Paralización de Refinería La Pampilla también afectará transporte aéreo de pasajeros y carga

La Cámara de Comercio de Lima (CCL) advirtió que la paralización de las operaciones de carga y descarga de hidrocarburos en la Refinería La Pampilla de la operadora Repsol, no solo va a perjudicar al abastecimiento de combustible de uso vehicular, sino al transporte aéreo nacional e internacional, tanto al transporte de pasajeros y de carga, actividades relacionadas tanto al turismo, como al comercio exterior, entre otras.

 

La empresa Repsol, operador de dicha refinería, solo podrá seguir operando si presenta al Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) un Plan de Gestión ante Derrames de Hidrocarburos en Mar, además de las certificaciones actualizadas de las autoridades competentes que aprueban la integridad de dichas instalaciones.

 

► Herrera Descalzi: “Sería muy grave que el Minam cierre La Pampilla sin tener un plan de abastecimiento”

 

Hay que considerar que la actividad del transporte aéreo nacional e internacional requiere del Turbo A-1, combustible que produce en importante proporción la Refinería La Pampilla de Repsol.

 

“Según el reporte de Inventarios del Ministerio de Energía y Minas, La Pampilla es responsable de más del 30% de la producción anual de este tipo de combustible, por lo que la medida tomada por la OEFA, puede tener consecuencias para el transporte aéreo de pasajeros y de carga (comercio exterior)”, sostuvo el gremio empresarial.

 

En ese sentido, la Cámara de Comercio de Lima exhortó a las autoridades gubernamentales establecer medidas complementarias para garantizar un adecuado abastecimiento del petróleo y sus derivados en el país, pues la paralización temporal de las operaciones Repsol, debido al daño en el litoral de Ventanilla, podrían afectar al desempeño de la economía nacional.

 

Cabe mencionar que, según información estadística de la Sunat, la Refinería La Pampilla es responsable de la importación del 90% del total de petróleo que el Perú importa, es decir más de 23 millones de barriles, una cifra que dista del millón 700 barriles que importa PetroPerú. Además hay que considerar que Repsol atiende al 40% de la demanda nacional.

 

Finalmente, en relación al derrame sucedido ya hace más de 15 días, la Cámara de Comercio de Lima exigió a las autoridades y a la empresa realizar las labores de remediación por parte de equipos profesionales, “para no seguir afectando el ecosistema de nuestro litoral, afectando la economía de familias humildes que dependen del mar para vivir”.




Herrera Descalzi: “Sería muy grave que el Minam cierre La Pampilla sin tener un plan de abastecimiento”

El Ministerio del Ambiente (Minam) anunció la paralización de todas las actividades de carga y descarga de hidrocarburos de Repsol en el mar peruano, hasta que ofrezca garantías técnicas. Esto debido al derrame de cerca de 11 toneladas de barriles de petróleo en Ventanilla el pasado 15 de enero.

 

Al respecto, el ex ministro de Energía y Minas (Minem), Carlos Herrera Descalzi, calificó dicha decisión como “muy grave” si no se tiene un plan previo para garantizar el abastecimiento del mercado.

 

“Si el Estado va cerrar La Pampilla tiene que tener un plan previo, sería muy grave que el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, se lance a cerrar La Pampilla sin ni siquiera haberle consultado al ministro de Energía y Minas, Eduardo González Toro, porque este sector es el que tiene que garantizar el abastecimiento del combustible en el país”, subrayó.

 

Herrera Descalzi agregó que, para cerrar una instalación grande en un país que no le sobra este tipo de infraestructuras, tiene que haber una razón muy poderosa y, al parecer, según el exministro, esta sería de “teatro”, un argumento político y para las tribunas.

 

Recordó que La Pampilla fue inaugurada en el primer Gobierno de Fernando Belaunde Terry y ya tiene 54 años de operación y, si bien ha tenido pequeños incidentes, no ha pasado nunca a mayores, ¿cómo pueden decir que 54 años después no le da garantía?, cuestionó.

 

“Además, me parece que desde el punto de vista legal el Gobierno podría enfrentar ciertas consideraciones de demanda por parte de la empresa por daños y perjuicios. Quien ejerce el poder no lo puede ejercer sin motivación y sin un sustento debidamente comprobado”, refirió.

 

Consumidores más perjudicados

Para el exministro Carlos Herrera Descalzi, indudablemente los más afectados serán los consumidores porque comenzarán a escasear los combustibles y, cuando hay escasez, hay especulación y subida de precios, pese a que por Ley la empresa tiene que tener un abastecimiento o almacenaje de combustible por 15 días.

 

“Yo dudo que el Perú en una industria como la de hidrocarburos pueda tener 50% de reserva que sería lo que se necesitaría para atender al mercado”, resaltó.

 

En ese sentido, dijo que esta situación indica “la torpeza” que han cometido las autoridades, “uno no puede tener un regulador ambiental que no tenga criterio técnico y sentido común”, puntualizó.

 

Además, ante el riesgo de lo que podría pasar si deja de operar la Refinería La Pampilla, Herrera Descalzi, indicó que el Minem debe informar cuánto stock existe, tomando en cuenta que por ley el almacenamiento de combustibles es por 15 días, reiteró.

 

Explicó que la Refinería La Pampilla cubre el 40% de la demanda nacional y el Perú no tiene excedentes ya que, o trae petróleo de la selva (que es poco) o lo importa. Asimismo, mencionó que de los 250.000 barriles que consume por día el Perú, importa 200.000.

 

“Si se cierra La Pampilla no se tendría por donde descargar petróleo, pues solo recibe el petróleo por mar. En el caso de paralización, lo tendría que hacer por tierra por sur o por el norte. Al no existir ductos, no se sabría cómo traerlo a Lima. La única opción sería a través de camiones cisternas”, puntualizó.

 

De igual manera, precisó que en caso se excedan los tiempos de stock podrían cerrarse alrededor de 300 grifos de Repsol. “Esto generaría principalmente colas en los otros grifos y un aumento de precios del combustible por la alta demanda y por el abarrotamiento de otros grifos ante la escasez. Asimismo, también subiría el precio de los alimentos”, aseveró.

 

¿Qué acciones debió tomar el Gobierno?

Para Herrera Descalizi lo primero que tuvo que hacer el Gobierno desde el primer día del incidente es saber cuál fue la magnitud del derrame y Repsol ahí hizo mal en no informar la cifra exacta de este derrame.

 

“El capitán del barco tiene cómo medir la cantidad de petróleo que tiene, cuánto le ha llegado y cuando salió de la embarcación por el derrame. El petróleo no cuesta poco, entonces lo miden con bastante cuidado y precisión”, subrayó.

 

Esta cifra, según el exministro, el Minem lo debió tener el primer día. Lo segundo era tener las medidas para detener el avance del derrame y el tercer tema es determinar qué lo causó.

 

“Después de 15 días ya han debido tener un diagnóstico, me parece que el Gobierno reaccionó tarde y no midió lo que significaba dicha situación”, anotó.

 

Por último, mencionó que el Gobierno realiza una función de supervisión, la tarea de ellos es examinar permanentemente, ver que se estén cumpliendo, pues una cosa es el plan de contingencia, lo que hay en el papel, y otra cosa es que la autoridad vaya y se cerciore que la empresa esté cumpliendo con los lineamientos.