Cuatro regiones en Perú recuperan el nivel de empleo prepandemia
La crisis sanitaria ocasionó una pérdida de empleo sin precedentes. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en solo diez meses los mercados laborales de América Latina y el Caribe han retrocedido al menos diez años en sus principales indicadores, indica el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial – CCL (IEDEP).
Asimismo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima en 16,8 millones los empleos perdidos en 2020. De estos resultados Brasil (-9,5 millones), México (-2,9 millones), Argentina (-1,3 millones) y Chile (-1,1 millones) son los países más afectados al comparar los valores respecto a febrero del 2020.
Bajo este mismo escenario, cifras al cierre del 2020 muestran que Lima Metropolitana perdió 642.000 puestos de trabajo, lo que equivale a una tasa de retroceso de 12,8% nivel muy cercano a la de Chile (-12,7%); pero muy por debajo del -3,2% de Colombia y del -5,2% de México.
No obstante, al contexto global adverso, el Perú viene mostrando indicios de recuperación. En este sentido el presente análisis detallará los principales hallazgos sobre los factores heterogéneos que vienen marcando la recuperación del empleo en el país.
Crece la brecha de género
La crisis sanitaria acentuó la brecha laboral entre hombres y mujeres. Por ejemplo, la brecha de género del 2020 en Lima Metropolitana fue de 11,7 puntos porcentuales (p.p.), al comparar el 55,8% de participación masculina frente al 44,2% de la femenina.
Esta brecha creció respecto a los 8,7 p.p. registrados en el 2019. Si consideramos los datos en el sector formal disponible a octubre del 2020, la brecha es aún mayor pues la participación laboral de los hombres (63%) supera largamente a las mujeres (37%).
Las cifras del empleo formal
El empleo formal inició su tendencia decreciente desde marzo, cuando se registraron 3’546.080 trabajadores llegando al mes de mayo a un piso de 2’810.882 trabajadores. A partir de ahí, y a medida que se implementaron las distintas fases de reanudación de actividades, se recuperó el empleo hasta llegar a octubre a 3’466.418 trabajadores.
Según la Planilla Electrónica del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), la caída del empleo formal privado en Lima Metropolitana en octubre del 2020 respecto de octubre del 2019 fue de -13,6%. Las cinco regiones con mayor caída fueron Moquegua (-14,4%), Tacna (-17,6%), Apurímac (-17,9%), Tumbes (-18,8%) y Cusco (-19,9%).
Pese a este resultado, el empleo privado se ha recuperado en cinco regiones, Ica (9,4%), La Libertad (9,4%), Amazonas (6,5%), Lambayeque (4,1%) y Piura (3,8%). Por otro lado, entre los meses de marzo y octubre del 2020, se observó una mayor caída en el empleo no calificado en comparación al empleo calificado, con tasas de dos dígitos en varios meses del periodo analizado. La caída del empleo calificado ha sido menor y a una tasa menos volátil.
A nivel nacional y regional
En el caso de Perú, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la población ocupada a nivel nacional, al tercer trimestre de 2020 registró una caída interanual de 17,1% hasta alcanzar los 14,3 millones de personas. La caída continuó siendo mayor en el área urbana (-21,8%) en comparación al área rural (-0,7%).
De igual forma, afectó más a las mujeres (-23,4%) frente a los hombres (-12,1%). En cuanto al nivel educativo, las personas con educación superior universitaria fueron las más golpeadas (-24,0%) mientras que las que contaban con nivel secundario las menos perjudicadas (-9,6%).
Por su parte, la mayor reducción de personas ocupadas se dio en empresas de 11 a 50 trabajadores (-38,0%) en contraste con empresas de 1 a 10 trabajadores (-10,7%). En tanto, los puestos de trabajo en los sectores comercio y servicio fueron los más golpeados con caídas de 29,7% y 30,6%, respectivamente.
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Regiones que recuperan empleo
Con datos de la Encuesta Nacional de Hogares al tercer trimestre de 2020, el IEDEP señala que en la población ocupada (formal e informal) por regiones, comparándola con el trimestre previo a la crisis de la COVID-19 (diciembre 2019/enero-febrero 2020), se observa en general una recuperación en el empleo, pero a distinta velocidad, es decir, algunas regiones se encuentran más alejadas y otras más cerca de sus niveles precrisis.
Esta disparidad se explica por la estructura económica de las regiones. Aquellas que lograron una mayor recuperación del empleo no son tan dependientes de los sectores comercio y servicios. En los casos de Cajamarca y Apurímac, el sector minero es bastante representativo, en Amazonas lo es el sector agropecuario y, en el caso de Huancavelica, el sector electricidad.
Hay que precisar que dada la fecha de corte el análisis no capta los potenciales empleos que se habrían logrado gracias a la Fase 4 de la reactivación económica iniciada el 26 de setiembre.
Se han identificado siete regiones cuya población ocupada está entre el 70% y 79% de sus niveles precrisis, estas son Ucayali, Ica, Lambayeque, Lima, Tacna, Junín y Cusco. Se estima que en conjunto aún existe un déficit de 2,3 millones de puestos de trabajo, destacándose Lima con 1,5 millones, Junín con 174.000 y Cusco con 171.000.
En tanto, las regiones que ya cuentan entre el 80% y 84% de su población ocupada precrisis son Tumbes, Loreto, Puno, San Martín, Moquegua, Huánuco y Madre de Dios. Aún hay un déficit de 489.000 empleos, de donde Puno y Loreto necesitan recuperar 177.000 y 100.000 empleos, respectivamente.
Por su parte, las regiones donde el empleo llega a representar entre el 85% y 95% de su población ocupada precrisis son La Libertad, Piura, Áncash, Pasco, Arequipa y Ayacucho. El déficit aún es de 436.000 puestos de trabajo, concentrados en Piura (145.000) y La Libertad (120.000). Algunas regiones ya lograron superar sus niveles de ocupación precrisis, son Apurímac, Amazonas, Huancavelica y Cajamarca.
Incertidumbre por confinamiento
La reciente decisión de inmovilización social obligatoria por quince días en Ancash, Apurímac, Callao, Huánuco, Huancavelica, Ica, Junín, Lima Metropolitana, Lima Provincias y Pasco perjudicará directamente el empleo informal de las regiones mencionadas retrocediendo en los avances ya descritos.
Entretanto la medida sea solo por quince días, tendría un efecto mínimo en el empleo formal. Sin duda, el mayor riesgo está en que el confinamiento se extienda aún más, pues estaríamos afectando regiones que en conjunto aportan, por ejemplo, el 70% del PBI Manufactura y el 65% del PBI Comercio lo que haría retroceder lo recuperado en puestos de trabajo formal e informal.