1

Preocupación por alza de precios de los alimentos

En las últimas semanas, los precios de los alimentos se han incrementado de manera sostenible afectando el poder adquisitivo de las familias a nivel nacional. ¿Cuál es el fenómeno actual que origina este aumento y los factores que están influyendo? La revista La Cámara de la CCL, conversó con profesionales y expertos que nos lo explican.

 

El economista y exministro de las carteras de Agricultura y Vivienda, Milton Von Hesse, explica que hay dos factores que están influyendo en el alza. El primero es interno y que tiene que ver con la estacionalidad de algunos productos como la papa, que en meses como febrero y marzo no se cosechan, y las lluvias que se generan y que hacen más difícil llevar los productos alimenticios a los mercados de destino, encareciéndolos porque la oferta baja. Sin embargo, precisa que en abril, mayo y junio son meses donde sale masivamente la producción de papa en el mercado, estabilizándose la oferta.

 

El segundo factor, y el más complicado, señala Von Hesse, y que está relacionado con la coyuntura externa, es el conflicto entre Rusia y Ucrania. “Hay mercados importantes que se están viendo afectados. El primero de ellos es el petróleo que ha subido en las últimas semanas y eso complica mucho el precio de los fletes de los camiones y el costo de la energía porque todavía hay mucha que se produce a partir de combustibles fósiles”, subraya.

 

Asimismo, indica que el comercio internacional también se está perjudicando porque los fletes marítimos y aéreos entre los países se vuelven más caros y hace que los precios de los alimentos y el costo de todo el comercio internacional de bienes y servicios suba.

 

“De la mano del petróleo también hemos visto que los precios de los fertilizantes han subido, la urea es un importante fertilizante que es muy usado en el Perú”, remarca.

 

Von Hesse comenta que la guerra también afecta algunos productos que Ucrania produce como el trigo y otros cereales que están subiendo de precio como consecuencia del conflicto. “Si sube el trigo, sube el pan, así como los derivados lácteos y esto empuja la estructura de costos de la producción nacional”, refiere.

 

En esa misma línea, el profesor de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, afirma que este incremento de precios de los productos es básicamente por el conflicto entre Ucrania y Rusia que ha acelerado un problema de oferta.

 

Sostiene que Rusia es el tercer productor de petróleo en el mundo y que al restringir su producción por la guerra hace que el precio del barril se incremente y pase la barrera de los US$ 100.

 

“El otro problema es la producción de alimentos. Rusia y Ucrania son conocidas como el granero de Europa porque le provee todo lo que es granos y alimentos a esta comunidad y como hay problemas en ambos países entonces aumenta el precio de estos commodities”, explica.

 

Además, dice que hay un tercer efecto que es el tema de los metales porque Rusia es el cuarto exportador de aluminio y eso encarece la fabricación de las latas de atún y conservas, por ejemplo.

 

 ¿Qué debe hacer el Gobierno para mitigar esta alza de los alimentos?

Para Von Hesse, lamentablemente, no hay nada que hacer en el tema de los factores externos, menos de un día para otro.  Agrega que, en esta coyuntura, el Gobierno no debe caer en la tentación del populismo barato con medidas como prohibir importaciones y poner aranceles.

 

“Prohibir, por ejemplo, la importación de leche en polvo por pedido de los ganaderos lecheros no es la solución porque lo único que genera es encarecer más la leche para los consumidores urbanos”, sostiene.

 

Pero, precisa, hay medidas de corto plazo que podría tomar el Gobierno, tal y como algunos otros países están haciendo por esta coyuntura. Por ejemplo, disminuir el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC), lo que podría dar un respiro a la importación y consumo de combustible.

 

No obstante, Jorge Carrillo Acosta afirma que insistir en el tema del fondo de estabilización de los combustibles y bajar el ISC de los combustibles son subsidios ciegos que benefician no solo a quienes lo necesitan.

 

Para el especialista, lo que tiene que hacer el Gobierno es promover que se generen mejores ingresos y de calidad. En ese sentido, advierte que  el ingreso promedio de los peruanos también ha bajado, pues antes de la pandemia estaba por encima de los S/ 1.600 en promedio y ahora está alrededor de los S/ 1.400.

 

Respecto al costo de la canasta básica familiar para cuatro personas, Carrillo indica que, a mayo del 2021, según el INEI, estaba en S/ 1.440. No obstante, resalta que, sumando el 6% de inflación que se registró durante el año pasado, en promedio se ha incrementado por encima de los S/ 1.500.

 

“No solo hay menos ingresos, sino que también mayor informalidad. Entonces hay un tema de promover el empleo digno, formal, adecuado y de mejor calidad y eso parte por generar más inversión privada y eso, a su vez, por tener más confianza”, subraya.

 

En opinión del economista y profesor de ESAN, Jorge Guillén, lo que el Gobierno debe hacer para mitigar esta alza es aplicar las políticas monetarias contractivas subiendo las tasas de interés de referencia.

 

Explica que el fenómeno de alta inflación afecta no solo al Perú, sino que se da a nivel global por los problemas en la cadena logística de oferta y la tensión bélica entre Rusia y Ucrania.

 

“Pero todo esto al parecer se está disipando (factores externos). Ello, sumado al alza de la tasa de interés de referencia que ha realizado el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) para contener la inflación, hace suponer que este incremento de precios ya no va ser un problema. No obstante, lo que más preocupa es el empleo y crecimiento de la economía”, explica.

 

En ese sentido, Guillén afirma que, si bien la economía peruana está creciendo, no se tiene un empleo adecuado y tampoco las remuneraciones se han incrementado a la par con la expansión del PBI.

 

Además, refiere que hay mucha informalidad y las personas que perdieron su trabajo en el 2020 no están consiguiendo el mismo nivel de empleo o aceptan un trabajo con menor salario. “La nueva PEA tampoco está encontrando trabajo. El practicante que salió en el 2020 no necesariamente está consiguiendo un empleo adecuado y eso sí es preocupante”, resalta.

 

Sustitución de productos

¿La sustitución de productos de la canasta básica familiar es un mecanismo adecuado para mitigar el alza de los alimentos?

 

Para el economista y profesor de ESAN, Jorge Guillén, no es la solución porque los consumidores peruanos están acostumbrados a un tipo de canasta básica, por lo que, dice, no necesariamente habrá una perfecta sustitución. Además, advierte que hay productos que no pueden ser reemplazados.

 

En ese sentido, comenta que en los años 2006 y 2007 el Gobierno emitió proyectos para producir harina de papa y pan de camote para intentar sustituir algunos de los productos de la canasta básica, pero que, sin embargo, ello no funcionó.

 

A su vez, Jorge Carrillo Acosta, de la UP, indica que esta propuesta puede ser una salida interesante, pero aclara que todo no es reemplazable. “Hay cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, el pollo está caro y lo puedes reemplazar por pescado, pero el tema de cambiar el uso y costumbre de la alimentación peruana no es tan fácil de modificar”, puntualiza.