajo precarios e informales. En síntesis, deberá concentrarse en la creación de puestos de trabajo y no en aplicar políticas que han fracasado en el mundo para cumplir esta meta. Sin empleo miles de peruanos no podrán comprar los alimentos básicos que suben día a día. Si se elige a alguien que no pueda con el encargo, el hambre se agudizará.
Como ven, se debe convocar al talento, a las personas cuyas cualidades nos permitan afrontar la difícil coyuntura. La elección de autoridades no debe servir para pagar favores políticos o responder a otras motivaciones subalternas diferentes que servir al pueblo.
Por ello, insistimos y seguiremos insistiendo en denunciar cuando los ministros designados no cumplan con los estándares necesarios, para integrar el gabinete que necesitamos. Esta tarea también le compete al Congreso, quien deberá hacer uso de las herramientas constitucionales que tiene para enmendar los errores del Ejecutivo, tal como lo acaba de hacer con la censura de la ex ministra Betssy Chávez y urge lo haga nuevamente si el presidente no enmienda rápidamente la designación de Fernando Arce en el Midagri. Tiempo no tenemos.
Por ello, no descansaremos hasta que se elija el equipo adecuado y que se nos presente el plan que ejecutarán para enfrentar esta crisis. Con el hambre del pueblo no se juega, señor Presidente.