Educación y tecnología: más allá de la teleeducación
El uso de aplicaciones digitales y plataformas virtuales en las universidades ha crecido en los últimos tiempos. Tres expertos en educación comparten sus distintos puntos de vista sobre la revolución tecnológica en el sector educativo de nuestro país.
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Igor Ybáñez
La educación universitaria experimenta un profundo proceso de digitalización desde hace años. Los avances tecnológicos han impactado en el aprendizaje y la enseñanza, y aún queda por ver hasta dónde llega la inteligencia artificial en el sector educativo.
Ante este panorama, Ramiro Salas, presidente del Gremio de Educación de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), señala que, durante los últimos años, la tecnología en el campo de la educación ha tenido un vertiginoso desarrollo en el progreso de la persona y de la sociedad. En ese sentido, el experto advierte que la educación ha ingresado a una nueva etapa de carácter mucho más dinámica y abierta. Desde luego, hoy es más democrática, ya que está al alcance para todas las personas en una mayor escala.
“Estamos viviendo una época cada vez más acelerada, que es producto precisamente del desarrollo de la humanidad, y que está entrelazándose para crear un sistema global de comunicación desde los ordenadores y aplicaciones en los teléfonos celulares, que es enormemente trascendente para nuestro país”, indicó Salas.
Frente a estos retos, el presidente del Gremio de Educación de la CCL remarca que, en términos de objetivos institucionales y de gobierno, se tiene que seguir trabajando en el desarrollo de estas aplicaciones digitales y plataformas virtuales, para que brinden mayores oportunidades al acceso de la información.
“A raíz de la pandemia, muchos sectores de la educación han tenido que especializarse en cómo transmitir el conocimiento a distancia; y no solo eso, también hemos tenido que acostumbrarnos a cómo recibir la información requerida para el desarrollo profesional de manera remota”, explica el especialista.
En los últimos años, respecto a este escenario, Salas afirma que las instituciones educativas de pregrado, posgrado o doctorado en el Perú han hecho posible que la tecnología de la comunicación sea mucho más globalizada en contribución al desarrollo de nuevas habilidades y capacidades de los profesionales.
EDUCACIÓN INCLUSIVA
En relación con el aporte de la tecnología a una educación más inclusiva, el experto precisa que el país cuenta con todas las condiciones para desarrollar una plataforma educativa de calidad. adecuada y con los mejores estándares, para que los ciudadanos puedan contribuir al desarrollo de las regiones del Perú.
“En el campo de la educación, la Cámara de Comercio de Lima ha identificado que hay una serie de brechas respecto a los aprendizajes de los escolares de primaria que pasan a la secundaria y luego ingresan a la universidad. Como resultado, hemos visto que existe un enorme porcentaje que se queda sin hacer nada”, indica.
Ante dicha problemática, Salas señala que se requieren más políticas de Estado que se adapten a cada nivel educativo. “En realidad, tendría que pensarse, en una forma mucho más estratégica, en una educación de carácter utilitaria, vocacional y ocupacional en todos los oficios que demanda un país”, enfatiza.
Además, el especialista comenta que en este momento en el país se vienen desarrollando grandes proyectos, como el puerto de Chancay o el megaproyecto del Aeropuerto Jorge Chávez, entre otros, donde se requiere una mano de obra altamente calificada.
FALTA DE PLANIFICACIÓN
Sin embargo, el exministro de Educación Ricardo Cuenca sostiene que en nuestro país, en comparación con sus pares de la región, existe un menor nivel de desarrollo y planificación en cuanto a la incorporación de la tecnología en las aulas de las universidades.
“A pesar de la experiencia en la pandemia, los usos y costumbres que le hemos dado a la tecnología no terminan siendo una actividad regular o planificada, la cual modifique la forma de aprender y de enseñar en la universidad”, señala.
El catedrático advierte que, durante la emergencia sanitaria, la tecnología solo ha sido una forma para atender a la imposibilidad de dictar clases presenciales, pero aún no hay un debate serio para incorporarla en el campo educativo mucho más allá de la teleeducación.
“La tecnología es fundamental porque te ayuda a comprender las transformaciones de los sistemas educativos y no solamente la atención mediada por instrumentos o por operatividad. Sin embargo, hasta ahora no hay ninguna propuesta relevante del Estado para mejorar la educación superior en este aspecto”, manifiesta Cuenca.
Desde el punto de vista de las casas de estudio a nivel superior, el experto en educación expresa que en algunas se están haciendo más esfuerzos que otras para incorporar la tecnología de manera regular dentro de sus currículos; pero precisa que hay un marco normativo que limita los esfuerzos para el uso de estas herramientas.
Ante este escenario, el exministro propone que se debe migrar los posgrados hacia una mayor virtualidad que los pregrados. Y bajo ese supuesto, dice que en el pregrado todavía se necesita tener socialización presencial.
“Más bien en el posgrado, el objetivo principal es democratizar y ampliar la participación en los grados, y entonces bien podría ser una opción en la que podamos empezar a discutir si los posgrados deberían ser más bien virtuales; mientras que en los doctorados se debe volver a la idea que se necesita promover y realizar mayores trabajos de investigación”, resalta Cuenca.
NUEVOS RECURSOS
En tanto, Nadia Rodríguez, decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima, señala que las nuevas tecnologías permiten que los estudiantes accedan a una gama más amplia de información y recursos, colaboren con mayor eficiencia entre sí, y que, con sus profesores, tengan experiencias de aprendizaje más interactivas y atractivas. “A medida que la tecnología continúe evolucionando, veremos formas tecnológicas aún más innovadoras para mejorar la experiencia de aprendizaje”, añade.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Respecto a la inteligencia artificial, la especialista de la Universidad de Lima señala que está interviniendo en la educación de varias maneras. Por ejemplo, es usada en el aprendizaje adaptativo, cuyos contenidos y materiales se ajustan a las necesidades individuales del alumno.
“De esa manera, se consigue un aprendizaje más personalizado y efectivo. También se están desarrollando tutores virtuales, los cuales son capaces de responder preguntas, proporcionar comentarios y ayudar a los estudiantes a aprender nuevos conceptos”, explica.
Asimismo, Rodríguez comenta que la inteligencia artificial se puede usar igualmente para desarrollar materiales curriculares más efectivos y atractivos. Para ello, se analizan los datos de los estudiantes, con el fin de identificar las áreas en las que tienen dificultades y se crean contenidos adaptables a sus necesidades, incluso de manera individual.
“Estamos trabajando en un proyecto de la Facultad de Psicología para desarrollar un sistema que adopte una visión integral del alumno, que incluya no solo su desempeño académico, sino su estado emocional, así como otros factores que pueden impactar su empleabilidad. Esperamos que, a mediano plazo, se implementen técnicas de aprendizaje automático que puedan predecir las situaciones de cada estudiante, así como dar las alertas para definir estrategias de intervención adecuadas”, detalla la decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Lima