“Desaceleración de China afectaría negativamente nuestra balanza comercial”
¿Cómo va el desempeño de la economía mundial en lo que va del año?
La economía global continúa recuperándose gradualmente de la pandemia y de la invasión de Rusia a Ucrania. A corto plazo, las señales de progreso son innegables. La crisis de salud por la COVID-19 ha terminado oficialmente y las interrupciones en la cadena de suministro han vuelto a los niveles previos a la pandemia. La actividad económica en el primer trimestre del año demostró ser resistente, a pesar del entorno desafiante, en medio de mercados laborales sorprendentemente fuertes. Los precios de la energía y los alimentos han bajado drásticamente desde sus picos inducidos por la guerra, lo que ha permitido que las presiones inflacionarias mundiales se reduzcan más rápido de lo esperado. Y la inestabilidad financiera que siguió a las turbulencias bancarias de marzo sigue contenida gracias a la acción enérgica de las autoridades estadounidenses y suizas.
¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la economía mundial?
Cada vez hay más señales de que la actividad mundial está perdiendo impulso. El endurecimiento global de la política monetaria ha llevado las tasas oficiales a territorio contractivo. Esto ha comenzado a pesar sobre la actividad, ralentizando el crecimiento del crédito al sector no financiero, aumentando el pago de intereses de familias y empresas, y ejerciendo presión sobre los mercados inmobiliarios. En Estados Unidos, los ahorros excedentes de las transferencias relacionadas con la pandemia que ayudaron a los hogares a sobrellevar la crisis del costo de vida y las condiciones crediticias más estrictas, están casi agotados. En China, la recuperación tras la reapertura de su economía muestra signos de pérdida de fuerza en medio de las continuas preocupaciones sobre el sector inmobiliario, con implicaciones para la economía global.
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¿Cuáles son sus perspectivas para lo que resta del 2023?
Las perspectivas para lo que resta del 2023 es una recuperación lenta de la economía frente a la posible pausa del ciclo alcista de tasas en muchos países desarrollados y acciones de política económica del gobierno chino para reactivar su economía.
Durante las tres últimas décadas, la economía mundial se ha acostumbrado a que China sea el principal contribuidor al crecimiento global, sin embargo, en los últimos años se ha venido desacelerando, ¿qué viene pasando con el gigante asiático y cómo afectaría al crecimiento económico mundial?
Después de una recuperación dinámica posterior a la pandemia a principios de año, el crecimiento económico de China comenzó a perder fuerza en el segundo trimestre del 2023. Las exportaciones, que alguna vez fueron un motor de crecimiento constante, ahora están luchando. Las exportaciones de China se contrajeron un 14,5 % en julio del 2023, la caída más rápida desde el brote de la pandemia.
Por el lado del consumo interno, los problemas actuales del mercado inmobiliario frenan las inversiones, mientras que el gasto del consumidor se está debilitando, ya que los ciudadanos chinos se vuelven más cautelosos con respecto al trabajo, los ingresos y las perspectivas económicas. En junio del 2023, la tasa de desempleo juvenil alcanzó un máximo histórico del 20 % de la población urbana de 16 a 24 años. Las ventas minoristas en julio del 2023 se desaceleraron y se expandieron un 2,3 % interanual, mientras que el debilitamiento de la demanda de los consumidores también inclinó los precios al consumidor hacia territorio deflacionario (los precios al consumidor cayeron un 0,3 % en julio.
Si bien una desaceleración de la economía de China conducirá a un crecimiento general más lento de la economía mundial, su impacto en las diferentes economías y empresas es mixto. En el lado negativo, un crecimiento más débil del B2B y del consumo privado afectará a los exportadores a China y a los minoristas del país. China es uno de los mayores consumidores de maquinaria, bienes de alta tecnología y artículos de lujo. Además, un crecimiento más lento en China afectará negativamente a los exportadores de materias primas, especialmente a los países de América Latina y Australia.
Y ¿cuál es la situación de la economía de Estados Unidos ante los riesgos de una posible recesión? ¿cómo podría afectar a los mercados mundiales?
Los directores ejecutivos están tan divididos como los economistas sobre si la economía entrará en recesión o no, según las recientes llamadas de ganancias. Estas predicciones de alto riesgo sobre si la economía será arrastrada a una recesión por la campaña de aumentos de las tasas de interés antiinflacionarios de la Reserva Federal o si continuará desafiando la gravedad económica al mantenerse resistente mientras los consumidores continúan abriendo sus billeteras pueden influir en si las empresas despedirán a sus trabajadores y cancelar proyectos en previsión de una recesión económica. A partir del tercer trimestre, el 80 % de los directores ejecutivos anticiparon que EE. UU. entraría en una recesión «breve y poco profunda» en los próximos 18 meses, según una encuesta de The Conference Board publicada a principios de este mes.
Adicionalmente que Moody’s redujera drásticamente las calificaciones crediticias de 10 bancos estadounidenses pequeños y medianos e indicara la posibilidad de rebajar las calificaciones crediticias de algunos bancos estadounidenses grandes, el sector bancario estadounidense enfrentó otro desafío. El martes siguiente a Moody’s, otra agencia calificadora internacional, Fitch Ratings, advirtió que podría rebajar las calificaciones de docenas de bancos estadounidenses, incluido JPMorgan Chase. Si bien aumentan las preocupaciones sobre el sistema bancario de la superpotencia económica, la agitación, desafortunadamente, no se limita a la banca, ni se limita a los Estados Unidos. Todo ello podría desencadenar un efecto dominó similar a la crisis financiera del 2008 si se produce un retiro masivo de depósitos considerando que las herramientas tecnológicas actualmente permiten una mayor velocidad de este proceso.
Con la desaceleración de China y los riesgos de una posible recesión de Estados Unidos, ¿cómo podría verse afectado nuestro país, teniendo en cuenta que ambas naciones son sus principales socios comerciales?
La desaceleración de China siempre tiene un impacto importante sobre el precio de las materias primas por ser su principal importador a nivel mundial, considerando que nuestro país es exportador muy importante de metales como oro y cobre afectaría negativamente a nuestra balanza comercial. En el caso de una recesión de Estados Unidos, impactaría negativamente a través de los siguientes canales de transmisión: menor cantidad de remesas recibidas de peruanos residentes allá, menor cantidad de turistas norteamericanos a nuestro país y reducción de exportación del sector agroindustrial que tiene como principal destino a la economía norteamericana.
¿Cuál es su opinión acerca del aumento de las tasas de interés de los principales bancos centrales del mundo a fin de contener las altas tasas de inflación? ¿Esta tendencia podría culminar este año?
La Fed de EE. UU., el Banco de Canadá y el Banco Central Europeo se movieron al unísono en julio, elevando las tasas de política en 25 puntos básicos. Pero todos han señalado que cualquier cambio adicional dependerá de los datos. Las tasas de interés ya se encuentran en niveles que la mayoría de los bancos centrales verían como «restrictivos» (es decir, suficientes para desacelerar la economía y las presiones inflacionarias en el futuro).
De hecho, esperamos que el crecimiento del PIB se desacelere aún más, con caídas en Canadá y EE. UU. a partir de la segunda mitad del año (comenzando en el tercer trimestre en Canadá y ahora en el cuarto trimestre en Estados Unidos). En ese contexto, la mayoría de los bancos centrales se han movido hacia una pausa «esperanzadora» en el actual ciclo de aumento.
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La buena noticia en Estados Unidos: la inflación ha mostrado más signos de desaceleración, aunque en diversos grados entre las regiones. Eso está reduciendo la urgencia de los bancos centrales de aumentar las tasas de interés incluso cuando el crecimiento económico continúa siendo más fuerte de lo esperado. De hecho, a pesar de la mejora de la confianza del mercado, las curvas de rendimiento aún están fuertemente invertidas debido a los recortes de tasas de interés esperados en el 2024 y más allá.
De acuerdo al INEI, durante el primer semestre del 2023, la producción nacional disminuyó en 0,45 %, ¿cuál es su opinión acerca de que la economía peruana haya entrado en una recesión técnica?
Durante el período de abril a junio, la economía se contrajo un 0,6 %, que siguió a una contracción del 0,43 % en el primer trimestre. Muchos economistas definen una recesión técnica como dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, aunque algunos ven esa definición como demasiado limitada. El ministro de Economía, Alex Contreras, ha negado que el país haya entrado en recesión y, a principios de este mes, sustentó a las protestas y al clima adverso por la recesión. Se espera una recuperación significativa de la economía peruana para el segundo semestre del año, considerando que el fenómeno climatológico ceda y permita que el sector pesca se recupere, y que el sector turismo brinde un rendimiento superior al primer semestre al no existir protestas y bloqueos de carreteras que perjudiquen su actividad económica. Adicionalmente la pausa de alza de tasas del Banco Central de Reserva (BCR) y la ejecución del programa Punche Perú debería tener efectos positivos en el PBI del país y llevarlo a un territorio global positivo.
¿Cómo los factores internacionales están afectando al bajo crecimiento y número en negativo del PBI peruano?
Los factores internacionales que afectan la ligera caída del PBI por dos trimestres consecutivos son el fenómeno climatológico de El Niño que ha perjudicado a nuestro sector pesca con una caída mayor al 50 % en el primer semestre del año; así como la desaceleración de la economía china que afecta los ingresos de las empresas mineras dado que impacta negativamente a los precios de los metales que ellos producen y comercializan; finalmente el endurecimiento de la política monetaria de la reserva federal y menor calificación de su deuda soberana así como de sus bancos regionales aumentan el riesgo global y reducen las inversiones a nivel global incluyendo nuestro país.