Una mirada económica del mensaje presidencial
El Perú está a puertas de una recesión técnica, es decir, una caída de su PBI por dos trimestres consecutivos, y con un crecimiento proyectado de apenas 1,4 % para el presente año. En tal coyuntura, lo que necesita el país es un shock de inversiones para mejorar su nivel de producción. Asimismo, el nivel de pobreza de 27,5 % de su población exige tasas de crecimiento de al menos 5 % anual para aspirar a reducir la pobreza a niveles de prepandemia antes de finales de la presente década.
A la fecha se proyecta una caída de 2,3 % de la inversión privada, el índice de confianza empresarial de cortísimo plazo se encuentra en el tramo pesimista desde hace 27 meses, y el consumo interno de cemento y de importación de maquinaria y equipo se han contraído en once y nueve de los doce últimos meses, respectivamente.
En tales circunstancias, los agentes económicos, incluida la Cámara de Comercio de Lima (CCL), esperábamos un mensaje presidencial distinto, desde el diagnóstico de los problemas macroeconómicos y más certero en las propuestas para superar las dificultades que vive el país.
Sí rescatamos del discurso el deslinde con la corrupción, la lucha contra la inseguridad ciudadana y el crimen organizado, la paz social, la reforma política, la inversión en infraestructura física y social, la reactivación económica y el desarrollo regional.
Necesidades de empleo
Durante el 2022 se incorporaron 401 600 personas a la Población Económicamente Activa (PEA), mientras que el empleo formal creció en 239 824 puestos de trabajo. Es decir, en un año se generó un excedente de 161 776 personas, las que quedaron desempleadas o se incorporaron al mercado laboral informal. En la economía peruana se tiene alrededor de 13 400 000 trabajadores informales ocupados en un 80 % en los 5 500 000 negocios informales. Como puede verse, queda claro que no se crea suficiente empleo formal desde el sector privado.
Desde el Gobierno se promueven programas de empleo de corto plazo, como, por ejemplo, “Lurawi Perú”, que, según se indicó en el mensaje presidencial, ha financiado 151 000 empleos temporales con una transferencia de S/ 462 000 000.
La importancia de la inversión
En esa coyuntura, un shock de inversiones nos llevaría a crear más puestos de trabajo formales y dinamizar el PBI. No obstante, si el crecimiento se mantiene en 3 % al año, nos llevaría ocho años o más volver a los niveles de pobreza de prepandemia (20,2 %). Si crecemos 5 % o más por año, ese plazo se puede reducir a cinco años. El crecimiento, además, incrementa la recaudación tributaria, con lo cual se disponen de más recursos para financiar programas sociales que disminuyan aún más la pobreza.
La inversión pública también juega un rol importante y es necesaria su rápida ejecución. No obstante, al primer semestre del año, diez gobiernos regionales no llegaron a ejecutar ni el 20 % de su presupuesto de inversiones. Se trata de un hecho que se esperaba, tomando en cuenta que son autoridades recientemente elegidas. En ese sentido, resulta positivo el anuncio de potenciar el servicio civil peruano para atraer talento profesional y con capacidad de servicio. Al respecto, merece la pena mencionar que la Contraloría General informó que el Perú perdió más de S/ 24 000 millones por corrupción en el 2022 y que el 56 % de dicho total se concentró en los gobiernos regionales y municipales.
Cabe resaltar que la creación de la comisión multisectorial Vraem Productivo es una propuesta positiva, pues la infraestructura tiene un impacto positivo en el desarrollo regional. Al respecto, recientemente se aprobó la actualización del Plan Nacional Logístico, que reduce costos logísticos y mejora la competitividad regional. Su pronta implementación incrementará las posibilidades de producción de las regiones del país.
Remuneración Mínima Vital (RMV)
De otro lado, el anuncio de un incremento de la RMV como resultado del diálogo en el Consejo Nacional del Trabajo será difícil de llevar a la práctica. Dos son los principales determinantes de la RMV, la inflación y la productividad laboral. La primera viene decreciendo paulatinamente como respuesta a los incrementos consecutivos en la tasa de referencia por parte del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la cual se encuentra en 7,75 %. Elevar la RMV va en dirección contraria al objetivo de la autoridad monetaria, pues tiene un impacto en los precios, y se estima que un incremento del 10 % en esta eleva en 0,7 puntos porcentuales la tasa de inflación tras doce meses. La prioridad es que baje la inflación y, con ello, las tasas de interés, para así impulsar la demanda interna.
Con respecto a la productividad laboral, el bajo crecimiento del PBI y su caída en algunos sectores productivos para el presente año conllevará a una caída de la productividad laboral en varios sectores económicos. En ese sentido, será muy difícil para las microempresas (es decir, el 95 % del universo empresarial del país) cumplir con algún incremento de la RMV.
Por el camino correcto
Después del mensaje presidencial, importantes proyectos de inversión se han ido anunciando en medios de comunicación. Dos proyectos en el marco de los acuerdos G2G, la carretera Amazonas-Loreto (Eje Vial N.° 4) y el destrabe de Chavimochic III, que se realizará bajo la modalidad de gobierno a gobierno (G2G). A la fecha, cuenta con cuatro países que han mostrado interés en participar (Japón, Hungría, Países Bajos y Canadá). Un tercer proyecto corresponde al nuevo aeropuerto del Vraem, a construirse en la provincia de La Convención.
En minería, los anuncios vienen con la confirmación de la construcción de los proyectos Reposición Antamina (Áncash), cuya inversión supera los US$ 1 604 millones, y la Ampliación Toromocho Fase II (Junín) por US$ 1 355 millones. Además, el optimismo de la compañía Southern Copper respecto a los avances en las conversaciones con las comunidades vecinas al proyecto Tía María, luego que en el 2019 el expresidente Pedro Castillo lo catalogara de inviable.
En la selva, los anuncios provienen de la empresa transnacional Honda, que ha decidido ampliar su planta de ensamblaje en Iquitos y reforzar nuevos procesos de producción para la elaboración de piezas, en lugar de importarlas de China y la India. Y, finalmente, al cierre de julio Proinversión adjudicó la línea de transmisión 500 kv Subestación Piura Nueva-Frontera, por una inversión de US$ 107 600 millones, bajo la modalidad de APP.
Muchos de los anuncios realizados durante el mensaje presidencial no podrán ser ejecutados en el presente año. Será importante conocer cómo se irán implementando y como se financiarán en el proyecto de Ley de Presupuesto y Ley de Endeudamiento del 2024, que deberá ser presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a fines de agosto.