Seguridad alimentaria: Propuestas para solucionar el desabastecimiento de urea
La CCL propone al Gobierno, trabajar conjuntamente con el sector privado para garantizar que los pequeños y medianos agricultores tengan el acceso a los fertilizantes con el objetivo de que la campaña agrícola 2022-2023 no se vea afectada.
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Carlos Posada Ugaz, director ejecutivo del Idexcam - CCL
Desde inicios del segundo trimestre de 2021, los precios internacionales de los fertilizantes muestran un incremento debido al encarecimiento de sus principales componentes, como son el gas natural y el gas de amoníaco.
El alza se agudizó desde febrero pasado por la invasión de Rusia a Ucrania, hecho que afectó la cadena mundial de suministros, y a diversos sectores esenciales, pues los rusos son los mayores productores de granos, petróleo y fertilizantes del mundo, mientras que los ucranianos lo son de granos y aceites de girasol.
La situación volátil de los precios de los fertilizantes ha generado preocupación en el Perú, debido al impacto que una menor disponibilidad de fertilizantes puede tener en la agricultura nacional, particularmente para productos que conforman la canasta básica familiar, como el arroz, el maíz, las papas, entre otros productos agrícolas y sus próximas campañas de siembra.
De acuerdo con el censo agropecuario de 2012, la superficie agraria nacional contempla alrededor de 4,16 millones de hectáreas de cultivo, con un total de 2,2 millones de unidades agropecuarias, de las cuales 296.000 se encuentran ubicadas en la costa, 1,23 millones en la sierra y 284.000 en la selva. Asimismo, el tamaño promedio por parcela, según el censo, es de 3 hectáreas en la costa, 0,8 hectáreas en la sierra y 3,3 hectáreas en la selva.
Además, de acuerdo con el censo, 971.206 unidades agropecuarias (43,9% del total) utiliza fertilizantes químicos, de las que solo 246.000 lo hacen en cantidades suficientes.
Ante dicho escenario, el 19 de mayo, el Gobierno Nacional emitió el Decreto de Urgencia 013-2022, donde dispuso medidas extraordinarias para facilitar y garantizar el suministro del fertilizante nitrogenado urea para el próximo inicio de la campaña agrícola 2022-2023.
Así, desde junio, a fin de hallar un proveedor internacional de urea, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) emitió tres convocatorias. La actual licitación contemplaba 65.587 toneladas destinadas a agricultores con menos de cinco hectáreas de cultivos. Sin embargo, el 6 de agosto, la Contraloría General emitió un informe recomendando descalificar a la empresa Ready Oil Supply LLC debido a que no presentó sus estados financieros de los últimos tres años, por cuanto recién se constituyó en el primer semestre de 2021.
Otro motivo de la Contraloría para recomendar la descalificación de la empresa fue que condicionó el plazo de la entrega de la urea a la recepción de la carta de crédito. Ello, pese a que se había establecido que la entrega se realizará un día hábil después de la notificación de la orden de compra. Asimismo, se detectaron diferencias en el plazo de la entrega del fertilizante, a pesar de establecerse en 45 y 60 días calendario para la entrega del primer y segundo lote, respectivamente.
Actualmente el Perú no cuenta con un proveedor de urea, lo que afectará el desempeño de la campaña agrícola, sobre todo para los pequeños agricultores. Cabe destacar que, la última estimación del Midagri señalaba a setiembre como el plazo máximo para la distribución a nivel nacional.
En un anterior artículo, la CCL había advertido sobre la necesidad de conseguir la cantidad de fertilizante nitrogenado necesario para no perjudicar el cultivo de los productos agrícolas, consecuencias que se reflejarían en el incremento de los precios de dichos productos, efecto perjudicial sobre las familias peruanas.
Según las estadísticas de la Sunat, entre enero y julio de 2022, las importaciones de urea agrícola totalizaron 135.268 toneladas por el valor de US$ 124 millones, cifras que evidenciaron una caída de 23,29% en cuanto al volumen, pero un incremento de 86,87% en cuanto al valor, frente al similar periodo del año anterior.
En julio pasado, el valor CIF promedio ascendió a US$ 803,88 por tonelada, registrándose ese mes la importación de 32.363 toneladas. En dicho mes, se adquirió urea principalmente de Trinidad y Tobago con 11.675 toneladas por US$ 1,2 millones; seguido de China, con 10.464 toneladas por US$ 1,1 millones; Rusia, con 8.492 toneladas por US$ 1,2 millones; y Bolivia, con 1.579 toneladas por US$ 64.270.
En ese sentido, en caso el Gobierno Peruano pretenda seguir por el mismo camino, se propone modificar el Decreto de Urgencia 013-2022, de manera tal que se permita al sector privado nacional participar de los procesos de compra del fertilizante, debido a la experiencia con la que cuentan en las negociaciones de las compras internacionales de estos productos.
Caso contrario, se propone al Gobierno, trabajar conjuntamente con el sector privado para enfrentar esta situación de emergencia, para garantizar que los pequeños y medianos agricultores tengan el acceso a los fertilizantes para que no se vea afectada la campaña agrícola 2022-2023. En tal sentido se plantea que los agricultores, correctamente inscritos en un padrón nacional, puedan comprar a las empresas privadas importadoras de urea, a través de un bono o un documento cancelatorio otorgado por el Estado.
Otra alternativa podría ser establecer un mecanismo de subsidios, de manera tal que las empresas importadoras-distribuidoras puedan realizar la venta de los fertilizantes a los pequeños y medianos agricultores y el pago se realizaría contra los impuestos a cuenta que tengan estas empresas con el Estado, es decir una suerte de Obras por Impuestos, pero que en este caso sería Ventas por Impuestos. De esta manera poder entregar el fertilizante a los agricultores en el más breve plazo.
Es momento de dejar atrás ideas trasnochadas y que el Gobierno trabaje de la mano con el sector privado para así cumplir con el objetivo de lograr la seguridad alimentaria para la población nacional.