Posible alza de precios de granos: ¿cómo impactaría a la industria alimentaria peruana?

Desde hace algunos años, las cosechas de trigo y maíz amarillo duro en Argentina vienen experimentando bajos niveles de producción debido a prolongadas sequías por efectos del fenómeno de La Niña. Esta problemática en el país del Río de la Plata, considerado uno de los grandes productores de granos en el mundo, podría poner en riesgo el abastecimiento de la industria alimentaria peruana.

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De acuerdo con el Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior (Idexcam) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Argentina es el segundo mercado donde el Perú compra trigo, representando el 38% de su importación anual; mientras que, en el caso del maíz amarillo duro, el 93% del total importado por nuestra nación proviene del país rioplatense.

Ante esta situación, José Luis Castillo, analista de Comercio Exterior del Idexcam, explicó que el trigo es un insumo de vital importancia para la producción nacional de pan y fideos; en tanto que el maíz amarillo duro es sustancial para la alimentación del sector avícola peruano.

«Nuestro país, al no tener la capacidad de autosatisfacer la demanda interna de trigo y maíz amarillo duro, importa estos productos, dependiendo mayoritariamente de la producción de otros países. En ese sentido, la situación agrícola por la que pasa Argentina podría impactar a la industria alimentaria del Perú», comentó el especialista.

El trigo y el pan

Frente a este posible escenario, Pio Pantoja, presidente de la Asociación de Panaderos (Aspan), sostuvo que la industria panadera local podría responder en cuanto al stock u oferta de pan para las familias peruanas, pero no puede garantizar que los precios al consumidor final no se eleven.

“Tenemos entendido que el Comité de Molinos de Trigo de la Sociedad Nacional de la Industria (SNI) ya estableció acuerdos con Canadá y Estados Unidos para que la oferta de Argentina sea cubierta por ellos. Además, ya experimentamos un escenario similar cuando inició la guerra entre Ucrania y Rusia. En ese sentido, garantizamos que habrá abastecimiento de pan”, manifestó Pantoja.

Asimismo, el representante de Aspan dijo que el pan sigue siendo el alimento preparado más económico de la canasta alimenticia familiar, y que se ha tratado de mantener así hasta la actualidad.

“Gracias a las condiciones del mercado, hoy puedes encontrar un pan de S/ 0.30 como puedes encontrar un pan de  S/ 1.00 El público decide cuál comprar”, añadió.

Como estrategia para contrarrestar un posible desabastecimiento de trigo, Pantoja indicó que, desde hace un buen tiempo, vienen incorporando productos nacionales como la quinua, la kiwicha y frutos de amaranto en la producción diaria de pan.

“Ahora también estamos incluyendo insumos como la cebada, el ajonjolí, y la linaza para poder hacer un pan más nutritivo y saludable», remarcó.

 

El maíz y la industria avícola

Por su parte, José Vera, expresidente de la Asociación Peruana de Avicultura (APA), señaló que el cereal que más importa el Perú es el maíz y al haber menos oferta desde Argentina, subiría su precio inmediatamente, lo cual impactaría en la industria avícola, ya que este insumo sirve como alimento para las aves de granja.

«En los últimos años, la producción de maíz en el Perú no ha crecido. Al contrario, hubo un decrecimiento, ya que solamente son 300 000 hectáreas sembradas de este producto, con un rendimiento cada vez menor en toneladas. Esto obliga que importemos este cereal de otros mercados, por lo cual habrá siempre un impacto en el precio”, expresó el especialista.

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Si bien es cierto que el precio del maíz amarillo duro ha bajado en los últimos meses, Vera dijo que siempre hay riegos climáticos, tal como sucede en Argentina, que podrían afectar tanto a la oferta como al precio. Sin embargo, nuestro país busca otros mercados para abastecer el mercado nacional. “Los dos tercios de maíz que se necesitan para la demanda peruana se importan. Por ello, se analizan otros mercados para abastecernos como Estados Unidos o Brasil”, agregó.

“Como sabemos la falta de maíz podría impactar al precio del pollo, que es el producto más consumido por la población que tiene bajos recursos. Pero, por el momento no se avizora un nuevo aumento, ya que hay todavía una oferta grande en el mercado y los precios vienen bajando lentamente en algunos mercados”, puntualizó.

 

 

¿Cómo se puede aminorar su impacto?

Para contrarrestar la caída de la producción agrícola argentina, José Luis Castillo, del Idexcam, sugirió que una opción en el caso de la importación de trigo es negociar un aumento en las cantidades adquiridas desde Canadá y Estados Unidos, entre otros países que ya proveen al Perú este insumo.

“Hay que tener en cuenta que, tanto Canadá como Estados Unidos, mantienen casi el mismo precio que la oferta argentina. El inconveniente más bien sería si tienen el volumen de sobra para vendernos, y también el tiempo en que se demorarían para exportar el producto”, indicó.

En el caso del maíz amarillo duro, el experto en Comercio Exterior comentó que los importadores peruanos tendrían dos opciones. La primera, que es la más sencilla, pero más perjudicial, es aceptar el incremento del precio del producto y trasladar los precios de los productos elaborados al consumidor; mientras que la segunda opción, menos perjudicial, sería buscar otro país proveedor que venda el volumen que se necesita al precio correcto.

“En este caso tendríamos como opciones Brasil y Estados Unidos que son los principales productores mundiales de maíz y a los que hemos comprado con anterioridad. Ante toda esta información esperamos que el sector privado y las autoridades estén atentas a esta situación y manejen de manera correcta un problema que afectaría ampliamente el bolsillo de la mayoría de los peruanos”, puntualizó.

 

Datos:

  • De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el precio del kilo de pan ya está llegando a aproximadamente S/ 10.
  • El Perú importa alrededor de 1 900 000 toneladas de trigo y unas 3 700 000 toneladas de maíz amarillo duro al año, según cifras de Idexcam.
  • Según Idexcam, en cuanto a la producción de trigo argentino se estima una cosecha de 11 500 000 toneladas para la campaña 2022-2023, lo que representa un 48% menos que la campaña previa. No se registraban niveles tan bajos de producción desde el año 2015.
  • En el caso del maíz amarillo duro argentino, se estima una producción de 32 millones de toneladas, cifra 46% menor a la registrada en la campaña anterior, algo que no ocurría desde la campaña 2012-2013.

 

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Invasión de Rusia a Ucrania pone en riesgo importaciones peruanas de trigo

El Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima (Idexcam) advirtió que la reciente invasión de Rusia a Ucrania pondría en riesgo las importaciones peruanas de trigo, puesto que Rusia –importante proveedor mundial– podría recibir drásticas sanciones económicas, lo que interrumpiría sus volúmenes exportados que demandan los diferentes mercados, entre ellos el Perú.

 

“En el eventual escenario de que las sanciones económicas se amplíen y comprendan las principales exportaciones rusas, los países que adquieren su trigo tendrán que buscar otros proveedores, lo que eventualmente podría empujar al alza el valor de este producto”, manifestó el director ejecutivo del Idexcam, Carlos Posada.

 

Añadió que el trigo es un cereal muy utilizado en el país y necesario para la fabricación de harinas y panes, además de otros productos, muy solicitados en la canasta familiar peruana. Al cierre del 2021, las importaciones de este producto desde Rusia sumaron US$ 17 millones tras adquirir 65.728 toneladas.

 

Cabe mencionar que el Perú tiene como principales proveedores del trigo a Canadá (75%), Estados Unidos (12%), Argentina (10%) y Rusia (4%).

 

Igualmente, precisó que Rusia es el primer exportador mundial de trigo, siendo responsable de no menos del 24% de las exportaciones mundiales al cierre del 2021.  Las exportaciones de trigo desde Rusia tienen como principales mercados de destino a los países del África y a Turquía, país para el cual las importaciones de trigo ruso representan el 85% del total de las compras de dicho producto.

 

Ante este escenario, el Idexcam exhortó a las empresas importadoras de trigo a revisar los contratos de adquisición de estos productos y asegurarse de que sus proveedores respetarán los montos negociados para el presente año.




Causas y efectos del aumento del precio del trigo y sus derivados

La cotización internacional del trigo viene aumentando desde diciembre del 2020, cuando el precio por tonelada (TM) era de US$ 217,31 hasta llegar, en mayo pasado, a un pico de US$ 297, el nivel más alto desde diciembre de 2012, y que supone un aumento de aproximadamente 36%.

 

Si bien, en junio pasado el precio bajó en torno a los US$ 238 por tonelada, dicha cifra aún es casi 10% mayor al del cierre del 2020.

 

Es importante señalar que antes de diciembre del 2020, la cotización internacional del trigo ya venía en constante aumento, pero a tasas de crecimiento más bajas (en junio del 2020 la tonelada se cotizaba en US$ 169,72, precio aproximadamente 40% menor al de junio de este año).

 

El aumento del precio del trigo de los últimos meses se debió básicamente a la importante demanda registrada a principios de año y a las preocupaciones sobre el estado de los cultivos en regiones como Argentina, Unión Europea y Estados Unidos, así como también al alza del precio del maíz –recordemos que el trigo es sustituto directo para alimentación del ganado– y la soya.

 

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Producción de trigo

 

El trigo es el cereal más utilizado para consumo humano en el mundo, por encima del maíz.

 

Se ubica en el primer lugar en extensión de superficie cosechada y volumen comercializado en el mercado internacional, mientras que, en producción, se ubica en el segundo sitio, solo después del maíz.

 

Según una publicación en el diario El Economista, de México, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) señala que durante el ciclo comercial 2020/2021 (julio del 2020 a junio del 2021) se cosecharán alrededor de 220,2 millones de hectáreas de trigo en el mundo, con una producción estimada de 776,5 millones de toneladas.

 

Estas cifras representarían un incremento en la producción del 1,7%, respecto al ciclo previo, cuando se alcanzaron niveles históricos de producción.

 

Por otra parte, los inventarios mundiales representan 37,5% del consumo y se ubican en 275,5 millones de toneladas, su segundo máximo histórico, sólo después del nivel alcanzado el ciclo previo.

 

Los principales productores de trigo serían la Unión Europea, China e India, con participaciones de 17,5%, 17,3% y 13,9%, respectivamente.

 

En la Unión Europea se prevé que la producción disminuya cerca de 12%, debido a reducciones importantes en la superficie cosechada y en el rendimiento.

 

En China, la producción se mantendría en el mismo nivel del ciclo comercial anterior, mientras que en la India se prevé un incremento del 4%.

 

Se destaca el incremento de 16% en la producción esperada en Rusia, que se convertiría en el cuarto productor a nivel mundial.

 

El consumo mundial del grano se prevé en 774 toneladas métricas, superando en 4,4% el máximo histórico observado durante el ciclo 2019/20, según estimaciones del USDA.

 

El rol del trigo para los humanos

 

El trigo, sin lugar a duda, ha jugado un rol fundamental en la historia humana, puesto que ha sido utilizado por millones de comunidades como alimento.

 

No solamente se emplea como materia prima, en forma de granos, sino que también se consume a través de uno de sus derivados más inmediatos: la harina.

 

Este compuesto se obtiene tras su procesamiento en los molinos, y es empleado en miles de preparaciones, por ejemplo, panes, fideos, masas y productos dietéticos.

 

En el Perú, la cosecha promedio de trigo es de 124.000 hectáreas anuales, y la producción llega a las 193.000 toneladas, siendo uno de los cereales más producidos.

 

Según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), el principal departamento que cosecha este cereal es La Libertad, que produce aproximadamente el 32% del total de trigo peruano, seguido de Cajamarca (14%), Cusco (9%), Ancash (6%), Piura (6%) y Ayacucho (6%).

 

El volumen de producción de este cereal en el Perú ha sido casi igual en los últimos de años, por lo que no ha mostrado un crecimiento constante y se ha estancado casi en el mismo volumen año tras año.

 

No obstante, esta cantidad producida a nivel nacional no da abasto a la demanda local, por ello, el Perú importa grandes cantidades de trigo de diferentes países.

 

Llegándose a importar aproximadamente 2 millones de toneladas de trigo anualmente en los últimos cinco años. Los principales países proveedores del Perú son Canadá, Estados Unidos y Argentina.

 

Cabe señalar que un total de 15 empresas peruanas se dedican actualmente a la importación de este cereal, la mayoría de estas empresas importan desde Canadá.

 

Consecuencias del alza del precio

 

El aumento de la cotización del trigo, como explicamos al inicio de este artículo, se debió básicamente a la importante demanda registrada a principios de año, sumado a preocupaciones sobre el estado de los cultivos en regiones como Argentina, Unión Europea y EE. UU., así como también al alza del precio de maíz y la soya.

 

Este incremento, como es lógico, incide sobre el precio de los derivados de trigo en todos los países.

 

En el caso del Perú, es importante señalar que la volatilidad de la cotización del dólar también ha jugado un rol importante en los componentes del valor de las importaciones y el trigo no es la excepción a esta regla.

 

Basta recordar que la moneda estadounidense cerró el 2020 en torno a los S/ 3,60 y en junio rozó los S/ 4, un aumento de más del 10%, lo que quiere decir que al importador peruano le es más caro traer productos al país, pues debe pagarlos en dólares.

 

Es así como el precio local del principal insumo de la industria farinácea, la harina de trigo, pasó de S/ 4,87 por kilogramo en diciembre del 2020 a S/ 5,07 en mayo del 2021, siguiendo la tendencia de la cotización internacional y el aumento de la cotización local del dólar.

 

Productos derivados como los fideos, galletas y productos de panificación también experimentaron alzas en sus precios.

 

Debemos tener presente que, para el Perú, el trigo constituye uno de los principales insumos en la producción de alimentos, pues está destinado principalmente para la panificación y pastelería (68%), galletería (6%) y elaboración de pastas (26%).

 

Dependencia de importaciones

 

Finalmente, es importante señalar que del total de la producción nacional solo se utilizan para molienda alrededor de 10.000 toneladas, lo que nos indica la calidad de trigo que actualmente se oferta al mercado.

 

Esto explica la dependencia de las importaciones que tenemos para la alimentación de la población nacional, respecto de este producto.

 

A nivel internacional se prevé que, al cierre del 2021, si se llegasen a cumplir las previsiones de incremento de la oferta mundial de trigo, se experimentaría una reducción gradual del precio internacional –como la que se registró en junio–.

 

No obstante, el alto precio de los sustitutos –maíz y soya– y la volatilidad del tipo de cambio podrían acotar esta previsión.

 




¿Cuánto crecieron las importaciones peruanas de trigo y maíz entre enero y abril?

Las importaciones peruanas de trigo entre enero y abril del 2021 ascendieron a 756.322 TM, por un valor de US$ 213 millones, montos que evidenciaron una caída de 4,16%, en cuanto a peso, y un aumento de 9,95%, en cuanto a valor, respecto a similar periodo del 2020.

 

Canadá fue el principal proveedor de trigo, con 646.653 TM por US$ 183 millones. Le siguieron EE.UU., con 59.176 TM, por US$ 16 millones; y Argentina, con 50.493 TM por US$ 13 millones, según información del Idexcam.

 

Con relación al maíz amarillo duro, durante los cuatro primeros meses del 2021, el Perú importó 1’381.002 TM por un valor de US$ 383 millones, cifras que evidenciaron un incremento de 6,05%, en cuanto a volumen, y 49,63%, en cuanto a valor frente al similar periodo del 2020.

 

Argentina fue el principal proveedor de maíz amarillo duro del Perú, con 765.270 TM valorizadas en US$ 212 millones. Le siguió Estados Unidos, con 563.010 TM por un monto de US$ 158 millones.

 

Consumo nacional

 

En 2019 y 2020, Perú importó 1,87 y 2,11 millones de TM de trigo, respectivamente; mientras que la producción nacional en la campaña de agosto 2019 a julio 2020 llegó a 187.000 TM.

 

Teniendo en cuenta que el consumo nacional del trigo para el 2020 fue de 2.299 millones de TM, la producción nacional apenas representó el 8% del consumo en el país.

 

Para el caso del maíz amarillo duro, el Perú importó en 2019 y 2020, 3,98 y 3,74 millones de TM, respectivamente, mientras que la producción nacional alcanzó, entre julio del 2019 y agosto del 2020, un total de 1,13 millones de TM.

 

Así, el consumo total de maíz amarillo duro en el 2020 ascendió a 4.87 millones de TM, siendo la producción nacional el 23% de dicho consumo.




Oscilación en los precios internacionales del maíz y el trigo en el 2021

Los precios de los commodities agrícolas subieron alrededor de 20% en el 2020, debido a la escasez de la oferta de algunos productos alimentarios, en especial el maíz y la soja; por la demanda de piensos (alimento seco que se da al ganado) de China; y la depreciación del dólar.

 

Según datos del informe Commodity Markets Outlook (CMO), publicado el 20 de abril por el Banco Mundial, los precios del trigo crecieron más del 15% en el primer trimestre del 2021 con respecto a similar periodo del 2020.

 

Ello debido a que las condiciones climáticas desfavorables en exportadores claves, como Ucrania y Argentina, disminuyeron la oferta del mercado.

 

Producción

 

Sin embargo, se espera que la producción en la actual temporada, por parte de Canadá, la Unión Europea y Ucrania, alcance un nuevo récord, a pesar de las condiciones climáticas adversas que amenazan la producción en Rusia, Turquía y las grandes llanuras de Estados Unidos.

 

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Por ello, se prevé que la producción mundial de trigo ascienda este año a 778 millones de toneladas métricas (TM), cifra 0,5% mayor a la de la cosecha anterior (aumento de 4 millones de TM). Además, se espera que el consumo mundial crezca.

 

Revisando los pronósticos de la Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación (FAO), “la utilización de trigo a escala mundial en la campaña de comercialización de 2021/22 aumentará 0,9 %, ubicándose en 770 millones de TM, gracias al incremento interanual previsto en el consumo dietético y el uso industrial. Se prevé que el consumo de alimentos aumentará principalmente en consonancia con el crecimiento de la población”.

 

Precios

 

Por el lado del maíz, los precios mostraron un incremento consecutivo durante seis meses para alcanzar un promedio de US$ 245 por TM en febrero, el nivel más alto registrado desde julio del 2013, y se mantuvieron estables en marzo del 2021.

 

El aumento abrupto del precio se debió a la caída del suministro mundial, sumado a la fuerte demanda de China y a una más moderada por parte de Latinoamérica.

 

Si bien se espera un mayor crecimiento de la producción mundial del maíz, es posible que ello no influya mucho en un retroceso en el nivel de precios dado que se proyecta un mayor nivel de consumo.

 

Según un estudio del Departamento de Agricultura de EE.UU., se espera que la producción mundial de trigo, maíz y arroz aumente 1,7% en esta temporada (de setiembre del 2020 a agosto del 2021), lo que podría reducir el riesgo de un nuevo incremento de precios en caso de condiciones climáticas adversas.

 

 

 

Trigo y maíz amarillo peruano

 

En cuanto al Perú, se importó en 2019 y 2020 1,87 y 2,11 millones de TM de trigo, respectivamente; mientras que la producción nacional en la campaña de agosto 2019 a julio 2020 llegó a 187.000 TM.

 

Teniendo en cuenta que el consumo nacional del trigo para el 2020 fue de 2.299 millones de TM, la producción nacional apenas representó el 8% del consumo en el país.

 

Para el caso del maíz amarillo duro, el Perú importó en 2019 y 2020, 3,98 y 3,74 millones de TM, respectivamente, mientras que la producción nacional alcanzó, entre julio del 2019 y agosto del 2020, un total de 1,13 millones de TM.

 

Así, el consumo total de maíz amarillo duro en el 2020 ascendió a 4.87 millones de TM, siendo la producción nacional el 23% de dicho consumo.

 

 

Respecto a las importaciones de trigo entre enero y abril del 2021, esta ascendió a 756.322 TM, por un valor de US$ 213 millones, montos que evidenciaron una caída de 4,16%, en cuanto a peso, y un aumento de 9,95%, en cuanto a valor, respecto a similar periodo del 2020.

 

Canadá fue el principal proveedor de trigo, con 646.653 TM por US$ 183 millones. Le siguieron EE.UU., con 59.176 TM, por US$ 16 millones; y Argentina, con 50.493 TM por US$ 13 millones.

 

Con relación al maíz amarillo duro, durante los cuatro primeros meses del 2021, el Perú importó 1’381.002 TM por un valor de US$ 383 millones, cifras que evidenciaron un incremento de 6,05%, en cuanto a volumen, y 49,63%, en cuanto a valor frente al similar periodo del 2020.

 

Argentina fue el principal proveedor de maíz amarillo duro del Perú, con 765.270 TM valorizadas en US$ 212 millones. Le siguió Estados Unidos, con 563.010 TM por un monto de US$ 158 millones.

 

 

Como se puede apreciar, los precios de importación del maíz amarillo y el trigo mostraron una variación mayor que la registrada en los volúmenes adquiridos, siendo el caso del trigo el más notorio, pues el volumen disminuyó, mientras que el valor no.

 

Esta evidencia va en línea con lo mencionado líneas arriba con respecto a que la mayor demanda frente a menores volúmenes de producción de dichos commodities tuvo un efecto en el alza de los precios de los mismos.

 

Asimismo, el Banco Mundial prevé que el índice de precios de granos aumente en promedio un 14% en el 2021, tendencia que seguiría en el 2022, pero a un nivel menor.

 

Sin embargo, dada las mejores perspectivas de producción mundial de dichos productos, podría influir en disminuir el nivel de precios.

 

Aunque, si bien ello es posible, este pronóstico está sujeto a riesgos en relación al costo de energías y el precio de productos químicos y fertilizantes para los cultivos; además del aumento de los costos de los fletes en el transporte marítimo y la inflación de los precios internos de los alimentos como los registrados en países de América Latina, Oriente Medio y África.

 

Con este panorama mundial, en cuanto a los valores de estos commodities durante los meses del 2021 y considerando que la producción nacional es baja (8% y 23%, para el trigo y el maíz amarillo duro, respectivamente), estar tratando de hacer experimentos en aras de defender una exigua producción nacional, no resulta adecuado y causa mayor preocupación en los productores nacionales y en la población que consume productos alimenticios vinculados a estos insumos.