Equidad de género para una industria sostenible e inclusiva

La Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) con la colaboración de la Cámara de Comercio de Lima, el Ministerio de la Producción (Produce) y el Programa de la Cooperación para el Desarrollo Económico de Suiza, desarrollaron el evento “Equidad de género para una industria sostenible e inclusiva” con el objetivo de difundir la importancia de la participación de la mujer en el sector.

 

De esta manera, en el marco del Proyecto de Parques Eco Industriales (PEI) y el Proyecto Zonas Industriales Sostenibles (ZIS) en el Perú, los representantes de la Onudi presentaron la Herramienta de Autoevaluación de Género para industrias, así como el panorama de la participación de la mujer en la región.

 

Asimismo, de parte del rubro empresarial se dieron a conocer casos de éxito internacional de las empresas Tasa, Pesquera Exalmar y Renzo Costa. Ponencias que estuvieron a cargo de Rayssa Chomba, subgerente de Cultura y Talento en Tasa; Rossana Ortiz, gerente general en Pesquera Exalmar; y Marina Bustamante, gerente general en Renzo Costa.

 

El presidente de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL, Thomas Duncan, inauguró el evento y señaló que el gremio se encuentra comprometido con el desarrollo empresarial igualitario, buscando abordar las desigualdades en la industria y empresa.

 

“La superación de los obstáculos en materia de género constituye un elemento clave para lograr el desarrollo económico sostenible del país. Así, frente a la actual difícil coyuntura, la CCL reafirma su propósito de promover el autoconocimiento de las empresas sobre los temas de género y su relevancia en el desarrollo sostenible nacional”, subrayó.

 

Por su parte, la representante para Colombia, Guyana, Perú y Surinam de Onudi, Carolina González-Mueller, destacó que la Herramienta de Autoevaluación de Género para industrias, que mide los niveles de equidad en las empresas de dicho sector, además permitirá a las compañías visualizar sus siguientes pasos, como el abordar las cuestiones de género y poner en valor las acciones que ya vienen realizando.

 

En tanto, la presidente de la Comisión de Desarrollo de la Mujer Empresaria de la CCL, Yolanda Torriani, destacó el compromiso de su comisión y del gremio empresarial es seguir apoyando este tipo de actividades.

 

Continuamos con el compromiso de promover iniciativas y propuestas regulatorias que impulsen la diversidad e inclusión de las compañías peruanas, su personal y familia, así como trabajar en contra del acoso a la mujer”, aseguró Torriani.

 

Al finalizar el evento, los participantes firmaron el «Decálogo para avanzar en la participación de las mujeres en la industria peruana». El documento fue suscrito por la presidente de la Comisión de Desarrollo de la Mujer Empresaria de la CCL, Yolanda Torriani; la coordinadora nacional de comunicaciones del Proyecto PEI Perú de Onudi, Andrea Serrudo; y el director de gestión ambiental del Produce, Edson Espinoza.




Carolina González, de ONUDI: «El empoderamiento de mujeres tiene impacto duradero en el crecimiento económico”

¿Por qué es importante impulsar los aspectos de género en el desarrollo industrial sostenible?

En años recientes, los aspectos de acceso a oportunidades e inclusión de las mujeres han ocupado un espacio importante en la agenda mundial para el desarrollo. En ONUDI, sabemos que el empoderamiento económico de las mujeres tiene un impacto fuerte y duradero en el desarrollo social y el crecimiento económico, que promueve prosperidad y acelera el desarrollo industrial inclusivo y sostenible.

 

Además, fortalecer el rol de las mujeres en la economía global contribuye directamente al ODS 9 sobre industria, innovación e infraestructura; y al ODS 5 que busca la equidad de género. La ONUDI ha diseñado proyectos e intervenciones que permiten abordar las principales barreras para la igualdad de género en el sector. Ello se ve reflejado en la Estrategia de Equidad de Género y Empoderamiento de las Mujeres 2020-2023.

 

¿Cuál es su impacto en el corto y mediano plazo en la sociedad y en la economía?

Apostar por impulsar acciones y políticas en equidad de género presenta efectos positivos a nivel familiar, laboral y económico.

 

En el corto plazo, las medidas tomadas en el entorno laboral abren la posibilidad de que las mujeres tengan mejores ingresos y, por ende, sus familias puedan acceder a mejores productos y servicios (por ejemplo, salud, educación y alimentación). A la misma vez que las empresas empiezan a sentir los beneficios de reducir los sesgos en sus prácticas de contratación.

 

En el mediano y largo plazo, se observarán cambios tales como disminución de la vulnerabilidad e informalidad en los trabajos en los que se emplean a mujeres. Reducir la vulnerabilidad genera un impacto positivo en la economía familiar y en la sociedad. Por su parte, está demostrado que los grupos de trabajo con balance de género alcanzan mejores niveles de productividad a través de la eficiencia y la innovación, lo que también tiene un impacto positivo en el entorno de la empresa, sus resultados y, por ende, la economía.

 

¿De qué manera la ONUDI fomenta la equidad de género para una industria sostenible e inclusiva? ¿Qué estrategias o acciones se darán en Perú?

La ONUDI presta asistencia técnica para el diseño y la aplicación de políticas y estrategias industriales que disminuyen la discriminación de género existente y promueven el empoderamiento económico de las mujeres, basándose en las mejores prácticas internacionales. Asimismo, los proyectos de cooperación técnica de la ONUDI realizan análisis de género y desarrollan distintas herramientas para promover la equidad de género en la industria.

 

Un ejemplo es el Programa Global de Parques Eco Industriales (GEIPP), el cual interviene en siete países, entre ellos Perú y Colombia; y busca acompañar a los parques industriales existentes en su transformación hacia Parques Eco Industriales, a medida que mejoran su desempeño económico, social y ambiental. El Proyecto Desarrollo de Parques Eco Industriales (PEI) en Perú desarrolló una herramienta de autoevaluación en materia de género, que ayuda a las empresas, instaladas o no en parques industriales, y a los parques industriales a entender sus avances.

 

¿Cuáles son las principales barreras que impiden alcanzar esta equidad de género en el campo industrial?

Una de las principales es no saber cómo abordar la equidad de género. Muchas organizaciones consideran que deben tener extensas áreas de recursos humanos a cargo de los aspectos de género. Sin embargo, adoptar pequeños cambios pueden hacer una gran diferencia.

 

Adicional a ello, las empresas deben estar en condiciones de conocer y reconocer que las mujeres tienen un grado de vulnerabilidad mayor con respecto a los hombres en el espacio laboral. Por ejemplo, el alto grado de segregación ocupacional, inseguridad física y de infraestructura –como transporte público–, exposición a hostigamiento sexual o violencia, entre otros. Además de enfrentar situaciones de brecha salarial.

 

En ese sentido, el marco internacional de Parques Eco-Industriales estipula que las condiciones de empleo dentro de estos deben cumplir con los siguientes criterios: (i) un ingreso justo con seguridad y protección social que permita el acceso a una vivienda digna; (ii) el reconocimiento de los derechos de personas trabajadoras y empleadas incluyendo, pero no limitado, a horas de trabajo, licencias y licencias de maternidad; y (iii) la capacidad de establecer y afiliarse a organizaciones de su propia elección, sin autorización previa, para representar a los trabajadores.

 

¿El Perú tiene condiciones favorables para el desarrollo de esta iniciativa? ¿Qué entidades vienen apoyando?

En efecto, las condiciones existen. La ONUDI busca acelerar la adopción del enfoque de PEI (Parques Eco Industriales), donde se beneficie a la sociedad en general, a las personas responsables de la formulación de políticas, a quienes administran los parques industriales, empresas arrendatarias, comunidades aledañas y profesionales de la producción sostenible.

 

En el Perú, dos proyectos buscan apoyar a parques y zonas industriales. El Proyecto de PEI, liderado por la ONUDI, financiado por la Agencia de Asuntos Económicos (SECO) de Suiza y con el Ministerio de la Producción como punto focal; tiene un horizonte de trabajo de tres años y busca fortalecer aspectos normativos en materia industrial y aspectos técnicos para mejorar la productividad y competitividad en armonía con el medio ambiente.

 

De igual manera, el Proyecto Desarrollo de Zonas Industriales Sostenibles (ZIS) es una iniciativa de cuatro años, ejecutada por el Ministerio de la Producción (Produce) y ONUDI y con el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF). El objetivo es desarrollar un modelo de Zona Industrial Sostenible en Lima y Callao, que pueda ser replicado en otras zonas industriales del país.

 

Asimismo, organizaciones como la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el sector industrial representado por parques industriales parte del proyecto PEI (La Chutana, Indupark y Sector 62) y las empresas que conforman la Zona Industrial de Callao han mostrado gran interés por medir su propia situación en materia de género.

 

¿Qué acciones puede tomar el Perú para incrementar la presencia de las mujeres en la industria?

El Perú tiene grandes oportunidades y para aprovecharlas debe empezar a medir, pues lo que se mide, se conoce, y lo que se conoce se puede mejorar. Como segundo paso, apostar por tecnologías limpias. El enfoque en soluciones más limpias, como la generación de energía renovable, son oportunidades para el crecimiento económico sostenible e inclusivo.

 

Con el adecuado acompañamiento de políticas públicas, las mujeres pueden generar conocimientos técnicos de cara al futuro de la industrialización, esto permitirá generar más oportunidades de empleo y reducir el riesgo de desempleo.

 

Como agentes de cambio, las mujeres juegan un rol en la promoción e implementación de las nuevas tecnologías limpias, y son precisamente algunos de los temas de los que se hablará en el Conversatorio “Equidad de género para una industria sostenible e inclusiva”, que se llevará a cabo el 14 de septiembre junto al Proyecto ZIS y a la CCL.

 

¿En América Latina se ha logrado implementar políticas adecuadas que contribuyan a la equidad de género en el campo industrial? ¿Cuáles son los avances?

En el sector industrial, los avances en materia de género son incipientes y desiguales. Países como Perú, Colombia y México han explorado caminos para avanzar hacia la equidad de género. En el caso de Perú se identificaron iniciativas como la certificación “Empresa segura, libre de violencia y discriminación contra la mujer”, que organiza y promueve el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

 

En Colombia se cuenta con el Fondo Mujer Emprende, un instrumento de política pública que apoya a mujeres emprendedoras y empresarias para que sus negocios sean más rentables, replicables y sostenibles. Y México desarrolló la Norma Mexicana en Igualdad Laboral y No Discriminación.

 

¿A qué nivel llega la participación de la mujer en el campo de la industria en América Latina?

Según un estudio realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en poco más de 1.000 empresas, solo un 35% de la fuerza laboral que usa tecnologías avanzadas, son mujeres. Además, alrededor del 50% de las mujeres que trabajan en industria se encuentran en las llamadas “habilidades blandas”. Estos empleos son más susceptibles a recortes en tiempos de crisis, y no son necesariamente los que otorgan el mejor nivel salarial.

 

Adicionalmente, la pandemia trajo consecuencias especialmente negativas para las mujeres. Los empleos en áreas de servicios fueron los primeros que fueron dados de baja y la recuperación sigue siendo muy lenta. El Observatorio Laboral del BID indicó que, en Perú, el empleo femenino se vio más afectado por la crisis que el empleo masculino; pues entre febrero y diciembre del 2020, el empleo femenino en Lima Metropolitana cayó 14,7%, versus una caída de 11,3% para los hombres.

 

Es fundamental lograr que más mujeres entren y se gradúen de carreras CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Las mujeres constituyen el 50% del alumnado universitario, pero solo se tiene un 33% de egresadas.

 

Es por ello que, fomentar la discusión en torno a temas de género y cómo abordarlo, son esenciales en logro de objetivos y, consecuentemente, aquellos incluidos en la Agenda 2030.




CCL impulsa desarrollo de parques eco-industriales

La Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) organizó una reunión de trabajo con sus empresas asociadas con el objetivo que puedan conocer y participar en el Programa Mundial de Parques Eco-Industriales (GEIPP), iniciativa financiada por la Cooperación Suiza (SECO) e implementada por la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).

 

La reunión se llevó a cabo el pasado 25 de noviembre en las instalaciones de la empresa Haug S.A., ubicada en  el distrito de Lurín. Allí, se expuso sobre la viabilidad y los beneficios del desarrollo de proyectos de parques eco-industriales (PEI).

 

Cabe mencionar que los PEI buscan ampliar la productividad de los recursos y la mejora de los rendimientos económicos, ambientales y sociales de las empresas, contribuyendo así al desarrollo industrial inclusivo y sostenible en el Perú.

 

En esta sesión participaron el presidente de la Comisión de Sostenibilidad Empresarial de la CCL, Thomas Duncan; el presidente del directorio de Haug S.A, Humberto Palma; la coordinadora técnica del Proyecto de ONUDI, Denisse Cotrina; el coordinador nacional del Proyecto de ONUDI, Jorge Urbina; y el alcalde de Lurín, Francisco Julca.

 

Cabe precisar que a la fecha, ya se viene trabajando con tres parques industriales. Estos son: Sector 62, Indupark y La Chutana.

 

Al término de la reunión, el municipio de Lurín realizó un acto de reconocimiento público al coordinador nacional del Proyecto de ONUDI, Jorge Urbina, por su labor de iniciar el proyecto en ese distrito.




César Barahona: «Perú tiene potencial en parques eco-industriales»

¿Cómo nace la idea del proyecto para el desarrollo de parques eco-industriales en el Perú?

Esto es parte de un programa global que desarrolla la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi) junto con el apoyo del programa financiado por la Cooperación Suiza (SECO).

 

Su Programa Global de Parques Eco-Industriales busca demostrar la viabilidad y los beneficios de los enfoques de parques eco-industriales para aumentar la productividad de los recursos y mejorar el desempeño económico. Es así que comenzamos con el proyecto de desarrollar casos exitosos alrededor del mundo y el Perú fue elegido como uno de los países beneficiarios de esta primera fase del proyecto.

 

En Lima han encontrado tres parques potenciales como eco-industriales. ¿Qué sigue?

Efectivamente hemos confirmado la selección de tres parques potenciales como eco-industriales que son el Parque Industrial La Chutana (Lima), Indupark (Pucusana) y Parque Industrial Sector 62 (Chilca). Esta intervención se constituye como un proyecto piloto que permitirá la escalabilidad a nivel nacional.

 

De acá en adelante lo que haremos es ayudar a que hagan su desarrollo bajo los lineamientos del marco internacional de desarrollo de parques industriales, que es una publicación que realizó la Onudi en coordinación con el Banco Mundial (BM). En ese documento se establece cuáles son los requisitos mínimos para que puedan ser llamado ecoparques.

 

Creemos que potenciales hay muchos en Perú para desarrollar parques eco-industriales, e incluso pensar en preparar un nuevo proyecto para atender a provincias.

 

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 ¿Cuál es el requisito mínimo que deben cumplir estos parques?

Contamos con un grupo de 51 indicadores que están agrupados en cuatro categorías principales. La primera está relacionada al desempeño sobre la gerencia del parque industrial.

 

La segunda tiene en cuenta la administración de los temas económicos; mientras que la tercera y cuarta están relacionadas a cómo realizan la administración de los temas ambientales y sociales. Con estas cuatro dimensiones un parque puede ser clasificado como potencial para que se convierta en un parque eco-industrial.

 

¿Cuánto dura el proceso de implementación y cuánto se va a invertir?

El proyecto de esta fase va hasta diciembre del 2023 y vamos a acompañarlos y brindarles la asistencia técnica que necesiten. Les daremos capacitaciones y haremos análisis y estudios de factibilidad para que identifiquen la rentabilidad, beneficios económicos, ambientales y sociales en las diferentes actividades que tienen que realizar.

 

Este es un fondo de unos dos millones de francos suizos que servirán también para el análisis a nivel normativo. Si bien existe un marco regulatorio en Perú, no está integrado con las necesidades de los parques y, precisamente, el proyecto está enfocado a identificar esas brechas para proponer mejoras y la inclusión de conceptos de parques eco-industriales.

 

¿Qué significa que al final del proyecto estos tres parques sean calificados como eco-industriales?

Los beneficios son diversos. Por ejemplo, brindar un ambiente adecuado para el desarrollo de las empresas alojadas en el parque para que sean más competitivas y rentables y tengan mejores condiciones. Un parque debe brindar todos los servicios que una compañía necesita prestaciones básicas, inclusive agua, gas, internet, comunicaciones, tráfico y accesos, entre otros.

 

Además, los eco-parques van más allá. Ayudan a que la empresa misma sea más rentable y reduzcan costos a través de interactuar con otras empresas ubicadas en el mismo parque. Otra cosa que pueden hacer es comprar servicios de manera colectiva, por ejemplo, la prestación de mantenimiento a todas las calderas que tiene el parque e intercambiar materiales. Entonces, hacen una simbiosis industrial.

 

¿En cuántos países están impulsando estos proyectos?

En un total de siete países. En América Latina son Colombia y Perú; en África, tenemos a Sudáfrica y Egipto; en Europa, a Ucrania; y en Asia, a Vietnam e Indonesia. Perú es el país que está comenzando un poco más tarde. Los demás Estados están avanzando y la estructura del proyecto es similar.

 

Lo que nosotros queremos es crear ejemplos en los países para que los demás puedan imitarlos. Esperamos que con esas experiencias se puedan replicar en el resto de naciones de América Latina y en el mundo. El proyecto piloto lo estamos haciendo en Perú y Colombia y ahí vamos a seguir expandiéndolo a otros países.