Yolanda Torriani: 132 años

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) cumple hoy 132 años de fundación y lo hace en una situación particularmente difícil para nuestro país, provocada por la llegada de la pandemia del coronavirus que ha enlutado, al igual que en el resto del mundo, a muchas familias.

 

Pero no solo ello, sino que también ha generado una parálisis de nuestra economía constituyendo una amenaza para la supervivencia de muchas empresas, grandes, medianas y pequeñas, y poniendo en riesgo los puestos de trabajo de millones de personas.

 

Esta fecha, que debería ser razón de celebración para nosotros, se ha tornado en motivo de reflexión sobre lo que nos toca hacer a todos -gobierno, autoridades, empresarios, trabajadores, estudiantes y ciudadanía en general- para superar esta situación y reiniciar, juntos, el camino de recuperación, crecimiento y desarrollo que necesita nuestro país para garantizar el bienestar de su población.

 

Vamos a hacerlo, estamos comprometidos a ello, sin olvidar que debemos corregir errores que, si no los hubiésemos cometido, nos hubieran permitido salvar muchas vidas. El principal, sin duda, destinar los recursos suficientes para contar con un sistema de salud eficiente, pero, sobre todo, humano.

 

Es un momento duro, difícil, doloroso; pero estamos seguros de que saldremos adelante. Lo hemos hecho antes y lo haremos ahora. En sus 132 años de vida institucional, la CCL ha sido testigo de cómo los peruanos nos hemos sobrepuesto a graves amenazas internas y externas, a la furia de la naturaleza y a las más profundas crisis políticas, económicas y sociales.

 

Asumimos el enorme reto de reconstruir nuestra economía y mantener nuestra férrea defensa de la actividad empresarial y de la libertad económica, convencidos que son las mejores y más efectivas herramientas para luchar contra la pobreza y dar prosperidad a los peruanos.

 

Por ello, desde el primer momento que se dispuso el estado de emergencia y aislamiento social, la CCL fue la primera en advertir la necesidad de enfrentar la crisis sanitaria, priorizando la salud y bienestar de la población, pero al mismo tiempo trabajar para preservar la salud económica del país, pues no podíamos esperar salir de una crisis para entrar a otra.

 

Una gran parte de nuestras propuestas ha sido recogida por el gobierno que, además, en otros casos, ha hecho las correcciones que la CCL recomendó para iniciar la ruta hacia la recuperación.
En cada una de nuestras propuestas hemos subrayado la importancia de la participación del sector privado en la elaboración de alternativas para enfrentar adecuadamente y con el menor impacto negativo posible este trance.

 

Hay que felicitar los enormes esfuerzos que desde el gobierno, autoridades en su conjunto y el personal de salud y miembros de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos y voluntarios, entre muchos otros, se están haciendo para atenuar el dolor y angustia de nuestros compatriotas.

 

No quiero dejar de dedicar unas líneas para agradecer la gran dedicación, profesionalismo e identificación del equipo de directores, presidentes de gremios y comisiones, ejecutivos, empleados y trabajadores de la Cámara de Comercio de Lima, esta centenaria institución que tengo el honor de presidir.

 

Asimismo, reconozco y destaco la tenacidad de nuestros asociados y de las empresas peruanas en general para no dejarse vencer por estas circunstancias adversas.

 

Puedo decir con orgullo y satisfacción, que la Cámara de Comercio de Lima -el gremio empresarial más representativo del país- ha cumplido, está cumpliendo y seguirá respondiendo a la confianza de sus miembros y defendiendo los sagrados intereses del país.