Luis Miguel Castilla: “La fragmentación política daña la inversión”
¿Qué significa el cambio de perspectiva de “estable” a “negativo” para Perú anunciado por Fitch Ratings?
Esto significa que Perú se junta al resto de países de la región que han visto reducir su perspectiva, incluso disminuir su calificación crediticia. En nuestro caso, según Fitch, ellos no advierten necesariamente un deterioro de la capacidad de pago y la solvencia del país, dado a que el Perú cuenta con uno de los ratios de deuda-producto más bajos para la calificación crediticia que es BBB.
Lo que más bien apunta a esta decisión es el hecho de que el populismo y la poca contención en la capacidad de gasto, llevadas adelante por el Congreso, y sin la capacidad de que el Ejecutivo las controle, van a hacer muy difícil que se implementen reformas que aumenten el crecimiento potencial del país.
La consecuencia de esto, eventualmente de darse una reducción de la calificación crediticia, tendría como resultado que se encarezca el fondeo del Gobierno cuando emita bonos soberanos y esto, a su vez, impactaría al sector privado porque el sector público es una referencia para ellos.
¿Afecta al desarrollo de inversiones esta calificación?
En principio no debería afectarla porque estrictamente hablando solo perjudica el costo del financiamiento del Estado y de hecho probablemente esta percepción de riesgo ya estaba interiorizada por el mercado.
Es más, hace un par de semanas el Gobierno pudo hacer una emisión soberana muy exitosa en el mercado internacional y esos problemas políticos ya se conocían y no se tendría por qué afectar la entrada de más inversión.
Lo que si daña es la incertidumbre electoral y el hecho de tener mucha polarización y fragmentación política, porque eso impide que se tomen ciertas medidas o se ponga en riesgo algunos temas como el capítulo económico de la Constitución y otros que creo que pesan más en la percepción de riesgo, que necesariamente el cambio en la calificación crediticia.
Si se llegara a perder el grado de inversión, ahí sí estaríamos hablando de otro tema absolutamente distinto y muy peligroso. Pero, eso no está en este momento en una previsión razonable.
Rol de los gremios es clave para la reactivación económica
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En ese sentido, ¿cómo toma las medidas anunciadas por el Gobierno para la reactivación económica?
Creo que la reactivación se está dando básicamente porque se permitió la reanudación de las actividades económicas y lo otro es el hecho de que los precios de los commodities como el cobre, oro y zinc estén altos, eso ayuda al sector minero que jala al resto de la economía.
Lo que sí está tratando de hacer el Gobierno es apuntar por la inversión pública, que tiene un potencial importante. Hay un Plan Nacional de Infraestructura que fue aprobado y hay proyectos que se supone debían ser destrabados, como la ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez y la Línea 2 del Metro de Lima.
Además, hay facilidades dentro de Arranca Perú que mejoran los programas de subsidio de MiVivienda y Techo Propio. Eso podría movilizar el sector de la construcción y por el efecto que este tiene en la economía, ayudaría a la generación de empleo y mejoraría las condiciones de ingresos de la población.
El ministro de economía, Waldo Mendoza, ha dicho que la economía se está recuperando más rápido de lo esperado. ¿Está de acuerdo con ello?
Hay un efecto rebote. Por ello probablemente tengamos una de las recuperaciones más altas porque hemos tenido una de las caídas más pronunciadas en la región. Todos los estimados muestran un crecimiento alto el año entrante, pero reitero que el crecimiento de nuestro país en gran medida depende del gasto de los agentes privados, del consumo y de cómo vaya evolucionando el empleo.
Si bien nos vamos a recuperar, esto no significa que entremos a una fase de crecimiento sostenido. Se tendría que ver si en los siguientes dos o tres años volvemos al crecimiento que teníamos antes de la pandemia. En este momento no se ven fuentes de crecimiento que sean nuevas. Hay proyectos, pero muchos de ellos enfrentan una serie de trabas y este ambiente crispado impide la toma de decisiones.
¿Qué opina del anuncio del Gobierno sobre las fiestas de fin de año?
Estas restricciones probablemente no tengan mayor incidencia en lo económico yo creo que lo más complicado sería que venga una segunda ola y se vuelva a rebasar la capacidad de los hospitales públicos y de EsSalud.
El temor está más allá de la Fase 4 y es importante obtener una vacuna que mitigue ese riesgo que es la principal fuente de incertidumbre para la reactivación económica. Una vez que esto se logre despejar probablemente eso va reactivar más allá de temas puntuales a los que nos hemos referido.