Rosa Bueno: Las cosas como son

El 7 de diciembre de 2022, el expresidente Castillo dio un golpe de Estado y pretendió cerrar el Congreso, reorganizar el Poder Judicial, la Fiscalía y gobernar por decreto, motivo por el cual fue vacado por el Parlamento y está en prisión preventiva. De acuerdo con lo establecido en la Constitución, fue sucedido por la vicepresidenta Dina Boluarte, quien es hoy presidenta constitucional del país.

 

A partir de esa fecha, se vienen dando manifestaciones ciudadanas que están siendo infiltradas y azuzadas por elementos violentistas, quienes toman por asalto aeropuertos, comisarías y carreteras, lo que resta legitimidad a sus reclamos y en muchos casos los convierte en actos delincuenciales. Esto ha generado caos y muerte entre los manifestantes, ciudadanos y fuerzas del orden. Las inaceptables muertes ocurridas deben investigarse y sancionarse con rigor. Esta es la realidad.

 

Sin embargo, hemos sido testigos del ataque que sufre el Perú por diversas instituciones de la comunidad internacional. Entendemos su preocupación por la situación de caos y violencia que atravesamos, pero exigimos se informen y no se limiten a repetir versiones sesgadas de lo que viene ocurriendo en el Perú.

 

En la última reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), en teoría, un espacio intergubernamental de diálogo y concertación política, se escucharon mensajes totalmente erróneos sobre la realidad peruana; tal es el caso de las declaraciones de dos presidentes asistentes al evento.

 

En respuesta a las declaraciones de la presidenta hondureña Xiomara Castro, del 24 de enero, quien desconoció a su homóloga peruana Dina Boluarte y demandó la inmediata libertad de Pedro Castillo, el Gobierno actuó correctamente y retiró de manera definitiva al embajador del Perú en Honduras el 26 de enero, por lo cual, la relación entre ambos países será en adelante solo a través de sus encargados de negocios.

 

El impasse con Honduras no fue el único. La Cancillería peruana presentó el 25 de enero un reclamo diplomático a Chile por las declaraciones de su presidente, Gabriel Boric, quien también el 24 de enero demandó un cambio de rumbo en vista de la violencia que vive nuestro país. La queja peruana se transmitió a la embajada chilena en Lima, pero las declaraciones de la canciller Ana Cecilia Gervasi se dieron en el mismo escenario en que se emitieron, la CELAC.

 

Es importante destacar que la Cancillería trabaja intensamente en aclarar que la violencia que enluta al país no es producto de un gobierno usurpador sino de las acciones del expresidente Castillo, las que exacerbaron un reclamo histórico de los pueblos andinos.  En tal sentido, el editor de The Economist Michael Reid, calificó de desafortunadas las declaraciones del presidente chileno sobre la coyuntura peruana y señaló que “también debía llamar a la extrema izquierda peruana a no atentar contra la democracia”. De igual manera, el conocido periodista Andrés Oppenheimer ha señalado que “los presidentes de Argentina, Colombia, México y otros están tratando de cambiar los hechos y pintar a Castillo como una pobre víctima”.

 

Eso demuestra que las declaraciones de la canciller Gervasi, quien lamentó en la misma conferencia de la CELAC que algunos países “hayan priorizado la afinidad ideológica al apoyo al Estado de derecho”, están calando en la comunidad internacional. La Cancillería peruana no está sola. El Perú tampoco.

 

Es importante que la verdad prevalezca; por ello proponemos que Promperú complemente el trabajo que viene desplegando la Cancillería para seguir difundiendo la verdad y denunciar los intentos de tergiversar los hechos. Promperú tiene gran experiencia en la promoción y posicionamiento de la imagen del país, por ello debe contribuir a recuperarla.

 

Los empresarios no podemos quedarnos callados ni dejar que sean otros quienes llenen el vacío informativo con mensajes erróneos e interesados. Los peruanos tenemos la obligación de hablar alto y claro. Si las personas que se dedican a destruir y dividir no descansan, nosotros tampoco debemos hacerlo. Los peruanos somos demócratas y queremos trabajar para conseguir los recursos necesarios que nos permitan retomar la senda de crecimiento.