Carlos Travezaño: Segunda vuelta de transformación digital
Contar con datos abiertos no solo aseguraría procesos más rápidos, limpios y transparentes, sino también una mayor participación social.
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Carlos Travezaño
Cada 10 minutos se generan 5.000 millones de gigabytes de información. Gracias al Big Data almacenamos y procesamos gran cantidad de datos que nos permiten disponer de información para la toma de decisiones e identificación de nuevas oportunidades.
Estos flujos de data transitan a través de distintos medios como teléfonos móviles, dispositivos de audio, video, sensores, vehículos, aplicaciones, transacciones, redes sociales, etc. La mayoría de los Big Data se generan en tiempo real y a gran escala y están transformando la forma de hacer negocios en diferentes sectores.
Por ejemplo, en la industria ya se utilizan para conocer las intenciones de compra de clientes, predecir futuros comportamientos, sugerir acciones e inclusive identificar posibles clientes.
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También los gobiernos tienen la oportunidad de aprovechar estas soluciones para mejorar su productividad, desempeño e innovación en la prestación de servicios.
A modo de ejemplo, según el Banco Mundial, el Gobierno de Gran Bretaña estimó que pueden ahorrar entre US$ 20.000 millones y US$ 41.000 millones, a través del análisis de su data para eficiencia de procesos, evasión de fraude, disminución de errores e incumplimientos, una recaudación de impuestos automática, entre otros.
Transformación
Los procesos electorales también se podrían ver beneficiados de su uso con una mejor distribución de lugares de votación, de mesas y elección de sus miembros, etc.
Contar con datos abiertos y a disposición de los ciudadanos, no solo aseguraría procesos más rápidos, limpios y transparentes, sino también un mayor involucramiento y participación social.
Ese salto involucraría un cambio cultural responsable e imparcial. Sumar otras tecnologías, como machine learning e IA, contribuirían en elevar la eficiencia y confiabilidad.
Macrodatos
La era de los macrodatos genera nuevos retos y oportunidades. No parece lejano si tomamos como ejemplo a Colombia, uno de los primeros países de Latinoamérica en explotar este concepto a través de su Ministerio de TIC, que seleccionó seis proyectos pilotos como parte de la iniciativa ‘Big Data al servicio de entidades públicas’, que involucra a sectores de salud y agroindustria, entre otros.
Es importante resaltar que el creciente valor de los datos obliga que los gobiernos se transformen. Si bien los macrodatos no resuelven directamente los desafíos actuales de los países, son parte de la transformación –que como punto de partida deben empezar por digitalizar sus procesos y servicios– que configurará una sociedad más colaborativa y accesible.
En el Perú, gobierno, empresas y ciudadanos necesitamos trabajar en un mindset distinto y abierto, que nos permita tomar mejores decisiones a partir de la realidad y sus datos.