La posible desaceleración de China y sus efectos en el comercio exterior peruano

Hace más de tres décadas, el crecimiento económico de China sorprendió al mundo, pues llegó a registrar tasas de crecimiento anual promedio superiores a 8%. Ello, consolidó al gigante asiático como la segunda mayor economía del mundo, siendo el mayor consumidor mundial de materias primas y productor de bienes manufacturados para el resto del mundo.

 

No obstante, la economía china no está teniendo una buena performance durante 2022 y se desaceleró en julio pasado. Ello, llevó a Goldman Sachs a rebajar la previsión de crecimiento del PBI de China para 2022 a 3%, cifra muy por debajo de la previsión del gobierno chino (alrededor del 5,5%). Dicha desaceleración se debe a dos principales factores: la estricta política de cero COVID y la crisis en su sector inmobiliario.

 

Política Cero COVID

Como es sabido, China ha implementado una política de Cero COVID, la cual consiste en la cuarentena total de barrios o ciudades enteras tras la detección de casos positivos. En los últimos meses, ciudades muy importantes de China fueron confinadas, tales como Shenzhen, considerado el Silicon Valley de China; la mega urbe de Shanghái, que alberga no solo a importantes firmas industriales, financieras, entre otros, sino también al primer puerto de contenedores en el mundo, el puerto de Shanghái; así como varios barrios de la capital Beijing.

 

No obstante, la estricta estrategia no tuvo los resultados esperados, pues no erradicó el contagio del virus. Es más, trajo disrupciones en la cadena de suministro, pues paralizó las operaciones en diversas fábricas y otras actividades económicas ya que sus habitantes estuvieron encerrados en sus hogares.

 

Además, complicó el transporte de camiones en su territorio debido a los controles en carretera, perjudicando, de esta manera, sus actividades de comercio exterior, retrasando envíos y aumentando la presión a otros puertos marítimos causando graves congestiones.

 

La crisis inmobiliaria

El segundo factor comprende al sector inmobiliario. El temor por la crisis en este sector inició en 2021, cuando la gigante inmobiliaria Evergrande anunció que no podía pagar su deuda por US$ 300.000 millones, situación que aún no muestra señales de solución. A este hecho, se sumó que alrededor de 30 empresas del sector han incumplido con el vencimiento de sus pagos de deuda externa.

 

Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), entre enero y julio de 2022, la inversión inmobiliaria en China disminuyó en 6,4% interanual y las ventas de viviendas comerciales cayeron alrededor de 28,8% interanual.

 

De esta manera, Sheana Yue, economista de Capital Economics, explicó que la debilidad de la demanda de préstamos estaría reflejando la pérdida de confianza en el mercado de la vivienda y la incertidumbre causada por las interrupciones recurrentes de la estrategia china de Cero COVID.

 

En ese sentido, a fin de reactivar el crecimiento económico y recobrar la confianza en el consumo de los habitantes, el Banco Popular de China (PBOC) redujo su tasa de interés de referencia para créditos, incluyendo hipotecas. Así, el tipo de interés preferente de los préstamos a un año disminuyó en 5 puntos básicos hasta alcanzar el 3,65%, mientras que el tipo de interés preferente a cinco años se recortó en 15 puntos básicos hasta llegar al 4,3%.

 

Presiones inflacionistas

 

No obstante, según Reuters, ofrecer demasiados estímulos podría agravar las presiones inflacionistas, lo que supondría el riesgo de una fuga de capitales. Ello, en un contexto en el que la Reserva Federal de Estados Unidos y los bancos centrales de otros países suben sus tasas de interés de manera agresiva para justamente combatir la inflación.

 

Cabe señalar que la crisis del mercado inmobiliario chino podría tener consecuencias graves no solo para su economía, pues este sector ha sido uno de los pilares de su crecimiento económico, sino también para el resto del mundo, ya que una retracción en dicha industria podría tener efectos graves para países que le exportan materias primas como minerales e insumos intermedios como metales.

 

 

El efecto en el Perú

Para el Perú, China es uno de los principales destinos para nuestras exportaciones mineras, al punto que, en el año 2021, el gigante asiático representó el 83,36% del total de volumen exportado. Entre los principales productos se encontraron los minerales de cobre y sus concentrados al totalizar 5.643.069 toneladas por US$ 12.921 millones; los minerales de hierro y sus concentrados sin aglomerar, con 17.275.101 toneladas por US$ 2.129 millones; y los cátodos de cobre refinado, con 148.634 toneladas por US$ 1.383 millones.

 

Asimismo, figuran los minerales de zinc y sus concentrados, con 755.221 toneladas por US$ 818 millones; y minerales de plomo y sus concentrados, con 255.573 toneladas por US$ 643 millones.

 

 

De la misma manera, los envíos del sector minero hacia China durante el primer semestre del 2022 totalizaron 13’435.958 toneladas por el valor de US$ 9.538 millones, representando el 87,30% del volumen total exportado.

 

En este periodo, se enviaron 3.032.751 toneladas de minerales de cobre y sus concentrados por el valor de US$ 6.686 millones; así como 9.665.454 toneladas de minerales de hierro y sus concentrados sin aglomerar por US$ 985 millones; 65.845 toneladas de cátodos de cobre refinado por US$ 627 millones; 210.247 toneladas de minerales de plata y sus concentrados por US$ 410 millones; y 335.447 toneladas de minerales de zinc y sus concentrados por US$ 408 millones.

 

En suma, el mercado chino es un destino muy importante, no solo para las exportaciones peruanas del sector minero, también para las exportaciones totales, pues considerando que en el 2021 las exportaciones de minerales representaron el 61,78% de nuestras exportaciones, una posible desaceleración de la economía china podría afectar el desempeño de nuestras exportaciones, en tanto disminuya la demanda de materias e insumos destinados a sus sectores claves.

 

Complicaciones climáticas

 

Sumado a la política de cero Covid y a la crisis del sector inmobiliario, en los últimos días ese país se ha visto azotado por complicaciones climáticas, según reportó el Centro Nacional del Clima, amplios sectores de las regiones al sur de China, incluidas partes del Tibet, están sufriendo sequías. Siendo las zonas más afectadas la cuenca del río Yangtsé, que va desde la provincia de Sichuan hasta Shanghái, implicando a grandes centros industriales como la ciudad de Chongqing.

 

Por lo tanto, es necesario estar en constante observación de las medidas que toma el gigante asiático a fin de responder, en alguna medida, a los potenciales efectos negativos en nuestra economía.