Richard Inurritegui: “Necesitamos una agenda pesquera con participación activa de autoridades”

¿Cuál es la situación actual del sector pesca para el consumo?  

Si bien la pesca de consumo tiene potencial para seguir creciendo, enfrenta diversos problemas que mayormente están relacionados al tema regulatorio y algunos sanitarios. Otro punto es que no se ve aún una agenda de gestión en el sector, donde las barreras burocráticas y problemas regulatorios impiden dinamizar ciertos sectores y recursos hidrobiológicos.

Por ello, el principal reto es consensuar una agenda pesquera donde se tenga la participación activa de las autoridades para encaminar el desarrollo del sector. Para ello, creemos que el Organismo Nacional de Sanidad Pesquera (Sanipes) sería un aliado muy importante, pues en los últimos dos años ha realizado una buena gestión.

¿Qué temas deberían estar en agenda?  

Lo primero sería promulgar una norma que reintegre los incentivos tributarios para el desarrollo de la actividad acuícola que anteriormente había.

De otro lado, en el caso de la pesca de atún y para evitar incorrectas interpretaciones, se debe corregir la norma sobre el Impuesto a la Renta a los armadores de bandera extranjera que abastecen de atún a las plantas peruanas, donde se pretende entregar el 30% del valor bruto de los desembarques.

Igualmente, se debe corregir la distorsión que en la pesca del atún genera el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) al combustible que aproximadamente es el 50% del costo de extracción, mientras que en otros países, como Ecuador, ofrecen tasas menores logrando una ventaja comparativa y competitiva a sus armadores.

En el caso de la pota, se debe culminar con la formalización de la flota artesanal y permitir su modernización. Se debe ver, además, la posibilidad de generar mayores capturas fuera de nuestras aguas jurisdiccionales para tener una mayor cuota y posteriormente acreditarlas como país en las Organizaciones Regionales de Ordenamiento Pesqueros (OROP).

¿Qué se necesita en relación al tema de infraestructura? 

Sobre infraestructura vinculada al tema sanitario, se debe culminar la modernización de los desembarcaderos pesqueros artesanales, en donde se podrían establecer alianzas estratégicas con el sector privado y organizaciones artesanales, a fin de mejorar la competitividad de estos últimos. Con ello lograremos garantizar mayores ingresos para los pescadores artesanales, así como la sanidad, inocuidad y trazabilidad de los recursos que se destinan al consumo directo.

¿Ha mejorado la situación de los pescadores artesanales a casi dos años de la pandemia?  

Si bien con el reinicio de las actividades la situación mejoró algo para ellos, todavía requieren de un mayor apoyo. Es allí donde debe intervenir el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes), institución que otorgó un crédito de emergencia de S/ 2.000 para cada pescador artesanal y de Acuicultura de Recursos Limitados (AREL).

De igual manera, creemos que necesitan ser capacitados. No obstante, dicha capacitación debe estar orientada hacia actividades adicionales a su quehacer extractivo, como pueden ser el almacenamiento, la distribución, el transporte y el establecimiento de puntos de ventas en los mercados, etc. Con ello, los haríamos participar de toda la cadena productiva para su modernización y que tengan mayores ingresos.

¿El sector ha logrado recuperarse?

Las cifras entre enero a agosto de este año reportan un crecimiento de aproximadamente 38% en relación a similar periodo del año anterior, lo que resulta muy auspicioso para este año. Pero, aún debemos esperar los resultados anuales para compararlos con el 2019 que fue mejor que el 2020. Entre los factores que están favoreciendo un mejor dinamismo están la rápida recuperación de la demanda, en particular de los países de Asia; la mejora de los precios de algunos productos en el mercado internacional, como son los casos del langostino y las conchas de abanico; y la buena oferta en productos clave como la pota.

¿Qué productos pesqueros tienen mayor potencial exportador? 

Si hablamos del consumo directo, la pota, las conchas de abanico y la trucha. El atún podría también ser otro muy importante producto exportador siempre que se corrijan los aspectos regulatorios. Igualmente, los langostinos y el perico, que, si bien ya están consolidados, tienen potencial para seguir llegando a más mercados.

Si bien el precio del pollo ha subido, también algunos productos como el jurel y bonito, supuestamente más económicos, registran una tendencia al aza. ¿Qué explica este comportamiento?   

El alza de los precios hay que tomarlos de manera coyuntural y, en el caso de los productos pesqueros, estos se determinan de acuerdo a la disponibilidad de los recursos que siempre es un factor aleatorio. Lo positivo para el sector es que el alza en el precio del pollo, que tiene su propia explicación en relación al precio del dólar, incide en una mayor demanda de productos pesqueros. Por ello, debemos seguir fomentando el consumo de pescado con la oferta de recursos que se tiene en ese momento.

¿Cuáles son los avances de la industria pesquera en relación al cuidado del medio ambiente y responsabilidad empresarial?

En este tema se ha avanzado mucho. No obstante, hay que señalar que los mayores avances se han dado en el sector de consumo humano indirecto, tanto en el aspecto ambiental como en el de responsabilidad empresarial, trabajo que hacen las empresas a través de las Asociaciones de Productores (APROS) de una zona o región determinada. Si bien estos dos conceptos son importantes, habría que añadir uno más fundamental como es la sostenibilidad, ya que en conjunto son componentes que inciden en los mercados y en la conducta de los consumidores, por lo que es imperativo que empresas avancen en ese sentido.