Último deseo del Papa Francisco: transformar el papamóvil en centro de salud

Incluso después de su partida, el Papa Francisco sigue siendo un símbolo de ayuda para los más vulnerables. Se reveló que su última voluntad fue transformar el papamóvil en una unidad sanitaria destinada a atender a los niños en la frontera de Gaza, una región duramente afectada por la guerra y el colapso de sus infraestructuras.

Desde el Vaticano, señalaron que esta decisión reflejó su constante solidaridad con el pueblo de Gaza, especialmente en los últimos años de su pontificado. «En medio de la guerra, un sistema sanitario devastado y una educación interrumpida, los niños son quienes más sufren, enfrentando hambre, infecciones y enfermedades evitables que ponen en riesgo sus vidas», destacaron.

El papamóvil, que acompañó a Francisco desde su elección como líder de la Iglesia Católica en marzo de 2013, se convertirá en un vehículo de esperanza para quienes más lo necesitan. «Su cercanía a los más vulnerables sigue irradiando incluso después de su muerte», subrayaron.

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De acuerdo con el Vaticano, el papamóvil se convertirá en una unidad sanitaria equipada con materiales de diagnóstico, herramientas para exámenes y tratamientos, así como pruebas rápidas de infecciones y otros instrumentos clave para brindar atención de emergencia.

«El papamóvil reutilizado se equipará con material de diagnóstico, examen y tratamiento, incluidas pruebas rápidas de infecciones, instrumentos de diagnóstico, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales», detallan.

Papa Francisco falleció a los 88 años este lunes 21 de abril.

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El papamóvil, además de estar equipado con material médico, contará con personal médico altamente capacitado para atender a los niños afectados. Según se informó, «una vez que se restablezca el acceso de la ayuda humanitaria a la franja, el papamóvil contará con médicos y personal sanitario para atender a los menores de las zonas más remotas de Gaza».

El Papa Francisco siempre enfatizó que «los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado», por lo que no dudó en ordenar esta acción como parte de su última voluntad.