Segunda chamba: El 21,5 % de los trabajadores requiere complementar sus ingresos
Reproducir:

Óscar Chávez
Existen diversas razones por las que una persona puede buscar una ocupación secundaria. En muchos casos, responde a la insuficiencia de ingresos para cubrir el presupuesto familiar o a la necesidad de afrontar deudas. Sin embargo, estas no son las únicas motivaciones. Algunas personas recurren a una segunda ocupación con el propósito de generar ingresos adicionales para ahorrar, invertir, financiar estudios o desarrollar futuros emprendimientos. Como resultado, cada vez más peruanos optan por una ocupación secundaria como mecanismo para complementar sus ingresos y sostener la economía familiar.
Es por esta razón, que por segundo año consecutivo, el IEDEP elaboró el estudio Mi Segunda Chamba: La ocupación secundaria en el Perú, con el objetivo de profundizar en el análisis de una tendencia laboral que impacta a millones de peruanos. Entre el 2021 y 2024, el 21.5 % de la PEA ocupada ha reportado tener más de una actividad laboral, lo que refleja una tendencia estructural en el mercado de trabajo peruano.
En términos sencillos, muchos peruanos deben recurrir a una «segunda chamba» porque su empleo principal no cubre completamente sus necesidades. Esta puede tomar dos formas: una ocupación secundaria fija, que implica una actividad con cierta continuidad y, en ocasiones, horarios definidos o compromiso regular; o una ocupación temporal, que consiste en trabajos esporádicos, ocasionales o «cachuelo», realizados cuando surge una oportunidad de obtener ingresos adicionales.
LEA TAMBIÉN: Casi 4 millones de trabajadores en el Perú tienen una “segunda chamba”
Quiénes son los que tienen más de una ocupación
Según datos de la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho), durante el 2024, más de 3.7 millones de peruanos reportaron tener una segunda ocupación. De ellos, 3.1 millones indicaron que esta actividad era de carácter fijo, mientras que alrededor de 645 000 afirmaron que era temporal.
En cuanto a la edad, la mayor proporción de personas con segunda ocupación se concentra entre el grupo etario de 30 a 44 años, que representan el 38.5 % de quienes tienen una segunda actividad laboral. Estos son trabajadores en plena etapa productiva, con responsabilidades familiares y financieras más elevadas.
En términos de ubicación geográfica, el 65.6 % de los trabajadores con ocupación secundaria reside en zonas urbanas. No obstante, la incidencia es particularmente relevante también en áreas rurales, donde esta segunda fuente de ingresos responde a la inestabilidad del empleo agrícola o informal.
Condición de pobreza y nivel educativo
La situación económica también influye en el perfil de quienes tienen más de un trabajo. En 2024, el 22.9 % de las personas, a pesar de tener una ocupación secundaria, se encuentra en situación de pobreza o extrema pobreza.
Asimismo, el nivel educativo influye en la forma en que se accede a estas ocupaciones. Las personas que cuentan solo con educación básica regular representan el 72.3 % del total de quienes tienen dos empleos, mientras los que alcanzan algún tipo de educación superior están representados por el 27.7 %. Este patrón sugiere que, si bien la educación facilita el acceso al empleo, no garantiza ingresos suficientes por una sola fuente laboral.
En lo que respecta a las actividades económicas donde se concentra la segunda ocupación, destaca el sector Agropecuario (30.9 %), seguido por el Comercio (17 %) y Otros Servicios (31.4 %). Dentro de este último grupo destacan actividades como Transporte (5.8 %) y Alojamiento y Restaurantes (7.6 %).
Diferencias por género
Los hombres con ocupación secundaria (2.1 millones) superan en número a las mujeres (1.7 millones). Esta diferencia se mantiene tanto en las ocupaciones fijas (1.7 vs. 1.4 millones) como en las temporales (344 000 versus 300 000).
En cambio, si se evalúa por sector económico, se observan patrones distintos entre ambos géneros. Las mujeres con ocupación secundaria se concentran principalmente en actividades como Alojamiento y Restaurantes, donde representan el 68.7 % del total de trabajadores en ese sector, así como en Manufactura, donde alcanzan el 60.1 %. Por el contrario, los hombres con segunda chamba predominan en sectores como Construcción (98.5 %), Transporte y Almacenamiento (95 %), Minería (94.5 %) y Telecomunicaciones (92.5 %) donde se requiere mayor presencia física y horarios extendidos.
En el análisis por ubicación geográfica, tres departamentos concentran el 34.2 % del total de personas con ocupación secundaria: Lima (18 %), Cajamarca (8.2 %) y Piura (8 %). Lima, por su tamaño poblacional y diversidad económica, concentra tanto a hombres como mujeres con ocupación secundaria. En Cajamarca y Piura se observa una mayor incidencia de mujeres con ocupaciones complementarias, especialmente en actividades de comercio, manufactura y preparación de alimentos.
Según los datos de la Enaho-2024, los ingresos de un trabajador con una ocupación secundaria fija alcanzan los S/ 1 730, monto que supera al de aquellos con una sola ocupación (S/ 1 591). Sin embargo, aquellos con ocupación temporal solo alcanzan los S/ 1 352.
Según tamaño de empresa
La ocupación secundaria se desarrolla casi exclusivamente en microempresas con menos de 20 trabajadores, concentrando al 95.9 % de quienes la ejercen. En cuanto al tipo de vinculación laboral, el 46.4 % trabaja de manera independiente y el 31.5 % lo hace al margen de relaciones laborales formales, lo que evidencia que el autoempleo es la forma más común de acceso a esta segunda fuente de ingresos. Desde la perspectiva de la formalidad, el 89 % de los trabajadores con ocupación secundaria pertenece al sector informal, lo que, si bien permite generar ingresos adicionales, no contribuye de manera sostenible a mejorar su calidad de vida.
En conclusión, contar con una ocupación secundaria representa una alternativa relevante para millones de peruanos, ya que puede brindar cierta estabilidad financiera en hogares donde el ingreso principal es inestable o de carácter temporal.
LEA MÁS:
Inversión en innovación empresarial subiría al 1% del PBI al 2030
“Julio Velarde se consolida como símbolo de estabilidad y confianza para el país”
Empresas peruanas muestran que la economía circular es una realidad