Renovación de electrodomésticos: clave para el ahorro y seguridad familiar
La invención y fabricación de electrodomésticos han marcado un hito en la historia de la humanidad, facilitando las tareas domésticas y provocando cambios sociales y económicos en todo el mundo. La reducción del tiempo dedicado a las labores del hogar, junto con las mejoras en la conservación de alimentos y la higiene personal, han elevado la calidad de vida, así como han producido cambios significativos en los roles de género.
En términos económicos, la comercialización de estos artefactos ha generado empleo e impulsado industrias relacionadas. No obstante, también han surgido desafíos ambientales, como el incremento de residuos electrónicos y el consumo energético, lo que ha fomentado un creciente interés por soluciones sostenibles. A continuación, analizaremos su proliferación en el mercado peruano.
Cocinas a gas
Según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) de 2023, el 90 % de los hogares en el país contaban con al menos una cocina a gas, lo que representó un crecimiento del 4 % en comparación con el 2022. A nivel departamental, la penetración de cocinas a gas es heterogénea. En Arequipa, el 96,9 % de hogares disponen de este equipamiento. Le siguen Ica (96,6 %) y Lima (95,9 %). En contraste, los departamentos con menores porcentajes son Huánuco (79,6 %), Cajamarca (73 %) y Loreto (67,6 %).
Un aspecto preocupante es que el 36,4 % de los hogares peruanos posee cocinas a gas con más de 10 años de antigüedad, lo que puede acarrear consecuencias negativas como la contaminación del aire interior por la liberación de dióxido de nitrógeno (NO₂) y monóxido de carbono (CO), aumentando el riesgo de problemas respiratorios. También existen riesgos de seguridad, como fugas de gas o problemas de combustión que pueden derivar en incendios o explosiones, además de una menor eficiencia energética. Arequipa, Tacna y Lima con más de 46% cada uno, son las regiones más afectadas por este problema.
Lavadoras
En 2023, más de 3 000 000 de hogares en el país poseían una lavadora, lo que representa el 30,5 % del total, con un crecimiento del 6,5 % respecto a 2022. Sin embargo, la penetración de este electrodoméstico sigue siendo baja, especialmente por razones económicas. Asimismo, en las zonas rurales, la falta de infraestructura adecuada, como el acceso al agua corriente y la electricidad, limitan el uso de lavadoras. Además, la preferencia por métodos tradicionales de lavado en algunos departamentos, como Huancavelica, Puno y Cajamarca, también afecta la adopción de lavadoras.
La clase media, que representa aproximadamente el 30 % de la población peruana, muestra una mayor tenencia de lavadoras debido a su acceso a ingresos más altos y al crédito, lo que facilita la adquisición de este tipo de bienes. No obstante, el 40,1 % de los hogares que poseen lavadoras tienen equipos con más de 10 años de antigüedad, lo que implica un mayor consumo de energía y agua. Además, las lavadoras antiguas son más propensas a fallas mecánicas, fugas de agua y problemas de drenaje, lo que puede ocasionar costos elevados en reparaciones. Lima, Puno y Tacna son los departamentos con mayores porcentajes (superior al 42 %) de lavadoras obsoletas.
Refrigeradoras, eficiencia y ahorro
En el Perú, cerca de 5 800 000 de refrigeradoras están en uso, distribuidas en 5 500 000 de hogares. Desde el 2015, más de 1 200 000 de hogares pasaron a tener una refrigeradora en casa, lo que representa un incremento del 28 %. Lima concentra el 50 % de las refrigeradoras en uso, con 2 800 000 de unidades. Para el mismo periodo de análisis, se encontró que los departamentos de Huancavelica, Ayacucho y Apurímac vieron crecer su posesión de lavadoras por encima del 100 %.
Eficiencia energética y ahorro en facturación
La eficiencia energética es un tema cada vez más relevante en los presupuestos familiares. El alto costo de la energía ha llevado a que más familias opten por adquirir electrodomésticos con tecnologías modernas que favorecen el ahorro. Según la normativa vigente, los artefactos eléctricos comercializados deben incluir una etiqueta de eficiencia energética, lo que facilita la elección de productos que se ajusten a las necesidades como al presupuesto.
Por otro lado, existen electrodomésticos cuyo consumo energético generan un alto costo en la facturación familiar. Un claro ejemplo de ello son las refrigeradoras, cuyo consumo puede representar entre el 25 % y 30 % de los costos anuales de energía en los hogares. Sin embargo, es importante destacar que las tecnologías actuales han permitido el desarrollo de funciones más eficientes, que no solo reducen el consumo de electricidad, sino que también disminuyen las emisiones de gases de efecto invernadero.
Cuatro departamentos impulsarán el mercado de renovación de refrigeradoras
En el Perú, aproximadamente 2 400 000 de hogares poseen refrigeradoras con más de 10 años de antigüedad, lo que conlleva mayores costos de consumo energético. Este escenario muestra una tendencia de renovación que impulsará la demanda de refrigeradoras más eficientes en los próximos años.
Lima concentra el 59 % de las refrigeradoras antiguas, con un total de 1 400 000 de hogares que podrían estar considerando reemplazarlas por modelos más eficientes.
Otros departamentos como Arequipa, con el 6,2 % (151 000 hogares), La Libertad, con el 4,8 % (115 000), y Lambayeque, con el 4,2 % (102 000), también presentan una proporción significativa de refrigeradoras menos eficientes. En conjunto, estas cuatro regiones representan el 75 % de los hogares que tendrán necesidades de renovación en el futuro cercano.
No cabe duda de que la adquisición de un refrigerador moderno con tecnología avanzada genera mejoras económicas notables. Especialistas indican que el consumo anual de un refrigerador antiguo puede llegar a 1 400 KWh, en comparación con los 450 KWh de una refrigeradora moderna, lo que se traduce en un ahorro de más del 65 %.
Recuperación de inversión con una nueva refrigeradora
Según cálculos del IEDEP, renovar una refrigeradora con tecnología moderna otorga a las familias un ahorro anual promedio de S/ 822 en la factura de electricidad, y la inversión se recupera al tercer año de uso.
Gracias al detalle de las tarifas por departamentos, se obtuvo que el mayor ahorro anual por lavadora corresponde a los departamentos de San Martín y Huánuco con S/ 940 y S/ 932, respectivamente, mientras que otros departamentos tendrían ahorros en torno a los S/ 800.
Cabe señalar que, considerando el total de viviendas con tenencia de electrodomésticos con una antigüedad mayor a los 10 años, se halló que si los hogares de Lima renuevan sus refrigeradoras antiguas generarían un ahorro total de S/947 000 000 al año. En el caso de Arequipa y Piura, el ahorro alcanzaría los S/ 111 000 000 y S/ 78 000 000 anuales, respectivamente.
Datos del IEDEP señalan que, en el Perú, la renovación de una refrigeradora con tecnología moderna puede generar un ahorro anual promedio de S/ 822 en la factura de la electricidad. Extrapolando estos beneficios, se estima que la inversión en un nuevo electrodoméstico se recupera al tercer año de uso.
En conclusión, la adopción de electrodomésticos en el Perú ha tenido un impacto significativo en la calidad de vida de los hogares, especialmente en términos de ahorro de tiempo y mejora de la eficiencia energética. Sin embargo, la antigüedad de los artefactos eléctricos y la falta de acceso a las tecnologías modernas en algunas regiones siguen siendo desafíos que deben ser abordados para maximizar sus beneficios. La renovación y la adopción de electrodomésticos eficientes, es una medida que puede generar ahorros significativos para los hogares peruanos y contribuir a un futuro más sostenible.
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