Peter Anders: Mejoremos la ejecución
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El Presupuesto General de la República para el 2021 crecerá apenas 3,2% respecto al que tuvimos para este año y priorizará los sectores Salud y Educación, golpeados severamente por la crisis sanitaria provocada por la pandemia mundial de coronavirus.
El propio ministro de Economía y Finanzas, Waldo Mendoza, ha advertido que este modesto crecimiento se explica porque nuestra economía ha retrocedido de manera significativa y que en el 2021 no se recuperará del todo.
En ese sentido, cabe destacar que, con los pocos recursos que se tiene, se haya privilegiado la atención de la salud y la educación, pues si algo nos dejó claro esta pandemia es que, pese al crecimiento económico de los últimos 30 años, nuestros servicios para atender la emergencia sanitaria no fueron suficientes ni eficientes.
En el caso concreto de los estudiantes, no fue posible enfrentar el necesario distanciamiento social de manera rápida e inclusiva, pues a punto de terminar el año escolar, aún muchos carecen de los equipo e infraestructura indispensables que les hubieran permitido acceder a la educación a distancia.
Salud
En cuanto a salud, el presupuesto para el próximo año será de S/ 20,940 millones, de los cuales se considera destinar S/ 1,272 millones para financiar la atención sanitaria, financiando la adquisición de equipos de protección, la renovación de los contratos de personal y la adquisición de medicamentos y oxígeno. Asimismo, se contempla S/ 2,738 millones de reserva para vacunas y algunas eventualidades.
No obstante, frente a una pandemia como la que sufrimos y su posible rebote, estos recursos son pocos y la tarea es inmensa. No se trata solo de destinar más recursos o priorizar tal o cual área, sino también de comenzar a ejecutar de forma eficiente y rápida.
Desde el sector privado consideramos que es el momento de que nuestras autoridades comiencen realmente una auténtica reforma en lo que a ejecución de gastos se refiere. Es el momento de convertir esos limitados recursos en una herramienta efectiva que permita mejorar los servicios que brinda el Estado. La emergencia sanitaria así lo exige, así como los millones de peruanos que buscan preservar su vida y su salud.
No se pueden cometer los errores del pasado ni mucho permitir actos de corrupción en compras sobrevaloradas.