Nuevas tendencias de la responsabilidad social

Durante los últimos años, las empresas vienen adquiriendo cada vez más responsabilidades debido al impacto de sus acciones sobre la sociedad. En ese sentido, el presidente de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Thomas Duncan, señala que la finalidad de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es amplificar los impactos positivos y mitigar los negativos, desde una conducta empresarial responsable y comprometida en establecer estándares de sostenibilidad.

 

“En medio de este contexto, la RSE nace como una alternativa de solución que permite la transformación viable de generar negocios sustentables que permitan garantizar la perduración del medioambiente y los recursos naturales para las generaciones futuras”, explica.

 

¿Pero qué nuevas tendencias se están presentando en cuanto a esta RSE? Para Thomas Duncan, las políticas de sostenibilidad y transparencia en el interior de las empresas están estrechamente relacionadas con la sostenibilidad, debido a que permiten cuantificar y dar registro a sus actividades productivas y sus impactos en el medioambiente.

 

El representante de la CCL señala que hoy las compañías promueven la equidad de género, que es indispensable para construir un sector empresarial sostenible y socialmente responsable. “En el Perú, de acuerdo con el estudio Mujeres en los consejos de administración, desarrollado en el 2022 por Deloitte, solo el 9,59% de ellas ocupan cargos de liderazgo en las empresas. Sin embargo, pese a estas cifras bajas, es posible afirmar que diferentes empresas peruanas vienen trabajando en la promoción y participación de las mujeres en el sector empresarial”, explica.

 

Asimismo, Duncan sostiene que la transición hacia una economía circular durante los últimos años ha tomado fuerza como una alternativa y estrategia de gestión empresarial de desarrollo sostenible, que busca mitigar el impacto ambiental y minimizar el uso de recursos en el proceso productivo.

 

Pilar estratégico

 

Por su parte, la directora de Sostenibilidad de la USIL, Galia García-Hjarles Villanueva, indica que en la Corporación Educativa USIL, la RSE es un pilar estratégico desde hace más de 10 años, y desde el 2019 evolucionó hacia la sostenibilidad, con una visión más amplia e integral.

 

Por ello, detalla que la RSE ha evolucionado hacia el enfoque de desarrollo sostenible, que no solo considera criterios de inclusión social, sino también los de protección ambiental y crecimiento económico. Para ella, son tres los aspectos que deben ir de la mano a fin de que los negocios prosperen en el largo plazo. Precisa que, en los últimos años, las empresas vienen dando mayor énfasis a los criterios ASG o ESG (por sus siglas en inglés), es decir, a lo ambiental, a lo social y a la gobernanza.

 

“En resumidas cuentas, asumir los criterios ASG como parte de la gestión corporativa tendrá impacto positivo en aspectos como el acceso a inversiones, la retención del talento y reconocer, preventiva y estratégicamente, cómo el cambio climático puede afectar al negocio”, resalta la experta.

 

La pandemia, un hito retador

La crisis de la COVID-19 llevó a los negocios a acelerar sus programas de RSE. “En la actualidad, el tejido empresarial desempeña un papel clave en la reactivación económica, considerando el impacto social y ambiental en sus operaciones, factor clave y muy sensible en nuestro país”, refiere Thomas Duncan, de la CCL.

 

En ese sentido, afirma que cada vez son más las empresas comprometidas con el mundo que las rodea, sociedad, clientes, trabajadores y proveedores en formulaciones de soluciones que se involucran para dar respuestas a problemas de carácter social. “Un ejemplo del compromiso social de las empresas durante el tiempo de pandemia fue el envío de suministros de primera necesidad hacia el Estado, contribuyendo de esta manera a disminuir el impacto de la COVID-19 a nivel nacional”, destaca.

 

Para Galia García-Hjarles, de la USIL, la pandemia fue un hito retador en todos los aspectos. Explica que, en el caso de la Corporación USIL, durante este periodo la prioridad fue dar continuidad al aprendizaje de los estudiantes en todas sus unidades educativas. “De igual forma, y como parte de la responsabilidad social hacia nuestra comunidad, se facilitaron las herramientas y tecnologías necesarias para que tanto estudiantes como docentes no se detuvieran en su aprendizaje”, recuerda.

 

Mayores ganancias de las empresas

El esfuerzo de las compañías en invertir cada vez en temas de RSE se ve reflejado no solo en el bienestar de la sociedad, sino en ellas mismas. En ese sentido, el presidente de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL, Thomas Duncan, señala que es importante tener en cuenta que la sostenibilidad está estrechamente enlazada con el incremento de la competitividad y productividad de una empresa.

 

“Mediante el establecimiento y ejecución de políticas de sostenibilidad, se aumenta paralelamente el valor del producto de una empresa. Esto se puede evidenciar con mayor frecuencia en el sector exportación o en el mercado internacional, debido a que diferentes países, especialmente del continente europeo, promueven el desarrollo de acuerdos económicos comerciales que incluyan capítulos en temas centrales del desarrollo sostenible”, subraya. Asimismo, destaca que, en los últimos años, ha sido posible evidenciar que el sector consumidor se encuentra interesado y dispuesto a pagar más por productos sostenibles y ecológicos.

 

Por su parte, la directora de Sostenibilidad de USIL, Galia GarcíaHjarles, advierte que la educación, en sí misma, es una apuesta a largo plazo, y brinda una formación de calidad y accesible para todas las personas. “Nos reconocemos como una corporación con una visión global, que va de la mano con una economía digital y que tiene como propósito formar ciudadanos líderes”, puntualiza.

 

¿Qué están haciendo las empresas?

En el caso de la CCL, Thomas Duncan dice que la entidad empresarial está sumamente comprometida con la sostenibilidad y la RSE. De esa manera, la CCL ha conformado la Comisión de Sostenibilidad Empresarial, especialista en la materia. En ese contexto, menciona que uno de los retos principales de la comisión ha sido la sensibilización del sector empresarial en temas de sostenibilidad y equidad de género.

 

Para ello, menciona que la comisión ha llevado a cabo capacitaciones y talleres. De igual forma, el gremio participa activamente en diferentes mesas de trabajo, de entidades tanto públicas como privadas, pertenecientes y orientadas a la promoción de la sostenibilidad empresarial. Al respecto, Duncan recuerda que la CCL obtuvo la Certificación del Tercer Nivel de la Huella Carbono Perú. De este modo, se consolidó como el primer gremio que cuenta con esta verificación y reafirma su compromiso por el desarrollo sostenible.

 

Lea también: Responsabilidad Empresarial en tiempos de la COVID-19

 




Thomas Duncan: «La meta de la CCL es lograr la cuarta huella de carbono»

Para la CCL, ¿por qué es importante recibir por tercera vez la huella de carbono?

La importancia radica, en que, gracias a ello, la CCL puede establecer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) relacionados con la acción climática, así como identificar oportunidades para reducir costos de nuestra institución, fortalecer las ventajas competitivas en innovación, así como participar en las políticas nacionales sobre cambio climático.

 

Asimismo, nos permite contribuir con el compromiso adquirido en la Cumbre sobre la Ambición Climática 2020, donde Perú se compromete a convertirse en un país carbono neutral en el 2050. Para ello, debe reducir en un 40% las emisiones de carbono hacia el 2030. La plataforma de medición de la huella de carbono nace como una medida de cuantificar y generar un indicador del impacto que una actividad o proceso tiene sobre el cambio climático.

 

Además, es una herramienta oficial del Estado Peruano que permite reconocer cómo las organizaciones públicas y privadas han logrado gestionar sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero, (GEI), en beneficio del ambiente. Este cuenta con un sistema de reconocimiento que establece cuatro niveles según el grado de ambición de reducción de sus emisiones de GEI.

 

¿De qué manera se clasifican esos niveles?

El primer nivel mide, calcula y reporta la huella de carbono, mientras en el segundo nivel se verifica la medición del mismo, mediante una Entidad Certificadora autorizada por el Ministerio del Ambiente (MINAM). En el tercer nivel se reporta y sustenta acciones de mitigación para reducir la huella de carbono. En tanto, en el cuarto nivel, con el fin de neutralizar la emisión de GEI, se debe de obtener unidades de reducción de emisiones de GEI, como los bonos de carbono.

 

¿Qué acciones específicas ha realizado la CCL para alcanzar ese reconocimiento?

Para poder llegar a la certificación del tercer nivel, nuestra institución tuvo que medir, verificar las emisiones de GEI y reportar y sustentar acciones de reducción de GEI. En ese sentido, se implementó la estrategia “paper less”, de la revista “La Cámara”, cuya acción de mitigación, consistió en la reducción de insumos (papel), donde fue disminuyendo de manera paulatina la impresión física de la revista “La Cámara” que migró a una modalidad digital. Dentro de estas acciones realizadas se obtuvieron beneficios ambientales a través de la reducción del impacto climático y beneficios económicos a través de la reducción de papel que conlleva a economizar gastos.

 

A la fecha, ¿en cuánto ha reducido la CCL sus emisiones de GEI? ¿Cuál es la meta para este año?

Nuestra institución ha logrado reducir las emisiones de GEI de 495.95 toneladas de dióxido de carbono equivalente (en adelante tCO2e) a 172 tCO2e teniendo una reducción de 324.33 tCO2e, lo que significa un buen avance. La meta para el presente año, es que la CCL, obtenga el cuarto nivel de reconocimiento (neutralización) de la Huella de Carbono Perú. Para ello, debe convertirse en una institución de carbono neutral, mediante la adquisición de unidades de reducción de emisiones de GEI.

 

La cantidad de dichas unidades debe ser igual o mayor a las emisiones de GEI reportadas en el periodo en el cual se ha obtenido el tercer nivel de reconocimiento (reducción). Es importante mencionar que los certificados de las unidades de reducción de emisiones de GEI deben provenir de proyectos que deriven de medidas de mitigación autorizados por el Estado Peruano.

 

El objetivo es promover el uso final de los créditos de carbono en el país para fortalecer el cumplimiento de las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC), que son las metas de adaptación y mitigación que involucra a todos los sectores y actores de la sociedad con la finalidad de tener una visión a futuro en temas de sostenibilidad ambiental en el país.

 

¿Por qué las empresas peruanas deben invertir en sostenibilidad? ¿Qué beneficios obtienen?

Cada vez más empresas están comprometidas a desarrollar una gestión sostenible a través del cuidado del medio ambiente, incluyendo dentro de sus políticas empresariales una hoja de ruta socialmente responsable con impacto positivo en la protección ambiental, y con una mirada a largo plazo.

 

Los beneficios que tienen las empresas que apuestan en invertir en sostenibilidad son la mejora de su imagen a través de la incorporación de prácticas sostenibles, y se incrementa la competitividad de la empresa ante consumidores ambientalmente responsables, mejora del clima laboral, siendo resilientes ante las crisis ya que tienen una capacidad rápida de adaptación al cambio.

 

Por otro lado, los beneficios rentables que tienen las empresas son el incremento de la capacidad de optimizar sus recursos, mejorando sus procesos externos e internos con la reducción de costos de producción a mediano o largo plazo. Por otro lado, atraen a más inversionistas y existe una mayor oportunidad de negocios.

 

¿ Cuáles son las recomendaciones de la CCL para que una empresa sea más sostenible?

El primer paso es medir el porcentaje de GEI que produce la empresa en toda su cadena de valor. Desde ese punto, las empresas son conscientes de la cantidad de recursos que consumen, donde pueden identificar aquellos puntos donde hay ineficiencias, para poder trabajar en estas.

 

Algunas recomendaciones básicas son reducir el consumo eléctrico o el reemplazo por otros sistemas amigables al medio ambiente, promover la contratación de proveedores con compromiso ambiental y gestionar eficientemente los recursos. Todas las acciones que contribuyan a proteger el medio ambiente, por más mínimas que parezcan, causan un impacto positivo al conseguir la reducción de GEI.

 

Es por ello, que nuestro rol articulador y de promoción de buenas prácticas ambientales en nuestros asociados es un compromiso asumido desde nuestra alta dirección de la Cámara de Comercio de Lima. Venimos participando en la Huella de Carbono Perú desde su primer año de implementación. Por ello como gremio empresarial, invitamos a participar a todas las empresas en este llamado a hacer frente a la crisis climática que hoy vivimos y que la ciencia nos exige acelerar nuestros esfuerzos.

 




Equidad de género para una industria sostenible e inclusiva

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) con la colaboración de la Cámara de Comercio de Lima, el Ministerio de la Producción (Produce) y el Programa de la Cooperación para el Desarrollo Económico de Suiza, desarrollaron el evento “Equidad de género para una industria sostenible e inclusiva” con el objetivo de difundir la importancia de la participación de la mujer en el sector.

 

De esta manera, en el marco del Proyecto de Parques Eco Industriales (PEI) y el Proyecto Zonas Industriales Sostenibles (ZIS) en el Perú, los representantes de la Onudi presentaron la Herramienta de Autoevaluación de Género para industrias, así como el panorama de la participación de la mujer en la región.

 

Asimismo, de parte del rubro empresarial se dieron a conocer casos de éxito internacional de las empresas Tasa, Pesquera Exalmar y Renzo Costa. Ponencias que estuvieron a cargo de Rayssa Chomba, subgerente de Cultura y Talento en Tasa; Rossana Ortiz, gerente general en Pesquera Exalmar; y Marina Bustamante, gerente general en Renzo Costa.

 

El presidente de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL, Thomas Duncan, inauguró el evento y señaló que el gremio se encuentra comprometido con el desarrollo empresarial igualitario, buscando abordar las desigualdades en la industria y empresa.

 

“La superación de los obstáculos en materia de género constituye un elemento clave para lograr el desarrollo económico sostenible del país. Así, frente a la actual difícil coyuntura, la CCL reafirma su propósito de promover el autoconocimiento de las empresas sobre los temas de género y su relevancia en el desarrollo sostenible nacional”, subrayó.

 

Por su parte, la representante para Colombia, Guyana, Perú y Surinam de Onudi, Carolina González-Mueller, destacó que la Herramienta de Autoevaluación de Género para industrias, que mide los niveles de equidad en las empresas de dicho sector, además permitirá a las compañías visualizar sus siguientes pasos, como el abordar las cuestiones de género y poner en valor las acciones que ya vienen realizando.

 

En tanto, la presidente de la Comisión de Desarrollo de la Mujer Empresaria de la CCL, Yolanda Torriani, destacó el compromiso de su comisión y del gremio empresarial es seguir apoyando este tipo de actividades.

 

Continuamos con el compromiso de promover iniciativas y propuestas regulatorias que impulsen la diversidad e inclusión de las compañías peruanas, su personal y familia, así como trabajar en contra del acoso a la mujer”, aseguró Torriani.

 

Al finalizar el evento, los participantes firmaron el «Decálogo para avanzar en la participación de las mujeres en la industria peruana». El documento fue suscrito por la presidente de la Comisión de Desarrollo de la Mujer Empresaria de la CCL, Yolanda Torriani; la coordinadora nacional de comunicaciones del Proyecto PEI Perú de Onudi, Andrea Serrudo; y el director de gestión ambiental del Produce, Edson Espinoza.




Thomas Duncan: «Somos el primer gremio en reportar la huella de carbono»

Recientemente la CCL obtuvo el certificado huella de carbono emitido por el Ministerio del Ambiente (Minan),¿cuál es la importancia de obtener este reconocimiento?

Este documento es sumamente importante porque ante una nueva normalidad, las empresas debemos tener una respuesta efectiva que impulse a contrarrestar los efectos del cambio climático.

 

Por eso, una manera concreta de evidenciarlo es ese compromiso de las organizaciones y hacer frente a esta crisis climática es la gestión adecuada de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

 

Por tal motivo, el Ministerio del Ambiente (Minam) ha reconocido nuestro esfuerzo y desempeño como organización privada comprometida a reducir nuestras emisiones GEI, otorgándonos este certificado, el cual nos acredita como el primer gremio empresarial del Perú que mide y reporta su huella de carbono.

 

Tal compromiso nos ha permitido adoptar medidas más ecoamigables que van a impactar positivamente en la reputación de la institución, logrando además aumentar nuestra competitividad y ser más sostenibles.

 

¿En qué consiste el Nivel 1 de la certificación que logró el gremio?

Este primer nivel se refiere a la recolección de información sobre las emisiones de gases de efecto invernadero empleando la plataforma digital de la Huella de Carbono Perú.

 

Dicho proceso ha sido bueno para la Cámara porque a través de su gerencia general logró alinearse al compromiso de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL, que fue implementar la herramienta digital.

 

El tema de la certificación se viene trabajando desde el año pasado cuando el Minam y la embajada de Suiza en Perú lanzaron la plataforma. A la fecha ya se han inscrito 180 organizaciones, de las cuales 91 obtuvieron el reconocimiento de la huella de carbono.

 

Si bien este primer paso es muy importante para la CCL, ¿cuántos niveles más se deben alcanzar?

Conforme al Minam, todavía nos faltan completar tres niveles, los que están referidos al tema de verificación, reducción y neutralización de las emisiones GEI.

 

El siguiente paso será enfocarnos en verificar estas emisiones, donde los colaboradores de la Cámara deberán estar debidamente involucrados, y para ello deberán adoptar nuevos procesos en el manejo de la plataforma de la Huella de Carbono.

 

Cabe señalar que cada nivel que se obtiene corresponde al año respectivo en que la organización realiza tal esfuerzo. En ese sentido, estimamos que en los próximos tres años estaríamos cumpliendo con todos los niveles que establece el Minam.

 

En su opinión, ¿la gestión de emisiones GEI sigue siendo una tarea pendiente para la mayoría de empresas?

Debido a la pandemia, actualmente las empresas viven una incertidumbre, pero cuando la situación se normalice, las organizaciones van a adquirir una mayor conciencia de cómo afrontar los efectos del cambio climáticos.

 

En ese escenario, las empresas con más recursos y las que interactúan con mercados más sofisticados estarán más involucradas en participar de estas acciones, porque buscarán ser más sostenibles en el tiempo.

 

De ahí la importancia que nuestra Comisión participe en estos temas con una visión hacia el futuro, porque somos un grupo técnico y de empresas que está constantemente analizando diferentes situaciones que se van dando en el manejo de la sostenibilidad empresarial. Igualmente estamos atentos a los problemas medioambientales en un contexto de nueva normalidad.

 

¿En qué otras actividades participa la comisión que usted preside?

La Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL está participando en el proyecto Zonas Industriales Sostenibles en el Perú (ZIS Perú), iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) en trabajo conjunto con el Ministerio de la Producción (Produce) y el Ministerio del Ambiente.

 

Este proyecto busca aumentar la adopción y difusión de tecnologías ecoeficientes y reducir las emisiones de carbono a fin de que las empresas mejoren en productividad y en competitividad.

 

¿Cuántas compañías integrarían el proyecto ZIS Perú?

Este es un proyecto piloto que se está trabajando en la zona industrial del Callao y más adelante se replicaría en otras zonas industriales del país. Actualmente la Onudi tiene identificadas a 60 empresas, de las cuales 33 ingresarían a un fondo para la modernización de ciertas actividades industriales, siempre que presenten una alta emisión de carbono.

 

Por nuestra parte tenemos a 22 empresas asociadas a la CCL interesadas en el ZIS Perú, cinco de ellas ya están trabajando en dicho proyecto. Sin embargo, nuestra meta es que 15 socios de nuestra institución logren participar. Al respecto, estamos trabajando con Onudi realizando gestiones al más alto nivel.