Desenmascarando el IPM: radiografía económica de América del Sur en 2023

El Índice de Performance Macroeconómica (IPM) es un indicador que cuantifica los resultados obtenidos en los principales índices macroeconómicos de un país, reflejando la efectividad de las políticas fiscal, monetaria y cambiaria en un periodo específico. Este indicador abarca factores como crecimiento económico, inflación, desempleo, cuentas fiscales y externas.

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Es claro que un mejor IPM es resultado de un mayor crecimiento, menor inflación y desempleo, un superávit en las cuentas fiscales o en las cuentas externas. En el análisis de los 10 países de América del Sur, que aportan el 4,8 % del PBI mundial, se observa que la mayoría presenta déficits fiscales y externos, resultando en un IPM negativo. Esta situación puede compensarse con un mayor crecimiento económico o una menor inflación.

Cabe señalar que para el análisis del IPM 2023 de los países de América del Sur se ha empleado la información del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Latin Focus.

Resultados del IPM en 2023

En comparación con 2022, cinco países mejoraron su IPM, mientras que los otros cinco restantes experimentaron retrocesos. Ecuador se mantiene como el país con mejor rendimiento, seguido de Paraguay. Por su parte, Argentina y Venezuela registraron la calificación más baja.

 

 

Países con mejor IPM

Ecuador (- 3,3 puntos): repite como el mejor en la región, destacando por bajos índices de inflación (1,4 %), desempleo (3,8 %) y déficit fiscal (-1 %), aunque su crecimiento económico es moderado (1,4 %).

Paraguay (- 8,9 puntos): mejoró significativamente en 2023, con un notable crecimiento (4,6 %), muy superior al de 2022 (0,1 %). Además, logró un importante control de su inflación, reduciéndola de 8,1 % a 3,7 %. En sus cuentas externas pasó de un déficit de -6 % del PBI a un superávit de 0,6 %.

Bolivia (- 13,2 puntos): se mantiene como una economía con bajo crecimiento e inflación, pero con resultados menores a los que obtuvo en 2022. Si bien redujo su déficit fiscal, en cambio, profundizó su déficit externo, lo que condujo a alcanzar un IPM menor al registrado en 2023.

Perú (- 15,6 puntos): la caída del PBI y el aumento del déficit fiscal son los principales problemas de la economía peruana. Los logros se dieron por la reducción de la inflación y del déficit externo.

Chile (- 18,1 puntos): es otra economía que mejoró sus resultados respecto a 2022, a pesar de la caída del PBI proyectada para el 2023 (-0,2 %). La reducción en la inflación de 12,8 % a 3,9 % y el déficit externo de -9 % a -3,5 % del PBI le permitió mejorar su IPM.

Brasil (- 19,2 puntos): durante 2023, la economía más grande de la región registró un incremento en su déficit fiscal hasta ubicarse en -7,1 % del PBI. Los demás indicadores como inflación, desempleo y déficit externo fueron ligeramente mejores respecto a los obtenidos en 2022.

Uruguay (- 19,3 puntos): destacó su crecimiento de 5,3 %, que compensa parcialmente la inflación de 8,9 %. Asimismo, logra sostener los déficits fiscal y externo a niveles razonables de -2,9 % y -1,2 % del PBI, respectivamente.

Colombia (- 27,3 puntos): retrocedió respecto a 2022 debido al bajo crecimiento de apenas 1,2 % y con una inflación y desempleo que aún se mantienen altos (9,3 % y 10,8 %, respectivamente).

Finalmente, Argentina y Venezuela son los dos países con menor IPM en el año que acaba de concluir. En ambos casos la principal razón de dicho resultado es la alta inflación que se ubica en alrededor del 200 % en cada economía. Se suma una tasa de desempleo de 34,1 % registrada en Venezuela, lo que la lleva a ser la peor economía evaluada.

 

 

 

Bienestar económico

Un indicador aceptado para medir el bienestar económico de un país es su PBI dividido entre su población. El resultado es conocido como el PBI per cápita, que se mide bajo la metodología de la paridad de poder de compra, indicador que es publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Cuatro años después de la crisis de la Covid-19, las cifras del FMI advierten que algunas economías aún no han recuperado su bienestar previo a la pandemia. Estas son Argentina (-1,9 %), Bolivia (-3,5 %), Ecuador (-5,1 %) y Venezuela (-16,8 %). En estos casos la principal razón es el bajo crecimiento entre 2020 y 2023. En el caso de Perú, apenas ha superado el bienestar del 2019 en 0,7 %; mientras que los mayores incrementos en bienestar ocurrieron en Brasil (5,5 %) y Colombia (6,1 %).

Sin duda, estos datos del FMI revelan la complejidad de la situación económica en la región, destacando la necesidad de políticas efectivas para impulsar el crecimiento y mejorar la estabilidad macroeconómica.

 

 

 

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En 2022, la performance macroeconómica del Perú será la segunda peor del siglo

El Índice de Performance Macroeconómica (IPM) es un indicador práctico que cuantifica los resultados obtenidos en los principales indicadores macroeconómicos de un país como consecuencia del manejo de la política fiscal, monetaria y cambiaria para un periodo específico. Este índice incorpora indicadores como el crecimiento económico, inflación, tasa de desempleo, balance fiscal y balance externo.

 

El IPM lo que hace es agregar todos los resultados y hallar un total. Es claro que un mayor IPM es resultado de un mayor crecimiento, menor desempleo o inflación o mayor balance fiscal o balance externo. Para el caso de las economías latinoamericanas, que en su mayoría conviven con déficits gemelos, es decir déficit fiscal y déficit en cuenta corriente, el resultado por lo general es un IPM negativo que puede ser compensado con un mayor crecimiento económico o una menor inflación. Pero, como se verá ese escenario no es lo que ha sucedido durante 2022.

 

 

Para el análisis regional se han considerado diez países, nueve de América del Sur, excepto Venezuela por falta de información, e incluyéndose a México por ser un país miembro de la Alianza del Pacífico. Además, se ha hecho un análisis de la evolución del IPM para el periodo 2001-2022.

 

Países con mejor IPM

Los resultados para 2022, destacan a Ecuador con un IPM de -1,7 muy por encima del resto de países de la región. Le siguen Bolivia y México, un IPM de -14,8, cada uno; y Uruguay, con -15,5.

 

En el caso de Ecuador, su liderazgo se explica por la menor inflación (3,8%) y el mayor superávit externo (2,4% del PBI) entre todos los países evaluados. La evolución alcista del precio del petróleo y la baja dependencia de China como destino de sus exportaciones han hecho posible el alto superávit en la cuenta corriente. Además, registró un bajo desempleo (apenas 4% de la PEA) y un superávit fiscal de 0,9% del PBI.

 

Por su parte, Bolivia se vio favorecido por registrar la segunda menor tasa de inflación (4,2%), una tasa de desempleo de 4,5% y un déficit externo de apenas 1,4%. Sin embargo, llama la atención el alto déficit fiscal (8,5% del PBI) y una deuda pública creciente, que alcanza el 82,6% del PBI. Hay que señalar que Bolivia viene subsidiando la electricidad, los combustibles y alimentos lo que explicaría la baja inflación y el alto costo en el balance fiscal y la deuda pública.

 

A su vez, el resultado de México, que comparte la segunda posición con Bolivia, se atribuye a la menor tasa de desempleo (3,4%) entre los países de la región y un déficit externo reducido (1,3% del PBI). No obstante,no juegan a su favor el bajo crecimiento de su economía (2,1%) y la tasa de inflación (8,5%).

 

En el caso de Uruguay, destaca su crecimiento económico de 5,3%, el cual compensa parcialmente la inflación de 8,9%. Asimismo, logra sostener los déficit fiscal y externo a niveles razonables de -2,9% y -1,2% del PBI, respectivamente.

 

Países con bajo IPM

En el análisis comparativo entre países de la región, la economía con menor IPM,  ocupando el décimo lugar, fue Argentina (-101,7) ahogada por una inflación de 95%, la tasa más alta entre los países analizados. Mantiene un déficit fiscal del 3,5% del PBI y con un nivel de deuda pública, que representa el 76% de su PBI, solo por debajo de Bolivia (82,6%) y Brasil (88,2%). A su favor tiene la evolución de los commodities agrícolas que le han permitido registrar un déficit externo de apenas 0,3% del PBI.

 

Hay un segundo bloque de países rezagados en el IPM. Estos son Colombia (9º), Paraguay (8º) y Chile (7º). En el caso de Colombia, con un IPM de -26,3, su inflación y desempleo superan el 10% y su déficit fiscal y externo son mayores al 5%. En el caso de Paraguay (-24), se proyecta un crecimiento mínimo de 0,2%, inflación alta (8,2%), un déficit fiscal de -5% del PBI y un déficit externo de -3,8%.

 

Finalmente, Chile es afectado por la caída en los términos de intercambio que mantienen elevado su déficit externo (-6,7%), bajo crecimiento (2%) y una inflación por encima del 10%. Por su parte, Perú se ubicó en la quinta posición durante 2022 con un IPM de -18,8

 

Perú 2001-2022

Hemos dicho que lo natural para los países de la región es que el IPM sea negativo. No obstante, en los 22 años analizados, Perú logró un índice positivo de 3,6 y 0,7 en los años 2006 y 2007, periodo cuando el crecimiento promedio era de 8% anual, además de un superávit fiscal y externo promedio de 2,8% y 2,4% del PBI, respectivamente. Otros años con buenos resultados, a pesar que el IPM resultó negativo, fueron 2005, 2010 y 2012, periodos cuando el factor común era el alto crecimiento económico y baja inflación, acompañados de un superávit fiscal o externo.

 

 

Sin embargo, los resultados del IPM se hacen más negativos desde 2014, año en el que se inicia un periodo de tasas de crecimiento económico por debajo del 4%, el déficit fiscal se hace permanente y la deuda pública, que se había reducido hasta un 19,2% del PBI, empieza a acumularse año a año hasta llegar a su nivel actual de 33,8% del PBI.

 

El año de peor IPM (-34,6) en lo que va del siglo fue 2020 como consecuencia de la pandemia y las medidas para combatirla. La considerable caída del PBI (-11%), el incremento del desempleo (-13,9% de la PEA) y el elevado déficit fiscal (-8,9% del PBI) fueron las principales causas de tal desempeño.

 

La siguiente peor performance en el presente siglo se registraría en el presente 2022. Las bajas proyecciones de crecimiento del producto cercanas al 3% y de alta inflación de 8,5% perjudicaron la performance durante el presente año, sumado al déficit fiscal (-1,9% del PBI) y déficit externo (-3,8% del PBI) han llevado a un IPM de -18,8, el segundo valor más negativo después del resultado del 2020. Para 2023 las perspectivas no son favorables por la baja proyección de crecimiento, el entorno internacional negativo que podría afectar las cuentas externas y la presión al alza en los precios internacionales que aletargaría la disminución de la inflación.




Ecuador y Paraguay lideran Índice de Performance Macroeconómica en la región

Luego que la economía mundial se contrajera en 3,1% durante el 2020, las perspectivas de recuperación económica para el 2021 y 2022 son positivas, pues se proyecta un crecimiento de 5,9% y 4,9%, respectivamente, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

No obstante, esa reactivación económica ha significado algunos costos, como el incremento de los déficits fiscales debido a las políticas fiscales expansivas aplicadas.

 

Además, el común denominador entre todas las economías ha sido el incremento de la inflación, impulsada por los mayores precios de los alimentos que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre enero y octubre pasado, llegó a 22,6%.

 

A fin de evaluar la performance de los países en el mundo durante el 2021, el IEDEP construye el Índice de Performance Macroeconómico (IPM), indicador que es elaborado tomando como base el Índice de Miseria creado en los años 70 por Arthur Okun y que se estimó sumando la tasa de desempleo y la tasa de inflación, pues ambos son considerados los principales problemas macroeconómicos que afectan a un país.

 

No obstante, el IEDEP considera que para medir la performance de un país deben incorporarse otros tres indicadores: la tasa de crecimiento del producto, el ahorro fiscal expresado como porcentaje del PBI y la cuenta corriente de la Balanza de Pagos como porcentaje del PBI.

 

Así, se busca evaluar los resultados no solo de indicadores del sector real y de precios, sino también las finanzas públicas y el comercio exterior, pues todos ellas son parte de la performance macroeconómica.

 

De este modo, el IPM, expresado como un índice, se obtiene a partir de la suma de estos cinco indicadores. Con ello, un alto IPM es resultado de un mayor crecimiento económico, una menor inflación, un menor desempleo y mejores resultados en las cuentas fiscales y/o externas de un país.

 

Avanzados vs emergentes

 

A nivel mundial, se evaluaron 196 países, de los cuales 40 son economías avanzadas (EA) y 156 economías emergentes y en desarrollo (EED). Los resultados señalan que, pese a los efectos transversales de la crisis sanitaria y económica, las EED proyectan un IPM de -5,12 para el 2021, superior al -12,43 del grupo de EA.

 

El signo negativo obedece mayormente al elevado nivel de déficit fiscal y la alta tasa de inflación que se registrarán en el 2021 y que supera, por ejemplo, a la tasa de crecimiento del producto.

 

Sin embargo, el 2021 fue un año de recuperación de la severa recesión mundial vivida el 2020, producto de las políticas de confinamiento aplicadas en todos los países. El IPM 2021 de las EA mejoró en 2,7 puntos respecto al IPM 2020, lo mismo fue el avance de 17 puntos en las EED.

 

Entre los 40 EA, la mejor performance la obtuvieron Singapur (17,6) y Taiwán (16,4). En ambos casos sus buenos resultados macroeconómicos tienen factores en común: un alto crecimiento de 6% y 5,9%, respectivamente; un superávit externo de 15,9% y 15,6% del PBI; y un déficit fiscal de apenas 0,2% del PBI, en el primer caso, y superávit de 0,3% del PBI, en el segundo caso.

 

Al otro extremo se ubican España (-20,3) y Grecia (-28,3) como los países con menor IPM. En ambos casos el déficit fiscal (-8,6% y -10,2% del PBI) y la alta tasa de desempleo (15,4% y 15,8% de la PEA) los afectaron. Grecia, además, tuvo un déficit externo de 7,4% del PBI.

 

Para las EED se han considerado cinco bloques siguiendo la clasificación del FMI: Asia emergente y en desarrollo (AED), Europa emergente y en desarrollo (EUED), Latinoamérica y el Caribe (LATAMC), Oriente Medio y Asia Central (OMAC) y África Subsahariana (AFSB).

 

AED es el bloque que alcanzó el mejor IPM (-2,5) con sus dos variables más robustas, el crecimiento económico y sus cuentas externas.

 

Las economías con mejor performance fueron China (-3,7), Vietnam (-4,4) y Malasia (-5,8), las que lograron mantener una inflación en torno al 2,5%. China, con su alto crecimiento económico (8%), logró compensar sus cuentas fiscales negativas.

 

Vietnam si bien tuvo un crecimiento moderado de 3,8% y, al igual que el gigante asiático, registró un reducido desempleo (2,7% de la PEA) lo que le permitió ser la segunda economía del bloque AED.

 

En el caso de Malasia le favoreció el superávit externo (3,8% del PBI). En esta región se encuentra India, que es una de las economías con mayor crecimiento en el mundo, proyectado en 9% para el presente año.

 

En el caso de EUED, los países con mayor IPM son Rusia (-0,8) y Polonia (-5,4), destacándose los avances de Rusia por una mayor solidez en sus finanzas públicas, llevando su déficit fiscal a 0,6% del PBI, además de un superávit externo de 5,7% del PBI y un crecimiento que alcanzaría el 4,7%.

 

En el bloque de OMAC, destaca Azerbaiyán con un IPM de -1,9 que alcanzó un importante superávit externo de 7,8% del PBI y un déficit fiscal de apenas 1,8% del PBI. Hay dos economías con buenos resultados macroeconómicos en el 2021, pero que no cuentan con los cinco indicadores utilizados para la calificación por lo que no fueron considerados en el análisis. Se trata de Kuwait y Emiratos Árabes Unidos.

 

Para AFSB, los indicadores macroeconómicos son limitados y de los países de los que se dispone información los resultados han sido bastante desfavorables. Cabo Verde es el país con mejor desempeño, pero con un IPM de -28,3. Otras economías que destacan con la información parcial disponible son Camerún (-4,1) y Etiopía (-3,9), país que en estos momentos se encuentra en una guerra interna.

 

 

LATAMC

 

Se analizaron 22 países de América Latina y el Caribe, destacando en 2021 Ecuador y Paraguay, que obtuvieron un IPM de -4,2 y -7,3, respectivamente.

 

Es de destacar de Ecuador su baja inflación (1,8%), el menor déficit fiscal de la región llegando a 2,3% del PBI, además de un superávit externo de 1,7% del PBI, beneficiado por la evolución del precio del petróleo que, hasta noviembre, se había incrementado en 62%. Sin embargo, su crecimiento del PBI, de alrededor del 3%, no compensará la caída de 7,8% registrada en 2020.

 

Paraguay, la segunda economía con mayor IPM, se vio impulsada por un crecimiento de 4,5% y un superávit externo de 3,5% del producto. En este caso, el país se benefició por el incremento de los precios de los commodities agrícolas como maíz, trigo y soya. Su problema se encuentra en el déficit fiscal de 5,2% del PBI.

 

Perú ocupo la tercera posición con un IPM de -7,7 donde su principal logro es el crecimiento proyectado de 12,8%, pero afectado por una inflación proyectada de 6,1%, además de los déficit fiscal y externo de 4% y 1,7% del PBI, respectivamente.

 

Le sigue México (-8,0) con un crecimiento de 6,2% y un balance externo igual a cero, afectado por una inflación de 5,9% y un déficit fiscal de 4,2% del producto.

 

Si nos circunscribimos a América del Sur, las economías de menor performance durante el 2021 fueron Argentina (-56,8) y Venezuela (-2751,3), ahogadas, sobre todo, por una alta inflación.

 

Colombia (-24,1) y Brasil (-23,1) también han quedado bastante rezagadas en el IPM por las tasas de desempleo de dos dígitos según la información del FMI.

 

El IPM mide los resultados macroeconómicos de un año, sin marcar la tendencia que seguirá la economía en el largo plazo. Perú es el quinto entre diez países con mayor PBI per cápita de la región y representa poco más del 50% del líder de la región que es Chile.

 

Como país necesitamos una estrategia de largo plazo sustentada en una mayor competitividad y productividad, no solo para lograr una mejor performance macroeconómica, sino de un crecimiento sostenido para alcanzar un mayor nivel de desarrollo y bienestar.

 




Perú figura quinto en la región en Índice de Performance Macroeconómico

Perú ocupa el quinto lugar en América del Sur en el Índice de Performance Macroeconómico (IPM) 2020 tras obtener un puntaje de -28,5 luego de ser evaluado junto a 10 economías de esa región.

 

El IPM es elaborado anualmente por el Instituto Económico y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el cual evalúa el desempeño económico, así como el manejo de la política fiscal, monetaria y cambiaria, garantizando la estabilidad macroeconómica.

 

La contracción del IPM 2020 se debe especialmente al impacto de la crisis sanitaria en la actividad económica, en donde se estima una caída del PBI en -11,7% para este año. Así también, influyó el deterioro de las finanzas públicas donde el déficit fiscal aumentó en 7,2 p.p.

 

Pese a este resultado, el IPM peruano muestra fortalezas macroeconómicas como una baja tasa de inflación de alrededor del 2% y la mejora en la cuenta corriente de 2,1 p.p.

 

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Región

Conforme al IPM 2020, todos los países de la región tuvieron una performance negativa debido al impacto de la Covid-19.

 

En este contexto, el país con mejor resultado fue Paraguay el cual obtuvo un IPM de -14,0, debido a una reducida caída en su PBI (-2,4%) y menor descenso en el ahorro fiscal, de -2,5 p.p.

 

Este resultado, además de mantener una baja inflación y desempleo, y mejorar su cuenta corriente respecto al 2019, le permitió alcanzar el mayor puntaje entre los países de la región. Se podría decir que es el país que resultó menos afectado en sus indicadores macroeconómicos por la crisis sanitaria.

 

En tanto, Ecuador figura segundo con mejor IPM (-16,9), debido a su bajo desempleo (5,9% de la PEA) respecto al resto de países de la región, una inflación negativa (-0,7%) y en menor medida por la mejora en su cuenta corriente en 1,1 p.p. Su caída en el producto bruto interno (-8,6%) es el peor resultado entre los indicadores evaluados.

 

Mientras Chile, Bolivia, Perú y Uruguay ocupan la tercera, cuarta, quinta y sexta posición en la región, respectivamente. Chile, favorecido por su baja inflación y la mejora en 3,9 p.p. en su cuenta corriente respecto al 2019, no obstante, se registra una fuerte caída en su ahorro fiscal (-6,2 p.p.).

 

Bolivia resalta por su baja inflación (1,4%) y siendo uno de los países de la región con menor caída del ahorro fiscal, con apenas 3,6 p.p. Uruguay es la segunda economía con menor recesión (-4,4%) pero es junto con Venezuela los únicos países que no pudieron mejorar su cuenta corriente (-0,9 p.p.) tal como fue el patrón característico de la región.

 

Brasil y Colombia se ubican séptimo y octavo con puntajes en el IPM bastante similares, -30,3 y -30,7 respectivamente. Brasil es el país con la tercera menor caída en el PBI (-5,0%) y una mejora en la cuenta corriente (2,3 p.p.) pero resultó con el mayor deterioro en las cuentas fiscales (-10,5 p.p.).

 

Respecto a Colombia su baja inflación (1,8%) no fue suficiente para quedar relegada en la región por el alto desempleo (16,5% de la PEA) y leve mejora en su cuenta corriente (0,5 p.p.).

 

En tanto Argentina es el país sudamericano más afectado por la crisis ocupando la 9° posición, país que está envuelto en una fuerte recesión (-11,2%), un déficit fiscal que se ha incrementado en 5,0 p.p. y un proceso inflacionario aún elevado (37,2%).

 

Por último, Venezuela se ubica en la 10° posición con un IPM de -2.563,7, país que ya venía enfrentando un proceso hiperinflacionario y una profunda recesión económica de años anteriores. Sus cuentas fiscales y externas empeoraron el presente año en 10,1 y 7,2 p.p. respectivamente.

 

Pandemia

 

Ante este panorama, se puede concluir que América del Sur es una de las regiones que resultó económicamente más afectada a nivel global debido a la crisis originada por la pandemia.

 

No obstante, se espera que la región, en su conjunto, experimente una fuerte recuperación económica para el próximo año, aunque ello dependerá del control de una segunda ola de contagios, de la rapidez con que llegue la vacuna contra la COVID-19 y de la eficacia de las políticas de reactivación económica.




CCL: Perú ocupa séptimo lugar en Índice de Performance Macroeconómico

Perú ocupa el séptimo lugar en la región en el Índice de Performance Macroeconómico (IPM) 2020, elaborado por el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).

 

Nuestro país obtuvo un IPM de -31, y exhibe fortalezas como una tasa de inflación menor al 2% y mejoras en la cuenta corriente de 1,3 p.p. No obstante, el bajo resultado de Perú se explica por el impacto de la crisis en la actividad económica en donde la caída del PBI se estima en -12,9%.

 

En el caso de las finanzas públicas, el aumento del déficit fiscal en 8 p.p en el año 2020, fue el determinante de su baja performance.

 

El IEDEP viene evaluando cada año el desempeño macroeconómico de los países de la región a través del IPM, indicador que es elaborado tomando como base el Índice de Miseria creado en la década de los sesenta por Arthur Okun.

 

 

América del Sur

 

De acuerdo con el IPM 2020, todos los países de América del Sur tuvieron una performance negativa como era obvio al ser una de las regiones que resultó económicamente más afectada a nivel global debido a la crisis originada por la pandemia.

 

Sin embargo, los países con mejores resultados entre las diez economías evaluadas en América del Sur son Paraguay y Bolivia.

 

Paraguay, con un IPM de -17,6, es el país con menor caída en su PBI (-4%), menor desempleo (7% de la PEA) y el tercero con menor descenso en el ahorro fiscal, de -3,9 p.p.

 

Estos resultados, además de mantener una baja inflación y mejorar su cuenta corriente, le permitieron alcanzar el mayor puntaje entre los países de la región. Se podría decir que es el país que resultó menos afectado en sus indicadores macroeconómicos por la crisis sanitaria.

 

Bolivia es la segunda economía con mejor IPM (-19,8), debido a su bajo desempleo (8% de la PEA), después de Paraguay; y registrando la menor caída del ahorro fiscal, con apenas 1,3 p.p. Su caída en el producto bruto interno (-7,9%) es el peor resultado entre los indicadores evaluados.

 

Un segundo bloque de países conformado por Chile, Ecuador, Uruguay y Brasil ocupan la tercera, cuarta, quinta y sexta posición en la región, respectivamente. Chile, favorecido por su baja inflación y la mejora en 2,3 p.p. en su cuenta corriente respecto al 2019, queda bastante afectado por la fuerte caída en su ahorro fiscal (-6,1 p.p.).

 

Ecuador resalta por su inflación negativa (-0,3%) y su reducido desempleo (8,1% de la PEA), pero está muy afectado por la fuerte caída de su producción (-11%) y su ahorro fiscal (-5,8 p.p.). Es, además, uno de los tres países, junto con Uruguay y Venezuela, que no pudo mejorar su cuenta corriente (-2,3 p.p.) tal como fue el patrón característico de la región.

 

En el caso de Uruguay, fue el segundo país con la menor caída de su PBI (-4,5%) y el ahorro fiscal (-2,3 p.p.), pero la reducción en la cuenta corriente (-2,3 p.p.) y la alta inflación (9,5%) rezagaron su posición en la región.

 

Por su parte, Brasil es el país con la tercera menor caída en el PBI (-5,8%) y el de mayor incremento en la cuenta corriente respecto al 2019 (3 p.p.). Su alto desempleo (13,4%) y la contracción en el ahorro fiscal (-10,8 p.p.) fueron sus peores resultados.

 

Colombia se ubica en la octava posición con -33,5. Como Perú tiene una tasa de inflación menor al 2% y mejoras en su cuenta corriente de 0,3 p.p. La crisis tuvo fuerte impacto en su actividad económica con una caída del PBI de -8,2%.

 

En el caso de las finanzas públicas, el aumento del déficit fiscal en 8 p.p y 7 p.p., respectivamente, en el año 2020, fueron los determinantes de la baja performance de ambos países.

 

Además de Venezuela, que se ubica en la décima posición con un IPM de -2.563,7, que ya venía enfrentando un proceso hiperinflacionario y una profunda recesión económica de años anteriores; el país de Sudamérica más afectado por la crisis sanitaria es Argentina (9° posición), envuelta en una fuerte recesión (-11,8%) y alta inflación (37,4%).

 

Su déficit fiscal se ha incrementado en 6,9 p.p. y, apenas a su favor, la cuenta corriente mejoró en 1,6 p.p.

 

No obstante, dados los esfuerzos de los gobiernos de los países que la integran, se espera que la región en su conjunto experimente una fuerte recuperación económica durante el próximo año, aunque ello dependerá en buena cuenta de qué tan rápido llegue la vacuna contra la COVID-19.