Marienela Mendoza: “Turistas optarán por destinos estables ante protestas en Perú”

¿De qué manera vienen impactando las protestas en el sector turismo?

El impacto es altamente negativo para la actividad turística, pues incide en lo laboral, en los negocios e inversiones. Si bien la pandemia nos golpeó duramente, con la actual coyuntura nuestra recuperación se ha tornado bastante lenta, en un escenario donde las autoridades y dirigentes no han accedido al diálogo.

 

Esto trae como consecuencia, el retraso del desarrollo de los principales sectores, entre ellos el turismo. Muchas empresas, principalmente micro y pequeñas, ven insostenible seguir contratando personal por lo que tendrán que optar por los despidos. Es una situación que nos coloca en un desbalance bastante alto.

 

Por las protestas, ¿cuánto caería el turismo interno en la Macrorregión Sur?

En cada uno de los departamentos de esta zona del país se manejan valores distintos, teniendo en cuenta los alcances de cada uno de estos. Sin embargo, hay una constante negativa en porcentaje que oscila entre el 70% y 90% de retroceso del turismo. El número de visitantes nacionales ha decaído notablemente.

 

La conflictividad social ha generado cancelaciones de hasta el 60% de las reservas de turistas para el primer semestre del 2023; esto llevaría a que se reduzcan las divisas extranjeras que ya estaban comprometidas en vuelos, y en reservaciones en hoteles y restaurantes.

 

¿A cuánto ascienden las pérdidas diarias del turismo en dicha zona?

Se estima una pérdida económica aproximada de S/ 7 millones diarios, motivo por el cual las agencias de viajes están perdiendo todo su capital y se ven en la obligación de despedir a su personal. En la ciudad de Cusco, el 80% de turistas, entre extranjeros y nacionales, han cancelado sus reservas; y como es obvio, lamentablemente esto repercutirá en el turismo en los primeros trimestres del 2023.

 

Ello motivará que muchos turistas opten por destinos estables en países de la región, como Chile, Colombia y Ecuador. Es una lástima que la misma población no haya mapeado las consecuencias que generarían las protestas, las que ya afectan a diferentes regiones en el territorio nacional.

 

¿A cuánto ascendería la llegada de turistas extranjeros y nacionales este 2023?

Como gremio, respetamos las cifras expresadas por el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), que estimaba para el 2023 que llegarían alrededor de 2,5 millones de turistas extranjeros y 3,4 millones de turistas nacionales. Estos valores, comparados con el 2022 (2 millones de turistas), representa un incremento de 26%. No obstante, estimamos que no llegaremos a dichas cifras dada la coyuntura actual, y por el contrario, proyectamos que se llegue a menos de un millón, tanto en turismo receptivo como interno en el año en curso.

 

Además, es importante señalar que muchos operadores turísticos que estaban saliendo del golpe de la pandemia, aún tienen préstamos pendientes por cancelar el Reactiva y el FAE-Turismo. Estos empresarios están en riesgo por su difícil situación financiera, lo que pone en peligro sus negocios, y por consiguiente la continuidad de sus trabajadores.

 

¿Qué otras regiones del país corren el riesgo de ser afectadas por la convulsión social?

Todas las regiones del país corren ese riesgo por los diferentes sectores involucrados, tales como alimentos, combustible, frutas, medicina, entre muchos otros que se abastecen a nivel local, regional y nacional. Ahora mismo se están originando bloqueos en el norte del país comenzado en Virú (La Libertad).

 

Del mismo modo, las personas que desean llegar a Lima no podrán hacerlo hasta que se levanten las huelgas y protestas. Tenemos conocimiento de que grupos extremistas han destruido parte de los rieles del Ferrocarril Central Andino, importante vía de transporte.

 

¿Qué debe hacer el gobierno para contrarrestar la ola de violencia desatada en el país?

Definitivamente, no tratar la violencia con más violencia. Por el contrario, llamar a una mesa de diálogo con el Ejecutivo, gremios empresariales, la sociedad civil, y representantes de los gobiernos regionales con el fin de establecer un acuerdo. De igual manera, se deberá convocar a los actores que tengan la predisposición al diálogo con propuestas e iniciativas para poder salir adelante.

 

En materia financiera, ayudar al sector con la flexibilidad de los plazos, por el cual se hace necesario una ampliación, ya que, al no haber turismo, no hay negocios, ni servicios; y por consiguiente no hay ventas.

 

Hay un gran porcentaje que no termina de pagar los créditos (60%) solicitados en pandemia. Por ello, un importante apoyo para este gran sector sería obtener prórrogas de 12 a 18 meses para mantener sus negocios.

 

Se mencionó que el turismo interno se iba recuperar este año y el receptivo en el 2025. Con este panorama de crisis social y política ¿a qué año se extendería dicha recuperación?

 

Como mencioné, el panorama es bastante desalentador e incierto, considerando que, en el 2019, Perú recibió alrededor de 4,5 millones de turistas extranjeros. El sector turismo es bastante sensible, volátil y transversal, ya que afecta directamente a muchos operadores.

 

Consideramos que, hacia el primer semestre del 2024, podríamos tener mayores luces para la recuperación del turismo en general, siempre y cuando se den las condiciones y facilidades para el desarrollo de este importante sector.

 

Ante este contexto, ¿sería oportuno declarar en emergencia al turismo?

Por supuesto, desde hace más de dos décadas, Perú se ha convertido en un importante destino turístico y gastronómico, pero obviamente la ola de violencia ha frenado distintas actividades económicas, entre ellas el turismo. Creemos firmemente que nuestro sector puede llegar a niveles superiores siempre que se vea apalancado por una sociedad libre de amenazas y conflictos, que le permita avanzar.